Un día normal para una princesa
La habitación de Jennie empezaba a brillar por el sol, sus paredes estaban llenas de brillantina y decorada con adornos rosas y rojos.
Jennie amaba el rojo, amaba todo lo que tenía. Era muy presumida ya que era la princesa de su reino, reino el cuál estaba muy avanzado que otros, tenía cafeterías, pizzerías y cualquier cosa que te puedas imaginar, obvio que solo se usaban cuando se hacían reuniones importantes entre otros reinos. Le encantaba coser y hacia vestidos con diamantes, claramente solo los usaba ella.
Su cabello blanco caracterizaba toda su figura, tenía curvas y era delgada ¿Que más querer? Sus ojos eran amarillos, parecía como si hipnotizaran si te observarán por unos minutos. Nunca había tenido un romance y sus padres ya la estaba obligando a casarse si no encontraba al hombre ideal de una vez.
Pero que tal si te digo que ella no buscaba un príncipe perfecto, si no una chica perfecta para ella. Si, era lesbiana y aunque ella no había experimentado nunca el amor lo sabía. Amaba las películas donde se encontraba alguna pareja lesbiana, le encantaba los colores y deportes masculinos aunque, para ella los colores no tenían género, pero eso era algo indiscutible con sus padres.
Su vida era tan perfecta que la presumía con todos los campesinos y sirvientes. Era grosera y malcriada con todos sin duda no podía negarlo cuando se lo preguntaban.
Aunque su personalidad era muy mala, su actitud cambia cada vez que está con sus padres o con ella...¿Ella? No sabía porque le gustaba tanto coquetear con ella, solo con verla sonrojarse y sonreír su estómago se retorcía. Pero claro, ella es tan inexperta que no sabe lo que en realidad era esa sensación...
°~~~~~~~°
—¿Señorita Jennie? Es hora de despertar — Lisa la cuál era conocida como la sirvienta de Jennie. Vestía un uniforme blanco y negro, le tocaba suavemente el hombro con la intención de despertar a la princesa.
—mmh está bien, ya me levantó — refunfuña la princesa mientras abre sus ojos amarillos y brillantes, fijandose en los ojos cafés de Lisa. Su rostro frustrado se convierte en uno relajado. — ah, eres tú...ya decía porque entraba tanta luz.
—E-El desayuno estará pronto en unos minutos señorita. — le contesto nerviosa y sonrojada por el coqueteo de Jennie. haciendo a la princesa sonreír traviesa. Lisa había llamado a la princesa por su nombre desde que apenas la habían contratado, el cuál fue un pedido de la princesa.
— Lo que la pequeña diga — Lisa la mira confundida y Jennie sabía porque, Lisa tenía 20 y Jennie 16 años por lo que la sirvienta tendría que decir eso en vez de la princesa, aunque esa palabra nunca lo diría.
Mientras Lisa bajaba sin decir nada, tanto porqué tenía cosas que hacer como porqué se había puesto nerviosa ante las palabras de Jennie. La princesa se prepara como siempre, eligió un vestido blanco sencillo con algunos adornos a sus costados y pequeños diamantes por todos lados.
Todos sus vestidos contenían diamantes y eran hechos por ella misma. Si, otra cosa por lo que la gente amaba a la princesa y olvidaba su faceta grosera ante ellos.
Jennie mientras bajaba por las escaleras para llegar al comedor, el cuál contenía una gran mesa llena de comida que obviamente, Jennie no se iba a comer todo
Una sirvienta bajita, se aproximaba hacia ella mientras sus manos se posaban en una silla grande y dorada por todos los bordes junto a diseños extraordinarios, su tela suave y blanca del respaldo añadía un almohadón rosa haciendo el toque que caracterizaba la belleza de la princesa.
—Que disfrute su cena, princesa. — la sirvienta bajita y rubia le sonríe a Jennie, la cuál está no correspondió su sonrisa y la miro con odió.
—Callate y ve a hacer tu trabajo.
La chica asiente, aunque estaba claro que tenía ganas de llorar ya que se retiraba agachando su cabeza. Jennie tenía ganas de reírse, le gustaba herir y verlas sufrir a las personas.
¿Por qué? La princesa había sufrido mucho de pequeña, como tenía los ojos amarillos y cabello blanco la gente la menospreciaba y la trataban mal, pensando que ella no iba a tener éxito de ser la princesa ideal
¿Porque pensaban eso? Fácil, Jennie tenía hermana la cuál, había viajado a otro pueblo al notificarse una amenaza de muerte. Desde ese día su hermana Jisoo, era la chica más perfecta que habían conocidos todos, hasta que se fue y quedó Jennie la hermana más chica que nunca más volvió a ver a su hermana mayor.
Ahora ella está asiendo lo mismo que le hicieron ellos. Cambio, y cambio para mal...
Si hay alguna falta ortográfica o nombres equivocados, díganme enseguida así lo corrijo, gracias 🫂
Palabras: 794
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro