–Es momento de empezar. Yo soy Morino Ibiki, su sensor, y desde este momento, su peor pesadilla. –Se presentó con un brillo intimidante en sus ojos.
Los ninjas abarrotados murmuraron entre ellos, sintiéndose abrumados.
Ibiki señala con el dedo a la multitud –Primero, los candidatos de Otogake. Ya basta, ¿quién dijo que ponían pelear? ¿Quieren ser expulsados antes de comenzar? –Le dijo molesto a los tres de Oto.
–Suminasen, es nuestra primera vez. Estamos un poco ansiosos, señor. –Respondió rápida y tranquilamente el que estaba envuelto en vendajes.
Haku y Minato intercambiaron miradas, llegando a un silencioso acuerdo –«Estos chicos son un problema.»
Ibiki echó un vistazo alrededor de la habitación a los otros Genin –Lo diré una sola vez, así que escuchen. No habrá combates entre candidatos, no se atacaran sin permiso de su censor. Y aún autorizados, está estrictamente prohibido el uso de la fuerza fatal. Cualquiera que se atreva a meterse conmigo será descalificado inmediatamente. ¿Oyeron?
Zaku se burló –Sin fuerza fatal, que aburrido.
Todos se quedaron en silencio por un rato más, por lo que lo tomó como una respuesta positiva.
Sin importarles, Ibiki comenzó a explicar con una cara inexpresiva –Si ya estamos listos, procederemos a la primera etapa de los exámenes chunin. Entreguen su solicitud y se les dará a cambio un número. Este número determinará dónde se sentarán. –Levantó una pieza con el número uno- Comenzaremos el examen escrito una vez que todos estén sentados.
–¿Qué, qué? ¿"Dijo escrito"? –Murmuró Naruto.
Kabuto y Sakura se volvieron hacia él confundidos. Uno de los examinadores sacó una pila de papeles e inmediatamente hizo clic en la cabeza del rubio. Se dejó caer al suelo.
–¡No! ¡Que no sea escrito! –Gritó cuando comenzó a entrar en pánico.
–Vamos, Vamos, ototo. No te asustes tanto. ¡Estoy seguro de que podrás responder al menos una pregunta! –Minato dijo con una sonrisa, acariciando su cabeza.
–Ane-ue... –Naruto la mira con los ojos llorosos– «¡Sabes que no puedo!»
~
Pronto todos estaban sentados en sus lugares con su papel de prueba, su etiqueta, un lápiz y un borrador. Los centinelas también estaban sentados en sus lugares contra las paredes.
Los chunins de Konoha también estaban sentados en sus lugares contra las paredes, frente al los estudiantes. También estaban sosteniendo lápices y papeles, para marcar quién falló.
Minato tomó su asiento asignado al final de un escritorio. Sakura estaba sentada tres asientos por delante de ella, y Naruto estaba dos asientos por delante de Sakura. Sasuke y Haku aún no fueron vistos. Miró los dos lápices y un borrador que se les proporcionó, junto con su hoja de examen volcada.
–Todos, vista al frente. –Ibiki ordenó mientras hizo clic con la tiza en su mano contra la pizarra para llamar su atención– Hay varias reglas que tengo que advertirles. No contestaré preguntas, así que pongan atención desde el principio.
–¿Eh? ¿Hay reglas...? –Minato frunció el ceño ligeramente antes de que se formara una sonrisa, con la cabeza apoyada en su puño izquierdo– «Ahora, de eso se tratan los exámenes Chunin.»
Sin molestarse con los muchos Genin, Ibiki comenzó a escribir las reglas –Ahora, regla numero uno: la parte escrita del examen será manejada con un sistema de reducción de puntos. A diferencia de lo que algunos de ustedes acostumbran, todos comienzan el examen con una calificación perfecta de 10. Un punto será descontado por cada pregunta que respondan mal. Así que si fallan en tres, su calificación será siete. –Miró a todos.
Naruto se lleva la mano a la barbilla pensando profundamente –«Y si fallo en diez, mi calificación final será cero.»
–Regla número 2: Los equipos aprobarán o no partiendo de los resultados de los tres o cuatro integrantes. –En el momento justo, todos gruñeron horrorizados. Bueno, todos excepto la hanyou que lo miraba con una mirada tranquila.
Sakura golpeó su cabeza contra la mesa antes de mirar hacia arriba, mirando a Ibiki.
–¿Qué? Shotto matte. ¿O sea que nos calificarán... por equipo? –Preguntó, su frente de color rojo brillante.
–¡Urusei! Yo tengo mis razones. Silencio y escuchen. –Gritó Ibiki.
Sakura se calmó.
–«¿Razones?» –Pensó Sakura.
–Regla número tres: los centinelas que ven distribuidos a lo largo del salón están ahí para observar cuidadosamente cualquier indicio de trampa. –Todos miraron a los ninjas Chūnin sentados contra las paredes- Por cada incidente que detecten, se les restarán dos puntos al causante de la trampa.
–¿Qué? –Exclamó el chico junto a Sakura.
–¿Eh? –Sus ojos verde menta se abrieron.
–Les advierto: su vista es extremadamente aguda. Y si les sorprenden cinco veces, serán descalificados antes de que sea calificado su examen.
Sakura frunce el ceño –«Vaya, hay muchas maneras para que uno pierda puntos.»
–El que sea tan tonto para dejarse sorprender copiando por los centinelas, no merece estar aquí.
Kotetsu los mira con una sonrisa –Estaré observándolos, chicos. –Dijo desde su lugar como vigilante. Eso asustó a algunos de ellos.
Ibiki sonríe después de ver eso –Si quieren ser considerados shinobi, demuéstrennos de lo que es capaz un shinobi excepcional.
–«Ya, tranquila. Sé que lo haré bien. Y Sasuke-kun, Haku y Minako-sama también. Así que, aunque Naruto saque cero, si lo hacemos muy bien, podremos sobrevivir.» –Sakura cierra los ojos y junta las manos.
–Una cosita más. Si algún candidato saca cero y reprueba el examen... el equipo entero reprueba. –Una sombra se proyecta sobre los ojos de lbiki mientras dice eso.
Sasuke se sobresalta, sus ojos oscuros abiertos como platos.
–¿Qué dijo? –Grito Sakura.
Naruto traga saliva, sintiéndose aún más asustado al sentir las miradas dagas en la espalda de sus compañeros de equipo. El de Sasuke era azul, el de Sakura era amarillo y el de Minato era rosa sangre haciendo que Naruto ponga una expresión completamente indefensa mientras se rodeaba con sus brazos.
–«¡Uf! Van a matar.» –Pensó mientras sentía escalofríos corriendo por su espalda.
Hinata lo observa, preocupada. –¿Naruto-kun?
De repente gira la cabeza hacia el frente, prestando atención al orador –La pregunta final se les será dada 15 minutos antes de que el examen llegue al final. –Ambos genin jadean– Tendrán una hora en total.
El reloj hace tictac, moviendo la manecilla más larga sobre las doce.
–¡Comiencen!
Los genins voltearon sus papeles y comenzaron su examen. Minato recogió el papel y leyó todas las preguntas.
