Capítulo 22: Sorpresas inesperadas. ¡Desatación de poderes!
Tanto Minato como Haku sabían que las armas no tendrían sentido, así que mientras Lee vomitaba algo, en secreto Minato recargó su chakra.
–Lee-san, ¿qué sucede? –Sakura le preguntó preocupada.
Lee no le respondió, seguía tosiendo y tratando de recuperar el aliento. Entonces, sus ojos se abrieron, sintiendo un poco de líquido corriendo por su oreja. Minato mira más de cerca, viendo que es su sangre goteando.
–¡Lee! –Ella gritó.
Se sienta sobre sus rodillas, agarrándose la oreja –¡Mi oído! –Oye su voz haciendo eco.
–Olvidé mencionarte este pequeño accesorio que uso. –Dosu le muestra su brazo blindado– Quizás tú puedas evadir mis soplidos, pero no puedes escaparte de ellos.
Sakura, que se siente igualmente furiosa, piensa –«¿Ahora qué truco se sacara de la manga?»
Dosu se ríe con frialdad –No necesito golpearte con mis puños. Puedo golpearte con el poder del sonido.
–¿Sonido? –Preguntó Lee, inseguro.
Haku, Minato y Sakura miran tremendamente al ninja sonoro.
–¿Qué hace posible que tu oído pueda oír? ¿Qué es en realmente el sonido? –Dosu aprieta el puño.
La pelirrosa aprieta los dientes –Vibraciones.
–Denle un premio a la srita. –Él dijo– Sí, la vibración de las moléculas en el aire crea una onda sonora. –Se agarra la oreja con el índice y el pulgar– Estas vibraciones son recogidas por la oreja... ...y, luego, dirigidas a través del conductivo externo hacia el tímpano. Lo demás, como dicen, es anatomía. Lo que me interesa a mí, son los órganos de tu oído interno. Los que me interesa a mi son los órganos de tu oído interno, los que controlan tu sentido del equilibrio, tu habilidad de moverte.
Lee gruñe horrorizado.
–¿Estás mareado? ¿Tienes nauseas? Muy bien, mejor no intentas levantarte por un rato.
–¿Sabes, amiguito? Ese taijutsu pasado de moda no te servirá contra nosotros. –Añadió Zaku.
Lee gruñe, todavía agarrándose la oreja.
–No estoy diciendo que no seas bueno. Es solo que... ¿Qué ganas? Comparado con nuestro jutsu, eso es tan solo cosa del pasado. –Zaku cruza los puños en una X– Veras, puedo manipular las ondas ultrasónicas y la presión del aire. Y, además, puedo hacer cosas que tú ni siquiera has soñado. Yo puedo eliminar las rocas o hacer que el piso sea tan suave como una almohada de plumas. Afrontarlo, hombrecito. Estás derrotado ante el jutsu del futuro. –Abre sus manos, revelando dos agujeros en cada palma con aire saliendo.
Haku entrecierra los ojos y Sakura jadea al verlos, haciéndolo reir malvadamente.
Justo cuando Lee les da su mirada dura, recuerda las palabras de su sensei.
《Flash Back》
–Recuerda, este jutsu solo debe ser usado como último recurso y únicamente para proteger a alguien muy querido por ti.
–Entiendo, únicamente para proteger a alguien muy querido por mí. –Le dijo con descaro.
Guy pone su mano en su hombro con orgullo –Lo has hecho muy bien. Nunca acabaré de sorprender de lo rápido que te perfeccionaste, mi adorable greñudito. –Él golpea la frente de Lee con una risa abundante– Estoy muy orgulloso de ti, Lee.
Lee continua luchando por su lección.
《End Flash Back》
–Ahora niñita, –Se vuelve hacia Minato, haciendo que los ojos de Lee se agranden– es tu turno. –Corrió hacia ella con un grito de batalla.
–¡No! –Lee gritó.
Sakura y Haku sacaron un kunai para salvarla, Lee logró correr hacia los chicos y grita "¡No!" de nuevo.
–¡Lee-san! –Sakura dijo, sintiéndose aturdida.
–¡Omote Renge! –Balancea su pierna, a punto de lanzar una patada hasta que se estremece de dolor.
Dosu salta un poco y pone su mano en su pie –No fue tan efectivo como lo fue antes, ¿verdad?
Lee no respondió mientras seguía gimiendo.
Dosu aterriza en cuclillas y balancea su puño –Aún sigue siendo impresionante que te puedas mover. Tendremos que hacer algo al respecto. –Le lanzó un puñetazo a Lee y este último lo bloqueó. Pero las ondas de sonido lograron entrar en el oído dañado de Lee– ¿Escuchas? –Se burló de él– Este dispositivo amplifica las vibraciones del impacto, transformándolas en ondas sonoras.
–Lee-san. –Gritó Minato.
Sakura también observa, sintiéndose preocupada por el chico –Lee-san.
Haku corre unos metros, hasta que Zaku aparece frente a él –No en mi guardia, amigo. –Terminó con una mueca.
Los ojos de Haku se oscurecieron aún más –«No romperé la promesa que les hice, ni romperé mi nuevo sueño: proteger a alguien a quien quiero mucho.» –Aprieta los dientes y saca sus agujas, listo para terminar esta batalla de una vez por todas.
–Una onda sonora que yo puedo canalizar con mi chakra, enfocando toda su energía en el objetivo que desee. –Se ve la presión del aire retorciéndose rápidamente a través de su oreja, causando un dolor más insoportable.
–¡Ya déjalo! –Exigieron ambas chicas.
El jutsu finalmente terminó, causando que Lee se desmayara y colapsara en el suelo.
–Muy bien, pequeñito. Acabemos con esto. –Dijo Dosu con un gruñido, a punto de balancear su resonante altavoz de eco.
–Eso es lo que crees. –Sakura gritó con tres shuurikens entre sus dedos.
Ella las lanzo rápidamente hacia Dosu excepto que él usa su arma para rebotarlos. Sakura se ahoga porque su ataque fue ineficaz.
–Ah, casi me olvido de ti. –Afirmó con una sonrisa astuta oculta.
–¡Oh, no, no lo harás! –Minato gruñó antes de atacarlo como un toro furioso.
Ella balancea su bastón, sin embargo, en el último segundo, Dosu lo agarra con fuerza.
–Este palo insignificante no funcionará conmigo, niñita, así que si yo fuera tú; ¡¡encontraría un arma mejor que lo haga!! –Se aferra al bastón con todas sus fuerzas e intenta hacerla girar, pero ella lo sorprende al sacar su espada del mango falso.
–Lo mismo va para ti. –Desciende del aire y trata de atacarlo pero Zaku lo desvió con presión de aire. Las chicas los esquivaron pero Minato fue cortada por dos de ellos.
–No... –Haku salió disparado por la poderosa presión del aire que lo llevó a su espalda haciendo un impacto total en otro árbol, desmayándose.
–¡¡Haku!! –Sakura y Minato gatean rápidamente hacia él, con los ojos brillantes– ¡Vamos Despiertate! ¡No puedo hacer esto sin ti! ¡Por favor despierta! –Sus labios tiemblan.
Luego, parpadea para contener las lágrimas mientras se pone de pie valientemente con el ceño fruncido en sus rasgos.
Cerca de la batalla, el equipo diez se escondió detrás de los arbustos, viendo cómo se desarrollaba esta escena.
–Estos tipos me dan miedo. Yo opino que nos vayamos de aquí. –Choji gimió– «Espero que Minako esté bien. Desearía ser lo suficientemente valiente para salvarla.»
Shikamaru tiene los ojos puestos en la chica de pelo blanco, sintió que no podía respirar después de verla aterrizar de golpe en el suelo, sin despertarse. Quería, borra eso, necesitaba apresurarse allí y ayudarlos. Abrazando a la niña por su bienestar, asegurándose de que todo estará bien. Luego, sus ojos entrecerrados vagan hacia los dos niños inconscientes dentro del muñón.
–Sasuke y Naruto no cuentan, y Haku y Lee tampoco se ve tan bien que digamos. Minako y Sakura están completamente solas contra esos tres tipejos. –Se vuelve hacia Ino, que se siente ansiosa– Entonces, ¿qué quieres hacer, Ino?
Su voz tiembla –¿Por qué me preguntes a mí, eh?
–Pues, si no hacemos algo, estarán fritas. ¿No te conflictúa? –Sus cejas se fruncen hacia abajo.
Ino casi se ahoga con la saliva por la repentina pregunta, ella lo mira de reojo con el rabillo del ojo.
–Tú y Sakura fueron amigas, ¿no? –Él la cuestionó más.
Sus ojos sin pupilas de color azul pálido se abrieron como platos, como un flashback de cuando eran niños más pequeños.
《Flash Back》
Ambas se sentaron en un banco con las hojas cayendo a su alrededor.
–Por cierto, Ino-chan, eh... –La joven Sakura hizo una pausa e inclinó la cabeza hacia abajo con los ojos cerrados.
La joven Ino se inclina un poco, curiosa por lo que tiene que decir –Sí, ¿qué pasa, Sakura? ¿Por qué te ves tan triste?
–Es que... Escuché por ahí que...
Ino parpadea –¿Qué pasa? ¿Qué oíste? –Dice con un toque de risa.
–Pues, ¿es cierto lo que oí, que también te gusta Sasuke-kun? –La niña de cabello rosado finalmente la mira con un tímido sonrojo.
Ino abre los ojos con su propio sonrojo, sintiendo el viento soplar a través de su cabello. Sakura se levanta con una mirada cabizbaja en su rostro y comienza a alejarse.
–Entonces, creo que por eso seremos rivales de ahora en adelante.
Ino también se pone de pie, viendo a su única amiga, ahora rival, alejarse de ella sin decir una palabra más.
《End Flash Back》
Ino tiene algunas gotas de sudor en su rostro –«Ya cálmate, Ino. Eso es historia antigua.»
–¿Bien? Ino. –Shikamaru la saca de sus pensamientos– Entonces, ¿qué es lo que vamos hacer?
Frustrada, responde bruscamente –¿Por qué sigues preguntándome eso? ¿Qué se supone que haga? ¿Quieres que me eche la soga al cuello sola?
–¿Eh? –El chico de pelo puntiagudo frunce el ceño.
–«Porque eso es lo que pasaría. Estaría en la misma situación que ellas. ¿A quién le ayudaría con eso?» –Sus piernas tiemblan de miedo.
Volviendo a Sakura y Minato, ellas gritan un grito de batalla, esta vez lanzando sus shurikens.
–Toma esto.
Zaku rápidamente evade su ataque usando su presión de aire. Las estrellas ninja se impulsan hacia Sakura casi cortando su piel.
–«Una pared de aire. Me rebotaron mis shuriken.» –Pensó con los brazos alrededor de su cabeza.
Cuando estaba a punto de caerse, alguien agarra brutalmente su largo cabello rosado. Era la integrante femenina del equipo de sonido, llamada Kin, quien estaba tirando de sus mechones.
–¡Sakura! –Gritó Minato, pero Zaku la detuvo.
