Capítulo 5: El Kazekage se mantiene en pie
–Reconozco que esto no me gusta. –Deidara se dio cuenta de que estaba completamente atrapado y escapaba lo antes posible haciendo explotar un agujero con otra bomba.
Al salir de la esfera, notó que su brazo estaba agarrado por la arena. Gaara usa su jutsu de ataúd para desintegrarlo en pedazos y la sangre salpicó, mientras el Akatsuki continúa cayendo y saca su brazo derecho para convocar a un pájaro blanco para que lo atrape.
–Esa arena es molesta, en serio. –Dijo mientras era perseguido por la arena.
–¡Bakame...! –Sonrío Kankuro– No hay humano que pueda escapar de la arena de Gaara.
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–Nunca soñé que pudieran derrotarme por eso... –Kakashi sacó su libro verde y lo miró con decepción, apoyando la espalda contra el árbol– Debí haber terminado de leerlo antes...
–Ahahaha. ¿Por qué desperdicia su tiempo con eso? Es el libro más aburrido del mundo. –Naruto se río, haciendo que Kakashi lo mirara con una mirada inquisitiva– Sí, Ero-sennin nos lo prestó, pero se me hizo tan aburrido que ni siquiera pase de la página 10. Quien lo leyó hasta el final fue Ane-ue, dattebayo.
El Hatake miró hacia arriba, confundido –¿Qué?
–Pero tranquilo, ambos no pensamos contarle nada. –Naruto sonrío.
–Cierto, cierto. –Asintio Minato, causando que Kakashi jadeara antes de agachar la cabeza avergonzado.
–Aunque Naruto no sabía el final del libro, imaginamos que con solo mencionar "Tácticas para hacerlo", sería suficiente para congelarlo. –Señaló Sakura.
–Muy buena estrategia, ¿no? –Bromeó Haku.
–Descuida, Kakashi. No pienso decirte como termina ese estúpido libro. –Sonrío Minato haciéndolo murmurar cosas.
–Ustedes cuatro han demostrado su gran crecimiento. –Una voz femenina familiar llamó su atención y se giraron para mirar a Tsunade y Shizune que venían en su dirección. El dúo se detuvo justo delante de ellos.
–¡Shisho! –Saludaron Sakura y Haku.
–Kakashi, ¿hay algo que quieras comentar? –Tsunade dirigió su mirada hacia el Hatake.
–Bueno, hicieron un gran trabajo despojandome de los cascabeles, así que... –Dijo, encogiéndose de hombros.
La Hokage asintió, haciendo que los cuatro se mirarán entre sí con expresiones confundidas antes que Naruto se volviera hacia Kakashi.
–¿Por qué? ¿De qué están hablando, dattebayo? –Preguntó Naruto.
–Bueno, hemos discutido cuál será su rango en el futuro, Naruto. –Respondió Shizune.
–Hn. ¿Qué cuál será nuestro rango...? –Repitió Naruto, sin entender el punto.
–¡Uzumaki Naruto!
Naruto la miro confundido –¿Eh?
–Escucha! –Dijo Tsunade.
–¡Diga! –Dijo incómodo, enderezando la espalda.
–Haruno Sakura. –Tsunade dijo.
–¡Milady! –Respondió Sakura de inmediato.
–Yuki Haku. –Dijo Tsunade.
–¡Sí! –Haku respondió con firmeza.
–Momozono Senju Minako. –Dijo Tsunade.
–Nande. –Dijo sin interés la albina.
Tsunade los estudió uno por uno –Ustedes cuatro volvieran a ser equipo... Ahora con su antiguo sensei... A partir de hoy, ¡formarán el equipo Kakashi!
Minato miró sorprendida.
–¿Equipo Kakashi...? –Repitió Sakura con entusiasmo.
–Eso suena súper bien. ¿Y cuál será el chiste del famoso grupo, dattebayo? –Preguntó Naruto felizmente.
