
capítulo 8 "dias de competencia"
Ser una princesa no era fácil, eran muchas cosas que se debían de cumplir para llegar a ser una.
Elsa y Astrid competían día a día para demostrar que eran la princesa perdida.
Elsa se acostumbraba muy fácil a los vestidos pero Astrid no.
Cómo iban pasando los días ella tenía que acostumbrarse más a como vertir se. Pero estaba dispuesta a todo con tal de cumplir su meta.
Jack pasaba tiempo con las dos para conocer las, pero con Elsa no lograba tener algo que los uniera, eran totalmente diferentes a ella le gustaban los libros y a él, el le gustaba pasar el rato practicando esgrima o arquería pero eso a Elsa no le llamaba la atención, sin en cambio con Astrid encontraba algo más que una amiga en ella encontraba una compañera tal vez no tenían exactamente los mismos gustos pero al menos tenían cosas que los unían Astrid le gustaba la esgrima y desde que Jack lo noto han entrenado juntos todos los días y no solo eso también han tenido más tiempo de hablar acerca de cómo ganarían una guerra o de nuevas travesuras.
Por fin el sentía que no estaba solo.
Al ver esto Elsa sentía que un gran miedo la invadía un sentimiento de tristeza.
Pero ¿Que podía hacer ella?, la respuesta no la podía conseguir en un segundo.
Era un día soleado sobre el reino todos trabajando y haciendo lo mismo que todos los días anteriores.
Su vida era tranquila no tenían ningún problema... Tal vez jamás las tendrían.
Ahora Astrid, Elsa y Jack se encontraban juntos en la clase de baile.
- dejen dominar la música, deben dar le ritmo con su cuerpo, repitamos lo una vez más, principe Jack por favor baile con la princesa Astrid
- si
Jack le extendió su mano y ella lo tomo, se pusieron en posición.
La música empezó a sonar, pero Astrid no era muy buena bailarina.
Los primeros pasos pudo controlar los.
- no, no, no y no - dejaron de bailar - princesa Astrid debe aprender a bailar
- estoy haciendo los pasos correctamente
- si, pero no le estás dando el ritmo a los pasos
- ¿El ritmo?
- mira y aprende princesa Elsa por favor baile con el príncipe Jack
- si
Se pusieron en posición, cuando escucharon la música se dejaron llevar por ella, sin dar se cuenta su cuerpo se estaba moviendo con ritmo.
Jack la miraba a los ojos con una sonrisa, al igual que ella.
Jack le dió una vuelta y siguieron bailando.
- perfecto, es bellísimo
Astrid solo veía algo triste y con un sentimiento de derrota.
- muy bien
Dejaron de bailar y se separaron uno del otro.
- exelente, princesa Astrid debe mejorar sus pasos me retiro - se va
- bailas muy bien - dijo Jack muy feliz
- igual que tú - contestó Elsa con una sonrisa
- que bien por ustedes
- no te preocupes Astrid solo debes practicar y serás muy buena con eso - comento Jack para animar la
- gracias Jack
Pasaron las horas, Astrid y Elsa fueron a su habitación a preparar se para dormir.
Astrid se puso una pijama que tenía una tela con cómoda que al momento de poner se la relajo su cuerpo. La tela era suave y no pesaba casi nada.
Astrid se dejó caer en su cama los días habían sido muy pesados para ella ya necesitaba un descanso.
Elsa se puso su pijama, soltó un suspiro y se sentó a un lado de la cama, se deshizo su peinado, su cabello quedó suelto, cubría la parte de sus hombros y espalda, su cabello blanco y brillante, se hizo una trenza y la amarro con un listón azul.
Se quedó casi con la boca abierta al ver que Astrid hizo lo mismo.
Astrid termino de trenzar se el cabello y lo amarro con un listón negro miro el vacío por un momento y miro a Elsa quien apartó la vista de inmediato.
- eres una copiona - gruñó
- ¿De que hablas?
- hablo de la trenza
Astrid miro su trenza y luego la de Elsa, apenas y se había percatado de lo ocurrido.
- de que me hiciera una trenza al igual que tú no significa nada
Elsa se acostó bien en su cama.
Astrid solo se volvió a dejar caer, su cuerpo se relajo tanto que ya no quería levantar se, quería permanecer acostada toda su vida quería estar en las nubes.
A veces no deseaba estar en ese lugar, esperaba que un día despertaría y se encontraría en su habitación... Pero ella sabe más que nadie que esa era su realidad.
Elsa se sentía igual había veces que quería volver a su vida de antes, sentía que en cualquier momento le dirán que Astrid era la verdadera princesa y que ella tendría que ir se.
Ese era su mayor temor.
Esa era su pesadilla... Su mayor pesadilla si eso pasaba ya no sabría que hacer...
Tantos años espero para ese momento... Tantos años las dos esperaban el momento de llegar a donde ahora estaban.
Aunque nunca se imaginaron que llegaría otra chica con el mismo propósito. Nunca se imaginaron que tendrían que competir para quedar se.
Elsa se acomodó en su cama hecho una mirada más a Astrid acarició su trenza miro por la ventana y se quedó dormida.
Astrid miraba la ventana no podía despegar su mirada de las estrellas. Formó una pequeña y apenas notable sonrisa para después caer en un largo sueño.
La noche avanzó.
La luna se encontraba posando encima del reino.
Todos ya se encontraban dormidos, algunos preocupados, cansados, felices, tranquilos o tristes, cada quien tiene su vida y así que cada uno tiene su historia.
La noche avanzó pronto le daría inicio a un nuevo día... Es solo un día ¿Que tiene de especial? Para algunos un día más de vida es un regalo para otros no significa nada.
Astrid, Elsa, Jack e Hipo descansaban tranquilamente ¿Que les preparara el destinó? Cada uno tiene su historia, su pasado... Pero sus destinos están unidos tal vez por un poco tiempo o más nadie lo sabe... Los 4 descansan con la esperanza de que mañana será un día diferente
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