Tabatha.

Bajaste antes que yo, pasaste a buscar un pastelito recién salido del horno y le hiciste plática a la cocinera, después fuiste a la fogata y usaste tus dotes de actor para fingir que nada había sucedido. Cumpliste el plan al pie de la letra. Por mi parte, me fui a bañar. Aproximadamente me daba una ducha a la misma hora, puntual. Con un poco de suerte nadie sospecharía nada.

Y pensé que la brincamos cuando bajé. Nadie me miró extraño, todos se comportaban normal. Katrina le preguntó a Emma cómo había estado el curso intensivo de ballet, de allí se repartirían invitaciones para un curso más adelante en Cuba y era su sueño asistir. Radiante, como siempre, nos contó que lo consiguió. Se iría a Cuba en cuatro semanas. Quedé boquiabierta, Emma era perfecta y se desvivía por el ballet, su competitividad la llevó a ser de las mejores en su clase. Siempre conseguía lo que quería, ese curso no fue la diferencia.

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Por un segundo pensé que perdería a mis lectoras después de lo anterior 7-7