–¡Hey! ¿Estás seguro de que quieres salir en la foto con esa cara? –Preguntó el fotógrafo.

–¡No te preocupes por eso! ¡Tú solo saca la foto! –Respondió Naruto.

–Ains... Después no te arrepientas. Bien, di "patata". –Dijo el chico, tomando su foto mientras Naruto hacía una pose.

–¡Uff! –Suspira ante la tonta pose de su hermano– Baka... –Dijo en rendición la albina.

–Está bien. Eres la siguiente, niña. –Dijo, volviéndose hacia Minato.

La albina fue a sentarse en la silla y hace una pose.

~

Después de eso, ambos chicos fueron a entregar su formulario al Hokage.

El Sandaime Hokage está mirando y aceptando las fotos de los nuevos graduados con un Chunin sentado a su lado.

Su atención volvió a la siguiente persona cuando escucharon que se abría la puerta. Naruto tenía una gran sonrisa en su rostro y Minato una mirada neutral cuando entraron a la habitación. Naruto fue a sentarse en la silla que estaba frente a ellos. Su sonrisa aún estaba plasmada en su rostro.

El Sandaime miró su hoja de registro antes de mirarlos. Naruto se rasca la cabeza con una sonrisa cuando el Hokage finalmente suspiró.

–No sabía que cara poner, así que me tomó tres horas posando para esa foto. –Naruto de repente comenzó a protestar– Pero, pero, ¿a qué es una proyección artístico, eh?

–Tómatela de nuevo. –El Hokage respondió con calma, dejando a un lado la forma de Naruto.

–¡Nooooo! –Gritó Naruto. Minato, que estaba junto a la puerta de la oficina, resopló, honestamente esperaba que esto sucediera.

–Háztela de nuevo. –El Sandaime repitió.

–¡Ni de broma, dattebayo! –Respondió Naruto, se volvió hacia Minako quien sonrío torpemente– ¡Vamos, Mina-chan! ¡Dile lo grandiosa que es esta imagen!

Minato movió la mano, como si estuviera ahuyentando una mosca –Eres un idiota, Naru-chan. A mí no me mires. Arréglatelas como puedas.

Tanto el Hokage como el Uzumaki se miraron el uno al otro. El primero exigía en silencio que el segundo retomara su foto.

–¡Hengen!

Apareció una nube de humo y una vez que se fue, Naruto se transformó en una mujer adulta desnuda con coletas rubias.

–Hokage-sama, por favor... –'Ella' dijo, lanzándole un beso en su dirección.

Minato suspiró mientras que Hiruzen tenía una hemorragia nasal masiva, cayendo hacia atrás en su silla, colapsando en el suelo.

Naruto se transformó de nuevo en sí mismo y no podía creer que su Jutsu realmente funcionará con el hombre mayor mientras el sudor cayó.

~

Pasaron unos minutos mientras el Hokage a recobrar la conciencia y a sentarse en su asiento, sin saber que estaban siendo espiados por un tercero.

El Hokage sacó un pañuelo de su bolsillo y comenzó a limpiarse la sangre de su nariz –Oiroke no Jutsu, ¿eh? Qué técnica más absurda... No lo vuelvas a hacer.

Riendo nerviosamente, Naruto se frotó la nuca.

–Tanto que caíste en ella, jiji. –Comentó la albina.

–Por otro lado Naruto, ¿dónde está tu Hitai-ate? Se supone que tienes que usarla. –Preguntó, ignorando el comentario de Minato.

Naruto toco las gafas que tenía en la cabeza –No me la voy a poner hasta la orientación, porque no quiero que se estropee.

–Tú quieres mucho tu Hitai-ate. Pero tu foto, la cual supuestamente que te identifica, hace que te aparezcas un payaso. Es para entrenamiento ninja y misiones, es la clave de tu futuro. –Levantando la foto, Hiruzen la miró- Mira tú fotografía. Ni siquiera se distingue quién es.

–¡Está bien! ¿Cómo sabría que esto iba a hacer complicado? –Naruto se quejó.

