Capitulo 5
—Maria ayudame a colocarme los zapatos—dije y ella de inmediato lo hizo.
—Sheila ve a reunir en el patio a todos los sirvientes y guardias del palacio de la Taaffeite, si hay alguno durmiendo despiertalo, los quiero a todos en diez minutos.
—A sus ordenes.
—Rita, ve donde mi padre y muestrale el informe, pídele que se reúna conmigo en el patio del palacio Taaffeite en veinte minutos.
—De inmediato princesa.
—Maria, vamos—dije comenzando a caminar intentando olvidar el dolor de mis pies, tardamos cinco minutos en llegar y sorpresivamente todos estaban ya reunidos, definitivamente Sheila es bastante rápida.
—Gloria a la princesa de Aleria, que su paz repose en las manos de la diosa—dijeron todos al mismo tiempo.
—De rodillas—dije intentando controlar mi enojo, ellos se veían bastante sorprendidos pero hicieron rápidamente lo que les ordene— debo decir que estoy bastante apenada, yo como la princesa confíe en todos ustedes, confíe en que cuidarían los objetos que le pertenecieron a la difunta emperatriz y ustedes me fallaron...tengo una lista de los objetos de mi madre y muchos de estos no están en ninguna parte—En cuanto dije eso todos se comenzaron a ver los unos a los otros sorprendidos.—Realmente es decepcionante...
—Princesa yo no e robado nada—dijo una sirvienta.
—¡Yo tampoco!
—Yo menos.
—Yo nunca pensaría en robarle—de a poco todos comenzaron a decir que no habían robado, así que con un gesto los hize callar.
—Suficiente no digan mas...—Fresia era experta en llorar de forma falsa así que creo que yo también puedo hacerlo—se...yo se que entre ustedes esta el ladrón—dije mientras comenzaba a llorar— y se que si robo los preciosos objetos de mi madre fue por un motivo de peso—estoy segura que me veía bastante lamentable— así que si esa persona se muestra y trae todo de vuelta lo voy a perdonar, así que por favor devuelvanlos...son objetos realmente importantes... si nos los traen...bueno el castigo que padre les dara sera realmente horrible—En cuanto termine de hablar se hizo el silencio— bien si nadie dirá nada nos quedaremos aquí toda la noche hasta que se encuentre el culpable que a fin de cuentas por su error todos ustedes pagaran y de verdad no quiero que eso ocurra.
—Alteza soy inocente si alguien pudo haber robado deben haber sido, Nathalia y Karen, ellas están a cargo de la limpieza de la habitación de la difunta emperatriz.—en cuanto fueron nombradas ambas se veían asustadas.
—Es cierto yo siempre las veo entrar a esa habitación—asi uno a uno comenzó a hecharles la culpa a ellas dos quienes de forma desesperada intentaban demostrar su inocencia.
—Nathalia, Karen...
—Princesa le juro que somos inocentes, nunca nos atreveríamos a robar, se lo juro—decia Karen desesperada.
—Entonces demuestralo—dijo una familiar voz detrás de mi, padre se veía muy enojado, detrás de el estaban sus guardias personales, rápidamente intente limpiar mis lágrimas
—Majestad, toda mi familia a servido de forma fiel a la familia imperial, nunca nos atreveríamos a hacer algo asi
—investigare quien fue el que hizo todo esto pero hasta que no se sepa quien es el ladron todos ustedes estarán en prisión, llevenselos a todos—luego de la orden de padre solo se podían escuchar llantos—Ariadna no me había dado cuenta de que esto te afecto tanto—dijo abrazandome.
—Lo siento padre...es solo que...me entristece pensar en que alguien allá robado los objetos de mi madre.. Me pone bastante triste.
—Entiendo pero ya hiciste suficiente dejame el resto a mi.
—...entiendo padre porfavor aviseme cuando encuentre al culpable...entonces si me disculpa me retirare—Rapidamente me fui a mi habitación en compañía de mis sirvientas y sin esperar mucho me quite los zapatos.—Realmente no podía aguantar mas el dolor...
—¡Princesa ¿Se encuentra bien?—Sheila se veía bastante preocupada—me sorprendió cuando se puso a llorar
—Lo siento por preocupar las...lo siento pero no me encuentro bien así que me dormire de inmediato—ellas asintieron y me ayudaron a cambiarme de ropa, todo de forma rápida así que en menos de diez minutos me encontraba acostada.