Kin se vuelve hacia la chica que tenía cautiva con una sonrisa oscura –Qué delicia. Qué cabello tan sedoso y brillante. ¿Pero sabes algo? Si desperdiciaras menos tiempo humentándolo y más tiempo entrenando tus jutsu, quizá no estarías en este aprieto. –Ella dijo con una sonrisa mientras sacudía su cabello.
–¡Déjala ir! –Ordenó Minato, luchando por liberarse.
–Parece que estás herida, linda. –Dijo Zaku sombriamente– ¿Qué tal si te lastimo de nuevo en el mismo lugar? –Ella entrecerró los ojos y dejó de forcejear.
–Oye, Zaku, sé me ocurre algo divertido. Hagamos que la reina de belleza presencie cómo acabamos con el tal Sasuke y la tal princesa de las nieves.
Zaku sonríe maliciosamente gustándole la idea –¿Por qué no? Suena divertido. –Lanzó a Minato hacia la raíz que Lee había sacado antes y su estómago entró en contacto con ella. Hizo una mueca de dolor cuando la sangre comenzó a gotear.
Sakura tiembla de furia y se estremece al mismo tiempo –«Aléjense de ellos, malditos.»
Sakura trató de levantarse pero el ninja del sonido tiró de su cabello hacia atrás bruscamente –Ni lo pienses. –Su sonrisa malvada se estira más.
Lee volvió a estar consciente, abrió un poco su ojo derecho –Sakura-san. Minako-san. –Murmuró débilmente.
La pelirrosa se enrosca en sus dedos dejando una huella en la tierra –«Es inútil. No me quedan fuerzas.» –Gotas de lágrimas caen sobre su regazo, tanto del dolor como de la tristeza de sí misma– «Que bien, Sakura. Decepcionaste a todos de nuevo. Qué buena eres. Incluso ahora, cuando los otros en verdad me necesitan, soy una cobarde. ¿Cuántas veces me salvaron la vida? Sería logico pensar que tal vez, solo esta vez, cuando es de vida o muerte... Sería logico pensar que pudiera hacer algo.» –Ella solloza con más fuerza, formando un puño con la mano.
Minato notó su angustia y trató de ponerse de pie. A causa del dolor, ella cayó al suelo.
Las orejas de Minato tiemblan y rechina los dientes con ira.
–«¡Maldición!» –Ella gruñe.
Los ojos de Minato palpitan a rojos.
–Ya es hora. Hay que hacerlo. –Una sombra se proyecta sobre los ojos de Zaku mientras se dirigía lentamente hacia los chicos inconscientes.
Sin que todos lo sepan, dentro del muñón, una niebla púrpura apesta desde la marca de maldición de Sasuke, Ino y Shikamaru tenían la boca abierta.
–Rayos. Esto en verdad se está poniendo muy feo. –El Nara siente que su corazón late fuertemente contra su pecho.
Los ojos de Ino se estremecen –«¿Qué hago? ¿Qué hago?»
Sakura saco un kunai de la funda de su portaarmas.
Kin no ve esto impresionado –Por favor. Es inútil. –Se burló– Eso no te servirá conmigo.
La kunoichi de ojos verdes menta gira la cabeza hacia ella con una sonrisa, extendiendo su kunai.
Sakura le dio una sonrisa –No lo pensaba usar en ti. –Le dice con una voz inquebrantable.
Kin abre sus ojos oscuros en estado de shock –¿Qué dices?
En cámara lenta, Sakura acerca su cuchillo a su cabello. Todos observan con anticipación, atónitos por su próximo movimiento. Luego, el kunai se desliza a través de sus largos mechones rosados, cortándolos y liberándola. Su diadema no pudo quedarse debido a que su cabello ahora corto lo hizo volar.
–«Siempre me consideré a mí misma un ninja verdadero. Siempre acepte estar locamente enamorada de Sasuke-kun. Siempre estoy regañando a Naruto, actuando como si supiera más que él. Siempre acepte estar celosa de Minako-sama por su coraje y su voluntad de ayudar a otros en necesidad. Pero siempre es de dientes hacia afuera. Porque en el fondo, siempre van adelante. Yo siempre veo desde atrás. ¿Por qué?» –Ella comienza a recordar los tiempos en que sus camaradas muestran verdadera valentía– «Sin importar qué, ellos siempre han estado ahí. Esos tres protegiéndome. Y, Lee-san, hiciste algo más que decir que te gustaba Minako. Lo demostraste. Ni siquiera somos equipo y arriesgas tu vida por ella. Todo este tiempo me han estado enseñando algo. Ya es tiempo que aprenda la lección.» –Su protector de frente golpea el suelo con un tintineo y su mano se convierte en un puño tembloroso– «Muy bien. No más cobardía. Ahora es mi turno de ir a la cabeza... ...y que todos los demás me vean la espalda.» –Se levanta del suelo, teniendo una mirada decidida en su rostro.
Ino mira a su rival, viendo su cabello cortado ondeando con la brisa –«Vaya, Sakura.»
–«Finalmente floreció el botón...» –Pensó Minato con una sonrisa. Se puso de pie con la sangre goteando poco a poco.
–Sakura-san... Minako-san, cuidaos mucho. –Dijo Lee antes de desmayarse.
–Kin, acábalas. –Zaku gruñe, exigiendo a su compañero de equipo
Inmediatamente, Kin se gira hacia ella con sus aquias senbon entre los nudillos cuando alguien apareció por detrás. Minato la pateó desde un lado y la envió volando hacia un árbol. Sakura realiza rápidamente algunas señales con las manos sin que nadie mire.
Zaku sonríe, formando la señal de su mano y viendo a la pelirrosa –«Hmph. Conozco esa posición de mano.»
Kin le da un poderoso codazo contra la espalda de Sakura, pero luego, sus ojos se abrieron cuando la chica de cabello corto desapareció en una bocanada de humo. En su lugar hay un tronco.
–Un jutsu de sustitución.
Todavía formando sus signos con las manos, los ojos del ninja del sonido de pelo puntiagudo vagan con una risa –«¿Crees que podrán engañarme con ese patético ninjutsu? Estoy a su altura. De hecho, estoy mucho más arriba que ustedes dos.» –Finalmente la encuentra, corriendo hacia él con ambas manos sosteniendo kunais– Kin, quítate de ahí.
Instantáneamente, Kin salta cuando Minato le arrojó kunais al mismo tiempo que Sakura.
–Qué patéticas. Gracias por el obsequio. Espero que no se molesten si se los devuelvo. –Observa a Sakura detenerse en el lugar, formando más posiciones con las manos– ¿Otra vez las manos? ¡Zankūha! –Él activa su jutsu, obligando a las armas afiladas a repeler hacia ella.
Una vez que hacen contacto, ella desaparece en una bocanada de humo y es reemplazada nuevamente por un tronco mientras que Minato logró esquivarlas con velocidad.
–Qué sorpresa. Y bien, ¿dónde te metiste? –Levanta la vista y ve a Sakura de nuevo en el aire, dirigiéndose hacia él. Mientras realiza el mismo jutsu, Zaku se burla de ella– ¿De verdad quieres seguir jugando? Porque tengo te noticias, no voy a caer como querías. –Alcanza detrás de él su bolsa, sacando tres kunais– Si tú insistes, bueno.
Lanzó cinco kunais a Minato y cuatro a Sakura. La chica de cabello blanco los esquivó a todos mientras que el último fue apuñalado.
–¿Y de dónde saldrás ahora? –Gira la cabeza buscándola, hasta que siente sus gotas de sangre en su casco y mejilla, y miró hacia arriba– «¿Qué? No. Si. Creo que esta vez es ella!» –Pensó antes de gritar de dolor por el cuchillo kunai que le clavó en el brazo.
Además de eso, ella le muerde el brazo con fuerza, haciendo un crujido. Los ojos de todos se abrieron, sintiéndose horrorizados por esta chica que solía estar al margen, ahora lucha audazmente contral este ninja.
Zaku comienza a golpearla en la cabeza –¿Qué te pasa? ¿Estás loca o qué? ¡Suéltame! –Sus golpes se vuelven aún más crueles, pero ella todavía aguanta con toda su fuerza de voluntad.
–«Sakura.» –Ino recuerda otro recuerdo, de encontrarse con una Sakura más joven llorando.
《Flash Back》
–Hola. Oye, ¿tú eres la que se burlan por tener una frentesota? –La joven Ino preguntó quién estaba agachado frente a ella.
Sakura levanta la cabeza cuestionablemente, dejando que Ino vea su rostro lloroso –¿Quién eres tú, niña?
–¿Eh, yo? Fácil. Mi nombre es Yamanaka Ino. ¿Quién eres tú? –Le preguntó en un tono amistoso.
Con un fuerte resoplido –Mi nombre es Sakura.
–¿Eh? ¿Perdón? No te oigo. Volvamos a intentarlo, ¿sí? ¿Quién eres tú?
Con más lágrimas saladas saliendo, grita –¡Mi nombre es Sakura!
–Eso. Así esta mejor. Así que esta es la famosa frentesota, ¿eh? Vaya, pues si esta un poco grande. ¿Es por eso que la escondes con el fleco? –Se toca la frente suavemente– Que tontería. Eso lo empeora. Te hace ver como perro ovejero. –Ella empuja su flequillo rosado hacia atrás un poco con una sonrisa– Así que, tú eres Sakura, ¿eh?
–UH Huh. –Ella gimió.
Ino se pone de pie por completo y se da la vuelta, no sin antes decirle –Oye, ¿sabes qué? Tengo algo especial para ti. –Ella la señala mientras se aleja– Regresa aquí mañana.
Sakura levanta la cabeza con más curiosidad –¿Eh?
~
Sakura lleva esta vez una bonita cinta roja en la cabeza, tirando de su flequillo hacia atrás.
Ino la felicita –Listo, ¿ves? Si mejoró. Te ves mucho mejor. Puedes quedarte con ese listón.
–Oh, gracias. Pero... –Ella responde tímidamente con un pequeño rubor en sus mejillas.
–¿Eh? ¿Pero qué? –Ino la cuestionó incrédulamente con ambas manos en su cintura.
–Mi frente. –Ella mira hacia abajo sintiéndose desanimada.
Ino saca su dedo indice hacia arriba con las cejas hacia abajo –Ay, por favor, te lo estoy diciendo. Mientras más trates de esconderla, más grande será el problema. –Sakura se estremece– Y tu cara no están tan mal. Es más, es una cara bastante buena. Solo necesitas tener más confianza.
–«Confianza.» –Sakura pensó con asombro.
Era cerca de la noche cuando Ino llevó a Sakura con unas amigas suyas.
–Hola, Ino. ¿Quién es con la que estás? ¿Cómo se llama? –Una de ellas preguntó con curiosidad.
Con una sonrisa feliz, Ino se las presento –Se llama Sakura. –Se vuelve hacia ella y le susurra– Vamos, ¿qué no vas a saludar?
Sakura se escondió tímidamente detrás de Ino con un sonrojo –Hola.
《End Flash Back》
–¡Ah! Quíteme a esta chica loca de encima. –Exigió Zaku, golpeando la cabeza de Sakura repetidamente hasta que salió sangre.
《Flash Back》
–Hola a todos. Tengo algo que contarles. Es un secreto. Ni se imaginan quién me gusta. No tienen la más remota idea. –Sakura levantó los brazos en el aire con entusiasmo.