Minato alzó una ceja –¿No te dije todo esto anoche?

Naruto se enderezó en su asiento, sudando balas.

Cuando no recibió una respuesta de él, sonrío brillantemente con un aura peligrosa emitida detrás de ella.

–Naru-chan. No me digas que me ignoraste y empezaste a pensar en el ramen de nuevo. ¿O sí?

Detenido, tragó saliva nerviosamente cuando una leve risa salió de su boca.

Antes de que pudiera hacerle algo, el sonido de un arma afilada se pudo escuchar en toda la habitación. Todos se volvieron hacia la fuente cuando la puerta de la habitación se abrió de golpe.

–¡Viejo cascarrabias! ¡Te desafío! –Un niño, que es unos años más joven que Naruto y Minato, entró corriendo en la habitación. Corría directamente hacia el Hokage con la mano que aún sostenía el shuriken levantada– ¡Voy a vencerte y el título de Godaime Hokage me pertenecerá a mí, Konohamaru!

Desafortunadamente, el niño no llegó muy lejos hasta que tropezó con sus dos pies.

Golpeando con fuerza su rostro en el suelo.

Perdiendo su irritación por su hermano pequeño, por ahora, Minato parpadeó al ver al nieto del Tercer Hokage, Konohamaru.

–Eso ha sido lo más patético que he visto. –Comentó Minako ante la escena que presenció.

–Ay... –Konohamaru se agarró la cara de dolor mientras se inclinaba en posición fetal en el suelo.

–«Mi nieto... Otro dolor de cabeza...» –Pensó el Sandaime al inclinar su gorro.

Apartaron la mirada del chico cuando un conjunto de pasos apresurados se dirigió hacia ellos.

De pie en la puerta esta vez estaba un Jounin de élite que se conoce con el nombre de Ebisu.

El profesor privado de entrenamiento ninja de Konohamaru.

Levantándose, Konohamaru se frotó la cara –Ooh, algo me estorbo.

–¿E-Estás bien?, Omago-sama. (honorable nieto) –Preguntó Ebisu, preocupado de que el niño pudiera haber resultado gravemente herido– Por cierto, no hay nada aquí con lo que te tropieces. Está despejado. –Dijo, ajustándose las gafas.

El rubio y la albina miraron al niño y pensaron:

–«¿Quién es ESTE enano?»

–«¿"Omago-sama"? ¿Eso significa que este crio es Konohamaru?»

–«E-Esos chicos son...» –Pensó el Jounin viendo quienes estaban en la habitación– «El Kyūbi no Yōko... ...al que tanto odio. Y la princesa que misteriosamente llegó a la aldea...»

Su atención fue desviada del hombre mayor cuando Konohamaru miró a los dos Genins antes de caminar hacia ellos.

–Claro, ustedes fueron los que me hicieron tropezara, ¿verdad? ¡Kore! –Habló acusadoramente, dándoles una mirada extraña y señalándolos a ambos.

–¡Ha! –Minato habló cortante mientras lo miraba.

–No te perdonaré a menos que... –Konohamaru le guiñó un ojo– te conviertas en mi novia. –Terminó.

Enojado por la acusación y por la insinuación hacia su hermana, a Naruto le creció una marca de irritación y agarró al niño por su bufanda.

–¡Aah! ¡Sueñas si te entregaré así como así a mi Ane-ue! ¡Tú te tropezaste solo, niño baboso! –Gritó enojado.

–¡OYE! ¡SUÉLTALE! ¡Es el nieto del gran Sandaime Hokage-sama! –Gritó el tipo de las gafas.

Minato miro al niño mientras Naruto lo contempló si debería golpearlo de todos modos o dejarlo ir.

–«Se ha parado al enterarse de que soy el nieto del Hokage. Debe ser igual que todos los demás.» –Sonriendo, Konohamaru lo provocó– ¿Qué te pasa, eh? ¡Creí que ibas a golpearme, chico ruro! –Le gritó a la cara– ¿Tienes miedo porque el Sandaime Hokage es mi abuelo?

Eso pareció molestar a Naruto con su decisión.

