Era un día soleado en el que los pequeños pájaros cantaban y se paseaban por el jardín, un día perfecto para cualquier persona, menos para claude.

Los llantos de una bebe se escuchaban en su oficina haciéndole imposible concentrarse, envuelta en mantas de ceda color rosa, jennette estaba en los brazos del duque.

— dime lo que tienes que decir y vete, alfierce

contesto claude sin despegar la vista de los documentos que tenia en las manos

— su majestad, ella es jennette.

alfierce trato de acercarse mas a claude para que pudiera ver a la bebe pero fue interrumpido por el grito del emperador.

— si solo viniste a decir eso es mejor que te vayas

interrumpió claude, alfierce se acobardo y dio un paso atrás

— ¿Sabes lo que hice con mi verdadera hija?, ahora ella está muerta

—por favor, debe darle una oportunidad, ella es su hija

Después de escuchar las súplicas del duque por una hora, claude accedió a ver a jennette dos veces a la semana para asegurarse que ella cumplía con los requisitos para ser la nueva princesa de obelia.

Ella viviría en el palacio esmeralda. dos veces por semana, el emperador pasaría tiempo con la bebé y le daría todo lo necesario para que pudiera vivir cómodamente.

entre padre e hija no habia amor o al menos no por parte del emperador, si esa niña llevaba su sangre entonces debia mantenerla cerca para que no fuera un problema en el futuro.

— ¡Felix!

el duque alfierce ya se habia retirado y la bebe fue llevaba al palacio ruby mientras el emperador decidia que hacer con ella.

— si, majestad.

El único amigo del emperador se acercó a escuchar la orden de claude.

—investiga si es mi hija, en caso de que lleve mi sangre informa que una nueva princesa a nacido.

Tal y como ordenó el emperador, felix investigó todo lo que pudo del nacimiento de jennette y todo parecía normal pero noto que las fechas concordaban con la traición de penelope, jennette podía ser hija del antiguo emperador.

Aún sabiendo todo eso decidió no informar nada a claude, si se enteraba iba a asesinar a esa pobre bebé y al final ella llevaba sangre real, ya había muerto la otra princesa, si jennette moría iba a destruir los corazones de los pueblerinos.

A los 10 días de la "muerte" de athanasia otra bebé fue declarada princesa, se hizo una gran fiesta para celebrar el nacimiento de la nueva sucesora de claude.

Los nobles ofrecieron regalos costosos para mostrar su sinceridad y lealtad a la nueva princesa, joyas, vestidos incluso juguetes bañados en otro adornaban la habitación de jennette.

Lilian york recibió con tristeza a la nueva bebé en el palacio esmeralda, deseo durante meses que la hija de su amiga naciera para así poder ser ella quien la cuidara y le sirviera.

Lilian sabía toda la verdad, su princesa no podía estar muerta y en cuanto descubriera donde estaba iba a ir por ella, jennette tenía muchas doncellas que podrían cuidarla mientras que su princesa debía estar llevando la vida de una doncella o al menos eso pensaba lilian York.