–¿Y por qué no nos dices? –Dijo la niña, sonriendo.
–Sí, solo que no salgas que es Sasuke-kun. –Dijo la otra.
–¿Eh? ¿Pero cómo se enteraron? –Preguntó Sakura mientras se sonrojaba justo cuando Ino lo escuchó.
–Ja, toma turno. Sasuke es el chico más popular que existe, es lógico.
–¿Lo es? –Preguntó confusa Sakura– Creo que eso significa que tendré mucha competencia.
–Wow, qué cambio. Sakura ya salio de su cascarón, ¿verdad? –Dijo la chica sonriendo detrás de ellas mientras hablaban con Sakura.
–A veces me gustaría volver a meterla. –Dijo, sintiéndose celosa y enojada.
《End Flash Back》
Minato está en silencio, con la cabeza gacha. Su cuerpo pronto palpita y su cabello comienza a volar.
《Flash Back》
–Oye, Ino. –Le dijo Sakura– ¿Sabes una cosa? Ya me enteré que a Sasuke-kun le gustan las niñas con el cabello largo.
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–¿Es cierto lo que oí, que también te gusta Sasuke-kun? –La niña de cabello rosado corto le pregunto– Eso significa que seremos rivales de ahora en adelante. –Le dijo por encima del hombro antes de voltearse a su yo actual de cabello largo rosa y sin el listón rojo en su cabeza.
–Parece que alguien se dejo crecer el cabello. –Dijo burlona Ino.
–Parece que no soy la única. –Le dijo.
–Si crees que estar en su mismo equipo vas a hacer que te quiera, estas equivocada. –Ino la miró enojada.
–Acéptalo, Ino. Yo voy a ganar. –Dijo Sakura mientras la fulminaba con la mirada.
–Ay, eso crees. Sakura, jamás voy a dejar que me venzas. Ni importa cuánto te esfuerces.–Dijo seriamente.
《End Flash Back》
El rostro de Ino de repente cambia a abatido mientras ve a su rival ser golpeada con gotas de sangre en su rostro.
Charcos de lágrimas comienzan a aparecer mientras ella gime –Sakura.
–«¡Yo voy a ganar!» –Sakura pensó con determinación.
Después de varios golpes más, Zaku finalmente la quita de encima y la escucha caer al suelo con fuerza.
Él jadea pesadamente –Me las vas a pagar.
Choji ahora mira a su equipo con incertidumbre –Ay, no. Esto es malo.
–¿Y bien, Ino? –Instó Shikamaru.
La pelirrosa se sienta laboriosamente y gira su rostro ensangrentado hacia Zaku –«Todo esta en mí. No hay nadie más.»
–Despídete, niña. –Zaku la amenazó con las palmas abiertas.
La cabeza de Minato todavía está inclinada cuando de repente mira hacia arriba. En la parte inferior de su plateado cabello es rojo, sus ojos toman la forma de rendijas, marcas lavanda en los bordes de los ojos y sus uñas garras; ahora es un demonio completo. Aprieta los dientes con ira.
Sakura espera el golpe final hasta que Minato agarró a Zaku por el cuello, para sorpresa de todos debido a su velocidad, y lo inmovilizó contra el suelo. Levantó el puño y comenzó a golpearlo más fuerte que él a Sakura.
–No toques a mi amiga. –Ella gritó sombríamente.
Después de golpearlo unas cuantas veces más, ella desapareció de él y apareció junto a Sakura, quien estaba de rodillas mientras la sangre goteaba por su rostro. La chica de cabello blanco con rojo se paró frente a esta última de manera protectora mientras Zaku levantaba los brazos para atacar.
–¡Perra! –Él grito. De repente, el equipo de Ino se paró frente a las chicas. Zaku y todos los demás gruñen sorprendidos.
Zaku los mira con una mueca –Je, ¿qué es esto? ¿La segunda tanda?
–¿Ino? –Ella mira fijamente la nuca de la rubia.
–¿Sorprendida? Yo juré que jamás dejaría que me superaras. –Le recordó.
Sakura parpadea con un grito ahogado. Ino prepara su posición, poniendo su cara valiente para luchar contra el enemigo con sus compañeros de equipo.
~
Sasuke se encontraba en un lugar extraño, vio a un niño al frente de él, lo miro bien y era él hace muchos años, el escenario cambio y apareció su casa, su antigua casa en la donde creció por varios años, estaba él y al frente de él estaban sus padres, muertos.
–Todo están muertos. ¿Por qué no fui tan fuerte para poder salvarlos? Todo mi clan fue destruiado. –Dijo el pequeño Sasuke.
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De vuelta en el Bosque de la Muerte, la niebla púrpura de la marca de la maldición se vuelve aún más densa y fétida.
Sakura todavía está en el suelo, mirando a su rival –Ino... Pero ¿por qué?
La rubia resoplo –Porque estoy cansada de que te luzcas frente a Sasuke-kun y te intentes quedar con todo el crédito. –Responde con poco entusiasmo.
–No deberías pelear mientras estás herida, Minako. –Le aconsejó Shikamaru– Déjalos a nosotros.
–Cállate. –Le dijo gélida Hakuyasha, haciendo que se congele en su lugar por su frío tono de voz mientras se sentaba al lado de Sakura para tratar sus heridas.
–Esos gusanos de Konoha lamentarán haberse entrometido en asuntos que no les conciernen. –Murmuró Dosu.
Choji se siente intimidado por su mirada y gira la cabeza hacia sus compañeros de equipo –¿Se volvieron locos? ¿Qué hacemos aquí? Estos chicos son presagio de mala suerte.
–No me mires a mí, fue idea de Ino. –Dijo Shikamaru– ¿Qué se supone que debemos hacer? ¿Sentarnos a ver cómo la niña pelea sola? –Su mirada se convirtió en un resplandor cuando aterrizó en Zaku– «Y no voy a dejar que nadie lastime a Minako de nuevo.» –Pensó enojado.
Ino deja escapar una risa nerviosa –Perdón por embarrarlos en esto, pero somos un equipo de tres, ¿no? Todos para uno y uno para todos.
–Sí, eso nos dice que lo pasará. –Shikamaru sonríe
–Esto no es trabajo en equipo, más bien es suicidio. –Gritó Choji. Trató de huir pero Shikamaru agarró su bufanda con fuerza– Ahora déjame salir, déjame ir.
–Deja de moverte, me estás sacando de quicio. –Dijo el Nara sintiéndose molesto.
Zaku se ríe entre dientes –Mejor una oveja viva que león muerto, –Se burló– ¿no crees gordinflón?
Choji se detiene repentinamente cuando su oreja izquierda se contrae al escuchar ese nombre.
Sin mirarlo, Choji dice monótonamente –¿De verdad escuché bien? ¿Qué es lo que acabas de decir?
–¿Eh? –Zaku parpadea.
Contracción nerviosa
Shikamaru se congelo –«Oh, oh, le pegó a Choji donde más le duele.» –Penso con miedo.
–¿Quieres intentar volver a decir eso? –El chico de cabello castaño continuó.
–Dije que serías más inteligente si te zafas de esto mientras puedes... marrano. –Zaku repite en voz alta
–¿A quién le estás llamando así? Yo solo estoy un poco llenito, ¿oíste? –Grita en voz alta con furia.
Choji dejó escapar un grito de batalla y liberó una gran cantidad de chakra.
–¡Los gorditos mandan!
Sakura y Minato parpadearon hacia él, sin palabras –¿Eh?
–Ahora si te pasaste, –Gritó, señalando a sus compañeros con fuego en los ojos– esto ya es personal. Esta es una pelea a muerte entre Konoha y Oto.
–«Hm, excelente, ya se volvió loco.» –Pensó Ino con una sonrisa orgullosa en su rostro.
–Buen trabajo, muchas gracias. Ahora tenemos que soportarlo así. –Suspiró Shikamaru.
–No te preocupes, no será por mucho tiempo. –Se burló Zaku– «Tenemos que olvidarnos de estos payasos, los objetivos son Sasuke y Hakuyasha.»
Hablando del dúo, Sakura mira consternada al chico de sus sueños y a la hermana que nunca ha tenido –Oh, Sasuke-kun, Minako-sama...
–Sakura. –Llamó Ino, causando que la chica la mirara confundida– Tus compañeros cayeron, míralos. Ustedes dos encarguense de ellos. –Mira a Ino con asombro antes de asentir con una sólida sonrisa– Bueno, equipo Ino, enseñen quién manda.
–¡Entendido! –Gritaron Choji y Shikamaru.
–¡Formación! Ino-
–Shika-
–¡Chou!
Choji pisa fuerte el suelo, preparándose para atacar.
–Es tu turno, Choji. –Ordenó Ino.
Choji entrecierra los ojos –Será un placer. ¡Baika no Jutsu! –Con una señal de mano formada, su cuerpo se infla en una bola– «¡¡Esto es por Minako!!» –Pensó antes de que sus manos y pies se metieran en su ropa como una tortuga– Y ahora, la Hoja Taijutsu. –También mete la cabeza, justo cuando deja escapar su vapor de chakra– ¡Nikudan Sensha! –Su cuerpo de bola rebota y rueda como una bola de boliche hacia Zaku.
Zaku lo encontro gracioso –Esto tienes que ser una bromea. Tal vez debería darme una risa de muerte. –Con una mirada enloquecida, saca ambas palmas abiertas hacia Choji– ¡Zankūha! –La presión del aire logra detenerlo en el lugar, pero Choji aún sigue rodando, luchando.
Zaku lucha por lo que le da más poder a su jutsu creando más ráfagas de aire. Sin embargo, eso no funcionó porque Choji rebota en el aire.
–«¿Qué? Saltó la corriente de aire.» –Zaku lo mira, sintiéndose abrumado– «Esa cosa está girando muy rápido. Mi onda de sonido no pudo controlarlo. Y si intento el supersónico en él... podría arriesgarme a perder los brazos.»
Dosu los mira fijamente, temiendo por el bienestar de su compañero de equipo –¡Zaku!
Corrió a toda velocidad hacia él, hasta que Shikamaru se hizo a un lado con una señal de mano preparada.
–«Oh, no, no lo harás. Hombre momia, llego la hora de vendarte bien por lastimar a Minako.» –Con ese pensamiento determinado, exclamó– ¡Ninpo: Kagemane no Jutsu! –Su sombra se extiende y se mueve por sí sola hacia Dosu.
Lo atrapa con éxito, dejándolo congelado en su lugar.
–¿Qué está pasando? –Su cuerpo se agita cuando se da la vuelta.
Su ojo se agranda después de ver quién es el culpable.
–Solo mi sombra y yo. –Se ríe de la victoria por lo bajo.
Choji finalmente cae hacia el ninja del sonido, haciendo que evite su ataque saltando. Zaku aprieta los dientes, fulminándolo con la mirada. Dosu gime cuando ambos brazos se curvaron hacia su cabeza como si estuviera a punto de bailar ballet.
–¿Qué pasa? ¿Por qué te quedas ahí parado? –Kin de repente se vuelve hacia Shikamaru jadeando cuando lo vio en la misma posición.
El Nara se ríe de nuevo, encontrando esto divertido.
–Algún tipo de jutsu de parálisis. –Dosu gime.
