El reino de aquella isla caracterizada por sus exquisitos paisajes de preciosas orquídeas estaba vestido de telas violetas, lavandas y moradas, aunque lo más sutil y formal era poseer telas violetas.
Las nubes se fueron oscureciendo, y los rostros de las personas iban decayendo, el día no podía ser más triste, la reina de Zenda había muerto, ese espantoso piquete de víbora había acabando con ella, lo que el rey había comunicado.

El rey David convocó a todos los guardianes del reino para hacer la despedida a la reina Isabella, su petición fue traer al reino todas las plantas de flores de orquídea que hubieran en el reino.

Esas flores tan prestigiosas y regalo de realeza, eran las preferidas de la reina Isabella, sus aromas peculiares eran motivo de sus bailes frente al enorme palacio.

El rey con voz tersa y gruesa exclamó ante su reino :

-Hoy hacemos presencia del lamentable fallecimiento de mi esposa, la reina Isabella, una lamentable picadura de serpiente nos arrebató a la gran amada reina de Zenda, lamentablemente haremos de su conocimiento que la reina no será enterrada en el cementerio real, debido a cambios muy personales del reino de Zenda, por lo cual despediremos a nuestra reina con racimos de flores de orquídeas, de preferencia violetas ,con esto culmino el comunicado real.-terminó de contestar el rey David frente a todo el reino.

Todo el reino de Zenda estaba triste por tan lamentable noticia de la reina, miles de personas habían considerado a la reina Isabella como la más humilde, sincera y linda reina que haya tenido Zenda, pues aunque no provenía de sangre real, fue siempre una excelente mujer.

En medio de toda la gente haciendo gestos de modestia y consolación una alma oscura y negra recorría por todo el público, una mujer con piel oscura y cabello rizado con sonrisa descarada, su fuego de maldad incendiaba por dentro, muy bien sabía que era la oportunidad de aprovechar la su plan que había planeado durante tantos años.
Lleno su capa de suspiros y se fue sin decir nada más mientras el rey daba su falso discurso.

La ceremonia había acabado, la gente llegó a refugiarse en sus humildes hogares, y la vida continuó como si nada hubiese pasado, claro bajo las órdenes del rey de Zenda, que tenía que hacerse todo bajo su voluntad.

***
Había pasado tiempo que el rey no veía desde ese entonces a los hijos de su difunta esposa, ordenó a los guardias en contratar a una niñera para poder cuidarlos, pero al ser despedida por su mal trabajo, se acercó a la cuna de aquellos seres productos de la traición.

El rey David al ver a ambos bebés se dio cuenta que eran idénticos a su difunta madre, mismos ojos color café , rizos rojizos y piel suave y blanca por todas partes.

Ordenó a los guardias del reino a buscar a una niñera para los hijos de la reina, pues el con una voz agria tal limón consideraba que no eran sus hijos pero no iba cometer tan crueldad con unos seres tan pequeños, el remordimiento de haber matado a su madre se estaba haciendo presente cada segundo en su mente.

Haber matado al amor de su vida, a la doncella del reino que conquistó su corazón y que bajo la tumba se encontraba su entristecida alma.

Sentía tanto odio al saber que su esposa pudo haber hecho tan atrevimiento con traicionarlo con el florista del pueblo,ese idiota pordiosero que no tenía en donde caerse muerto, ese hombre supuestamente honrado y con belleza angelical que siempre se veía en las tardes con su esposa.

Aún podía recordar cuando mandó a vigilarla con sus hombres de confianza y la habían encontrado bajo los brazos de ese atrevido hombre mientras se miraban con tanto amor y pasión, acariciando sus manos.

El rey tomó uno de los vinos más lujosos de Zenda y lo bebió hasta quedar bajo el suelo, inmediatamente reaccionó y pidió conocer a la niñera que había contratado para cuidar a los hijos de la reina, aquella muchacha de grandes trenzas se acercó al palacio y exclamó a uno de los guardias :

-Buenas tardes, me presento soy Daesha soy  la niñera escogida por el consejero real de el rey David, como puede ver.
La chica al exclamar sobre el imponente guardia, sentía que sus piernas se quebraban.

El guardia sin decir una sola palabra agarró bruscamente el brazo de la muchacha y la llevó hasta el Rey David en donde el mismo personaje de sangre fría pidió a su guardia un momento de privacidad de forma brutesca,era obvio que el vino estaba haciendo efecto.

Aquella muchacha de las trenzas largas sentía una alta vibración en su pecho, un oído sensible y su boca poco a poco se estaba convirtiéndolo en un desierto.

El rey con los dos hijos de la reina, hizo entrega a Daesha en cuanto ella los tomó el con una voz tersa expresó :

-TE HE CONVOCADO A TI, TE GUSTE O NO TE HARÁS CARGO DE ESTOS NIÑOS EN LO QUE CONSIGO UNA NUEVA REINA.

Aquella chica de mirada inocente enfrió su mirada con unos enormes ojos saltones al enterarse de la muerte de la reina Isabella, la cual conocía antes de convertirse en reina del reino.

Aquella chica desde entonces cuidó de ambos bebés y los mantuvo a su lado en el palacio real.

Mientas tanto en el otro lado del reino se encontraba la infeliz hermana de la fallecida reina Isabella llorando entre lamentos, pues su hermana estaba fallecida por su inhumano esposo.

Sondaya miró hacia el horizonte llorando con lágrimas saladas formando un charco de lodo, su deseo de venganza y sed de ruego estaban presentes en los planes de que aquella llamada enfermera infeliz del reino de Zenda.

Enseguida exclamó con una voz de llanto entre tormentos entre sus grandes cataratas que caían de sus verdes ojos :

-TE MALDIGO, MALDIGO AL REY DE ZENDA, UN INFELIZ HOMBRE SIN CORAZÓN¡TE MALDIGO REY DE ZENDA.