Minato inmediatamente anotó su información en el cuadro superior antes de escanear las preguntas. Todo parecía relativamente fácil y sabía que no necesitaba hacer trampa para responder las preguntas. Sin más, Minato sonrío y comenzó a escribir en el examen, en realidad algo relajada ahora que sabía cuáles eran las preguntas y sus respuestas.
–«Bien, concéntrate Sakura. Concéntrate. Aquí es donde demuestras quién eres. Tan solo no te equivoques, Naruto.» –Pensó Sakura antes de responder la primera– «Ten al menos una correcta.» –Ella esperaba mientras miraba la espalda del rubio.
Sasuke chasqueó la lengua cuando su mirada se posó en Naruto –«Vaya, esto no se ve nada bien. Está allí sentado. Va a sofocarse.»
Naruto se río nerviosamente –«¿De qué tanto me preocupo? Solo es una examen. He hecho cosas más difíciles, dattebayo.» –Agarra su papel con una sonrisa decidida– «Todo lo que tengo que hacer es relajarme y tomar mi tiempo. Debo leer las preguntas y ver cuáles son las que puedo responder. Sin presiones. Veamos. Número uno. Ya veo, tengo que descifrar un código. A ver... Mmmm.» –Cuando estaba a punto de escribir algo, se dio por vencido al instante– «Bueno, olvidemos la uno. ¿Cuál sigue?»
Sasuke comienza a leer el problema –«La linea "b" en el diagrama indica la trayectoria de un shuriken lanzado al enemigo "C" por el ninja "A" sentado en la cima de un árbol de siete metros de alto. Describa y formule la trayectoria requerida si "C" fuera colocado en los puntos "D", "E" y "F". Prediga también el alcance máximo de la shuriken y explique cómo es que llegó a esa respuesta.»
Un sudor se forma en la mejilla de Sakura mientras se concentra –«Estos son problemas integrados basados en principios inciertos y que requieren un análisis de energía mecánica compleja, algo muy avanzado. Naruto no va a poder resolverlos. No tiene oportunidad. De hecho, no puede haber muchos, además de mí, que puedan resolverlos.»
Minato terminó de contestar su examen para mirar a su equipo –«Vamos chicos. Es solo una cosa simple que deben hacer. ¡Pueden hacerlo! Creo en ustedes.» –Luego, mira a Haku, que también está luchando un poco, pero aún responde algunas preguntas lo mejor que puede.
–«Hmmm. Veamos. Saltemos esa. La que sigue. Hmmm...» –Naruto suda gotas.
Sakura entrecerró los ojos –«Cada problema es más difícil que el anterior.»
Naruto gruñe mentalmente, sintiendo la presión.
Sasuke se ríe internamente con una sonrisa tensa –«Qué interesante. No sé ni por donde comenzar ninguno de sus problemas.»
Con lágrimas a punto de salir, Naruto se siente aún más angustiado –«Olvídalo, es inútil. ¿Qué voy a hacer? ¿Qué haré? ¿Qué haré? ¿Qué haré? ¿Qué haré? ¡¡¡Aaaaaahhhh!!!»
Hinata vuelve a echar un vistazo al rubio con problemas, sintiéndose preocupada cuando lo ve visiblemente conmocionado.
–«Necesito una puntuación perfecta si quiero que tengamos oportunidad, pero es tan difícil. Estoy a punto de... No. No puedo hacer eso. Es como si ellos quisieran que intentemos copiar. Solo espero que Minako-sama, Haku, Naruto y Sasuke-kun no sean tan tontos como para caer en la trampa. Mmm... No. No lo harán. Claro que no. Ni Naruto es tan bobo. ¿O sí?» –Sakura mira ansiosamente la espalda de Naruto de nuevo.
Naruto aprieta los dientes –«Calma, sin pánico, sin pánico. Solo queda una cosa por hacer. Voy a tener que copiar sin ser descubierto.»
Mientras Ibiki camina de un lado a otro, se detiene y mira a Naruto. Naruto, a cambio, lo repele.
Golpea la nuca con ambos puños –«Sí, claro. ¿Y arriesgarme a que me boten de aquí? No puedo hacerlo.»
Sasuke mira furtivamente a los centinelas –«Es muy raro. Hacen más escándalo por si hacemos trampa o no que por el examen en sí. Esos centinelas observan cada movimiento, tratando de sorprendernos. Descubrieron a alguien.» –Sus cejas se fruncieron más cuando vio que uno de ellos anotaba algo en su portapapeles– «Además, eso. ¿Por qué te bajan dos puntos? No tiene sentido. Sería lógico que si descubren a alguien haciendo trampa, a la primera lo eliminen, en ese momento.» –De repente, respiró hondo al recordar lo que Ibiki les había dicho antes, y al ver a Minato liberar su chakra– «Conque es eso. Sí, debe ser eso. Esto es más que un examen escrito. El objetivo real no es probar nuestros conocimientos, sino nuestra habilidad de conseguir información. Sí, eso lo explica todo. Los centinelas vista de águila, estas preguntas tan difíciles, lo de los dos puntos menos por cada intento de trampa... Muy astutos. Un ninja debe ver a través de la decepción. No nos prohíben hacer trampa en el estricto sentido de la palabra. Ellos esperan que lo hagamos. Quieren que lo intentemos sin ser descubiertos. Solo "shinobi excepcionales" pueden salir adelante bajo estas circunstancias, y eso es lo que quieren ver. Me pregunto cuántos más ya se habrán dado cuenta realmente de qué trata este examen. Tú puedes, Naruto. Entiéndelo. Usa tu cabeza, antes de que sea tarde. Usa tu cabeza.»
Hablando de Naruto, se escucha el sonido de sus pies golpeando el suelo mientras mueve nerviosamente su lápiz –«Esto es malo, esto es malo, dattebayo.»
–«A ver, si el examen real es buscar la manera de robar las respuestas sin ser descubiertos... la siguiente pregunta es: ¿quién tiene todas las respuestas?» –Sasuke mira a su alrededor, tratando de encontrar a la persona adecuada.
Decidiendo que es hora, Minato cierra los ojos y levanta un poco la mano, extendiendo los dedos. –«Es hora de poner en marcha mi plan.» –Se concentra profundamente, sintiendo que su mano levantada tiembla un poco– «Vamos, usa la fuerza. Vamos, tú puedes, Minato.» –Aprieta los dientes y sus ojos rosa black baccara. Al abrirlos estos se vuelven azules, con tres círculos y tres pupilas, y mira hacia abajo a su papel mientras comienza a escribir las respuestas correctas. Una vez que termina, se concentra de nuevo, pero esta vez, accede a la mente de Haku– \Haku, ¿puedes oírme? Es Minako.\
Haku se sobresalta y jadea. Sus ojos color chocolate vagan rápidamente hacia Minato sin que ninguno de los centinelas se dé cuenta.
Sólo para encontrar sus ojos brillantes mirándolo fijamente.
–¿Minako-kun?
Ella sonrío –Bien, puedes oírme. ¡Esto es increíble!
Parpadea asombrado con la mandíbula floja –No sabía que también podías leer la mente. ¿Cómo estás haciendo eso?
