capítulo 13 "un sentimiento confuso" parte 2
Ya faltaba poco para su cita, Elsa colocó el vestido en cama y miro las zapatillas que encontró. Se imagino con el vestido puesto.
Aun no olvida la primera vez que tuvo una cita con un chico del pueblo donde vivía, pero esa cita no fue como se la esperaba. A pesar de eso tiene la esperanza de que eso no se volverá a repetir.
Astrid se encontraba viendo el lugar desde el balcón de la Biblioteca del Castillo, estaba pensando razonando lo que había hecho ayer. Tal vez en el fondo sabía que hizo mal pero ¿como culpar la? Si ella fue educada así.
Por alguna razón Elsa le recordó mucho a ella cuando era niña hizo exactamente lo mismo. Aun recuerda ese momento como si hubiera sido ayer
Ella y Rapunzel salieron al pueblo a ver los puestos y en ese momento vio una muñeca sucia, con el cabello enredado, con la cara manchada, su vestido estaba sucio y en los bordes de este se estaban descociendo
- mira eso
- una muñeca
- si es genial
- pero ya tenemos esta
Rapunzel llevaba en sus brazos una muñeca limpia, con su cabello recogido y lacio, su vestido estaba totalmente limpio y adornado.
- que importa, señora podría dar me esa muñeca, no traigo dinero pero le puedo dar esta muñeca que traigo
- muchas gracias niña
- ¡¿que estas haciendo?! ¡Esa muñeca no es digna de una princesa ya vamos a casa!
Esa palabras no salieron de su cabeza.
Esas palabras aún siguen rondando en su cabeza.
Miro el reloj y noto que ya faltaba poco para la cita de Elsa e Hipo, sinceramente le daba igual.
Elsa salió de su cuarto arreglada. Llevaba el vestido que compró, con los aretes puestos y con unas zapatillas blancas, llevaba su cabello recogido con un listón.
Miro el reloj del pasillo y formó una sonrisa, se fue al lugar donde era la cita muy feliz.
En el camino se encontró con Hipo
- princesa Elsa
- príncipe Hipo
- te vez bien
- tu igual con ese vestido...
- tu también dirás que este vestido no es digno de una princesa o que los aretes no lo son - dijo Elsa molesta
- no de hecho iba a decir que el vestido se te veía bien
- ¿en cerio de dices?
- claro, me parece muy lindo llevar una vestimenta típica de aquí
- gracias
- vamos
- si
Elsa e Hipo se fueron por el pasillo. Astrid los miro por un momento.
- Astrid
- madre
- se como te sientes
- ¿encerio?
- si, sientes que Elsa puede quitar te el amor de Hipo
- ah... Claro - dijo Astrid algo molesta
- sigueme tengo algo que mostrarte
La reina llevó a Astrid a uno de los cuartos del Castillo, el cual era su favorito.
Al entrar pudo notar fotos, adornos, figuras de cerámica entre otras cosas.
- este cuarto es hermoso
- este era mi cuarto cuando era una niña, cuando me casé me fui a la habitación más grande.
- este era su ¿cuarto?
- así es
- y ¿porque venimos aquí?
- bueno porque quiero enseñar te algo
La reina se acercó a uno de los cañones y de uno de ellos, saco una pequeña caja de madera que estaba adornada con piedras de fantasía.
- ven - dijo la reina y salió al pequeño balcón - acerca te
- claro
Astrid quedó al lado de ella y miro la Caja
- esta caja es mi favorita, mi abuela me la regalo cuando tenía 6 años. Aun recuerdo cuando me la dio - dijo y miro el paisaje - era un día tranquilo y yo me entraba jugando en el jardín, ella llegó emocionada y me dijo
- cariño
- ¡abuela!
- tengo algo que enseñar te
- ¿que es?
- mira - me dijo y mostró la caja - en esta caja se encuentra al muy hermoso
- quiero ver
Mi abuela nego con la cabeza
- cuando encuentres el amor de verdad podrás abrir la
La reina miro la caja
- y ¿que tiene la caja dentro?
La reina la miro, formó una sonrisa y abrió la caja.
Astrid formó una sonrisa cuando vio que había dentro de ella.
Pero esa sonrisa no duro mucho cuando noto que lo que se encontraba dentro de esa pequeña caja era nada más y nada menos que una pequeña libreta vieja.
- ¿eso?
- era la libreta de mi abuela
- entiendo
- ahora es tuyo
- gracias - dijo Astrid sin emoción alguna
Astrid salió del cuarto con la caja en manos.
No le dio la importancia que la reina le dio en ese momento. Fue a su cuarto en silenció, aunque en el Fondo quería saber cómo le estaba yendo a Elsa en su cita.
Mientras tanto con Elsa todo estaba bien se estaba divirtiendo en su cita pero, algo dentro de ella no se sentía muy bien. No estaba haciendo algo malo pero no se sentía muy a gusto en esa cita, sentía que le estaba fallando a algo o tal vez... A alguien.
- ¿que pasa?
- no nada
- ¿segura?
- si, no te preocupes
Hipo tampoco estaba muy cómodo en esa cita, se sentía algo triste y no estaba tan emocionado.
Pero aún así decidieron terminar la cita adecuadamente.
Ambos no se sentían tan a gusto como para terminar la cita tan tarde.
Cuando regresaron cada una se despidió amablemente y se fueron a su cuarto.
Elsa entró a su cuarto.
- ¿como te fue?
- ¿que te importa?
- mucho por eso te estoy preguntando
- si pero, por lo que recuerdo tu no sientes o más bien no te llama la atención Hipo
Astrid la miro algo molesta
- si, lo dije y lo vuelvo a decir, Hipo no me interesa lo que quiero es saber si ya te estas ilusionando con mi futuro esposo
- ¿futuro esposo?
- si porque cuando yo demuestre que soy la princesa pérdida el y yo seremos marido y mujer
- tu no eres la princesa pérdida ¿que pretendes? ¿Cual es tu objetivo?
- no te diré, ya lo veras con tus propios ojos
- ¿cuando?
- dentro de poco, muy pronto
Elsa estaba a punto de decir le algo pero prefirió callar. Astrid formó una sonrisa muy satisfecha de lo que le había dicho
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