Lamento la tardanza, me fui de vacaciones y no tuve internet por dos semanas, pero ahora voy a publicar los capitulos de todas las historias que les debo.

-entonces...¿Cómo crees que se ve?-

-se ve muy bien, pero sabes creo que te quedaría mejor con un lindo peinado'ttebayo-

Había pasado un buen tiempo después de la conversación con Hiashi. Hinata y yo saliamos casi todos los días en los que no teniamos misiones y un día, estaba realmente listo, listo de confesar mi más grande anhelo, el que tengo junto a ella, el que deseo junto a ella.
Ya había hablado con hiashi sobre ese tema y dijo que no tenía problema, todo estaba bien con el tema de mi compromiso con hinata y ya tenía garantizado una unión eterna.

Nunca olvidaré el día en el que se lo pedí.

Apenas habiamos terminado una de nuestras muchas citas, pero en esa ocasión quería darle mis verdaderas intenciones, apenas unos días atrás había visitado la casa Hyuga para informarle a el viejo hiashi que deseaba pedirle su bendición oficialmente. Tardé un poco pero al final accedió junto a los ancianos del clan.

Cuando me disponía a irme de la casa principal del clan, hiashi me detuvo y me preguntó si era necesario que me ayudara con la compra del anillo de compromiso, dejé mi orgullo frente a mi y le dije que estaba bien y que no necesitaba ayuda. La verdad es que había ahorrado dinero de mis misiones y desde el principio quise que el anillo para ella fuera comprado con mi propio dinero.

Después de recordar eso ya tenía el anillo y la situación ideal para pedirselo, pero....

-hinata...yo tengo algo que de-debo decirte-hablaba muy nervioso y ne apena decirlo-

-¿que sucede naruto-kun?¿Te sientes bien?pareces tener fiebre-en ese momento tocó mi frente con su mano y mirándome incrédula, recordé que mucho antes de convertirnos en pareja, hace años, yo hacía lo mismo con ella cuando la veía roja como tomate, ahora era yo el sonrojado-

-eh!no!estoy bien'ttebayo!-grité nervioso-

-¿seguro?podríamos ir a ichiraku para que te den algo caliente, o podría acompañarte a tu departamento para que te recostaras mas temprano-apreté mis labios y la miré fijamente, ella me miró extrañada, en un rapido movimiento la levanté y la tomé estilo princesa y me la empece a llevar rápidamente dirigiendome a un lugar más tranquilo.

Ella me preguntaba que pasaba pero la voz no me salía y prefería explicarle cuando estemos arriba.

El monumento hokage, para ser exactos en el monumento a mi padre, Minato Namikaze.

-na-naruto-kun-la bajé en cuanto me di cuenta de que estaba todavía en mis brazos-¿Que sucedió tan derrepente?-

-perdón, fui un poco impulsivo-me reí levemente-es sólo que necesitaba un poco de soledad-

-entiendo...-me dijo con una mirada angelical, mientras la dejaba de pie frente a mi-

Hubo un pequeño silencio, pero no era de esos incomodos en los que no sabes que decir, sino uno en el que era necesario vivirlo, admirando aquella maravillosa vista.

-sabes, siempre me a encantado esta vista y este lugar, es tan pacifico, aunque este de noche, de día también se ve tan majestuoso como ahora de noche-le dije con cierta suavidad-

-mmm...así es, es realmente cómodo este lugar-

Al lograr admirarla no pude evitar volver al modo de los cachetes rojos, ya se había acostumbrado a estar junto a mi sin estar nerviosa y podía hablarme con total naturalidad y simpleza, era realmente dulce.

-hinata, necesito que escuches lo que te tengo que decir-ella me miró nuevamente con una mirada extrañada y atenta-

-naruto-kun...

-durante este tiempo en el que hemos sido pareja me volví una persona con verdadera felicidad, te volviste mi pareja, mi novia, y me has dado más amor que nadie que este vivo-ella seguía mirandome incrédula y sorprendida de lo que estaba diciendo-debo admitir que me has asustado mucho este tiempo y de seguro entre nosotros podría pasar muchas veces, sabiendo lo impulsivo que soy y lo hermosa que eres tú-lo ultimo logró dejarla con esas hermosas mejillas rojas-