Minato le da una sonrisa perezosa con un guiño –Es una larga historia, pero ahora mismo no es el momento. Tengo las respuestas para las preguntas. Así que prepárate para escribirlas. –Vuelve a mirar su papel, tratando de ocultar sus ojos con su cabello.
Haku asiente sutilmente y prepara su lápiz, esperando más instrucciones de su compañera de equipo. En el rabillo de sus ojos de espuma de mar, Gaara ve su mano iluminando débilmente. Luego, mira su rostro, viendo los iris de sus ojos de diferente color.
El pelirrojo abrió los ojos sutilmente, ahora comprendiendo –«Ahora lo entiendo.» –Extiende su mano también, invocando su arena.
La arena se arremolina alrededor de su brazo hasta que llega a la punta de sus dedos.
Kankuro también notó lo que estaba haciendo –«Parece que Gaara ya se dio cuenta. Bien, Karasu, cuento contigo.»
En el otro lado de la habitación, Akamaru mira los papeles de otras personas y le grita las respuestas a Kiba.
–Buen chico. Sí, eso es. Excelente. –Kiba lo evaluó mientras escribía todo– Ahora... ahora la número cuatro. –Akamaru rápidamente mira a su alrededor de nuevo en busca de la respuesta.
Dosu se sienta en silencio sin moverse mientras escucha los ecos del lápiz escribiendo en el papel.
–«A juzgar por el ritmo, la duración y la frecuencia de los golpes... Sí, ya entiendo.» –Él escribe las respuestas.
En otro escritorio, un escarabajo observa de cerca la mano del ninja que escribe sus respuestas. Luego, la mano se mueve tratando de aplastarlo, haciendo que el insecto despegue y vuele de regreso a su amo.
Una vez que aterriza en el dedo de Shino, le pregunta –¿Y bien? Muéstrame. –El insecto zumba y vuela sobre su papel, dando vueltas y vueltas en una forma infinita– Ocho, por supuesto. –Con eso, anotó el número.
Encima de él, un espejo que refleja sus respuestas está unido a dos kunais cerca de una lámpara de techo. El que controla el movimiento del espejo no es otra que Tenten.
A medida que mueve su lápiz, las cuerdas transparentes atadas a su alrededor permiten que el espejo se mueva.
–«Lee, cuando puedas ver, ajusta tu banda.» –Con una mano sujetando el lápiz, vuelve a mover el espejo.
Lee mira las respuestas después de notar un brillo de luz que se refleja en el espejo de cristal. A continuación, ata su banda para la cabeza, indicándole a Tenten que puede verlo.
El sonido del tictac y el golpeteo de los lápices comienza a irritar a Naruto.
–«Tic, tac, tic, tac. ¡Ay, no! ¿No podían haber puesto un reloj digital? El tiempo se va, dattebayo. Suficiente, no tengo opción. Tengo que copiar. Espera. No puedo hacerlo. ¿Y si me ven? ¿Qué pensarían Mina-chan, Sakura-chan, Haku y Sasuke? Por otro lado, ¿y si no respondo alguna bien? Estoy perdido. Y los eliminarán a todos, junto conmigo. Como sea, estoy muerto.»
Se despertó cuando escuchó a Hinata susurrar su nombre –¿Naruto-kun?
–¿Eh?
Ella lo vislumbra con sus mejillas coloreadas oscureciéndose aún más –Si quieres, puedes... Amm... Puedes copiar mi examen.
Él la mira en estado de shock –«¿Qué dijo? ¿Realmente me dejaría ver su examen? ¿Por qué querría hacer eso? A menos, obvio, que sea algún truco. Sí, de seguro es eso. No, ¿qué estoy pensando? Claro que no. Hinata no es así, pero podría estar forzada por orden de Kiba y Shino. Podría ser posible.» Oye, Hinata, ¿puedo preguntarte algo?
Ella levanta la cabeza con curiosidad –¿Mmm?
–¿Por qué querrías darme las respuestas?
Hinata jadea y aprieta las manos, temblando nerviosamente –¿Por qué? Pues... Pues porque... Verás, es que... –Traga saliva y lo mira– Solo quiero... porque no quiero que tengas que irte.
Él parpadea hacia ella, haciendo que mire hacia otro lado con timidez.
Entonces, ella comienza a jugar con sus manos –Pues me daría gusto que pudiéramos seguir juntos. Digo, nosotros once. Seguir siendo los novatos.
Naruto cerró sus ojos azul cielo con una sonrisa y se río de todo corazón –Eso tiene sentido, creo. Por un segundo creí que querías ponerme una trampa. –Mientras sigue riéndose– Lo siento. «Hoy es mi día de suerte. ¿Qué tantas oportunidades tenía de sentarme junto a alguien que quiera que le copiara?»
En secreto, Hinata desliza su papel bajo su brazo para que Naruto lo mire. Cuando Naruto estaba a punto de mirar sus respuestas; un kunai se lanzó rápidamente a través de los dos genins y aterrizó en el papel de otra persona detrás de ellos. Tanto Naruto como el chico de la camisa verde gritaron de miedo.
Naruto tiembla, jadeando pesadamente –«¿Cómo lo supo? Todavía no había hecho nada.»
El niño, vestido de verde, tartamudea –¿Qué rayos? –Se levanta de su asiento– ¿Qué rayos esta pasando?
–Te dijieron cinco errores y adiós. Fallaste el examen. –Kotetsu le dijo.
Los ojos del chico se abrieron aún más –¿Qué? Claro que no.
Kotetsu lo señala –Tú y tus compañeros deben de abandonar el salón de inmediato.
Dos de sus compañeros de equipo se ponen de pie con el ceño fruncido decepcionado. Naruto, con la esperanza de que todo esto sea una broma, mientras el otro equipo sale de la habitación. Naruto se concentra en calmar su respiración pero, poco a poco, se calma y se siente mal por el chico y su equipo.
–Candidato número 23, fuera. –Naruto se estremece, no esperando que otro equipo sea expulsado tan rápido– Número 27 y 43, fuera.
Mientras ambos centinelas arrastran al pobre ninja por la puerta, él grita -¡No es justo! Yo no hice nada, yo no hice nada.
Otro ninja con una camisa a rayas verde claro y blanca golpea furiosamente la mano contra el escritorio –¡No! ¡Claro que no! ¿Quién dice que copié cinco veces? ¿Qué pruebas tienen? ¿Cómo pueden observarnos a todos? Me están confundiendo. ¿De dónde sacan que yo...?
Uno de los centinelas que tiene vendajes alrededor de su cabeza y sus ojos golpea al ninja contra la pared con su codo –Perdón, amigo. Fuimos escogidos para esta misión por que no cometemos errores. No puedes ni parpadear sin que lo notemos. Somos los mejores de los mejores. Y tú, amigo mío, eres historia. –Lo deja ir, haciéndolo deslizarse por la pared- Ahora lárgate y llévate a tus compañeros.
Los dientes de Naruto castañetean mientras los mira hasta que Hinata vuelve a llamar su atención.
–Naruto-kun. Adelante. Mira.