Después del día de la fundación del imperio tuve distintos trabajos por hacer, tenia que planear el evento de caza que se realiza cada año y asistir a fiestas de té, se que no es mi obligación asistir a los hogares de los nobles ya que ellos deberían ser quienes vinieran pero en el pasado Fresia comenzó a expandir rumores sobre mi en los que se decía que yo odiaba a los nobles y los veía por debajo de mi, eso ocasionó que los nobles me comenzaran a odiar.
—¿En que piensa princesa?—me pregunto maria quien estaba de pie detrás de mi asiento.
—Pensaba en todo el trabajo que tengo por hacer.
—oh...No se preocupe, lo esta haciendo todo de forma maravillosa.
—Gracias, por cierto, ¿Sabes como va la investigación?
—escuche que su majestad envió guardias a los hogares de todos los trabajadores del palacio Taaffeite para encontrar los objetos robados.
—Eso es bueno...esperemos que los encuentren pronto.
—Yo también lo espero princesa.
—Cambiando de tema, necesito que envíes estas invitaciones—le dije entregándole diez sobres.
—¿Puedo preguntar para que son?
—Si, dentro de un mes realizare una fiesta de té, decidí invitar a diez jóvenes para que pasemos una tarde agradable.
—Que bueno princesa, esperó que todo salga bien ese día, las enviare de inmediato.
—En lo que las envías necesitó que le pidas un vestido nuevo a la diseñadora, debe ser de color celeste, lo usaré en la fiesta.
—¡A sus ordenes!—dijo para luego salir casi corriendo, estuve un tiempo revisando unos informes hasta que escuche la puerta siendo golpeada.
—Adelante—en cuanto dije eso la puerta se abrió y por ella entro Rita acompañada de una joven de cabello fucsia.
—Princesa ella es la hija del barón Dunne.
— es un honor conocer a la estrella de Aleria su alteza la Princesa Ariadna Soraila grace, que su salud repose en las manos de la diosa, Sara Dunne a su servicio—dijo dando una reverencia, yo rápidamente me puse de pie y me acerque a ella para después tomar sus manos.
—No es necesario que seas tan formal, desde ahora pasaremos mucho tiempo juntas así que esperó que lleguemos a ser grandes amigas—ella se veía sorprendida.
—Lo...lo intentare princesa.
—Bien, Rita traenos té y unos aperitivos, quiero que nos conoscamos mejor—mientras decía eso guíe a Sara a uno de los sillones largos que había y nos senté en este, Rita rápidamente salio y a los diez minutos regreso con todo lo que pedi—puedes retirarte.
—Que pasen una tarde agradable—dijo para después salir.
—Bien, Sara realmente quiero que nos llevemos bien.
—Yo...yo también princesa.
—No debes estar tan nerviosa, mira si eres de ayuda para mi yo seré de ayuda para ti.
—no entiendo...
—Pongamoslo de esta forma, tu debes hacer todo lo que yo te pida, no te preocupes no pediré nada difícil ni imposible y en cambio yo te daré estatus y poder, ¿Sabes lo que significa ser una dama de compañía?
—Bueno...debo estar a su disposición y acompañarla de ser necesario...
—asi es pero no es solo eso, actualmente yo soy la mujer con mas poder en el imperio, la única persona que esta por sobre mi es el emperador y tu ahora estarás trabajando directamente bajo mis ordenes así que quitando a la duquesa kyle y su hija, tu eres la segunda mujer con mas poder, sólo si haces bien tu trabajo.
—Lo haré lo mejor que pueda princesa—en cuanto dijo eso pude ver la emoción en su rostro.
—Me alegra, bien tomemos el té antes de que se enfrie—Ambas tomamos el té y comimos las galletas que nos trajo Rita, hablamos durante bastante tiempo hasta que me llamaron para mis clases de la tarde—Sara tu primer trabajo sera ir a mi habitación y elegir el vestido que mas te guste, Rita te mostrara cuales puedes elegir, como mi dama de compañía debes usar los mas finos vestidos.
—Entendido princesa—dijo con emoción para luego irse con rita, estuve caminando por diez minutos hasta que llegue al salón en donde me enseñaban etiqueta y mi maestra era justamente la Duquesa Kyle y la hermana de mi padre.