-¿Por-por q-que dices eso?-dijo tartamuda desviando su mirada-

-porque en cualquier momento pueden haber hombres que me quieran quitar del camino por lo linda que eres, no debería preocuparme pero de todas formas-puse la mano derecha dentro demi bolsillo y acaricie la caja de terciopelo que tenía ahí-volviendo a lo que te decía antes, te prometo que siempre, siempre te voy a proteger, ya que no quiero apartarme de tu lado nunca, incluso aunque muera-

- naru...-la callé con mi dedo indice y la miré con mucha dulzura-

-hinata-me agache frente a ella y saque la caja, sus ojos nunca se habían visto más brillantes-mi princesa, ¿quieres convertirte en mi acompañante, mi novia, mi amante y mi esposa para la eternidad?-

Estaba impactada, paralizada, inmóvil, sus ojos estaban tan abiertos y su boca temblaba, en ese momento pense que me iba a caer el mundo encima, pero en vez de eso su cara se volvió tan roja que hasta echaba humo, la sujete antes de que cayera al piso.

-hinata!no te desmayes ahora!no!-

...

Bueno, quedé totalmente decepcionado con el resultado, incluso me puse a llorar ligeramente por la decepción.

Como se había desmayado la llevé a mi departamento para resguardarla durante la noche, la verdad me daba mucho miedo dejarla ahí toda la noche, ya que si hiashi se entera puede pensar muy mal, así que en cuanto despertara me la llevaría a su casa.

Durante un buen tiempo pensé que no iba a despertar nunca, pero al cabo de pensar en eso ella abrió los ojos.

-¿Donde estoy?-

-ay que bueno que despertaste! Pensé que pasarías la noche aquí y eso a tu padre no le gustaría-le había dicho muy alegre y aliviado-

-naruto-kun...¿Que...que paso?-preguntó somnolienta mientras me volteaba a ver-

-te desmayaste-

-mmm...ya veo, perdona las molestias-me sonrió apenada-

-oye¿No recuerdas lo que hablamos antes de desmayarte?-

Ella me miró extrañada y mirando hacía arriba para intentar recordar.

-recuerdo que estabamos en el monumento hokage y...etto...creo que me...-sus ojos se abrieron como platos y me dirigió la mirada, había intentado levantarse pero yo la detuve-

-porfavor, no te levantes, acabas de despertar-

Me miraba exaltada, sus ojos se movían analizando las facciones de mi rostro, después de eso sus ojos se dilataron, sus mejillas enrojecieron más y se cubrió el rostro con ambas manos.

-lo siento! Me estabas diciendo algo tan importante y yo sólo atine a desmayarme-su voz temblaba y me proporcionó un inmenso sentimiento de tristeza, mi boca se había tensado y yo sólo me lancé a abrazarla-

-no te sientas así, fue el impacto del momento, se que eres delicada con las propuestas así o las confesiones, pero era el momento de decirtelo-me había separado de ella y la miré limpiando las lagrimas de sus mejillas con mi pulgar-te amo hinata y lo único que quiero es unir mi vida a la tuya'dattebayo-

-yo también te amo, me siento tan avergonzada, no sé ni que decirte-se sujeto la sien y rió un poco nerviosa-

Cuando volví a sacar la caja de terciopelo que tenía, otra vez, en el bolsillo y se la enseñe una vez más, sus ojos demostraban recordarla.

-sólo responde un si o un no, hime-sus ojos brillaron igual que el pequeño pero hermoso brillante en el anillo-

Ella estaba callada, recuerdo que estaba apunto de morir en ese momento.

-si!!-me dijo y logró humentar la alegría en mi corazón, saqué el anillo de la caja y se lo coloqué en el dedo-

Desde ese momento, nunca lo volvería a dejar sola.

Y ahora aquí estamos, viendo los atuendos para la boda, hinata a sido muy amable al elegirme el traje, decidimos vestirnos de manera tradicional. Recuerdo que hiashi quería una boda muy formal y tradicional y que lo mejor sería que yo usara un yukata y hinata un kimono. Claro que a sido difícil.

-naruto-kun¿Me escuchaste?-hinata me liberó de mis pensamientos yme hizo verla, llevaba su ropa ya puesta después de haberse probado unos cuantos trajes, en los cuales ella se veía hermosa con todos-

-aah lo siento hinata, estaba...pensado en algo-dije avergonzado-¿Que decias?-

-decía que hoy podríamos pasar al cementerio, quisiera decirle a neji-nii-san sobre lo nuestro-me sonrió, respondí con lo mismo y le sujete la mano para irnos juntos rumbo al cementerio.

Este sin duda alguna es lo más felíz que me a pasado.

Continuara...