–Eso significa que todas nuestras misiones las haremos juntos. Ustedes y yo seremos colegas. –Explicó Kakashi con una sonrisa de ojos cerrados.
Haku, Minato, Naruto y Sakura se dieron la vuelta y lo miraron sorprendidos.
–Ese será el chiste. –Kakashi sonrío– Los días en que fui su maestro ya pasaron. Ahora somos shinobi, en igualada de condciones, ¿está claro?
–¡Sí! ¡Más claro que el agua! –Naruto vitoreó.
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–¡Kankuro, Samuel! –Llamo Baki.
–Sí, ¿qué pasa? –Preguntó girándose a los shinobis recién llegados.
–¡¿Dónde se encuentra, Lord Gaara?! ¿Continúa en la batalla?
–Sí. Está arriba... –Señaló Kankuro la posición de su hermano.
–Vamos, Gaara... –Rezo por el chico.
Una mano salió de debajo de la arena, agarrando con fuerza el brazo de Deidara. Él voló más lejos, intentando zafarse de la arena, pero esta no la soltaba, al contrario se expandía aún más. Gaara levantó la mano.
El artista hizo una bomba con forma de escorpión y la colocó en la arena. Cuando el humo se disipó, vio que no había servido de nada.
–¡Sabaku Kyū! –Gaara tenía una mirada solemne en su rostro. Cerró la mano y apareció sangre.
Deidara voló rodeando la aldea mientras los aldeanos vitoreaban. Al ir a lo más alto, se libera y su brazo fue desprendido de su cuerpo.
–Es muy bueno. Sin duda, hm. –Declaró Deidara– «Ya entiendo. La arena que usó para aplastar mi brazo es más rápida y poderosa que la arena originaria del desierto... De acuerdo con nuestra información... él siempre carga una calabaza en la espalda llena de ella... Así que esa es la razón para que sea diferente. Tal vez filtra una gran cantidad de chakra... Esa es la base de su defensa... y la fuente de sus brillantes y rápidos ataques. ¿Cómo se llamaba...?» –Pensó mientras un látigo de arena iba hacia él– ¡Ya recuerdo! –Recordó esquivando el ataque– La "Defensa definitiva". «Así que esa es la "Defensa definitiva"... de Sunagakure no Sato. En otras palabras, esa porción que le falta a la base, es la que aplastó mi brazo. –Mete su mano en su morral– «Ya casi no me queda arcilla...» –Agarra mucha arcilla con la mano, más de la que debía usar mientras esquivaba la arena de Gaara– «Lo subestimes... Debí haberme preparado mejor, hm. Creo que Sasori-danna tenía mucha razón... Maldita sea.»
《Flash Back》
–¿Estás seguro de lo que hay en ese morral bastará? Nuestro enemigo posee al Jinchūriki... –Sasori dijo refiriéndose a la arcilla dentro de la bolsa.
《End Flash Back》
–«Solo me queda para una última de tipo perseguidor... y por supuesto mi especialidad. ¿Qué hacer?» Creo que lo destruiré todo.
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Sasori y Keiko observaron cómo se desarrollaba la batalla desde las puertas del pueblo.
–Maldito imbécil. ¿Cuánto tiempo más me harás esperar, Deidara? Te lo advertí, que no me gusta que me hicieran esperar... –Se quejo Sasori mientras Keiko lo escuchaba en silencio.
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–¡Una capa negra con nubes rojas bordadas...! –Uno de los shinobi vio a través de unos binoculares. Kankuro se paró a su lado, observando cómo se desarrollaba la escena en el cielo– A juzgar por su atuendo, el enemigo contra el que se enfrenta nuestro Kazekage-sama es un miembro de los Akatsuki.
–Sí, lo imaginaba. –Dijo Samuel.
–Kankuro, Samuel.
–¿Qué pasa? –Preguntó.