—Princesa bienvenida
—Gracias tía, es bueno verla de nuevo después de una semana.
—Lo mismo digo, pero debo decir que estoy algo triste.
—¿Porque?
—Me entere de que hoy llego su dama de compañía, si hubiera sabido que estaba buscando le hubiera ofrecido a mi hija.
—Lo se pero... usted mejor que nadie sabe que mi prima no es alguien a quien le guste servirle a los demás, quise evitar generar un problema.
—...En eso tiene razón...bien comenzemos la clase, hoy seguiremos practicando su baile.
—Entendido—Estuvimos casi dos horas en esa clase y luego de acabar estaba exhausta, me dolían mucho los pies así que quería descansar pero luego siguieron mis clases de historia y de lenguajes extranjeros, por ultimo tuve que revisar unos papeles y cuando me estaba por ir a mi habitación...
—Princesa su majestad la solicita en el palacio Taaffeite.
—Bien, iré de inmediato—intente apurarme lo mas que pude pero aun así tarde bastante tiempo en llegar al palacio, allí pude ver a mi padre y cuatro personas mas, entre ellos estaban el mayordomo principal, la jefa de las sirvientas y otras dos sirvientas que no conocía una de ellas era la que había acusado a Karen y Nathalia, bien es hora de comenzar el acto de la víctima.
—Padre...¿Me llamaste?—pregunte con un tono de voz bajo y con un rostro triste.
—¿Ariadna que sucede?
—Nada...es solo que...estar aquí me trae recuerdos de mi madre...
—Entiendo...haremos esto rápido para que puedas ir a tu palacio a descansar—dijo acariciando mi cabeza—los guardias encontraron las pertenencias de tu madre en los hogares de estas personas— en cuanto dijo eso lo observe a el y luego a ellos haciendo todo lo posible por verme sorprendida luego de eso tape mi rostro y comenze a sollozar, de forma inmediata padre me abrazo.
—Lo...lo siento es solo que no puede ser cierto...estas personas...fueron sirvientes leales...—Hice lo posible para que mi voz sonara triste y funciono ya que todos me veían con preocupación y los sirvientes que habían robado se veían arrepentidos, pero mi padre...el se veía enojado...
— e decidido el castigo de todos ustedes, por el robo a la familia real y hacer llorar de esta forma a mi hija, todos ustedes irán a la horca—En cuanto padre dijo eso ellos comenzaron a rogar por sus vidas.
—¡Padre! Aunque hallan robado eso es un castigo demaciado severo, te lo ruego no los envíes a la horca—le pedí llorando—se que cometieron un error pero deben estar arrepentidos por lo que hicieron....por favor...
—...Ariadna...tienes un muy buen corazón pero las hierbas malas deben ser arrancadas de raíz...bien no sera la horca pero morirán en este mismo instante decapitados—En cuanto dijo eso los guardias desenfundaron sus espadas y rápidamente les cortaron la cabeza a cada uno de ellos...—Lo siento hija...
—No...yo lo entiendo
—Ven, vamos—el tomó mi mano y me escolto hasta mi palacio en completo silencio, todos se veían sorprendidos de verlo allí, el me llevo hasta mi habitación y dejo un beso en mi frente— descansa y olvida lo que viste hoy—dijo para luego irse, en cuanto entre a mi habitación Sara se acerco a mi.
—¿se encuentra bien?
—...no...porfavor quiero estar sola y no importa lo que escuches no quiero que nadie entre.
—Entiendo, con su permiso—Ella de inmediato se retiro dejandome sola, así que estuve cinco minutos pegada a la puerta lo mas que pude llorando de forma falsa, cuando me canse de fingir me puse de pie y abrí las puertas que dan hacia mi balcón, se sentia una agradable brisa por lo que estuve apoyada en el balcón un buen tiempo.
—jajaja realmente fue divertido, en el pasado nunca supe quien fue el que se robo las cosas pero ahora ya estan muertos, debería agradecerle a Fresia su acto de derramar lágrimas falsas funcióna muy bien, y para mañana los sirvientes me verán como la princesa que lloro para poder salvar a unos ladrones...todo esta saliendo como yo quiero... Definitivamente es una linda noche
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