Naruto estaba preocupado pero al mirar a su izquierda miro al que estaba observandolos y anotando, Naruto se asustó al sentir su mirada en el.
Luego, su atención se centró en Izumo, que estaba escribiendo apresuradamente en su portapapeles. Después de unos segundos, levanta la vista y mira al ninja bigotudo a los ojos, lo que lo hace tragar saliva audiblemente.
Naruto rápidamente vuelve a su papel y sonríe un poco –Gracias, lo aprecio mucho, pero no. Oye, sí soy un gran ninja, no necesito copiar para pasar.
La azabache lo mira con incertidumbre –Bueno, claro. Pero... ¿estás seguro?
–Sí. Además, si me descubren o algo, no quisiera meterte en problemas.
Hinata lo mira con asombro –«Le preocupó.» –Ella se despierta cuando Naruto todavía la está mirando– Sí, claro. Fue una tontería, perdón.
Él se ríe –Olvídalo, Hinata. –Él se vuelve hacia el otro lado, sin dejar que ella vea sus lágrimas en cascada– «Sí, claro. Debería mandarme a revisar la cabeza. ¿Cuándo fue que me volví tan noble?»
Tan rápido como un rayo, Sakura escribe sus respuestas. Neji cierra los ojos concentrado, luego los abre repentinamente y aparecen venas cerca de sus ojos sin pupilas.
–«¡Byakugan!» –A través de su vista, puede ver el papel a través del cuerpo de la persona.
–«¡Sharingan!» –Los ojos de Sasuke instantáneamente se vuelven rojos como la sangre– «Imitaré los movimientos de su lápiz.» –Sonríe– «Bingo. Gracias a este tonto, obtendré todas las respuestas.»
Unos asientos detrás de Sakura, Ino la mira con molestia –«Mírenla, es una maniática. Bueno, Sakura, reconozco que tienes un buen cerebro atrás de esa gran frentezota.» –Puso ambas manos juntas en un signo de mano de transferencia de mente con una sonrisa de suficiencia– «Ahora lo pondré a trabajar para mí. Deberías sentirte honrada, muchacha. No le lanzo a cualquiera mi Shintenshin no Jutsu.» –Junta el dedo índice y el pulgar en un círculo y apunta su atención a Sakura.
A continuación, su alma abandonó su cuerpo y entró con éxito en el cuerpo de la pelirosa. El cuerpo sin alma de Ino cae sobre el escritorio, haciendo un ruido sordo.
Shikamaru, que está observando todo, descubre su plan. –«Así que Ino puso a trabajar su jutsu. Justo a tiempo.»
Choji también vio esto –«Bien hecho. Poner a trabajar a esa cerebrito por nosotros.» –Pensó.
Ino, o debería decir que Sakura mira hacia arriba con aire de suficiencia –«Gracias, Sakura, por dejarnos entrar a tu alma un instante. Aunque esté tan saturado allá adentro.» –Inmediatamente, toma su papel y lo revisa detenidamente– «Ahora debo memorizar las respuestas rápido, para pasárselas a Choji y Shikamaru.»
–Número 59, fuera. Números 33 y 9, fuera.
Kabuto escucha con el ceño fruncido –«Ese es el decimotercer equipo expulsado.»
Ibiki los observa con los brazos cruzados –¡Número 41, fuera!
–Números 35 y 62, fuera.
–¿Qué? Oiga, no.
Ibiki observa de cerca a Gaara –«Miren a ese. Más fresco que una lechuga. Concentrado como si nada pasara.» –Él emite una sonrisa astuta y se burla internamente– «Nada mal para un novicio.» –Sus ojos se mueven lentamente hacia la chica de cabello blanco, cuyo cabello cubre su Dojutsu ocular– «Esa también. Es muy peculiar.» –Él mira aún más de cerca y ve el débil brillo a través de sus mechones, lo que lo hace levantar una ceja– «Interesante. Muy singular para una niña.»
Con Gaara, las partículas de su arena comienzan a formarse en su mano, creando un globo ocular.
A través de la vista del globo ocular, Gaara puede verse a sí mismo con sus pálidos dedos agarrándolo –«La apertura del tercer ojo conectado invisibilidad con el nervio óptico.» –Cierra su mano a su alrededor, haciendo que se desintegre en más arena y se extienda por toda la habitación.
Una vez que encuentra al ninja con todas las respuestas, algunas entran en su ojo.
El ninja se estremece y comienza a frotarse los ojos. Sin que él lo sepa, la arena vuelve a convertirse en el globo ocular.
El globo ocular comienza a mirar alrededor de su papel, mostrándole a Gaara todas las respuestas.
–Disculpe. –Kankuro levanta la mano.
–¿Qué quieres?
–Tengo que ir el baño, perdón. –Dijo tímidamente. Fue esposado por uno de los centinelas.
–Iré contigo para asegurarme de que no intentes nada. –Él tira de la cuerda, haciendo que Kankuro lo siga.
–Perfectamente entendible. –Gaara simplemente los mira mientras salen.
~
En el baño de hombres, Kankuro está haciendo su trabajo mientras el otro chico espera detrás de una pared.
–La seguridad es muy rigurosa por aquí, pero estos centinelas no tienen la vista de águila que todos creen. Después de todo, no han notado que hay un centinela más de lo que debería haber. ¿Cierto, Karasu? –Kankuro se ríe.
El rostro del Karasu comienza a agrietarse. Pedazos caen al suelo, revelando el ojo de vidrio detrás del ojo pintado.
~
De vuelta en el salón de clases, Naruto mira el reloj.
–«Quedan 20 minutos y no he hecho nada. Estoy acabado. A menos... En cinco minutos, nos darán la décima pregunta. Así que todo va a depender de eso. Dattebayo.»
~
El sonido del viento soplando los árboles y el columpio de madera gastado que colgaba de una de las ramas en el frente de la Academia era todo lo que se podía escuchar en el aula en silencio.
Varios equipos ya habían sido eliminados, dejando un par de asientos vacíos y un grupo de Genin asustados que esperaban que sus nombres no fueran los próximos en ser llamados. Pero sobre todo, muchos de ellos ponen todas sus esperanzas en esta última pregunta.
De los genin presentes, hubo algunos que sobrevivieron a través de sus magníficas trampas, sin embargo, todavía hubo algunos de ellos que no tenian técnicas útiles ni ellos mismos ni dentro de sus equipos. No les quedó más remedio que hacer todo lo posible para resolver tantas preguntas como fuera posible para evitar un cero.
Aunque, por la dificultad de las nueve preguntas anteriores, solo pudieron derramar lágrimas por dentro mientras imaginaban cómo sería la última.
El sonido del tictac del reloj resuena por toda la habitación.
Ibiki observó todos los rostros de los que quedaban, aguantando una sonrisa maliciosa de formarse –«Ya nos deshicimos de la mayoría de la gente que no sirve. Faltan quince minutos. Llego el evento principal.» –Pensó antes de hablar en voz alta– Muy bien. Escuchen. Está es la pregunta diez y final.
Los supervisores no se movieron de sus lugares, la presión que estaban liberando no disminuyó en lo más mínimo. Al ver cómo los supervisores concentraban sus miradas aún más en ellos, los Genin se tensaron. Muchos tragando saliva, el sudor empapando sus ropas, con las mandíbulas y los puños apretados.