–¡NO ME IMPORTA QUIEN ES TU ABUELO! ¡DATTEBAYO! –Con esa afirmación, golpeó al niño con fuerza en la cabeza– ¿OÍSTE?

–«Este chico...» –Pensó Konohamaru al caer al suelo.

Cae al suelo dejándose escuchar un 'ruido sordo' y Minato dejó escapar otro suspiro.

–¡¿Q-QUÉ?! –El jounin gritó en estado de shock.

–«Vaya, vaya...» –Pensó el Hokage al ver la escena.

–Escuche, es el nieto del Sandaime Hokage-sama. Pese a que te ha pegado, no quiero que se acerque a ese chico. Si se acerca a él, no saldrá nada bueno. Una razón más para que Hime-sama no esté cerca de un chico como ese. Yo, el gran profesor de élite, Ebisu, nunca me equivoco. –Dijo Ebisu, golpeándose el pecho– Quieres convertirte en el Godaime Hokage, ¿verdad? –Pregunto– Si yo le enseño ninjutsu - Técnicas Ninjas, le será muy fácil obtener el título de Hokage.

En medio de la condescendiente conferencia de Ebisu a Konohamaru, Naruto y Minato salieron disparados por la puerta.

–Sí, la forma más rápida de convertirse en Hokage es aprendiendo de mí. ¿Lo entiende, honorable nieto? –Preguntó Ebisu. Pero Konohamaru no estaba a la vista– ¡SE HA IDO! –Gritó.

–Al parecer se ha ido siguiendo a Minako-hime y Naruto. –Respondió el Hokage.

–¿Qué? ¡Esto es una emergencia! ¡Omago-sama! –Gritó mientras corría afuera.

~

Ambos Genins caminaron juntos en silencio antes de que Minato sintiera que otro chakra los seguía.

–«Debe ser ese chico de antes.» –Minato pensó pero decidió ignorarlo y seguir caminando, pensando que él dejaría de seguirlos.

Naruto dejó de caminar y la albina siguió su acción. Ambos miraron hacia atrás y vieron a alguien que se había cubierto con una tela similar al suelo. Sin embargo, sus pies todavía se ven. Se miraron, se encogieron de hombros y siguieron caminando, tratando de ignorar la sábana de chakra detrás de ellos.

Después de un tiempo, los dos comenzaron a molestarse e inmediatamente se dieron la vuelta.

–¡Deja de seguirnos! ¡¿Qué demonios es lo que quieres?! ¡Dattebayo! –Naruto gritó.

El niño no responde provocando que les caiga una gota de sudor.

–Um, eso es realmente obvio. –Dijo Naruto.

–¡Es tan obvio, que incluso es patético! –Minato añadió, suspirando.

Después de unos segundos, la sábana cayó para revelar al niño de antes.

Suelta una carcajada y muestra su rostro –Buen trabajo detectándome. ¡Kore! Tendría que haberlo sospechado de los dos chicos sobre los que tantos rumores he oído. –Dijo el niño, acercándose a ellos.

Minako arqueó una de sus cejas.

–Muy bien. Seré tu aprendiz y tu mi entrenador. –Exclamó el niño, señalando a Naruto.

–¿Qué? –Naruto y Minako dijeron al mismo tiempo.

–Oi, niño, ¿estás bien? Debiste haberte golpeado la cabeza muy fuerte si estás eligiendo a Naru-chan como tu sensei. –Dijo Minato.

Naruto asintió con la cabeza antes de darse cuenta de algo –Espera, Mina-chan, ¿qué quieres decir con eso?

–Pero a cambio, enséñame cómo hacer el jutsu sexy que usaste para derrotar al viejo Hokage. –Suplicó.

Naruto se cruzó de brazos –Dejate de bromas. –Dijo.

–¡No digas eso, por favor, jefe! –Dijo. Naruto y Minako lo miraron.

–¿Jefe? –Volvieron a decir Naruto y Minako al mismo tiempo.

–¡Jefe! ¡Jefe! ¡Jefeeeeeee! –Él repitió.