–Gaara recurrió a la "Defensa definitiva". Creo que debemos asumir que se está enfrentando a un rival muy peligroso. No podemos descartar la posibilidad de que Gaara pierda el control. El Shukaku podría ser liberado. Nuestra gente correría un gran riesgo. –Dijo Baki sin dudarlo.
–No deben preocuparse por eso. Sé que Gaara jamás lastimaría a su propio pueblo. ¡Nunca en la vida! –Señaló Kankuro con sinceridad y recuerda el momento en que escuchaba a su hermano menor hablar sobre las cosas importantes de su vida.
《Flash Back》
–Gaara, olvida eso. –Le aconsejo Kankuro– No quiero decirlo pero, tú sabes que la gente te considera un arma terrorífica... En serio. Dejarnos para enrolarte a las tropas regulares no será algo sencillo. Están llenas de Jonin que no te aprecian mucho, y sabes que a la mayoría de los aldeanos les infundes un profundo terror. –Explicó cortésmente, sin tratar de enojarlo.
–Ya lo sé... Siempre lo he sabido... Pero si no hago nada, este dolor se hará mucho más grande... Sé lo que debo hacer. Debo despejar mi propio camino. Tal vez así, el día llegará... El día que llegué... a ser como ellos dos... –Gaara dejó de pronunciar sus palabras mientras recordaba los días en que pasaba tiempo con sus amigos, trayendo de vuelta a Sasuke. No pudo evitar expresar lo que sentía por ciertas personas que le importan– Quiero ser parte de esta aldea. Es por eso que aspiro al título de Kazekage. Como un shinobi de la arena.
–Gaara... –Dijo Kankuro sorprendido de sus palabras.
–Sobreviviré... y me vinculare con este pueblo. Haber visto a Uzumaki Naruto y Momozono Minako y, por supuesto... Haruno Sakura, me trajo la claridad. Hasta antes de conocerlos, mis vínculos solo me generaban dolor y tristeza. Pero ellos siempre me impulsaron a redefinir dichos vínculos. Finalmente comprendí que el sufrimiento y la tristeza de la vida... así como la alegría... son sentimientos que pueden compartirse con los seres que están a tu lado.
Gaara recuerda el pasado de la infancia de él y Sakura y conocer a Naruto y Minato, y más tarde fueran tan bendición en su vida y que ellos sean parte de ella.
–Fueron Uzumaki y Momozono... los que lograron abrirme los ojos. Cuando nos enfrentamos, nos conectamos. Ellos conocen el mismo dolor que yo. Y ellos me enseñaron que puedo cambiar el camino que seguirá mi vida. Un día, Kankuro, un día yo también quiero ser apreciado por los demás. Y no solo seré visto como un arma temible, sino como el próximo Kazekage de la arena. –Concluyó mientras miraba el rabillo izquierdo de su ojo con una sonrisa genuina.
《End Flash Back》
Kankuro hizo lo mismo y se sintió muy orgulloso de que su hermano menor llegara tan lejos sin tener la necesidad de abandonar a sus propios hermanos, su pueblo y sus amigos. Por eso, sabía que Minato, Sakura y Naruto nunca se darían por vencidos con Gaara, sin importar nada. Nunca fue fácil para ellos entablar amistad con alguien que tiene un pasado oscuro y trágico. Aunque entienden la importancia de la empatía cuando se trata de este tipo de situaciones en las que la persona tiene problemas personales consigo mismo y no sabe cómo sobrellevarlos muy bien. Ayudaron a Gaara a volver a donde se suponía que debía estar en su vida y no podría estar más agradecido de que lo ayudaran a salir del caparazón, lleno de vulnerabilidad y dolor.
~
–Definitivamente se han hecho más fuertes, eso es seguro. –Los elogió Kakashi, con el ojo en su libro mientras él, Minato, Haku, Naruto y Sakura caminaban juntos por la concurrida, bulliciosa y brillantemente iluminada calle del mercado bajo el oscuro cielo nocturno.