Shikamaru controla sus manos para mirar hacia el otro lado.
–Ahora, encárgate de la muchacha, Ino. –Le dijo a ella.
Ino forma una sonrisa de suficiencia –Sí, relájate, solo encárgate de mi cuerpo mientras me voy.
–Tranquila. –Él dijo.
Kin parpadea con precaución.
–¡Shintenshin no Jutsu! –Gritó Ino.
Ino siente que su alma sale volando de su cuerpo y entra en el de Kin, apoderándose de ella con éxito. Shikamaru atrapa el cuerpo de Ino a tiempo antes de que toque el suelo. Con Choji, continúa cayendo hacia Zaku pero aún evade sus ataques entrantes.
–Suficiente... ¡Kin! –Él la llamó.
Ino, o debería decir Kin, se encuentra allí, sin mostrar ningún movimiento repentino.
–¿Qué rayos te pasa? –Dosu le gritó.
Después de un silencio agonizante más, Kin sonríe y apunta su cuchillo kunai a su cuello –Se acabó la fiesta, amigos. –Ambos chicos abrieron los ojos en estado de shock– Tranquilos, un movimiento en falso y su compañera sufrirá un accidente en el cuello. No querrán que eso pase, así que esto es lo que harán: dejarán el pergamino y se irán caminando. Cuando estén tan lejos como para que no pueda sentir sus chakras, la dejaré ir. –En ese momento, se da cuenta de que Zaku deja escapar una sonrisa maliciosa mientras Dosu se ríe oscuramente –«No los entiendo, algo anda mal.» –Rápidamente se vuelve hacia su compañero de equipo– ¡Oye, Choji!
–Ahí voy... –Choji cae.
Sakura y Minato también sienten que algo está pasando.
–¿Qué sucede? ¿Qué están tramando? –Preguntó Haruno.
–Ino-san es demasiado ingenua. –Dijo seca Hakuyasha– Esos tipos no les interesa su compañera si vive o muere.
Sakura se vuelve hacia ella –¿Eh?
Zaku levanta su brazo hacia Kin justo cuando Choji pasa zumbando. Justo a tiempo, activa la presión del aire contra Choji y ella. Él salió volando mientras ella golpeaba su espalda con fuerza contra un árbol causando que el cuerpo de Ino tuviera un hilo de sangre saliendo por la comisura de su boca.
Shikamaru ve esto –Esto es malo... –Dice alarmado.
Choji, que ha vuelto a su estado normal, se sienta lentamente con la mano en la boca, sintiéndose mareado –No me siento bien. –Tiene arcadas, a punto de vomitar.
Kin levanta la cabeza laboriosamente –Yo... no entiendo a estos chicos. ¿Qué clase de monstruo atacaría a su propio compañero de equipo?
–Yo creo que... monstruos como nosotros. –Zaku le dice, sin sentir ningún remordimiento.
–Nosotros no jugamos según tus reglas, no es el pergamino lo que estamos buscando, o pasar este examen. –Dosu les explicó.
Tanto Akimichi como Nara abrieron los ojos más sintiéndose horrorizados.
–¿Qué es, entonces? –Ella les preguntó.
–A Sasuke y Hakuyasha... O mejor conocida como Momozono-hime. –Dosu le responde espeluznantemente.
–«¡Minato!» –Pensó horrorizada Hakuyasha. Luego, la sombra en Dosu comienza a encogerse antes de volver a Shikamaru.
Aprieta los dientes con ira –«Odio cuando hace eso.»
–Así que tu Kanashibari no Jutsu tiene una duración limitada, entiendo. –Dosu observó.
Sintiéndose irritado, lo corrige –No es un Kanashibari no Jutsu, es el Kagemane no Jutsu.
–Lo que sea. Y veo que tu compañera puede escabullirse al cuerpo de su oponente. Muy astuta, pero peligrosa. Todo lo que le pase a Kin, le pasa a ella también, así que, si acaso Kin llegará a morir...
–¿Y qué vas a hacer? ¿Matar a tu compañera? –El Nara lo interrumpe.
Zaku levanta su brazo nuevamente, apuntando a Kin –Bueno, pues si me obligan a hacerlo... sí.
Sus ojos se oscurecieron, mientras sus cejas se fruncian.
–Malditos... –Gruñó Hakuyasha.
Shikamaru les gruñe antes de cerrar los ojos angustiado –Es el colmo, esto es terrible.
–Y que lo digas. –Choji lloriqueó.
–Ahora vamos por la chica. –Sonrío con suficiencia Zaku, mientras comenzaba a caminar hacia ella.
–Zaku. –El ninja con vendajes en la cara detuvo a su compañero– Estoy seguro de que recuerdas el plan. No podemos asesinarla ahora.
–Oh, vamos, Dosu. –Zaku siguió caminando y se detuvo justo en frente de Minato– Eso no significa que no podamos divertirnos con esta pequeña belleza. –Levantó la barbilla de Hana con su dedo indice.
Minato se quedó mirando su cara malvada y sonriente, mientras su mano llegaba a la funda de su kunai. Era extrañamente lenta.
–Vamos. –Zaku agarró sus muñecas, la hizo girar y agarró sus brazos detrás de su espalda– ¿En serio creen que pueden vencernos? Enfréntenlo, no son más que ninjas de pacotilla.
–De una aldea de segundo nivel. –Dosu agregó.
–Vaya, eso sonó muy rudo.
Llegó una voz, haciendo que todos miraran hacia la nueva presencia en la rama de un árbol. Era Neji, con Tenten a su lado.
–Creo que entonces que tu aldea es de tercer nivel. Me pregunto si alguno de ustedes amateurs van a tomarse esto en serio. –Neji los asó.
Dosu lo examina –¿Qué?
Todos los miran con emociones encontradas.
Sakura los mira aliviada –Es el equipo de Lee-san, ¿en qué instante llegaron aquí?
Tenten y Neji miran a su compañero de equipo y lo ven inconsciente y golpeado.
–Lee... –La morena de moño dijo preocupada.
Neji se cruza de brazos –Mal por ustedes.
–Esos genin siguen brotando de entre los árboles como cucarachas. –Dosu lo ridiculiza.
–Me parece que alguien usó a nuestro compañero como saco golpeador. –Neji activa automáticamente su Byakugan, enfurecido– Nadie hace eso y se queda tan tranquilo.
A cambio, todos se sienten intimidados por su poder.
–«Esos ojos no solo nos está mirando, está viendo a través de nosotros.» –Pensó Dosu, sin dejar de mirarlo.
Neji saca dos dedos de sus brazos cruzados –No más jueguetes, Tenten... ¡Fuerza total! –Instruyó, listo para pelear, pero de repente se detuvo al notar algo.
La kunoichi inmediatamente mete la mano en la bolsa de su arma, hasta que nota el repentino cambio de comportamiento de Neji –¿Qué está pasando? ¿Neji?
–«Ese chakra...» –Neji pensó en estado de shock.
Minato sintió un chakra terriblemente familiar que deseaba no volver a encontrar. No era que ella lo odiara. Ella tenía miedo de eso. Fue el único chakra que mató a la persona que amaba. Girando lentamente la cabeza hacia la fuente, tembló de miedo mientras miraba la fuente con horror.
–Sasuke.
–¿Y bien? ¿Van a quedarse ahí parados todo el día, o van a bajar y harán algo al respecto? –La voz de Dosu resonó.
Neji cierra sus ojos sin pupilas con un atisbo de sonrisa –De hecho, parece que esto podía quitármelo de las manos.
–¿Hm? –Dosu parpadea confundido, luego sus ojos vagan hacia el Uchiha.
Todos miran horrorizados mientras la niebla púrpura se vuelve aún más intensa y cubre su cuerpo.
~
–¿Por qué fui débil? Todos murieron. Yo no pude salvarlos, si tan solo hubiera sido más fuertes. Si tan solo hubiera tenido más poder. –Grita frustrado el joven Uchiha– En vez de eso, te quedaste parado y los viste morir. –Dijo mirando al adulto Sasuke directamente a los ojos– Inútil, como una oveja en el matadero.
Esa voz... ¡Orochimaru!
–Si hubieras sido más fuerte, si hubieras tenido más poder... –Dijo con burla.
~
La marca de maldición de Sasuke está completamente activada cuando se despierta.
Sakura se vuelve hacia él con una sonrisa de alivio –¡Qué alegría! Estás despierto. –Luego, su rostro cambia a preocupación una vez que ve el estado en el que se encuentra.
La niebla púrpura gira en espiral alrededor del niño, haciéndolo parecer amenazante. Esto asusta a los chicos del equipo diez.
Kin o Ino también observa preocupada –¿Sasuke-kun? ¿Es Sasuke-kun?
Los ojos de las dos chicas se estremecieron al ver la marca crecer y brillar de color rojo anaranjado como brasas ardientes en la mitad de su cuerpo.
Una ola de escalofrío recorrió la columna vertebral de Minato. Su chakra era completamente diferente, tan frío y oscuro, llameando alrededor de su cuerpo en espirales. Este no era el Sasuke que ella conocía. no fue el Era la sensación de ese hombre que estaba irradiando. Se sentía como si estuviera sintiendo la propia presencia de Orochimaru. Ella no quería eso, pero la estaba haciendo sentir realmente asustada de Sasuke.
–Sakura... ¿quién te hizo eso? –Sasuke exigió con frialdad– ¿Quién fue?
–«Esas marcas están por todo su cuerpo.» –Dosu pensó con miedo.
–Dime, Sasuke, ¿qué te sucede? –Sakura le pregunta con miedo.
Levanta la mano marcada y la mira fijamente. Después de un momento de silencio, finalmente levanta la vista.
–No te preocupes, estoy bien. Es solo el poder fluyendo a través de mí. –Aprieta el puño– De hecho, nunca había estado mejor. Él me dio este regalo. Y él me hizo entender que yo soy... soy un vengador. Para seguir mi camino, debo obtener poder a cualquier precio. Aunque eso signifique ser consumido por la mala.
–«Sasuke...» –Los ojos de Minato se abrieron ante sus palabras. ¿Qué estaba diciendo? ¿Cómo podría siquiera decir eso? Sintió sus ojos arder con lágrimas, mientras mordía el interior de su mejilla.
El ojo de Dosu también se estremece –«Ahora veo... Esas marcas en su cuello, de las que habla la chica, son marcas de maldición. ¿Pero quién podría sobrevivir a ellas? Más que sobrevivir.»
–Sakura, dime... ¿quién de esas personas te hizo eso? –Exigió Sasuke de nuevo.
Zaku dejó escapar una sonrisa fría –Fui yo, ¿y qué? –Dijo, todavía sosteniendo las muñecas de Minato detrás de ella.
Sasuke miró por encima del hombro a Zaku. Su intensa mirada viajó hacia la chica de cabello blanco, mientras se giraba completamente para mirarlos.
Kin se siente aún más asustada hasta que escucha a Shikamaru llamándola.
–Ino... –Ella lo mira– date prisa y regresa a tu cuerpo, no querrás que te embarren en esto. Tú también, Choji, ven acá, hay que largarnos.
Choji rápidamente corre hacia él –Ya voy.
Ino rápidamente junta ambas manos con sus dedos deslizándose entre ellas –Kai.