Naruto comienza a sudar y agarra su lápiz con fuerza –«Aquí vamos, todo depende de esto. ¡Dattebayo!»
Toda la sala permanece en silencio mientras los examinados esperan con aprensión su pregunta final.
–«Está muy orgulloso de sí mismo.» –Pensó Sasuke, mirando al adulto.
Sakura sonríe con determinación –«Ya estuvo, el obstáculo final.»
–«Ya era hora.» –Minato pensó con una mirada poco impresionada, esta vez su cabello está fuera de sus ojos normales.
Temari mira a su alrededor ansiosamente –«Rápido, Kankuro, de nada servirá tu acordeón si te pierdes la décima pregunta.»
–Pero antes de hacerles la pregunta... hay una o dos reglas más de las que necesitan estar advertidos. –Dijo con una mirada intimidante en sus ojos.
Todos se asustaron aún más, dejando el ambiente más tenso; hasta que la puerta se abre ruidosamente. Kankuro, junto con su titere centinela, Karasu, aparece.
Kankuro interviene, excepto que nota el estado de ánimo tenso dentro de la habitación –¿Eh?
–Llego justo a tiempo. –Ibiki se burló con una sonrisa.
Karasu cierra la puerta detrás de ellos. Un genin se giró para mirarlo por arruinar el momento.
–Espero que haya encontrado su visita al baño muy "iluminante". –Agregó lo que sorprendió a Kankuro.
Kankuro comienza a entrar en pánico internamente –«Logró ver a través del disfraz de Karasu. Ya nos descubrió.» –Él pensó.
El hombre con cicatrices cierra los ojos e inclina la cabeza hacia abajo –¿Y bien? Tome asiento. –Él dijo.
Lentamente, Kankuro procede a caminar hacia adelante, no sin antes dejar en secreto un pequeño pergamino junto a Temari.
Después de sentarse, Ibiki da unos pasos hacia adelante y metió las manos en el bolsillo de su abrigo –Estas reglas son únicamente para la pregunta diez. Escuchen con atención y traten de no asustarse mucho. –Anunció, sorprendiéndolos.
~
En el nivel superior del mismo edificio, los cuatro Jonins están holgazaneando. Kurenai y Asuma están sentados uno al lado del otro en un sofá mientras que Kakashi y Zabuza se sientan en el otro frente a ellos.
–Que tranquilo está todo sin los novatos por aquí. Casi los extraño. –Kakashi se inclino hacia adelante, luciendo aburrido.
Zabuza sonríe bajo sus vendajes, cruzando los brazos.
Asuma, que sostiene su cigarrillo encendido –No te preocupes, lo más seguro es que regresen antes de lo que te imaginas.
–¿Por qué dices eso? –Cuestionó Kakashi.
El resto de los dos mira a Asuma, queriendo saber también.
Lanza su cigarrillo contra el contenedor de metal –Escuché que su primer censor de este año es Ibiki.
–¿Eh? –Kakashi abrió mucho los ojos– «Sus oportunidades de aprobar se hacen dudosas.» –Se recuesta en su asiento– Excelente. Veamos cómo les va al lado de ese sádico.
–¿Eh? –Kurenai tarareó.
–¿Sádico? ¿Quién? –Preguntó Zabuza, sintiéndose protector con cierta chica de pelo blanco.
Asuma se ríe, captando su tono –Olvidé que ambos son unos nuevos Jonins, Kurenai, Zabuza. De otra manera, ambos no estarían preguntando eso.
–Pues sí, soy ignorante. ¿Quién es él? –Preguntó Kurenai.
Ambos se vuelven hacia Kakashi.
–Es lo que se conoce como un "especialista". –Dijo Kakashi desde su asiento recostándose en la silla.
–¿Ah, sí? –Zabuza entrecerró los ojos.
–¿En que? –Kurenai preguntó todavía luciendo confundida.
Asuma exhala un poco de humo –En interrogatorio, en tortura. –Dijo con una amplia sonrisa en su rostro.
Ambos ojos se abrieron aún más.
–Por supuesto que no usará la tortura física durante el examen. Él no la necesitará. Eso no es lo suyo. Como esa. El trabaja en la mente de la gente, no con su cuerpo. Es famoso por eso. Todos saben y han oído sobre la tortura anbu y los cuerpos interrogatorios de Konoha. Morino Ibiki.
~
–«Aunque las reglas den miedo...» –Naruto traga saliva– «¿Cómo podrá ser la pregunta?»
Ibiki se vuelve hacia los participantes –Entonces aquí voy. Regla número uno: cada uno de ustedes es libre de elegir el no participar en la pregunta final. Es su decisión.
Naruto lo mira con incredulidad.
Sasuke lo miro igual –«¿Que qué? ¿Somos libres de escoger?»
–Vaya. ¿Y cuál es el reto? Digamos que decidimos no participar. ¿Qué pasa entonces? –Temari lo cuestionó en voz alta.
–Si deciden no contestar la pregunta diez, sin importar sus respuestas de las otras nueve, sacarán cero. En otras palabras, reprueban. Y eso significa, por supuesto, que su equipo también reprueba. –Ibiki respondió.
No mucho después, se escucha un montón de susurros de pánico.
–No entiendo.
–Qué opción, por favor.
–¿Quién tomaría la opción de reprobar?
–Claro.
–Por supuesto que participaremos.
–No estoy de acuerdo.
Ibiki hizo caso omiso de todas sus quejas, sin molestarse en abordarlas –No tan rápido. Todavía no he terminado.
–«¿Más reglas? Ya tenemos muchas.» –Sakura gime mentalmente molesta.
–Si aceptan la pregunta, pero la responden incorrectamente, no solo reprobarán. Perderán la oportunidad de presentar el examen chunin por siempre jamás. –Él grita.
Naruto aprieta los dientes, justo cuando Kiba señala a Ibiki –Oye, eso no se vale, viejo. Es ridículo. ¿Qué clase de regla mugrosa es esa? –Expeto, levantándose de su asiento– Hay mucha gente aquí que ya ha presentado el examen antes. –Su perro ladra de acuerdo.
Observando todo el salón de clases, Ibiki se río entre dientes maliciosamente –Digamos que tuvieron mala suerte. Yo no hice las reglas antes, pero ahora sí. –Enfrentándose a las miradas confusas, sonrío, sus ojos oscuros hicieron que los escalofríos recorrieran las espinas dorsales del genin– Pero como dije, si no quieren arriesgarse, no tienen por qué hacerlo. Si no creen tener la confianza, les recomiendo que no lo hagan. Pueden volver a intentarlo en año que entra.
–«Eso es mucho. O sea que si alguno de nosotros decide no aceptar, ¿entonces los cinco reprobamos? Jamás. Eso no va a pasar. Pero por otro lado, solo hay una oportunidad. Si la perdemos, jamás volveremos a tenerla. Cualquier opción es horrible. No es justo. ¿Por qué no pueden hacernos un examen normal?» –Penso alarmada Sakura.