La gente caminaba, tiendas bien iluminadas y concurridas, delicioso aroma en el aire, todo este ajetreo y bullicio.
–Jamás pensé que pudieran quitarme esos cascabeles...
–¿Qué puedo decirle? Tal vez finalmente ya lo superé, sensei. –Naruto bromeó con el Jonin, provocando que Minato se riera de su expresión.
–Como si eso pudiera pasar. –Sakura lo reprendió.
–Tal vez en el futuro, pero no ahora. –Apoyo Haku y Minato continuó sonriéndoles. Kakashi se río entre dientes mientras leía su nuevo libro de nuevo.
–Bueno, yo todavía no soy un anciano, eso es seguro... –Dijo Kakashi. Minato, Haku, Sakura y Naruto lo miraron– De hecho, el otro día, estuve trabajando en un jutsu nuevo e increíble, déjenme contarles... Tienen que verlo, porque es tan... –Sus palabras fueron destrozadas por el gruñido del estómago de Naruto.
–Rayos, qué tonto. ¡Desde que regresamos no he comido ni un tazón de ramen de Ichiraku, dattebayo! –Naruto gritó agarrándose el estómago cuando todos se detuvieron.
Minato negó con la cabeza ante sus payasadas.
–Ya que lo dices, yo también me estoy muriendo de hambre después de la misión de anoche. –Dijo Sakura– Haku, Minako-sama, ustedes también tienen hambre, ¿verdad?
Haku y Minato asintieron de inmediato.
–¡No se diga más! ¡Próxima parada, Ichiraku Ramen! –Dijo Naruto, señalando hacia adelante– ¡Vamos, Mina-chan! –La agarró de su muñeca y corrió hacia la tienda de ramen. Haku los siguió justo detrás de ellos.
–¡Oye! ¡Reduce la velocidad! –Gritó Minato, pero se río de alegría.
–¡Esperenme! –Sakura dijo antes de salir corriendo también, uniéndose a Haku, Minato y Naruto.
–¿Dónde quedaron esos jóvenes estudiantes que se emocionaban por todo lo que yo hacía y decía? –Kakashi enfurruño con la cabeza baja cuando se dio cuenta de que los cuatro lo habían dejado.
–Crecieron. Tarde o temprano, tenía que pasar. –Dijo Ryuunosuke a lado suyo.
Jiraiya se acercó por detrás y se paró a su lado –Todos tuyos de nuevo. A partir de ahora, están en tus manos. –Dijo mientras observaba a los cuatro.
–¡Vaya, ya extrañaba ese ramen! –Dijo Naruto.
–¿Y adivinen quién va a pagar la cuenta? –Gritó Sakura.
Los tres se detuvieron y se volvieron hacia los dos adultos princinalmente hacia Kakashi.
–¡Sensei! –Naruto y Sakura cantaron desde la distancia y Haku se unió ansiosamente a sus travesuras– ¡Sensei!
–Debemos estar listos. Los Akatsuki están comenzando a moverse... –Dijo Jiraiya– Voy a ver qué puedo investigar de ellos. –Miró a Kakashi, obligándolo a asentir– Hasta luego. –Hizo un sello manual y desapareció.
–Kakashi-sensei... –Llamo Sakura, captando la atención de Kakashi mientras Jiraiya se alejaba resoplando de allí.
–¿Eh? –Él respondió.
–¡Pensamos que debería saber que usted nos invitará el ramen, dattebayo! –Gritó Naruto, saludando.
–¡Ahora, vamos, andando! –Añadió Sakura.
–¡Nos estamos muriendo de hambre! –Añadió Haku.
Kakashi levantó la mano –¡Lo siento, chicos! ¡Tengo que entregar unas listas de los nuevos equipos y aún no están completas! Lo lamento. Me tengo que ir. –Formó un sello de teletransportación, y en una nube de humo, se fue.
Minato suspiró decepcionada.
–¿Eh? ¡Se esfumó! –Se preguntó Naruto en voz alta.