El cuerpo de Kin se derrumba en el suelo inconsciente justo cuando el alma de Ino llega a salvo a su propio cuerpo.
Ella gime haciendo que Shikamaru le dé una sonrisa de alivio –Bien hecho, qué bueno que regresaste.
–Shikamaru, –Gira la cabeza hacia Choji, que ya está a su lado– ¿qué es todo esto? ¿Qué está pasando?
Sintiéndose irritado –¿Y yo qué sé?
Ambos regresan al conflicto principal. A Minato se le cortó la respiración y tragó saliva en silencio. La mirada en sus ojos carmesí la aterrorizó. Sus marcas negras crecieron y cubrieron el lado derecho de su cara también.
–«¿Qué? ¿Qué es esto? Así cambia todo. Su chakra es muy grande... muy poderoso. No podemos enfrentarnos a eso.» –El cuerpo de Dosu tiembla.
–Suéltala. –Ordenó Sasuke, su voz era oscura.
–¿Y si no lo hago? –Apretando su agarre en los brazos de Minato, Zaku la acercó más, su espalda golpeando su torso.
–Te lo advierto. –Sasuke gruñó– ¡Quítale las manos de encima!
–Oh. ¿Esta pequeña belleza es tu novia? –Bromeó Zaku, ahora poniendo su otro brazo alrededor del cuello de Minato.
Minato estaba congelada en su lugar, incapaz de parpadear o apartar los ojos de Sasuke. No podía importarle menos lo que le estaba pasando a ella o a su alrededor. Estaba viendo un reflejo completo de esa serpiente Sannin en su propio amigo.
En un instante, Sasuke desapareció de su lugar y reapareció detrás de Zaku.
–¡Te dije que le quitarás las manos de encima! –Golpeó a Zaku, haciendo que soltará a Minato. Rodó y aterrizó a los pies de Dosu.
–Zaku. –Dosu lo escucha toser y lo ve luchar para levantarse– Qué rápido.
Sasuke luego miró a Minato, quien no pudo evitar dar un paso atrás, sus expresiones llenas de horror. Había lujuria, sus ojos estaban sedientos de sangre. Estudió su forma ahora temblorosa durante unos segundos, y luego volvió a centrar su atención en Zaku.
El chico de cabello negro se vuelve hacia ellos, haciéndolos estremecerse. A continuación, forma rápidamente sus signos con las manos.
–¡Katon: Hōsenka no Jutsu! –Lanza varias bolas de fuego hacia Zaku.
Prepara su postura –No creo, ¡prueba esto! –Realiza su presión de aire, extinguiendo las llamas y revelando las estrellas ninja giratorias– En el fuego... shuriken... –Números shuriken afilados hacen contacto con su cuerpo, creando aún más cortes que los anteriores de Minato.
Dosu escucha los gritos de los miembros de su equipo –Zaku, ¡agáchate!
Cuando el ninja con la cabeza engranada estaba a punto de hacer lo que dijo, Sasuke aparece de repente frente a él y parpadea detrás de él, tirando de sus brazos y colocó su pie sobre su columna. El lado de su boca se curva hacia arriba siniestramente.
–«Su chakra... es completamente diferente. Es más feroz, más oscuro, ¿de verdad es Sasuke-kun?» –Ino pensó, con su cuerpo visiblemente temblando junto con su equipo.
–Pareces estar muy orgulloso de tus brazos, ¿verdad? –Una sonrisa malvada pura se extendió por el rostro de Sasuke, mientras tiraba de los brazos de Zaku– Debes estarlo, debes estar muy apegado a ellos. –Presiona su pie con más fuerza, lo que le da la ventaja de tirar más hacia atrás de ambos brazos.
Zaku se vuelve hacia él con una mirada de cobardía en sus ojos –No, ¿qué estás haciendo?
Sakura los mira, sintiéndose traumatizada por el comportamiento de su enamorado. Los crujidos resonaron, el Uchiha le disloco el hombro. Zaku grita insoportablemente mientras Sakura jadea y tiene lágrimas a punto de salir. Minato pudo ver desde su sombra, Sasuke no se detuvo allí y continúa rompiéndole los brazos aún más. Los sonidos del doloroso grito de Zaku resuenan en todo el bosque oscuro infligiendo a todos. Finalmente lo dejó ir, lo que llevó a Zaku a desmayarse en el suelo por la gran cantidad de dolor.
–Por lo visto, ya solamente quedas tú. Y te he guardado lo mejor para el final después de escuchar que lastimaste a Mako. –Sasuke centró su atención en Dosu, quien parecía estar realmente asustado ahora.
La maldad en la sonrisa de Sasuke y la sed de sangre en sus ojos, Minato pudo ver que no dudaría en matar en ese momento.
–Espero que hagas esto más interesante de lo que tu amigo lo hizo. –Sasuke comenzó a dar pasos hacia Dosu, pasando por Sakura.
–«No... No es, Sasuke. No puede ser...» –Minato se estremeció al observar al chico de cabello negro. Tenía que parar. Esto estaba yendo demasiado lejos. No quería verlo convertirse en un asesino a sangre fría. Ella necesitaba detenerlo.
Minato apretó los puños. Esto tenía que ser detenido.
Algo... Un poder... Un poder maligno había ganado el control de su cuerpo. Él no era el que tenía el control. Estaba perdido en algún lugar dentro. Necesitaba encontrarlo, despertarlo. No quería que se perdiera en la oscuridad. Ella no quería perderlo.
Minato no sabía de dónde sacaba la fuerza, pero su cuerpo se movía por si solo. Se apresuró y se precipita hacia la forma de Sasuke. Ella se para frente a él colocando sus manos sobre su pecho, haciendo que se detenga en su lugar.
–No lo hagas. Detente, por favor. –Ella gimió.
Minato lo miró fijamente, a sus fríos ojos carmesí mirándola. Tenía el Sharingan, y ahora ese chakra también, ambas cosas de las que ella estaba haciendo todo lo posible para escapar. Sus ojos se llenaron de lágrimas y su cuerpo comenzó a temblar nuevamente.
–Sasuke... ¡Detente! ¡Por favor! ¡No te dejes influenciar por la oscuridad! –Pronunció a través de sus labios temblorosos, las lágrimas brotaban de sus ojos– Sasuke...
Su rostro palideció, cuando una imagen de un ojo de serpiente dorada con una cara medio quemada brilló ante ella.
Minato se estira lentamente agarrando la nuca de Sasuke mientras mira profundamente a sus ojos rojos –Te lo ruego... No hagas esto... –Susurró, su temblor se intensificó debido a los sollozos antes de cerrar los ojos y empujar su cuerpo hacia adelante, y lo beso apasionadamente– «Sasuke... ¿Querrás estar siempre conmigo?»
Sasuke abre sus ojos rojo rubí con sorpresa antes de cerrarlos suavemente y aceptar el beso.
–«Mako...»
Las marcas retrocediendo lentamente pero seguramente hacia su cuello.
–«Las marcas se desvanecieron, estamos a salvo... por ahora.» –Dosu pensó con asombro.
La última de las marcas desaparece por completo, pero las tres comas aún se muestran en su cuello. Todos los miran con asombro, pensando en lo notables que son sus poderes y agradeciendo a los cielos por la recuperación de Minato y Sasuke.
Minato se separa de él cuando sus ojos rosa se encuentran con el ónix una vez más –Sasuke... Ya te encuentras bien, ¿verdad?
–Mako... –Sasuke dijo rápidamente, abrazándola.
–Son fuertes, Sasuke, Minako. –Dosu les dijo. Los tres lo miran mientras saca el Pergamino con el kanji "Tierra"– Muy fuertes. Como se encuentran ahora, no podemos esperar vencerlos. –Lo coloca en el suelo– Les propongo un trato: yo les doy este pergamino y ustedes nos dejan ir.
Sasuke y Sakura jadean mientras que Minato simplemente lo mira con calma.
Dosu puso el brazo de Zaku alrededor de su cuello –Por lo visto, los subestimamos, pero finalmente descubrimos lo que necesitábamos saber. –Luego agarró a una Kin inconsciente– Por ahora, estamos empatados, pero si nos volvemos a encontrar en combate, te prometo que no correremos ni nos esconderemos. –Al mismo tiempo, se aleja y Sakura mira la marca.
–Espera. –Sakura le grita. Se detiene y se vuelve hacia ella– ¿Quién es ese tal Orochimaru? ¿Qué le hizo a Sasuke-kun? ¿Y por qué a ellos?
–No lo sé. –Responde honestamente– Solo sé qué nos dijeron que nos enfocáramos en Sasuke y Nisshoku-hime y eso hicimos.
Ella gruñe, encontrando que esto no ayuda en absoluto mientras él se da la vuelta con una mirada de desagrado.
–«No sé por qué nos mandó a asesinar a alguien a quien le entregó o vio tales poderes. Ni siquiera sé por qué Sasuke sobrevivió a la marca de la maldición. Desconozco muchas cosas.» –Continúa alejándose.
Sakura lo mira fijamente por la espalda con un objetivo en mente: averiguar la verdad lo antes posible.
Ella se recupera cuando ella y Sasuke escuchan a Choji preguntarles –Oigan, ¿están bien?
–Ino, ve a ver a Lee, nosotros veremos a Naruto y Haku. –Shikamaru la instruyó mientras todos corrían a sus lugares.
–¡Sí! –Ella respondió.
Neji los observa, muy probablemente vigilando de cerca al chico de cabello negro y a la chica de cabello negro –«Ese chakra no era normal. No tenía idea de que el clan Uchiha y el clan Senju fueran tan fuertes.»
Minato no dijo nada mientras buscaba a cierta persona. Ella finalmente lo encuentra, desmayado cerca de un árbol. Rápidamente se acerca a Haku, lo que hace que la mayoría de los Genin la miren fijamente. Ella se arrodilla y coloca sus manos sobre su espalda haciéndolas iluminarse de nuevo. Una vez que lo curó lo suficiente, Haku se sienta abruptamente con un grito ahogado. Rápidamente saca algunas agujas, listo para cualquier ataque cuando se da cuenta de que no hay señales de ninguno de los ninjas del sonido, sino que ve a Minato justo en frente de él con una sonrisa amable.
–¡Minako-kun, estás bien! –Él la abraza fuerte, temeroso de perderla de nuevo– ¿Te sientes bien? ¿Cómo están tus manos? ¿Todavía estás herida por esa caída? –Siguió haciéndole sus cuestionarios hasta que la escucha reír.
–Estoy bien, Haku-senpai. No te preocupes por mí.
Él se echa hacia atrás con los brazos extendidos, mirándola a los ojos brillantes –No puedo evitarlo. Se suponía que debía protegerte, ¿recuerdas?
–Podemos protegernos unos a otros. –Ella le da un apretón en el hombro– En este momento, la batalla ha terminado. Ganamos, y ahora tengo otra persona para sanar de mi lista de deseos. –Dijo levantándose y caminando hacia Lee.
Haku también se levanta y la sigue.
Con Naruto, comienza a hablar dormido mientras sueña con cierta persona con un rubor adornado en sus mejillas bronceadas y con bigotes –Mina-chan está en peligro, la protegeré. No te preocupes Minako-chan, yo te salvaré.