El cuerpo de Naruto tiembla, haciendo que Hinata lo mire preocupada.
Ibiki no les dio tiempo para arreglar sus pensamientos –Ahora, sí están listos, aquí va la pregunta diez y final. Los que no quieran responder levanten la mano. Su número será grabado y estarán libres para poder irse.
Todo quedó en silencio después de la declaración de Ibiki.
El sudor de Naruto se desliza por su rostro –«¿Cuál será esa pregunta? ¿Será fácil? ¿Y qué tal si no? Si la contesto mal, seré un genin por el resto de mi vida. Y las cosas no saldrán como quiero. Pero no puedo no contestarla, porque si no, todos reprobaremos. No puedo hacerles eso a los otros.»
–«Bien, estoy bien. Él no va aterrorizarme. No, señor. No voy a levantar la mano. ¿Pero qué hay de Naruto? Él no tiene oportunidad. Vamos, Naruto, levanta la mano. Está bien, no te preocupes por nosotros. Existe la opción del otro año. Solo piensa en ti.» –Sakura mira la espalda del rubio con nostalgia.
Durante lo que pareció una eternidad, nadie se movió y todo el mundo estaba tan callado que se podía oír caer un alfiler. Sin embargo, solo habían pasado un par de segundos antes de que un boligrafo cayera sobre la mesa y una mano se levantara.
–Yo me largo. –El Genin de Konoha al lado de Naruto, un hombre mayor, fue el primero en ponerse de pie– Se acabó, me voy de aquí. Es que no puedo hacerlo, lo siento.
–Número 50, fuera. –La voz fría de Kamizuki Izumo resonó.
El chunin se sentó junto a la ventana con los otros examinadores, mirando su portapapeles mientras llamaba a los compañeros de equipo del genin.
–Número 130, número 110, ustedes también están fuera, adiós.
El genin se estremeció –Gennai, Inaho, perdónenme, amigos.
Dos ninjas vestidos de manera similar a él se levantaron de sus lugares y se dirigieron a la salida. Si algún día aceptarían su disculpa y continuarían como equipo, solo el futuro podría decirlo.
–Lo lamento. –Repite, con el puño temblando.
–Se acabó, me largo. –Otro exclamó.
–Yo también, señor, me largo. –Se levantó otra mano.
–Yo también me voy.
–Yo no puedo seguir aquí.
–Me largo. No puedo soportar todo esto.
–Vámonos.
Rápidamente, como una plaga, muchas otras personas decidieron darse por vencidas y no responder la última pregunta. Naruto observa consternado cómo los otros equipos salen por la puerta con la cabeza gacha y el rabo entre las piernas. Minato nunca los miró. Sus orbes solo se enfocaron en el tembloroso Naruto. Sólo empeoró cuanto más gente se fue.
Sakura, que todavía está mirando su espalda, suplica mentalmente –«Vamos, Naruto. ¿Por qué no levantas la mano? Naruto.» –Ella comienza a tener flashbacks de Naruto queriendo tan desesperadamente ser Hokage.
–Algún día voy a ser Hokage y tendrás que verme hacia arriba. mi nombre es Naruto Uzumaki. Recuérdalo.
~
–¡AHHH! Ya cállate. Haré todo lo posible para convertirme en Hokage. No importa lo que me cueste.
~
–Convertirme en el mejor Hokage. Entonces toda la aldea dejará de despreciarme y comenzará a tratarme como si yo fuera alguien, alguien importante.
《End Flash Back》
–«Hokage, Hokage. Él tiene una idea fija. Su sueño es todo lo que posee. Alejarse de dicho sueño lo mataría para siempre. Pero es demasiado terco para levantar su mano.» –Ella le sonríe tristemente– «No puedo dejarte que lo hagas solo, Naruto.»
Con una suave sonrisa llena de determinación, Sakura comenzó a levantar la mano. Solo para detenerse en estado de shock –¿Eh?
No fue solo ella quien se detuvo en seco, con los ojos y la boca muy abiertos. De pie en el aire había una pequeña mano, su dueño temblaba de pies a cabeza con los ojos cerrados.
Su equipo y Hinata observan con horror mientras Minato sonríe a medias, sabiendo lo que en realidad está haciendo. Ibiki no mostró ningún tipo de expresión y solo esperó a que llamaran el número del niño junto con el de su equipo.
~
–¿Lo ves? Este hombre, Ibiki, es un maestro del interrogatorio, porque él entiende cómo trabaja la mente humana. Él sabe dónde tocar para poner al descubierto tu debilidad. Lo que asusta aquí es que es tan bueno en este trabajo, que no necesita la tortura. No la necesita. Te enreda tanto las ideas que tú solo te torturas. –Asuma les informa sonriendo.
~
La mano de Naruto tiembla en el aire por unos momentos más.
Minato sonríe con una risita –«Aquí vamos. Enséñale de que estas hecho, Naru-chan.»
Sin embargo, en solo una fracción de segundo, Naruto abrió los ojos y golpeó su mano contra la mesa –No me subestimen, yo no renunció ni huyo. Y ustedes chicos rudos, hagan lo que quieran, no van a poder asustarme, no señor. No me importa si me quedo como genin por el resto de mi vida. –Se pone de pie con valentía– Yo algún día seré Hokage. –Con eso se vuelve a sentar con los brazos cruzados.
Hinata lo mira feliz, sabiendo que no va a renunciar.
–Tal y como se esperaba del próximo Hokage, ¡Uzumaki Naruto! –Minato aplaude por su inspirador discurso.
Los ninjas se quedaron boquiabiertos ante el atrevido mocoso, algunos incluso recordaron cómo había sido él quien causó toda la conmoción en la sala de espera al hacer algo similar.
Sasuke solo se quedó inexpresivo –«Hermanos tenían que ser... No tiene ni la remota idea, pero, aún así, quiere continuar. Hay que reconocer que tiene agallas. Y eso lo saco de su hermana adoptiva, de Senju.»
Sakura le sonríe cálidamente –«Bien hecho, chiquillo loco.»
Todos los genin que habían estado dudando con su decisión antes so calmaron y dejaron de temblar.
Ibiki miró fijamente la habitación llena de examinados –Esta decisión puede cambiar el curso de su vida. Si por alguna razón desean renunciar... esta es su última oportunidad. –Habló con frialdad.
–Jamás retrocederé a mi palabra. Ese es mi camino ninja.
Muchos de los genin no pudieron evitar sonreír ante las palabras del niño. Ya sea que fueran de Konoha o no, sus palabras los habían ayudado a solidificar el poco coraje que les quedaba. Un chico más joven que ellos, recién salido de la Academia, había dicho tal cosa resueltamente. Además, incluso estaba preparado para convertirse en Hokage, cualquiera que sea el resultado.
Ninguno de ellos podría decir que tenía aspiraciones tan altas. Pero si alguien pudiera intentar el asiento supremo de Kage siendo un genin, entonces también podría alcanzar sus objetivos siempre y cuando se probara a sí mismo.
Al final, ni una sola persona más levantó la mano.
