"I bet my life"

-¡¿Qué es eso?! - exigió saber Selene cuando al despertarse vio tres helicarriers en el cielo. Ophrant se levantó de la cama ante sus gritos. Ni siquiera buscó su ropa antes de mirar por la ventana. Ella estaba demasiado ocupada mirando al cielo para fijarse en el hombre.

Sin esperar una respuesta se acercó al baño del hotel y abrió el grifo. El hombre, por el contrario, cogió su móvil. Cada uno hizo la búsqueda que necesitaban. A los pocos segundos sus miradas se cruzaron.

-Vete con tu niña pija, tengo negocios que atender - gritó la mujer a la vez que se vestía con lo primero que pillaba. Maldijo no haber llevado unas deportivas a su viaje antes de terminar de ponerse sus amados Jimmy Choo. Después se armó con dos revólvers y dos dagas. Por mucho que no quisiese mancharse las manos de sangre sabía que a momentos desesperados medidas desesperadas.

-Deberías ver esto- respondió él lanzándole su móvil a la vez que se vestía a la misma velocidad que ella. Cuando hubieron llegado al hall del hotel, apenas unos segundos después, Selene ya se había hecho con toda la información que había en internet. Cada una de las páginas que SHIELD había hecho públicas.

-Parece que has conseguido tu cita, enhorabuena- no esperó una respuesta antes de correr hacia la puerta. El chófer ya esperaba. Ni siquiera le dejó terminar de fumar antes de hacer que se subiese al coche. Ophrant negó, no le gustaba que fuese sola a sitios tan peligrosos, aunque tenía un trabajo que atender y sabía que Selene podía arreglárselas sola.

-Ya estamos llegando señorita, no puedo acercarme más - ella asintió al hombre bajándose del coche. Tenía claro su plan, había localizado a su soldado en uno de aquellos aparatos y también había visto como una lucha se desarrollaba en su interior. No sabía con qué fines, pero no estaba dispuesta a perder a la única persona que podía ser igual, o incluso, más efectiva que Ophrant.

-Está bien Bobby, espere a dos cuadras de aquí. Tardaré 1 hora - se bajó sin escuchar la respuesta. El señor Bobby Brown, estaba acostumbrado a aquel tipo de actitudes y reacciones por parte de la mujer. Siempre cumplía, cosa que hizo que se convirtiese en su chófer personal rápidamente.

No tuvo mucha dificultad para llegar al linde del bosque. Una vez estuvo allí observó la batalla. Era imposible llegar allí arriba sin ser detectada. Aunque, cuando se decidió a llegar hasta aquellos aparatos sin pensar en que sería descubierta como sirena, los dispositivos comenzaron a dispararse entre sí.

Se acercó al agua con la rapidez que la caracterizaba para ver cómo su soldadito de plomo se peleaba con un hombre. La nave se les caía encima. Y se precipitaba por el agua. No se lo pensó dos veces antes de tirar su ropa, las gafas de sol y sus apreciados tacones tras un arbusto.

Se convirtió en sirena para ver como una mujer, a la que reconoció como la reina de los espectros, exagente de SHIELD, luchaba por salir del agua. No le costó mucho hacer que el agua a su alrededor la empujase al exterior. Por supuesto, no dejó que ella se diera cuenta de su ayuda. El anonimato era bueno y tampoco quería ponerse en frente de aquella mujer. La información que había conseguido sobre ella a lo largo de sus 4 años de negocio era escalofriante Esperó a ver que se desmayaba para seguir nadando. Lo siguiente que encontró fue el escudo del Capitán América.

Ya había salvado a una integrante de los vengadores como para hacer aquel gesto. Por ello ignoró aquello para volver a buscar a su soldado.

"Eres Bucky Barnes, mi amigo. No voy a luchar"

Reconoció aquella figura como la del Capitán América. Si hubiese seguido con su ataque de humanidad habría dejado de utilizar sus poderes para conseguir, sin mucha dificultad, entender los movimientos de sus cuerdas vocales (y por tanto saber lo que decían). Sin embargo, su vida se basaba en la información, no en la humanidad y eso significaba dejar la privacidad aparte.

"Eres mi misión"

Por supuesto, su soldado, que resultaba llamarse Bucky, no sabía quién era él. Conectó los pocos puntos que faltaban en su mente para darse cuenta de que aquel hombre era un pobre cretino que había sido utilizado por HYDRA año tras año. Sin piedad ni perdón. No le importaba en aquel momento. Si conocía HYDRA y se había entrenado como Pierce había detallado, era la persona perfecta para ayudarla. Según su expediente podía luchar con todo un cuadrante de luchadores de una mafia y salir airoso, lo que significaba que su seguridad estaba un paso más cerca.