Tanto Choji como Shikamaru escuchan con una marca de irritación en sus sienes.
–Alguien dele una pateada y despiértenlo, esto es vergonzoso. –Dice con desprecio Shikamaru.
Choji señala al rubio puntiagudo, con la necesidad de hacerle entrar en razón –¿Puedo patearlo primero?
–Chicos, sean amables. –Se sobresaltaron un poco y escucharon a Minato regañarlos un poco mientras cura al niño vestido con un mono verde.
Sasuke envuelve su mano alrededor de su muñeca izquierda y ve que su mano tiembla –¿Qué me pasó? –Murmuró para sí mismo, sin darse cuenta de los ojos verde menta de Sakura sobre él.
–«Sasuke-kun...»
Minato todavía estaba curando a Lee tanto como puedo cuando escucho a alguien gritar de la nada. Su cabeza se disparó, viendo a Naruto finalmente despierto con un gran chichón en la parte de atrás de su cabeza.
–¿Eh? –Se levanta confundido, mirando alrededor del área en la que se encuentra.
Primero ve a su equipo sentado en el suelo frente a él y luego ve a Minato con Sakura, Haku y Lee. Naruto de repente mira a su alrededor alarmado.
A continuación, pone su cuerpo frontal en el suelo –Todos escóndanse, rápido, agáchense. –Comienza a gatear por el suelo haciéndome reír– Ese ninja... ¿dónde pudo hacerse escondido? –Su cabeza gira de lado a lado, buscando a Orochimaru.
–¿Naruto? –Sakura cuestionó con curiosidad.
–«Ya era tiempo que despertara el tonto perezoso.» –Ino lo mira con molestia. Vuelve la cabeza hacia él y ve a Choji pinchando su barriga con un palo.
–De verdad eres uno de eso, no hay duda. Y me refiero a uno de eso que me sacan de mis cabales. –Shikamaru dijo sarcásticamente.
Choji tararea de acuerdo.
–¡Ey! ¿Quién de ustedes lo golpeó en la cabeza? –Les pregunto Minato con severidad.
Ambos comienzan a sudar profusamente cuando Naruto levanta el torso y los mira fijamente.
De repente se señalan el uno al otro, diciendo en voz alta –¡Fue él!
Solo suspiro y niego con la cabeza hacia esos dos. Naruto mira a su alrededor de nuevo con los ojos completamente blancos, deteniéndose en sus compañeros de equipo.
–«Oh, cielos, sé lo que está mirando.» –Penso Minato con una sonrisa.
–¡Oh, no, Sakura! –Gritó, corriendo hacia ella.
Tanto Sasuke como Sakura se vuelven hacia él confundidos.
–¿Qué? –Ella le preguntó.
Mientras sigue corriendo –¡Sakura-chan, Sakura-chan! Algo le pasó a tus... digo, algo importante le pasó a tu... –Él patina hasta detenerse de rodillas frente a ellos cuatro– tu cabello.
–¿De verdad Naru-chan? –Minato puso los ojos en blanco.
Sakura toca su cabello ahora cortado –Oh... eso. Es que quise... cambiar mi imagen.
–¡Y se ve genial! –Hizo un silbido de lobo haciendo que se sonrojara y me mirara con molestia sin entusiasmo.
–Me gusta más largo, pero cuando estoy en la intemperie, como ahora, ando de arriba a abajo, es poco práctico.
Naruto tararea al comprender mientras que Choji y Shikamaru caminan hacia ellos.
Naruto se vuelve hacia ellos con curiosidad –¿Y cuál es tu historia? De entrada, ¿qué están haciendo en este lugar? ¿Qué sucede aquí, muchachos?
Ambos exhalaron un suspiro de irritación haciendo reír a Minato en voz baja. No vio a Haku darle una sonrisa conmovedora.
–Explicarte todo lo que pasó se me hace algo muy aburrido. –Shikamaru respondió.
–Todos... aparecieron para ayudar. –Sakura respondió por él.
–¿Qué? –Naruto la mira sorprendido.
–Así es, Naru-chan. Si no fuera por ellos, no habríamos salido con vida de esto. –Agrego Minato en broma.
Todos, excepto Naruto y Lee, la miraron sin impresionarse.
–Oh, vamos, dame un respiro. –Minato hace un puchero. Rápidamente mira sus manos vendadas y brillantes– ¡Mina-chan, tus manos! ¡¿Qué les pasó a tus manos?! –Luego levanta la cabeza y mira mi mejilla parcheada– ¡Y tu mejilla!
–Whoa, no tan rápido, amigo. Todo está bien, ambos resultaron gravemente heridos, pero ahora están curados. –Le dijo con calma.
Entonces, escucho un gemido del chico de corte de boliche. Levanto sus manos de su cabeza, desactivando su poder, causando que sus ojos rojos regresen a sus ojos normales. Todos observan cómo sus ojos finalmente se abrían, viendo su sonrisa de alivio.
–¿Minako-san? –Preguntó aturdido.
–Hola dormilón, bienvenido de nuevo.
Se sienta más, con la ayuda de Haku –Gracias. –Le dijo, ganándose un asentimiento– Minako-san, ¿estás bien? ¿Dónde están los ninjas de Oto? No te hicieron nada, ¿verdad?
Minato se río –No te preocupes por ellos, se fueron hace mucho tiempo después de que Sasuke los cuidó, y debería ser yo quien te pregunte Lee-san. Recibiste ese golpe por mí allá atrás. Por suerte, curé tu cabeza, así que estarás bien. –Alboroto su cabello– Sabes, debería agradecerte.
Sus mejillas se sonrojan mientras se rasca la nuca –¡N-No hay problema! Como dije, prometí protegerte hasta que muera. ¿Y también, Greenie? –Miro su ropa deliberadamente– Oh.
Minato se inclino más cerca de él con una amplia sonrisa –Y estoy agradecido por su acción desinteresada. –Se inclino aún más, sin darme cuenta de la mirada acalorada del otro chico y de las chicas con la boca abierta.
Frunce un poco los labios cuando, de repente, cae hacia atrás y se desmaya de nuevo.
–¿Lee-san? –Oye un suspiro sincronizado cerca de ella.
Se vuelve hacia ellos y ve a los chicos silbando o haciendo lo suyo. Levanto una ceja con sospecha, antes de encogerse de hombros.
–Minako, ¿estabas a punto de...? –Ino levanta las cejas.
–¿Sobre qué? Solo iba a quitarle un poco de suciedad de la cara.
A cambio, ella suda gotas.
–Parece que solo esta interesada en Sasuke... –Murmuró Shikamaru molesto por ver el beso entre su amiga y el Uchiha.
Luego, ve a Tenten aterrizando cerca de Minato en cuclillas –Yo me encargo de él ahora, Minako-sama.
–Uh... claro. –Retrocede un poco.
Lo siguiente que sé es que ella lo agarra por los hombros y lo sacude vigorosamente de un lado a otro –Vamos, Lee... reacciona, anímate de una vez, ¿quieres? –Tanto Ino como Minato sudaron por su manera de despertarlo.
Lee gime un poco, parpadeando antes de mirarla –Tenten, ¿eres tú? ¿Qué estás haciendo aquí?
Ella se inclina frente a él –Vine a ayudarte, ¿qué creías?
–¿Dónde están los ninjas de Oto?
–Sasuke se encargo de ellos, no te preocupes, Lee. –Le conto.
–¿De verdad?
–¿Qué es lo qué estabas pensando? ¿Qué habías hecho eso todo tú solo? –Ella le preguntó con severidad– Mírate, eres un desastre.
Él mira hacia abajo sintiéndose mal –Bueno, Minako-san estaba en problemas, así que tenía que hacer algo, ¿no crees?
Tente se quedó en silencio durante unos minutos hasta que ella le preguntó –Eso fue realmente tonto, ¿no lo crees?
Lee abraza sus rodillas –Bueno, creo que no tengo argumentos contra eso.
Naruto de repente corre hacia ellos –¡Ajá! Yo te conozco, Gejimayu.
–Oye, respetalo, más te vale que no digas nada malo en contra de Lee-san. –Sakura arremete y le da un fuerte puñetazo en la mejilla.
–¡¡¡Ooooh!!! –Minato se encoge al verlo girar en el aire alejándose de él.
Se estrelló contra el suelo y quedó KO'd mientras Sakura seguía gritándole.
Ella se vuelve hacia él –¿Lee-san?
–¿Eh?
–Gracias. –Ella le da una sonrisa genuina– Gracias a ti... me pude defender sola y... me hice un poco más fuerte.
Él está empezando a tener los ojos llorosos mientras yo me asombro por su dulce momento –Gracias, Sakura-san. –Solloza y se seca las lágrimas con el brazo– Pero creo que mis esfuerzos no fueron suficientemente buenos. –Luego miró hacia Sasuke– Vaya, Sasuke-kun... Eres tan bueno como tú reputación. Tal como se esperaba de alguien del clan Uchiha. Para derrotar a esos ninjas, debes ser muy fuerte, no como yo. Yo fui aplastado como papilla. –Veo los ojos de Sasuke agrandarse en estado de shock– Minako-san... el loto de la aldea florece dos veces. –Él la enfrenta.
–¿Eh? –Inclino la cabeza confundida.
Él sonríe –Cuando nos volvamos a ver, me habré convertido en un ninja más fuerte. Lo prometo.
Minato se río con una sonrisa conmovedora mientras Sasuke gime cerca.
–Oye, Sakura, ven acá, por favor. –Le llama Ino. Le toca el turno a Sakura, que agita el brazo en el aire– Déjame arreglarte el cabello, ¿sí?
Sakura le da una mirada sospechosa al principio, pero luego la deja caer –Sí, me encantaría. –Se acerca a ella y se sienta frente a ella.
Mientras Ino le da un corte con su cuchillo kunai, Minato se toco su cabello y lo inspecciono.
–¿Oye, Haku-senpai? ¿Debería cortarme el pelo? –Le preguntó con curiosidad.
Toca su cabello y tararea mientras piensa –Si eso es lo que quieres hacer, pero creo que se ve elegante tal como es.
Minato se giro hacia él con una media sonrisa –Es gracioso que digas eso cuando todo está sucio y grasiento.
A cambio, se ríe un poco –Aún así, todavía se ve igual de bonito. Como tú.
Su cara se pone rojo como un tomate, sintiendo su corazón bombeando como si estuviera corriendo una milla.
Naruto salta abruptamente entre ellos dos con una mirada molesta en su rostro –Oye, Mina-chan, ¿aun lo tienes?
Eso llamó la atención de todos.
–¿Tener qué? –Shikamaru preguntó.
–¡Cierto! ¡Gracias por recordármelo, Naru-chan! –Rápidamente toma su bolsa y saca el verdadero pergamino– ¿Alguien necesita un pergamino? –Lo sostengo con una sonrisa de suficiencia.
–¡El pergamino! –Sakura gritó.
Sasuke camina hacia Minato y agarra el pergamino con incredulidad en sus ojos oscuros –¿Pero cómo? Lo vimos reducirse a cenizas.
Naruto se ríe –¡Todo fue idea de Mina-chan! ¡Antes de que tiraras nuestro pergamino como un cobarde, ella me contó su plan de cambiar los pergaminos!
《Flash Back》
–Naru-chan, tengo un plan. –Minato le susurró.
Él se vuelve hacia ella cuestionablemente –¿Eh? –Él se inclina y escucha lo que ella tiene que decir.
–Rápido, cambiemos los pergaminos mientras ella está distraída.
–¿Cómo? No tenemos otro pergamino.
–¿En serio? –Ella secretamente saca la falsificación, dejándolo ver– Cuando arroje el pergamino, saltamos allí y los cambiamos durante el proceso.
–Como lo hizo...
–Te lo diré más tarde, ahora mismo tenemos que concentrarnos.
–Está bien, lo tienes.
–Tómalo. –Dijo Sasuke, lanzando su pergamino.
–¡Ahora! –Ella le dijo y ambos saltaron.
Al mirar más de cerca, Naruto atrapa el pergamino en el aire y se apresura a cambiarlo por el de Minato. Mientras la chica de cabello blanco abofeteaba la mejilla del chico de cabello negro, rápidamente deslizó el pergamino blanco en su mochila. El flashback termina con Sasuke agarrándolo con fuerza.
《End Flash Back》
Él mira a Minato con verdadero alivio en sus ojos, pero desvio la mirada rápidamente por la pena del beso –Gracias.
Ella asiente con una sonrisa –No lo menciones. –Dijo algo incómoda por lo del beso.
Sakura se ríe de nuevo –Minako-sama en verdad eres una genio. Te debemos una.
Al oírla, sus orejas se alzaron haciendo que se anime –Invítame a comer dango por una semana y tenemos un trato. –Minato dijo con regocijo.
En reacción a eso, el equipo siete puso los ojos en blanco con humor. Por encima de ellos, Neji vigilaba a todos, pensando –«Uchiha Sasuke y Senju Minako...» –Sus ojos vagan hacia el dúo– «Ambos son los oponentes más fuertes que pude haber imaginado.» –Él sigue mirándolos fijamente mientras siente su cabello ondeando suavemente con la brisa.
~
Akamaru está tirado en el suelo lloriqueando. Los tres Genin del equipo ocho estaban a su alrededor, sintiéndose preocupados.
Kiba pone su mano sobre la cabeza del cachorro, acariciándolo –¿Daijyobu, Akamaru?
–Sigue temblando. Ya lleva así medio día. –Dijo Shino.
Hinata da unos pasos hacia Akamaru y se agacha frente a él –Akamaru-kun...
–No lo culpo. No después de lo que pasó. Es por lo que Akamaru vio. –Dijo Kiba, recordando el evento inesperado que antes.
~
Ese mismo día, el equipo ocho estaba saltando a través de ramas. Kiba está saltando a cuatro patas.
–¡Ah, ja! Yo sé que seremos de los sobrevivientes. ¿Verdad que sí, Akamaru? –Dice el Inuzuka.
El cachorro blanco y marrón ladra de acuerdo.
–Tuvimos suerte recogiendo el Pergamino de la Tierra de esos pobres que quedaron atrapados. Y ahora seremos los primeros en llegar a la torre.
–No te confíes. Sería peligroso cometer ese error. No importa qué tan pequeño sea el insecto; la guardia siempre tiene que prevalecer. Debemos asegurarnos de no encontrarnos con ningún enemigo. Ese es la único camino para estar a salvo. –Dijo Shino.
Kiba se vuelve hacia su compañero de equipo molesto –Sí, lo sé, Shino, pero como siempre tenías que decirlo con tus palabras raras y enredadas. Pobre pulga.
Shino gruñe, no le gusta el nombre.
–Sí, pero, Kiba-kun, sabes que el punto de Shino-kun es muy valido, ¿verdad? –Hinata señaló tímidamente.
–Sí, lo sé, por favor. –Kiba dijo con impaciencia.
–«Espero que no le pase nada a Naruto-kun ahí fuera.» –Pensó Hinata con el ceño fruncido adornado en sus rasgos pálidos.
De repente, tanto Akamaru como Kiba huelen algo en el aire.
Kiba se detiene rápidamente con los brazos y las piernas extendidos –Alto, chicos, hay que detenernos.
El resto también se detienen en la misma rama que la de Kiba.
–¿Por qué? –Shino se vuelve hacia él. Kiba se pone de pie.
–Debemos que tener cuidado de no encontrarnos con ningún enemigo. –Se vuelve hacia la Hyuga– Bien, Hinata, quiero que veas en esa dirección un kilómetro adelante. –Señala al frente.
Con un asentimiento, Hinata se pone de pie –Aquí voy. –Forma un signo de mano– ¡Byakugan! –A través de su vista, puede ver a la familiar pelirroja a través de un par de árboles– Sí, hay alguien por ahí.
Shino se inclina y coloca su oreja en el maletero –Suena como si hubiera... seis personas.
–Bueno, vayamos a ver. –Exclamó Kiba.
Hinata jadea con una mirada de sorpresa en su rostro.
Shino se inclina hacia atrás –Oye, Kiba, ¿de qué estás hablando? No deberíamos hacer eso.
–¿Por qué no? –El Inuzuka se vuelve hacia él con una sonrisa maliciosa– El censor del examen dijo que teníamos que tener tanto el Pergamino de la Tierra como el del Cielo. –Se vuelve de frente– Pero ella no dijo que no pudiéramos tener más de esos dos. –Extiende los brazos con una amplia sonrisa– Si conseguimos más pergaminos, habrá menos por ahí, lo que significa que serán eliminados más equipos de la competencia. –Se ríe al final.
Hinata extiende su mano, teniendo un mal presentimiento sobre su plan –P-Pero...
–Mira, primero echemos un vistazo. Y si se ve muy peligroso, no los enfrentamos y ya. Ahora, vámonos. –Salta.
Shino mira a su espalda –Es de esa especie que hasta los más hambrientos insectos evitarían comer. –Murmura. Salta detrás de él con Hinata, siguiéndolo no muy lejos.
Kiba y Akamaru llegan, y se esconden detrás de unos arbustos. Ni un minuto después, el pequeño canino comienza a temblar con un gemido.
–¿Qué sucede, Akamaru? –Le preguntó Kiba.
Los dos otros aterrizaron cerca de ellos.
Hinata se vuelve hacia él –¿Qué paso? ¿Por qué te detienes tan de repente?
Akamaru decide levantarse y meterse en la chaqueta de su dueño.
–Es que, algo le dio miedo a Akamaru. –Siente a su perro temblar.
–¿Qué... qué lo asustó? –Preguntó Hinata con curiosidad.
Kiba frunce el ceño mientras mira a su perro –No tengo la menor idea. Akamaru tiene la habilidad de olfatear el nivel del chakra del enemigo. Pero jamás lo había visto así de asustado antes. –Pone su mano a un lado de la cara de su perro para consolarlo– Quienes sean los ninjas que andan por ahí, no son normales.
Cerca del equipo ocho, hay dos equipos: el equipo de arena y los de la aldea de la lluvia.
–¿Puedes creer el pseudo valor de esos ninjas de Suna, Shigure, desafiándonos? –El de las gafas azules dijo a sus compañeros de equipo con enojo.
–Sí, son una bola de incautos. –Dijo, el más pequeño estando de acuerdo.
Los hermanos de arena se quedan callados, mientras una sombra oscura se proyecta sobre los ojos de Gaara.
El equipo ocho mira por encima de los arbustos, mirando con cautela.
–¿Qué se creen? Ellos están muy pequeños para enfrentarse en combate a oponentes tan grandes. –Susurró Kiba, escuchando a su cachorro gimotear.
De repente jadea, llamando la atención de Hinata.
–¿Qué? ¿Qué te dijo Akamaru-kun? –Preguntó.
–Que el grandote está en serios problemas.
Hinata parpadea y gira el rostro al frente preocupada –«Según yo, todos representan malas noticias. Parecen muy fuertes.»
–Muy mal, niños. Debieron escoger mejor a sus oponentes. –Dice el líder que tiene dos cicatrices largas en el ojo derecho. En su rostro se forma una sonrisa enloquecida– Ahora todos van a morir.
–Ya he oído bastante de ti. –Respondió Gaara con una voz mortalmente tranquila– Hagamos esto rápido, no quiero perder mi tiempo contigo.
El líder abre los ojos, enfurecido.
Kankuro se vuelve hacia su hermano pequeño –«Ni siquiera sabemos qué pergaminos tienen estos muchachos.» –Pensó– Oye, Gaara, –Intentó él– ¿no se te haría más lógico seguir a estos mugrosos y obtener información? Digo, si tienen el mismo tipo de pergamino que nosotros, estaríamos peleando una batalla innecesaria.
–No me importa. –Gaara dijo sin emoción. Su oponente lo mira atónito– Ellos me vieron feo, así que todos morirán.
La atmósfera se volvió aún más intensa cuando todos lo miraron horrorizados.
–«Es justo por esto por lo que no quiero quedarme en el bosque con él.» –Kankuro hace una mueca.
–Si crees que puedes matarnos, inténtalo. –Gritó el líder del equipo Amegakure y agarró los paraguas de papel de aceite en su espalda y los arrojó al cielo, haciéndolos flotar. Kankuro retrocede con un grito ahogado.
Él levantó las manos juntas en un sello de mano de tigre –¡Jouro Senbon!
Los paraguas comenzaron a girar en el aire y arrojaron una cantidad incontable de Senbon.
El equipo ocho los observa con asombro.
Hinata se asusta –«Una tormenta de agujas.»
El usuario gime, tratando de controlar las agujas mientras Gaara parpadea sin inmutarse –Arriba, abajo, izquierda, derecha, no importa a dónde vayas, puedo atraparte, no hay punto ciego en este jutsu. Y es mortalmente certero.
Las agujas de senbon llueven sobre Gaara, creando una nube de polvo cuando hacen contacto.
El ninja de la lluvia sonríe triunfalmente –«Ah, juego de niños.»
Una vez que el polvo se aclara, inhala con fuerza, viendo que las agujas no penetraron en el pelirrojo. En cambio, tiene una pared de arena a su alrededor, cubierta de agujas.
–¿Es todo lo que puedes hacer? –Le preguntó sin sentirse impresionado.
–No, no puede ser, ni una herida. Es imposible. –El líder jadeó, sorprendido– «Entonces...» –Probó una vez más la ducha Senbon, esta vez sacándolos del espacio frente a Gaara donde la arena no cubría.
Enseguida se forma otro muro de arena que lo protege del ataque. El ninja de la lluvia aprieta los dientes con una gota de sudor deslizándose hacia abajo.
–¿Una tormenta senbon? –Su mirada aumenta– Tengo una idea. Mejor hagamos que llueva sangre.
Un pedazo de su arena se desmorona frente a su cara. El equipo de la lluvia siente un malestar en la boca del estómago, incluido también el equipo oculto.
–Su chakra es muy poderoso... Y esa arena... ¿Reciben el hedor? Apesta. –Sus ojos tiemblan.
Shino lo mira con curiosidad –¿Hedor?
–Huele como a sangre. –Respondió gravemente.
–Ha creado un muro de arena. –Dijo el lider de Amergakure mientras miraba a Gaara.