–«Huh... Sorprendente. Ese pequeño impulsivo les está inculcando a los otros algo de valor, los está inspirando a quedarse. Quedan setenta y ocho; más de los que creí. Y no veo titubear a nadie. Creo que ya está.» –Ibiki no presionó más, mirando a los otros centinelas, viendo que algunos asienten y sonríen. Él asiente con la cabeza y se vuelve hacia la multitud más joven– Vaya, vaya. Debo admirar su determinación, si no hay más. Para aquellos se quedaron solo me queda una cosa por hacer. Y por eso debo de decirles... que todos ustedes pasaron el examen. –Terminó con una sonrisa orgullosa.
Todos tenían emociones encontradas después de esa declaración, lo que hizo que la habitación quedara en silencio una vez más. Naruto deja caer su lápiz en estado de shock.
Sakura se levanta abruptamente de su asiento –Sho tto. ¿Qué acaba de pasar? ¿A qué se refiere con que pasamos? ¿Dónde está la décima pregunta? –Ella había estado a solo un segundo de abandonar la prueba y ahora pasaron así. Su corazón no podía aceptar esto.
Por primera vez hoy, el semblante de Ibiki se relajó. Era tan aterrador como antes. En todo caso, el hombre parecía infantil y gentil mientras les sonreía –Nunca existió. Al menos, no escrita. De hecho, su decisión de quedarse fue la respuesta a la décima pregunta.
–¿Eh? –Sakura parpadeó como un búho.
Temari no tomó la calma de Sakura, inmediatamente grito –¡Sho tto! ¿O sea que las otros nueve preguntas solo sirvieron para perder el tiempo? ¿Eso es lo que está diciendo?
Ibiki se vuelve hacia un lado con las manos en los bolsillos –No, no. Claro que no, todo lo contrario. –Él las enfrenta de nuevo– Esas nueve preguntas tuvieron un objetivo muy importante: probar su habilidad de rastrear inteligente y furtivamente información estratégica bajo las circunstancias más adversas.
Temari parpadea, diciendo sarcásticamente –Sí, bueno, eso lo explica todo.
–Dejame explicar. –Intervino Ibiki mientras explicaba lo que algunos de los genin ya habían descubierto– Verán. Mi objetivo era probarlos, no solo individualmente; también como equipo. Y cómo funcionan como parte de un equipo. Es por eso que el examen era calificado con bases de equipos, así todos se enteran de lo que hacen y, si fallan o no, y de cómo afecta a sus compañeros de equipo. Quería ver cómo manejaba la presión. A comparación de ustedes, los Taiyo shinobi los supera en ese aspecto. Fue idea del nieto de la daimyo de Taiyo no Kuni ponerlos bajo presión.
–Sí, me imaginé que era algo así. Y más si era idea de Kazekaya. –Dijo Naruto, asintiendo pensativamente con los brazos cruzados– Por eso yo estaba tranquilito.
–«Sí, claro.» –Sakura no le creyó.
Hinata se ríe detrás de su mano.
Minato negó con la cabeza hacia él.
–Las primeras nueve respuestas del examen eran difíciles. De hecho, como se habrán dado cuenta, eran demasiado difíciles, como para que cualquier gennin las contestará. Imagino que la mayoría de ustedes rápidamente llegó a esa conclusión. Que lo que tenían que hacer si querían tener la opción para aprobar, era copiar. El hecho es que el examen estaba diseñado para que tuvieran que hacer trampas, casi como obligación. –Se reproduce un flashback para cada genin usando su jutsu especial para hacer trampa– Por supuesto, esto hubiera sido inútil si no hubiera alguien a quien copiarle. Así que disfrazé a dos chunin que ya conocían las respuestas con anterioridad y los senté entre ustedes.
Uno de ellos, que usa anteojos, los saluda con la mano.
Naruto instantáneamente pone ambas manos en sus mejillas y por su mirada en su rostro, parecía que no se había dado cuenta del engaño hasta ahora.
–«Las respuestas estuvieron frente de mí todo el tiempo.» –Sintiéndose aún peor cuando escuchó lo que decían los dos detrás de él.
–¿Cuál es el problema de ese muchacho? –Uno de ellos murmuró.
–Hombre, pues, no lo sé. –El otro murmuró de vuelta.
La oreja de Naruto tiembla, luego cruza los brazos detrás de la cabeza –Jajaja. Por favor, nunca me pudieron engañar. Debe ser un completo cegatón para no darte cuenta. –Se vuelve hacia la azabache– ¿No crees, Hinata?
Sasuke suda gotas de sudor –«Increíble. O sea que nunca se lo imaginó.»
–«Solo un completo cegatón no se daría cuenta, ¿eh? Bien dicho, idiota.» –Las cejas de Minato se torcieron.
Afortunadamente, Ibiki aún no había terminado y rápidamente desvió la atención del idiota –Los que fueran sorpredidos reprobaban. Mejor no copiar que copiar tontamente. –Ibiki comienza a desatar su pañuelo de metal; una vez que está apagado, las mandibulas de todos se abren de par en par– La información puede ser el arma más valiosa en una batalla. Dependiendo de cómo manejen la información, puede depender el éxito o el fracaso de una misión.
La habitación se llenó de gritos de asombro y rostros horrorizados. Su cabeza calva estaba cubierta de cicatrices. Desde marcas de quemaduras hasta agujeros y cortes. Incluso la larga cicatriz en su rostro se conectaba con una aún más grande en su cabeza.
–Y a veces tendrán que arriesgar su vida para obtenerla.
–Miren, nada más. Piquetes, cicatrices, quemaduras. Qué horrible vida. –Sasuke murmuró.
Naruto traga pesadamente.
Minato al ver sus heridas y sentir el miedo de los demás, sus ojos brillan de manera exótica e pone una sonrisa labina en su rostro.
–Qué hermoso.
Ibiki se ata el sombrero a la cabeza –Por supuesto, siempre debe considerar la fuente de la información. La obtenida del enemigo no necesariamente es certera. Siempre tengan esto en mente. La información incorrecta puede ser peor que la desinformación. Puede llevar a la muerte a sus camaradas o a la ruina de una aldea. Es por eso que los puse en la posición de obtener información, copiando para sobrevivir. Y es por eso que los que no son capaces tienen que irse, dejándolos a ustedes.
–Ay, bueno, pero to sigo sin entender en qué consistió la décima pregunta. –Hizo un puchero Temari, recibiendo una sonrisa.
Ibiki con mucha calma y paciencia, a diferencia de cómo era antes, explicó –¿En serio? La décima pregunta fue el punto principal de todo el examen. Seguramente lo notaste. –Extendio los brazos con entasis.
–Claro, pero, aún así, explíquelo. –Dijo Samuel.
