Sasuke estaba más que molestó ¿cómo era posible que todos se pusieran en su contra?, tomó una botella que había encontrado en el minibar y subió a su habitación, ahí quizá nadie lo molestaría, al llegar a su alcoba, recordó que ahí era el lugar en donde su prometida se quedaría sin él por dos días y dos noches más.

-No creo que llegase a subir, la ví tan feliz al lado de ese cejas de azotador – se dijo molesto para si mismo, mientras se recostaba en la cama.

Su lecho olía por completo al perfume de la pelirosa, dulce y fresco, justo tanto como a él le gustaba, se posiciono de medio lado en la cama y pudo observar una pañoleta de la chica de color verde, justo el color verde jade de sus ojos que tanto amaba, la tomo y la olfateo, después la coloco alrededor de su cuello, todo ahí en su habitación tenía ese olor tan placentero y ahora conocido para sus sentidos, ella.

Se dispuso a tomar esa noche, quería olvidar la forma en que la chica lo había observado con temor en sus ojos, la pequeña discusión que había tenido con todos y sobro todo la forma en que vio a su princesa sonreír al lado del sujeto de extraño peinado y grandes cejas, quería olvidar todo por completo, no después de mucho se quedó profundamente dormido.

Sakura subió a su habitación pasada la media noche, durante toda la velada había buscado a Sasuke sin haberlo encontrado, se dispuso a ir a la habitación en donde estaba Sasuke, tocó tres veces a la puerta y espero a que le abriera, quizá había estado demasiado cansado y se había subido temprano a su cuarto para dormir, pero no obtuvo respuesta alguna, así que rendida decidió ir a su habitación, y cuando entró vio unas enormes botas negras de piel tiradas sobre la entrada, las cuales conocía a la perfección, camino sigilosa a su cama y pudo ver que en su lecho estaba dormido Sasuke, sujetando su mascada verde, la chica lo miro con ternura y sonrió, ¿cómo podría aparentar ser tan malo, si a simple vista era tan indefenso? Sakura se acerco al moreno, y dejó un casto beso en la comisura de sus labios, Sasuke despertó y sorprendió a Sakura, quien se había sonrojado al notarse descubierta, Sasuke la observó atentamente y la tomó de la mano.

-Te quiero – susurró el moreno, apenas audible para la pelirosa, logrando sorprenderla por completo.

Sakura enmudeció, no podía creer lo que había escuchado de la boca del moreno, Sasuke se recorrió un poco para que la joven se posicionara a su lado, lo cual sin hacer mención alguna la chica lo había entendido por completo, se quito sus zapatillas y se recostó a su lado, así sin decir nada entre ambos, simplemente se miraron, Sasuke la miró fijamente clavando esos onix en sus castos verdes, Sakura sonrojo lo que provocó que Sasuke se divirtiera ante dicha acción de la chica, beso la frente de ella y se quedó dormido a su lado, sin decir una sola palabra o una expresión alguna, ella estaba ahora a su lado y era lo único que le importaba.

A la mañana siguiente, Sakura despertó y observó el par de botas negras que aún estaban tiradas en el suelo, pero al parecer no había rastro del moreno, se tallo los ojos y cuando se dispuso a levantarse, pudo ver al moreno salir del baño, tenía una toalla que cubría su cabello y su camiseta blanca abierta dejando ver su perfecto y marcado pecho.

-Perdón si te desperté, creí ser demasiado sigiloso, no tardaré en irme – comento el moreno mientras se cerraba la camisa que dejaba descubierto su dorso.

-¿A dónde vas? Aún es temprano – pregunto curiosa la pelirosa, logrando conseguir que Sasuke sonriera de medio lado.

-Dentro de poco comienzan las 24 horas que tanto insistieron todos ayer, incluyéndote a ti, no se supone que no podré verte – se mofó el moreno.

-Tú no crees en eso – hizo un pequeño mohín de molestia la chica, quien se posicionaba a su lado, cruzándose de brazos.

-Pero al parecer tú si, y ya que es importante para ti, lo respetare, pero no esperes que te diga que estoy de acuerdo con ello, aún sigo creyendo que es una tontería – comentó el azabache mientras empujaba levemente con dos de sus dedos la frente de la chica.

Sakura se volteó de medio lado intentando cubrir su sonrojo; mientras Sasuke sonreía y se sentaba en la cama para colocar sus botas.

-Bien, nos veremos hasta la boda entonces, que conste que esto ha sido petición tuya – hizo un además de despedida, mientras salía de la habitación y cerraba la puerta.

Las 24 horas habían comenzado, del ala este se encontraría Sasuke y del ala oeste del castillo estaría la princesa, cada uno de ellos tenía a un encargado para verificar de que estos no tuvieran contacto entre ellos; Kakashi se encargaría de vigilar a Sasuke y Rin a Sakura.

-Bien, ahora podemos dar pauta a las festividades que he planeado para tu despedida de soltero dobe, de veras – comentó el rubio muy animadamente.

-Déjate de estupideces, me duele mucho la cabeza – se quejó el moreno.

-Quizá no hayas dormido bien, debió ser la botella que te empinaste tú solo ayer, no creas que no nos dimos cuenta – le reclamó su amigo.

-No creo que haya sido la botella Naruto, más bien la presencia de cierta dama con quien pasaste la noche, ¿no es así don Juan? – se mofó Sugetzui, logrando enfurecer al azabache y la risa de todos ante dicha acción.

-¿Así que ya has empezado tu despedida de soltero desde antes Sasuke-kun? – menciono picaramente el peligris, logrando enfurecer aún más al moreno.

-Cállate, eso no fue lo que paso – intento defenderse.

-Noooo, clarooooo – alargó la frase Sugetzui quien reía a carcajadas.

-Pareces retrasado alargando las palabras – comentó a la defensiva Sasuke, mientras todos reían.

-Sabes Sasuke, anoche cuando tu padre te mando buscar, subí a tu cuarto y al no encontrarte te busque en el castillo, y mis ojos no me dejaran mentir pero vi claramente cuando entrabas a la habitación de la princesa, quise esperar a que salieras pero no lo hacías, así que entre a despertarte pero en ese momento entro la princesa y tuve que esconderme – hizo un mohín de molestia.

-¿Qué hiciste que Sugetzui? –gritó Sasuke enfurecido, logrando causar temor en su amigo.

-Vamos Sasuke déjalo terminar, mira al pobre no deja de temblar – se interpuso Itachi entre ambos jóvenes.

-Bien, que se explique entonces – comentó entre dientes, notablemente molesto.

-Vamos, no me quedé ahí toda la noche, solo un rato en lo que ustedes se dormían, juro que no vi nada que los comprometa, al menos a ti – se rasco la cabeza Sugetzui.

-¿Qué quieres decir Sugetzui? Y piensa bien en tu respuesta, no quiero destazar a uno de mis amigos previo a mi boda – se mofó el moreno, cruzándose de brazos.

-No, Sasuke-sama, por favor, se lo suplico – comentó con la voz quebrada Sugetzui.

-Hmmm habla ya.

-Me refería a que sólo vi cuando la chica te observaba, tú te quedaste dormido antes que ella y ella no dejaba de mirarte, se que eres mi amigo y todo pero... francamente no se que vio ella en ti.