–Correctó, –Habló Kankuro– es una desfensa que nada la puede traspasar. Él carga toda esa arena en la calabaza que trae en la espalda y cuando es atacado, usa el poder de su chakra para fortalecer la arena. Es un jutsu que solo puede hacer Gaara, –La arena alrededor de Gaara se disolvió en el suelo– y por alguna razón, sucede automáticamente, independientemente de su voluntad. Así que cualquier ataque en su contra está condenado a fracasar.
–¿Sí? Ya lo veremos. –Gritó el líder de Amegakure.
–Enfréntenlo, no tienen oportunidad de vencer a Gaara. –Dijo Kankuro.
–Ay, por favor. –Gritó el líder de Amegakure, corriendo hacia Gaara. El chico pelirrojo levantó sus manos en un sello.
–«Ese pobre es hombre muerto.» –Pensó Kankuro.
Temari deja escapar una sonrisa forzada –«Le advertimos que no enfrentara a Gaara.»
Gaara saca dos dedos de su mano derecha y hace que su garra parezca –¡Sabaku Kyū! –Empuja su mano con garras hacia afuera.
La arena inmediatamente agarra el pie del ninja de Amegakure, haciéndolo detenerse en su lugar. Luego, se envuelve alrededor de sus hombros hasta que cubre todo su cuerpo excepto su rostro.
–«No puedo moverme.» –El Amegakure Ninja forzó a salir.
Sus compañeros de equipo y el Equipo 8 observaron conmocionados y horrorizados cómo también caía su paraguas.
–Déjame... déjame ir. –Le suplica.
–Lo único que tengo que hacer es cubrir es tu bocota, y estarás muerto. –dijo Gaara mientras sacaba uno de los paraguas del suelo. Lo abrió rápidamente y lo sostuvo sobre sí mismo– Pero eso sería muy fácil y muy aburrido. Muere.
Gaara levantaba el Amegakure Ninja del suelo, todavía encerrado en la arena antes de que Gaara agarrara su mano previamente abierta.
–¡Sabaku Sōsō! –Gaara dijo en voz baja.
La arena implosionó y aplastó al Amegakure Ninja envuelto en su interior. La presión arrojó una gran fuente de sangre, salpicando todo el claro del bosque y el Amegakure Ninja.
El equipo de Kurenai se sintió traumatizado con la boca bien abierta, la sangre salpicó el árbol en el que se escondía.
–No hubo dolor alguno, –dijo Gaara mientras los dos Amegakure Ninjas restantes observaban en estado de shock– lo aplasté con más fuerza de la necesaria, así que acabé muy pronto. Las amargas lágrimas carmesí del cadáver fluyen y se mezclan con la interminable arena, alimentando el caos dentro de mí y haciéndome más fuerte.
–Toma el pergamino. –Dijo uno de los Amegakure Ninjas restantes, temblando mientras colocaba el Pergamino del Cielo en el suelo– Adelante, ten.
–Sí, tómalo. Y por favor, perdónanos. –Su compañero suplica.
Gaara tiró a un lado el paraguas y extendió ambas manos, encerrando inmediatamente a los dos ninjas en la arena, dejándolos gritar aterrorizados antes de acabar con ellos también.
–Vaya, esto no es bueno. –Dijo Kiba– Tenemos que irnos, antes que nos encuentre y nos mate.
Los tres huyeron, logrando escapar con vida.
Kankuro camina lentamente hacia el pergamino blanco desechado y lo levanta mientras lo recoge del suelo y sonríe –Tenemos suerte, es un Pergamino del Cielo. –Se enfrenta a su hermano– Ahora, encamiémonos a la torre.
–Cállate. –Le ordenó con crudeza.
–¿Eh?
El chico de cabello carmesí se vuelve hacia el otro lado con locura en sus ojos de espuma de mar –Aún no, aún no es suficiente para mí. –Miró a su alrededor hacia los arbustos de donde Hinata, Kiba y Shino intentaban escapar.
Los tres se quedaron paralizados de miedo, sabiendo que él sabía que estaban allí.
–«Ay, no. ¿Nos vio? Si nos vió, se acabó.» –Kiba pensó con pavor.
Kankuro le sonríe a Gaara –Vamos, Gaara, hay que irnos.
–¿Qué? ¿Tienes miedo? Cobarde. –dijo Gaara, mirándolo.
–¿Eh? Mira, Gaara, sé que este examen no es ningún problema para ti, –Dijo Kankuro mientras se acercaba– pero es peligroso para Temari y para mí. Un juego de pergaminos es suficiente. Es todo lo que necesitamos para pasar.
–Idiotas, no me digan qué hacer. –Dijo Gaara, enfatizando en 'yo' mientras volvía a levantar la mano. Kankuro lo agarró por la correa de cuero y tiró de él un poco.
–Ya es suficiente. –Dijo Kankuro– A veces tienes que escuchar lo que dice tu hermano mayor.
–Es una pena que no te vea como a mi hermano mayor. –Dijo Gaara– Si te interpones, te mato. –Empujó la mano de Kankuro de su banda que sostenía la calabaza en su espalda y levantó su mano de nuevo.
–Espera, aguarda, ¿quieres, Gaara? –Dijo Temari, un poco nerviosa ella misma– Tú no debes tratarnos como si fuéramos tus enemigos. Mira, hazlo como un favor para tu hermana. ¿Sí? –Gaara sostuvo su mano entre Kankuro y él mismo antes de girarla hacia su derecha, donde estaban los arbustos y el Equipo 8. Empezó a recoger la arena alrededor de su mano.
–Oh, no... –Hinata cierra los ojos, esperando que llegue el insoportable dolor.
Shino escucha la arena, con gotas de sudor goteando.
Kiba inclina la cabeza hacia abajo, mirando a su perro
Justo cuando Kiba gira la cabeza, Temari grita –¡Gaara!
La mano de Gaara se cierra, pero no pasa nada. En su mano esta el corcho de su calabaza.
–Muy bien, por esta vez. –dijo Gaara, dejándolo caer. Tomó el corcho de la calabaza y lo colocó de nuevo en la abertura de la calabaza antes de girar a su izquierda y alejarse sin ver a sus hermanos suspirar de alivio.
–«Sí, por esto odio a los mocosos.» –Kankuro pensó con odio.
Akamaru llora suavemente dentro del abrigo mientras que los tres se sientan en el suelo jadeando pesadamente.
Kiba inclina la cabeza hacia abajo, mirando a su perro –Vaya, creo que ya sé por qué estabas tan nervioso. Solo que me hubiera gustado que hubieras dicho algo antes.
~
En la noche, el equipo ocho finalmente llega a la torre y encuentra el interior vacío.
–No hay nadie. –La voz de Hinata resuena.
Kiba se ríe triunfalmente –Somos los primeros.
–No, estoy seguro de que sentí la presencia de alguien hace poco. –Shino le informó.
La Hyuga acaricia suavemente al cachorro –Lo más importante, ¿Akamaru-kun está bien? Ese pobre lleva un buen rato muy asustado.
–Piensa al respecto, ¿qué te dijo Akamaru antes? –Le preguntó a Kiba.
–Pues, creo que estuvo diciéndome que el ninja más grande estaba en problemas por culpa de un pequeño gusano que iba a matarlo.
Entonces, escuchan la voz de Kankuro resonando, haciéndolos sobresaltarse –Tal como creí, no hay otro lugar a donde ir.
También suena otra voz que es la de Temari –Hemos esperado por medio día, ¿cuánto tiempo más van a hacernos esperar?
A través de la entrada, ven a los hermanos de arena entrando. Tanto el títero como se dirigen al equipo ocho. Gaara está mirando al frente, hasta que los mira por el rabillo del ojo. Los tres se asustaron internamente, sin dejar que el equipo de arena los viera. Siguieron caminando hasta que los pasaron.
Kiba los mira de lado –«No tengo idea de quién pueda ser ese gusano de Suna, pero sea quien sea, es muy peligroso meternos con él. Él es malas noticias.»
~
En el nivel superior de la torre, Anko está sentada en el sofá con dos ninjas anbu de pie junto a ella.
–Esto se está tornado desastroso, pero no hay manera de cancelar el examen. –Dijo Anko pensativa.
–¿A qué se refiere? –Pregunto uno de los ANBUS.
De repente, una puerta se abre y revela a uno de los centinelas.
–Lamento interrumpir.
–¿Qué es lo que quieres? Estamos hablando de algo importante. –Anko le dijo con severidad.
El centinela parpadea sintiéndose ansioso –Uh, perdonen pero, es este video... tienen que verlo. –Entra con una cinta de video en la mano.
–¿Qué contiene? –Pregunto el ANBU.
Una vez que la cinta se desliza en el reproductor VCR, la pantalla se enciende.
El centinela apunta a la pantalla –Bueno, ahora que lo vean, pongan mucha atención a la hora.
La pantalla finalmente cambia, mostrando al equipo de Suna desde una vista aérea.
Al mirar más de cerca, ven la hora que dice 16:07.
–Eso significa... –Anko se queda atónita.
–Así es, Anko, fue grabado desde dentro de la torre. Es imposible. Esos ninjas terminaron tan solo a 1 hora 37 minutos de haber empezado. Ellos ha roto la marca de tiempo que existía en el segundo examen. –Se lo explica a Anko, sintiéndose asombrado al ver que tres shinobis de Suna habían pasado la segunda prueba. Gaara, en el lado derecho, miró por encima de la cámara con odio.
Los ojos marrones de Anko se abrieron aún más –Eso es imposible.
–Solo les tomó 97 minutos. Nunca había pasado nada parecido a esto. –Se vuelve hacia Anko– Ni siquiera cercano. Esos ninjas de Suna están muy arriba del nivel genin; rompieron la marca por cuatro horas.
Anko se pone de pie, sin dejar de mirar la pantalla –Temo que no es solo eso.
–No entiendo a qué se refiere. –Dijo desconcertado.
–Son diez kilómetros desde las entradas a la torre, –Anko camina hacia la ventana– y entre ellos están los feroces animales y los insectos ponzoñosos, sin mencionar a los otros ninjas. ¿Realmente pudieron evitar todas esas cosas? En especial el chico castaño de en frente.
El centinela la mira completamente confundido –¿Qué tiene de especial ese chico?
–¿O sea que no lo ves? –Anko cuestionó.
El centinela rebobina la cinta, hasta que se detiene en Gaara, mostrándose a través de la pantalla y mirando a la cámara
–Interesante, esa sí que es una sorpresa.
–Sigo sin entender, ¿qué se supone que debo ver?
–Es lo que no estás viendo, mira su cuerpo. –Anko le instruye.
El centinela vuelve a mirar a la pantalla para mirar de cerca, luego su boca cambia a una media sonrisa –Ahora lo veo.
–No tiene ni una herida, y no puedo notar tampoco un leve rastro de suciedad en su ropa. –Anko mira a través del cristal con una mirada distante en sus ojos.
–«Ni siquiera yo... no... Ningún chunin podría ser capaz de llegar a la torre sin al menos un rasguño. Es imposible.» –El centinela mira atentamente la pantalla.
–Debe tener alguna habilidad especial. Hacia mucho tiempo que no veíamos a un candidato tan prometedor. Pero sus ojos son maldad pura. –Dice uno de los ANBU.
La pantalla se apaga.
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