Vuelve a meter las manos en los bolsillos –Como lo dije antes, la meta del examen no solo era verlos individualmente, sino como parte de un equipo. La pregunta final les daba dos opciones. Ambas difíciles. –Él saca dos dedos– Podrían escoger no arriesgarse y evitar la pregunta, lo que significara que todo su equipo reprobara. O podrían intentar responderla, sabiendo que, si erraban, perderían para siempre la oportunidad de ser chunin. No había opción positiva. Pero es una decisión parecida a la que los chunin enfrentan a diario. –Ibiki caminó por el frente del salón de clases– Por ejemplo, déjenme ponerles una misión hipotética. Robar información de una fortaleza enemiga. No tienen idea de cuántos ninjas enemigo haya, o qué tan bien armados estén. Y, más aún, tienen razones para creer que el enemigo los espera. Así que deben andar con cuidado de no caer en una trampa. Ahora, ¿tienen la opción de aceptar o no esa loca misión? ¿Mis camaradas y yo preferiríamos vivir que pelear un día más? ¿Pueden elegir evitar el peligro? No. Habrá muchas misiones que parecerán suicida si la consideran. Pero no deben pensar en eso. Solo piensen en la meta y en cumplirla a través de su valor y disciplina. Esas son las cualidades requeridas por un chunin que encabeza un equipo. Aquellos que escojan la opción más segura, aquellos a los que les duden su determinación al enfrentar la adversidad, aquellos que pongan la vida de sus camaradas en peligro, preocupándose por ellos, aquellos que prefieran salvar sus cuellos, a pesar de pagar el precio de su sagrado honor, nunca podrán ser llamado chunin. Al menos, no mientras yo esté aquí. Y para el resto de ustedes, que correspondieron correctamente la décima pregunta que se les planeó... han ganado el derecho de continuar con el siguiente paso. Han avanzado a través de la primera puerta. Por este medio, declaro esta parte del examen de selección de chunin, completada. Solo me resta decirles a todos buena suerte.
–Estupendo, lo hicimos. Una menos. ¡Sí, sí, sí! –Naruto vitoreó.
Ibiki lo ve celebrar tontamente –«Ese muchachito es muy simpático.»
De repente mira hacia la ventana y ve algo que se lanza hacia él. Fragmentos de vidrio salieron disparados por todas partes, chocando contra los que estaban dentro que no pudieron evitarlo a tiempo.
Una tela oscura brilló en el interior, una figura envolviéndola. Antes de que alguien pudiera reaccionar, kunai salió de las dos puntas superiores de la tela y la colgó del techo.La persona misteriosa patinó hasta detenerse.
Los ojos de Naruto sobresalen de su cabeza –¿El examen incluye esto?
Ibiki era lo suficientemente experto como para haber sentido esto antes de que entrara, retrocediendo con tiempo más que suficiente. Sin embargo, no mostró ningún pánico ante este repentino ataque. Solo sudando un poco con la expresión de un mayor que no podía molestarse con un menor travieso.
La tela granate se extiende frente a Ibiki, ocultándolo de la vista de los genin y haciéndolo suspirar –«Comiendo ansiedad, como siempre.»
La figura giró antes de plantar los pies en el suelo y enderezarse –Muy bien, chicos y chicas, no hay tiempo para celebrar. Yo seré su próximo sensor. Mitarashi Anko.
La persona resultó ser una mujer. Su cabello era morado y estaba recogido en una cola de caballo puntiaguda. Sus ojos un marrón claro. Su traje de malla abrazaba sus curvas junto con la falda naranja corta y el cinturón oscuro. Sobre él, llevaba un abrigo ligero que le llegaba a las rodillas y en la parte inferior de sus piernas había canilleras de color gris pálido. Su protector de frente negro en su respectivo lugar. De su cuello colgaba un pequeño colgante en forma de colmillo de serpiente y un reloj en su muñeca izquierda. Detrás de ella estaba la tela oscura con la misma introducción en grandes palabras blancas.
A la mujer le importaba un comino lo que sintieran los genin y gritó penetrantemente, levantando el puño en el aire –¿Están listo para su segundo examen? Bien. Entonces vamos, síganme.
Nadie responde, siguen asimilando lo que está pasando.
Ibiki saliendo de la tela con la familiar cara oscura –Te adelantaste, como siempre.
Anko solamente se quedo sonrojada con su mano alzada.
Estaban en medio de un discurso tan inspirador también. El fuego juvenil dentro de ellos encendiéndose. Si les hubiera dado un poco más de tiempo, todos habrían estado listos para hacerlo. Ahora, solo podían mirarla boquiabiertos.
La frente de Sakura se vuelve azul –«Bien, una gritona loca. Me recuerda a Naruto.»
Anko contó el número de estudiantes que aún quedaban, con el ceño fruncido grabado en su rostro –Vaya. Son muchos, ¿no? Ibiki, ¿dejaste que todos estos pasarán? Tu examen fue muy fácil. Te has de estar suavizando.
Ibiki no se avergonzaba. De hecho, estaba bastante orgulloso de que hubiera tantos buenos plantones en este lote –O puede ser que los candidatos de este año sean más aptos.
La mujer solo resopló –Bah. Pues no se ven así. Antes de que yo acabe, más de la mitad serán eliminados.
–¿Qué? ¿Más de la mitad? ¿Es en serio? –La pelirrosa preguntó con una pizca de miedo.
Anko se ríe por lo bajo –Esto será muy divertido. Miren gusanos, las cosas han sido fáciles. Pero todo se va a tornar diferente a partir de mañana en la mañana. Les haré saber a sus jefes de equipo en dónde deberán verme. Pueden irse.
~
El tiempo salta a unas horas más tarde...
Ibiki ahora está solo en la habitación vacía, recogiendo cada examen. Entonces, se encuentra con dos papeles. Uno de ellos no tiene respuestas en absoluto. El otro, tenía un pequeño mensaje refiriéndose a él.
El primer mensaje decía:
–Encantado de conocerte~ –Al final de la hoja hay un dibujo de una chica de pelo mini blanco haciéndole el signo de la paz.
Él sonríe cálidamente y deja escapar una risa profunda, sin importarle su apodo para él. A continuación, mira el otro papel. Aprieta la pila de papeles con la otra mano y se ríe por lo bajo.
–Aprobe a un candidato que no respondió una sola pregunta. Uzumaki Naruto. El bribón se salió con la suya. Ambos lo son.
~
El viento de la mañana sopla a través de los árboles y del cabello de Minato. Desde el exterior, no se podía ver nada en el interior más que oscuridad a través de los pequeños espacios entre los árboles.
–¡Wow! Qué bonito lugar. ¿Dónde estamos? –Preguntó Naruto.
Rodeando el bosque había una valla alta con letreros colgados por todas partes que decían "PROHIBIDO EL PASO", "ÁREA RESTRINGIDA", "NO ENTRAR" y "PELIGRO". Cada una de las puertas cerradas herméticamente con cadenas.
Una mesa desgastada con un techo de madera se colocó a un lado, tres ninjas vestidos con trajes grises como los que usaron los centinelas de la primera prueba sentados uno al lado del otro.
Anko, el segundo examinador, se movió para pararse frente al grupo de Genin que había pasado.
–Esta es la localización para la segunda fase del examen. Es la zona 44 de entrenamiento de batalla. Pero lo llamamos "el bosque de la muerte". –Anko sonríe astutamente.
Como si estuviera de acuerdo con ella, una fuerte brisa pasó en ese momento, helando a los Genin hasta los huesos y congelando su sangre, excepto a una que más bien la hizo sonreír fríamente ante eso.
–¿El bosque de la... muerte? –Naruto habló temblorosamente.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro