Narra Juan.

Sus ojos se cerraron y suspiro. Una lágrima rodó por su mejilla.

- Dime que no me quieres, mirame y dímelo.

Nego con la cabeza.

- No puedo.

Me abrazó y empezo a llorar fuerte.

- Te amo. Te amo demasiado como para que te vayas de nuevo. No puedo ocultarlo, te amo Juan.

Se tiró a besarme como si fuera una última vez. La levanté de las piernas mientras le seguía el intenso y dulce beso. Sus labios eran droga para mi. Era adicto.

- Te amo.

Susurró cerca de mi boca.

- Te amo hermosa.

Le di otro beso y la bajé al suelo.

- ¿Volvemos a ser amigos con derecho?

Subió su ceja.

- Ah no, amigos que se besan.

Empezamos a reírnos.

- Si, seamos lo mismo que antes.

Besé su cuello y le sonreí.

- ¿Vamos a casa? Esta refrescando y no es muy bonito que estés desabrigada así.

Tenia un vestido negro corto, pegado al cuerpo, sin tiras. Simplemente hermosa y sexy.

- Juan, vamos a un antro. Bailemos, hagamos algo.

- ¿Y es necesario ir a un antro cuando tranquilamente podemos hacer lo mismo en mi casa?

Rió.

- Bien, vamos.

Agarró sus tacones y con su mano libre agarro la mía. Caminamos hasta la salida de la playa, donde ella se puso sus zapatos y fuimos a la camioneta.

*
- ¡Juan! No.

Aria rió mientras le hacia cosquillas.

- Dame un beso y te dejo.

- Bien..

Se acercó y beso mis labios. Sonreí, dejando mis cosquillas.

- Esperé tanto esto -Mordí su labio suavemente, haciendo que gimiera bajo- Te amo.

- También te amo.

Enrolló sus piernas en mi cadera mientras yo me sostenía de su cintura. Volví a besarla, esta vez con mas intensidad.

- Juan...

Deje su cuello para mirarla.

- Aún... Yo...

Tapo su rostro. Le saqué las manos y sonreí.

- ¿No estas lista? Puedo esperar.

Le regalé una sonrisa tranquilizadora.

- Si... Es que... Me da vergüenza. Tengo 22 y sigo virgen...

- No tienes que avergonzarte. Quizás no sea normal que Tengas esta edad y sigas conservando tu virginidad, pero no debes avergonzarte. -Acaricie su mejilla- ¿Estas segura?

Asintió y sonrió.

- ¿Podria ser en tu habitación?

- Donde quieras -Besé sus labios- Vamos.

Así como estábamos, me levanté y la sostuve de sus nalgas. Rió mientras dejaba pequeños besos en mi cuello y acariciaba mi espalda.

- ¿Tomas alguna pastilla para regular tu periodo o algo similar?

- Si... ¿Por?

- Por nada, pregunto. Ya me pasó que el condón falla y bueno... No embarace a nadie por suerte, pero solo por las dudas.

Rió, soltándose de mi.

- No quiero que te avergüences de nada, Ari. Eres completamente hermosa, perfecta y me gusta como eres. No te tapes, no te avergüences.

Sonrió, asintiendo.

- Eres demasiado tierno...

- Todo sea por ti, mi princesa.

Narra Aria.

Esto es tal cual como mi sueño.

Tan mágico, tan lindo.

Juan está siendo suave conmigo. Me acaricia o me besa para que no sienta tanto dolor.

Se mueve suavemente contra mi cuerpo, mientras me besa el cuello.

- Juan... Amm...

Rasguñé su espalda.

- Ari...

Se acercó un poco y besó mis labios.

- ¿Sigue doliendo?

Negué con la cabeza.

- ¿Puedo ir mas rápido?

Los dos estábamos con una fina capa de sudor en el cuerpo, la respiración agitada y una leve sonrisa en los labios.

- Si...

Aumentó su ritmo. Después de cierto momento, Juan cayó desplomado sobre mi cuerpo. Sentía su corazón palpitar fuertemente contra mi.

- Te quiero.

Besó mi mejilla.

- Yo mas.

Apenas podía hablar.

- ¿Quieres darte un baño? Así te relajas un poco.

Asentí.

- ¿Estas bien?

- Cansada -Sonreí- Fue... Increíble.

Juan sonrió acariciando mi, ahora humedo, cabello.

- Ve al baño de la habitación. Yo iré al otro.

- Emm... No tengo ropa...

- Te daré algo mío. La ropa interior... Bueno... Puedes usarla o te busco una de mi línea. Da igual.

- Usaré esa... Mañana en casa me cambiaré...

Juan sonrió. Me levanté y fui hasta el baño. Me di cuenta que tenia una sola marca en mi cuello.

Pensé que serian mas.

- Toma bonita -Juan me dio una camisa y una caja- Lo de la caja es ropa interior. Te la regalo.

Se acercó y me besó.

- Date un baño tranquila. Luego acuestate.

Asentí sonriendo.

- Te quiero...

- Yo mas....