–Listas, mi abuela. –Se quejo Sakura.
–Seguramente se fue a terminar de leer su libro... –Dijo Haku inexpresivamente.
–Bueno, en ese caso, estando los cuatro solos... creo que es una doble cita, entonces, ¿qué tal si nosotros cuatro...? –Dijo y los otros tres lo miraron, estaba con un sonrojo.
–De acuerdo, pero entonces tú y Haku pagan. –Dijo altiva Sakura para luego irse.
–Sueñas si crees que dejaré que Haku-senpai pague mi comida. Tengo dinero y puedo pagar mis gastos. –Dijo seria Minato.
–Dejarse consentir de vez en cuando no esta mal, tú también deberías intentarlo, Minako-sama.
–Ni en mis peores pesadillas. Soy una kunoichi, no una princesa mimada. –Dijo molesta mientras Naruto las veía irse junto con Haku.
Naruto pone una cara de horror, saca su monedero, lo abre y cuánto dinero le queda.
–Oye, Sakura-chan, ¿qué tal si mitad y mitad? –Dijo hiñendo tras ellos.
–No. –Dijo Sakura.
~
Kankuro y el resto de los jounins se apresuraron a ir y ayudar al Kazekage de inmediato.
–¡Convoca al Consejo! ¡De inmediato! –Baki exigió al resto del equipo mientras seguían su orden.
–¡Sí! –Dijo uno hiñendose de allí.
–¡Tú reúne a dos escuadrones y asegura las reservas! –Baki dio otra orden a otro shinobi.
–Sí. –Dijo y se fue.
–¡Cierren los caminos en el sector A! –Ordenó a otro.
–¡Sí! –Dijo y se fue también.
–¡Puede haber más de un enemigo! Pase lo que pase, tenemos que estar preparados para cualquier contingencia. –Dijo Baki– ¡Grupo médico! ¡Creen una kekai y protejan a todos los civiles! ¡De prisa! –Le ordenó al escuadrón médico.
Todos se prepararon para usar las estrategias para establecer una barrera para evitar que las bombas explotarán en la aldea.
–¡No quiero que haya una sola baja! ¡¿Esta claro?!
–¡Ahora todos por acá! ¡Estén atentos! –Dijo uno de los shinobi.
–Estamos aquí por ti, Gaara... –Dijo Baki antes de voltear la mirada y ver el cielo, donde se prolongaba la batalla– ¡Sí, apoyaremos a Kazekage-sama!
–Gaara... –Murmuraron Kankuro y Samuel severamente con los ojos entrecerrados hacia su hermano menor/amigo con preocupación.
–Creo que tus amigos están a punto de perecer... Además... –Dijo en voz alta con molestia– Ya me cansó tu nula expresión facial. –En solo unos momentos, Deidara dejó caer con cuidado la muñeca explosiva de la criatura que tenía la boca llena en la palma de su mano, que tiene el nivel más alto de chakra puesto. La fuerza explosiva es su mayor logro artístico de todas las cosas que puede hacer.
Por el contrario, los ojos de Gaara se abrieron con sorpresa y pánico cuando vio la bomba de arcilla volar hacia el suelo.
–Esa fue una figura de arcilla detonadora. –Dijo riendo Deidara– Masticada por mi palma y alimentada por mi chakra. Es mi especialidad. Llena de C3, el chakra más poderoso que poseo. ¡Su poder destructivo es mi obra maestra! –Explicó.
La arcilla C3 cayo a la aldea, llena de ciudadanos, mientras el resto de los jounins estaban tratando de encontrar una manera de disminuir el ataque.
–¿Qué demonios es eso? –Uno de ellos gritó.
–Es grave. –Dijo otro
–Cuidado, corran. –Y otro.
–¡Rápido, retrocedan! –Baki dijo con urgencia.
–Ya es muy tarde. –Deidara murmuró suavemente con malicia.
De repente, la bomba de arcilla comenzó a explotar y estalló.
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