Naruto sonrío y se rascó la parte posterior de la cabeza –Vale...

–¡¿HUH?! –Minato exclamó en estado de shock, volviéndose hacia su hermano– Naru-chan, ¿estás seguro? –Preguntó.

–Sí, no te preocupes, Mina-chan. ¡De todos modos, nada puede salir mal! –Respondió Naruto.

–N-Ne, anego tú también vendrás, ¿verdad? –Preguntó el niño, volviéndose hacia la albina.

–«¿Anego?» –Pensó, sudando goteando antes de asentir con la cabeza– Seguro, supongo...

(Anego es una forma gángster de decir hermana)

~

–Primero, para realizar bien el ninjutsu necesitas utilizar bien tu chatora. –Dijo Naruto.

–¿Chatora? (Tigre marrón) –Repitió cuando una imagen de un tigre marrón apareció sobre su cabeza.

–No, no. Eso no. –Minato dijo, rechazando la imagen.

–Eso es, el chatora. –Dijo Naruto con confianza.

–Jefe, creo que te refieres al "chakra". –El chico corrigió.

–¡Cállate! ¡Los ninjas de verdad lo llaman chatora! –Naruto gritó, tratando de encubrir su error.

–¿Qué? ¡Así que es así! ¡Kore! –Dijo el chico, creyéndole.

Tanto Naruto como Minato miraron al niño con incredulidad.

–«Me alegro de que sea estúpido.» –Pensó el rubio– Escucha, el chakra es... –Comenzó a explicar.

–En resumen, es la energía que se usa para ejecutar una técnica. ¡Kore! En otras palabras, el ninjutsu usa ambos chakra, la energía corporal que hay en cada célula del cuerpo, y la energía espiritual, que se acumula mediante el entrenamiento y experiencia. Después de que estas dos se mezclen y el sello sea formado, se ejecuta. –El niño comenzó a explicar qué es el chakra.

–¡No actúes como si lo supieras todo cuando simplemente lo estas leyendo de un pergamino! Aunque eso habla una y otra vez al respecto, para ejecutar bien una técnica sólo necesitas dos cosas. –Dijo Naruto.

–¿Dos cosas? –Repitió el chico.

–Trabajo duro y agallas. –Naruto dijo.

–Trabajos duros y agallas, ¿eh? ¡Kore! –Repitió Konohamaru.

–Así es. Te entrenaré duro, así que prepárate. –Dijo Naruto con una sonrisa.

–¡OK, jefe! –El chico respondió con entusiasmo.

–«Es sorprendente como actúa como un buen maestro.» –Pensó Minato, sonriendo.

–Venga, intenta transformarte ahora. –Dijo Naruto.

–¿Qué?

–Comprobaré lo buenas que son tus técnicas ninja. ¡Dattebayo!

–¿Pero en qué me transformó? ¡Kore!

Naruto miró a su alrededor antes de ver a una bella dama comprando algo.

–Bien, transfórmate en esa nena. –Dijo, señalándola.

–¡Será un placer! –Dijo antes de hacer la señal con la mano– ¡Hengen! –Gritó y apareció una bocanada de humo.

Minato inmediatamente sudoró cuando se transformó.

–¿Y bien? ¿Me parezco a ella? –Preguntó.

–S-Seguro... Las ropas son perfectas... –Respondió Naruto.

–¡¿Cómo que se parece...?! –Pregunto molesta la mujer que estaba detrás de Naruto.

Más tarde, la señora lo golpeó.

–Escucha, Omago-sama. Cuando te transformes en mí intenta hacerla mejor la próxima vez. ¿Vale? Lo mismo va para usted, Senju-hime. –Le dio algunos consejos al niño antes de irse.

–Domo arigato por su consejo. Lo tendré en consideración. –Le agradeció haciendo una leve reverencia.

–Qué miedo... –Murmuró Konohamaru asustado y paralizado del miedo.

–¿Pero yo qué he hecho para que me pegue a mí? ¡Dattebayo! –Preguntó Naruto.

~

Los tres están ahora de pie frente a una librería.