"Pues termínala, porque estoy contigo hasta el final"

Sintió como el cuerpo del primer hombre, el magnánimo Steve Rogers, caía en picado hacia el agua. A pesar de tener su mente en Bucky sus poderes hicieron que el agua se acercase a él, consiguiendo hacer la caída mínimamente mejor. Pocos segundos más tarde el otro cuerpo también cayó al vacío. Ignoró al soldado de América para dirigir su energía hacia el soldado de invierno. Una burbuja de agua lo rodeó cuando cayó.

Cuando se vio dentro del agua, respirando se giró con rapidez hacia todos lados hasta dar con la mirada de la sirena. Si se asustó no lo demostró. Tendría tiempo de hablar y preguntar cuando consiguiese salir de aquel tanque de agua. No le gustaba depender de la gente y en aquel momento parecía depender plenamente de esa desconocida.

-¿Quién eres? - preguntó con frialdad. Tras unos segundos reconoció su cara. Aunque no imaginó verla con cola de sirena y las orejas más puntiagudas de lo normal, actuó como si aquello no le perturbara.

-Selena y vengo a ayudarte. Necesito tu ayuda y parece que tú necesitas la mía - la calma que teñía la voz de la morena era todo lo contrario a lo que sentía en realidad, no lo dijo ni lo mostró.

-¿Cómo sé que eres de fiar?

-No quiero que te fíes de mí - negó ella acercándose al humano frente a ella. A él le impresionó ver más de cerca a la mujer. Aquella imagen era hipnótica. - quiero tu ayuda. Será remunerado y no harás nada que no quieras.

-Steve...- la mente de Bucky viajó a su amigo de la infancia al darse cuenta de que había casi condenado al hombre a muerte por culpa de HYDRA. Selene miró hacia donde había caído el cuerpo.

-¿Quieres que viva? - estaba dispuesta a hacer lo que fuese por sobrevivir. Aunque significase salvar a una persona que podría acabar con su negocio más adelante.

-¿Cómo? Claro que sí - respondió con suficiencia. Ella asintió antes de ponerse en marcha. La burbuja de aire la seguía y aquello hizo al hombre sentirse más raro. No era dueño de sus movimientos pues las paredes de agua le rodeaban como si de roca se tratase.

-Toma, sujétale - La burbuja en la que estaba el chico acogió al tiempo al desmejorado Steve Rogers. A pesar de salvarle, ella tenía claro que no quería que nadie más viera su forma. Por ello, utilizó su poder de curación para que las constantes vitales del rubio volviesen a lo habitual. El soldado miró maravillado como Selene hacía salir el agua que Steve había tragado y respirado con calma y tranquilidad. Cuando su trabajo estuvo hecho miró a Bucky a los ojos - No me puede ver. Solo tú conoces mi forma acuática. Os llevaré a la superficie, le dejarás en la arena y te esconderás en la arboleda. Tengo una manera de que salgas de aquí y pases desapercibido.

-Pero...

-Hazlo - la mujer utilizó el canto de sirena. Lo había intentado conseguir sin ello, incluso había salvado a dos vengadores más de los que esperaba salvar en su vida. Aquello era más que suficiente como para impacientarla, tenía prisa y él también. No se podían detener con charlas y convicciones. Si tenía que arrepentirse de ello más tarde sería un problema del futuro.

Gracias a aquello el moreno no opuso resistencia a la hora de coger el cuerpo del hombre desmayado. Tampoco pareció resistirse a que el agua le llevase hacia la superficie. Una vez en tierra no huyó, dejó el cuerpo inconsciente del capitán y después se escondió donde ella había dicho. A los minutos Selene apareció a su lado.

-Vamos - no recibió respuesta del hombre. En parte por su encanto, y en parte porque estaba demasiado ocupado en entender que había pasado. Una vez llegaron hacia la zona en la que esperaba Bobby, Selene se giró y chasqueó los dedos. Toda el agua que había estado en la ropa del hombre desapareció.

-¿Qué haces?

-No puedes aparecer todo mojado a donde vamos, una vez tengamos tiempo te curaré - respondió ella antes de seguir andando - vamos, nos esperan - de nuevo, utilizó su poder. Por mucho que no fuese lo mejor, por mucho que fuese una mala forma de empezar una relación profesional decidió que los remordimientos, si llegaban, llegarían más tarde.

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Bucky y Selene se han encontrado. ¿Creéis que sin la mediación del canto de sirena conseguirá que James la ayude? ¿Os ha gustado el capítulo?

¡Gracias por leer y cuidaos!

Anna