–¡Bueno, vamos a investigar las feromonas en esta librería! –Exclamó Naruto.

–¡Entendido, jefe! –Respondió Konohamaru.

Naruto abrió la puerta corrediza y vio al empleado durmiendo. Tanto él como el niño entraron furtivamente mientras Minato entraba normalmente, mirando a su alrededor. Fue a cierta sección y empezó a sacar algunos libros.

–Naruto, te he dicho que no se puede hojear las revistas en esta tienda. –Hablo el empleado de espaldas de ellos dos.

Ambos niños giraron y vieron al hombre furioso. Naruto grita. Minato le oye. Se dio la vuelta y vio a Naruto siendo golpeado por el empleado por leer una revista erótica.

~

Más tarde, todos fueron a un onsen.

–Éste es el último sitio. ¡Pongamos todo nuestro espíritu! ¡Dattebayo! –Dijo Naruto, volviéndose hacia el chico.

–¡ENTENDIDO, JEFE!

–¡Mina-chan, tú también! –Le anima Naruto.

–¿Eh? V-vale... –La albina le ve algo nerviosa, pero igual acepta.

–¡Oiroke no Jutsu!

Usan el jutsu de transformación, Naruto y Minako se convirtieron en la versión femenina de sí mismos y mejorada de la albina, mientras el niño se convirtió en una niña fea.

Entran y no pocos minutos después se escucharon gritos.

–¡NARUTO! ¡¿TÚ OTRA VEZ?!

~

–¿P-Por qué sólo me pegan a mí...? –Preguntó Naruto mientras Minako trataba sus heridas.

–Lo siento... –El niño agacha la mirada hacia abajo– Es porque soy el nieto del Hokage. –Murmuró.

–Y yo la bisnieta del Nandaime Hokage.

Naruto sonrío –No se preocupen por eso. –Le tranquiliza. El niño le mira confundido– La preparación para el Oiroke no Jutsu está listo. Ahora todo lo que necesitas es practicar. –Le da un pulgar hacia arriba.

Con esas palabras de aliento, Konohamaru se sintió más animado.

–¡Entendido, jefe!

–He terminado. –Minato dijo.

–¡Gracias, Mina-chan! –Dijo Naruto antes de ponerse de pie– Bien, lo básico son: pechos grandes, cintura estrecha y grandes glúteos. ¡Hazlo!

–¡Entendido, jefe! –Con determinación, hizo la señal con la mano y dijo en voz alta– ¡Oiroke no Jutsu!

Con un puf grande, se convierte en una dama regordeta, no guapa, que lleva ropa interior rosa.

Con una voz profunda, pregunta –Algo así...

–¡No! Hazla más esbelta.

–¡Entendido, jefe! –Se volvió a transformar– ¿Está así bien?

–No, no, más hermosa.

–¡Entendido, jefe! –Se volvió a transformar– ¿Así? –Se escucha otro puf.

Y continúo así hasta que decidieron tomar un refresco.

Naruto y Minato miraron al chico de cabello negro que estaba sentado en el tocón de un árbol a su lado, tomando nota de todos y cada uno de los detalles de sus rasgos.

–Por cierto... –Naruto pregunto ante la mención del Tercer Hokage. Algo lo había estado molestando todo el día y no podía pensar en un momento más oportuno para interrogar al joven– ¿por qué estás observando con el viejo Hokage?

Konohamaru mira hacia abajo con el ceño fruncido.

Varios descuidados momentos de silencio pasaron antes de que Konohamaru hablara y cuando lo hizo, su voz estaba mezclada con lo que Naruto solo podía considerar tristeza.

–El abuelo me puso el nombre de Konohamaru.

(Konoha -hoja, Maru - Terminación arcaica de nombre propio masculino.)

–Se inspiró en el nombre de esta aldea.

Las cejas de Naruto y Minato se fruncieron juntas en total confusión. Ciertamente, ese hecho por sí solo no fue suficiente para provocar tanto desprecio como había presenciado al joven dirigiendo al Tercer Hokage.

–Pero pese que es un nombre que todo el mundo ha escuchado miles de veces, nadie me llama por ese nombre. –Hace una pausa en un pensamiento profundo– Cuando alguien me ve o me llama, sólo ven al nieto del Hokage. Nadie me reconoce como un individuo. Y yo lo... odio. Por eso... Por eso quiero el título de Hokage ahora mismo.

Minato lo mira con tristeza, sabiendo lo que sentía al ser invisible. Agarra su bebida y le dio unas palmaditas en la cabeza para mostrar su simpatía por él.

–Idiota. ¿Quién va a reconocer a un enano como tú? –Señaló Minato.

–¿Qué? –Konohamaru lo miraba confundido.

–No es un título que un enano pueda conseguir tan fácilmente. –Naruto continúo el discurso.

De repente Konohamaru se pone de pie en defensa –¡¿Qué?!

–No es tan fácil. Vas por ahí diciendo: "Hokage, Hokage". Si tanto quieres ese título...

–Lo miro con curiosidad esta vez– ¡¿Qué?!

Minato ve a Naruto sonreír y decir con firmeza:

–¡¡...primero tendrás que derrotarme a mí!!

~

El Sandaime se encontraba parado en el techo de la torre Hokage observado uno de los cuatro rostros del monumento. A su lado se encontraba arrodillado Ryuunosuke en su puesto de ANBU.

–Sandaime. –Alguien le llama aterrizando al techo, estando de espaldas de los dos individuos.

Quien lo había llamado fue Iruka, el ex-sensei de los dos recién graduados Genins.

–Le he estado buscando. –Dijo, el cual ya se encontraba recuperado de la batalla que tuvo con Mizuki en conjunto con Naruto y los dos Momozono. El cual los dos Momozono ya se encontraban bien, por sus habilidades hereditarias de su clan.

–¿Iruka? –Pregunto el Sandaime sin voltearse.

Iruka se acerca despacio a los hombres –¿Les entregó Naruto y Senju-hime su Formulario de Registro Ninja adecuadamente?

–Sí. –Respondió el anciano.

–Hace unos días les di una clase en la tienda de Ramen... Pero estaban tan contentos con el hecho de convertirse en ninjas y porque la gente de la aldea los reconocían. A Naruto por quién es y no por ser el contenedor del Kyubi. Y a Senju-hime por ser ella misma y no la Princess que todos ven.

El Sandaime y ANBU no dicen nada y solo enchinan los ojos, observando la cabeza del Yondaime y padre de Naruto, y padrino de Minako.

–El sueño de Naruto y el de Minako pueden ser duro para ellos.

–Más el de la Princess... –Comento triste el Momozono.

–¿Eh? –Iruka los mira confundido.

–Como sabréis, sólo los adultos que lucharon junto al Jubi hace 12 años saben que el Kyubi no Yōko está sellado dentro del interior de Naruto. –Comenzó a relatar el Hokage– Me sorprende que la protectora princess de Taiyo lo sellará en el interior de Senju-hime. –Puso una expresión severa al saber por boca de alguien más que de su actual ANBU joven– Lo convertí en un estricto secreto y castigué severamente a todo aquel que quebrantara esa norma... ...para que los niños no lo supieran. Ésa es la única esperanza que tienen Naruto y Minako. El Yondaime Hokage y la hija del clan Momozono querían que todo el mundo viera a Naruto y Minako-hime en unos héroes. Él quiso eso, lo sello con ese deseo y murió.

–¿Unos héroes? –Pregunto confundido el Jonin.

–El Yondaime Hokage sello al Bakegitsune en un bebé al que prácticamente se le acababa de cortar el cordón umbilical. Y el Sandaime Hikage al Juubi en un infante de noble y puro corazón para evitar otra catástrofe. Y así, Naruto y Senju-hime se convirtieron en los contenedores del Bakegitsune y Juubi. Sin embargo, los adultos de la aldea no ven a Naruto como yo y Ryuunosuke. Hay algunos que piensan que Naruto es el mismo Bakegitsune. Y que no crean ni confíen en una forastera que dice ser descendiente del clan Senju. La actitud de los adultos hacia Naruto y Minako es la que se está transmitiendo a los niños. –Termino de relatar el Sandaime.

–Iruka, ¿te habían contado esto alguna vez? –Pregunto el ANBU e amigo del Jonin que tenía detrás suyo.

–¿Contado el qué? –Pregunto tragando saliva.

–Cuando una persona odia a otra, y no la reconoce, la mirada de sus ojos se vuelve increíblemente fría cuando le miran. –Dijo el Sandaime al recordar la mirada fría de una Minato de 5 años, que igual en la actualidad aun la posee, pero con menos frecuencia que antes.

~

Unos minutos más tarde los tres niños escuchan a alguien saltar entre los árboles y aterrizar en una rama detrás de ellos.

–¡Os encontré! –Dijo a sus espaldas.

Se dan la vuelta y lo ven parado al entrenador de Konohamaru en la rama de un árbol.

–«Malditos Bakegitsune y forastera...» –Les dio una mirada furiosa por mirar a Naruko y Minato como si fuera unos monstruos reales.

–«Otra vez esa mirada. Todos siguen igual...» –Pensaron poniéndose a la defensiva.

Salta al suelo el instructor –Ahora, Omago-sama, volvamos a casa.

–¡No! –Konohamaru grita con desaprobación– ¡Voy a derrotar al viejo y conseguiré el título de Hokage ahora mismo! ¡No me molestes!

–El título de Hokage es algo que se recibe cuando comprendes los principios de moralidad, el conocimiento... ...la lealtad, llevarse bien con la familia, y ser capaz de utilizar más de 1000 técnicas...

–«Baka. No debió subestimarlo...» –Pensó la hanyou al sentir la rabia del chico.

Con un gruñido, grita –¡Orikote no Jutsu!

Esta vez, perfeccionó su jutsu sexy al convertirse en una chica bonita morena desnuda.

–¡Toma esto! ¡Orikote no Jutsu!

Ebisu se queda petrificado.

–¿Qué? ¡No funcionó! –Dijo después de cambiar de nuevo.

–¡Q-Q-Qué técnica más indecente! ¡Soy un caballero! ¡Nunca caeré en una técnica como esa! ¡Omage-sama, sólo conseguirá hacerse más y más tonto si sigue a su lado! –Ebisu se aferra a su bufanda azul e intenta arrastrarlo lejos, pero no se movió en absoluto con Konohamaru tirando de su bufanda hacia atrás– ¡El camino más rápido para convertirse en Hokage es hacerme caso! Ahora, vámonos a casa.

Comenzó a balancear los brazos y gritó: –¡NO!

–¡Kage Bushin no Jutsu! –Escuchan a Naruto y Minato gritar.

Múltiples Narutos y Minatos aparecieron a su alrededor.

Ebisu ve a Konohamaru mientras Konohamaru mira a Naruto y Minako con asombro.

–¡WOAH! ¡ESO ES IMPRESIONANTE!

–¡Hm! ¡Qué tontería! –Mientras se ajustaba las gafas, dijo con jactancia– Aunque no lo parezca, soy un profesor de élite. Soy diferente a Mizuki.

Konohamaru al igual que el Hokage e Ryuunosuke ven cómo se desarrollaba la escena frente a ellos.

–Jefe... –Dice.

Sonríe de medio lado divertida –No me importaría volver a usar ese estúpido Jutsu tuyo, Naru-chan. –Comento la hanyou al Uzumaki. El cual sonríe al oírla.

Al mismo tiempo, todos los Naruto dicen: –¡Orikote no Jutsu! –Con un puf grande, se vuelven femeninas. Minato se convierte en una versión desnuda joven de su madre. De estatura mediana, con la piel blanca, muy hermosa, con los ojos rosa y la nariz pequeña. Su cabello, de tonalidad azul oscuro, era largo y liso con unas cuantas capas a los lados. Con la leve diferencia de las dos franjas magenta en cada mejilla.

Todos los clones transformados corrieron hacia el jonin y comenzaron a abrazarlo.

–Ebisu-samaaaa...

–Ebisu-samaaa.

–Ebisu-samaaa.

–Ebisu-samaaa.

–¡Ebisu-samaaa!

Pone una cara de pervertido. Sale disparado al aire hacia un árbol con una ráfaga de hemorragia nasal.

–A esta la llamo Harem no Jutsu. (Jutsu de Harén) –Declaro Naruto

Naruto y Minato se transformaron de nuevo en ellos mismos y se echaron a reír.

~

–Ha combinado el Kage Bushin no Jutsu con el Orikote no Jutsu. –Dijo el Hokage al ver como concluyo la batalla.

–Sí. –Dijo igual Ryuunosuke.

El Sandaime se toma de la punta del gorro –«¡Ha creado otra estúpida técnica! Y lo peor, Minako-hime le sigue la corriente. Yo no la soportaría... probablemente...» –Y la jala hacia abajo ocultado su leve sonrojo mientras cerraba los ojos– «caería.»

~

Unos minutos después, el sol se ponía, pasando a colores azules a anaranjados y rojizos.

Konohamaru los mira con asombro y mueve su cabeza en el lanzamiento de Ebisu.

–¡Mierda! ¡No pude siquiera derrotar al sensei cuatro ojos! ¡Kore! ¡¿Por qué?! Quiero el título que hará que todo el mundo me reconozca. –Se queja en voz alta.

–No es tan sencillo. –Le recordó Minato.

–¿Qué? –Él mira le confundido.

–A lo que aspiras al título de Hokage, el ninja al que todos en la aldea reconocen. De seguro pasarás por muchas cosas desagradables... ...y cosas que te desconcierten. Nosotros ya tenemos a dos personas que nos reconocen, pero sigue costándonos mucho esfuerzo. –Dijo Naruto mientras mira a Minato. Lo mira con una sonrisa reconfortante adornada en su cara.

–Así es. Necesitas estar preparado.

–¿Preparado para qué...?

–Para poder recibir el título del Hokage, al que todos aspiran. El título de Hokage es solo un título, el verdadero shinobi es aquel que sigue su voluntad de fuego no su egoísmo. –Dijo Minato, recordando la imagen de su padre.

El viento sopla a través de los árboles para agregar más efecto. Se ríen y lo miran por encima del hombro.

–Y quítate de la cabeza que hay atajo para convertirte en uno. –Le dijo Naruto. Lo dejan pensar en su sincero discurso.

–«Si tanto quieres ese título...» –Naruto sonríe y decir con firmeza– «¡¡...primero tendrás que derrotarme a mí!!»

Konohamaru se da la vuelta –¡Hah! ¿Sermoneándome como si fueran los mejores? ¡Kore! A partir dejo de ser tu aprendiz. A partir de ahora somos... ¡....rivales! –Concluye con una risa.

Naruto también se ríe.

–Siento decírtelo, pero a partir de mañana Mina-chan y yo vamos a ser ninjas. Pero algún día, luchare contra ti por el título de Hokage. Hasta entonces, ¡prepárate para ese momento, Konohamaru!

Minato mira a los chicos con cariño por su dulce momento fraternal.

Naruto se vuelve hacia ella –Vamos Mina-chan. Vámonos a casa.

–Sí. –Minato asciende con la cabeza y se van caminando. Mientras seguían caminando, Naruto levanta su mano derecha en el aire para despedirse.

Minato sonríe internamente al visualizar el saludo del rubio.

El viento vuela sus cabellos plateados haciendo que le golpea la cara y cierre los ojos, recibiendo el impacto de esa caricia. Lleva su mano a su cara y remueve su pelo rebelde mientras el viento seguía jugando con sus cabellos, dándole una hermosa imagen de fotografía, y levemente se podía apreciar la silueta de su anterior encarnación.

Konohamaru los saluda a modo de soldado mientras salían del bosque.

~

–«El auténtico camino para convertirse en ninja... ...sólo acaba de comenzar.» –Pensó orgulloso el Hokage en su rápida madurez.