Me retiré de allí e hice como si recién saliera de la cabaña. Ellos me miraron y me llamaron hacia ellos, yo necesitaba saber la verdadera razón de que yo estuviera allí. Me suponía que no me lo querían decir pero sé que hay algo mucho más grande de lo que parece detrás de ellos.

-Mi niña hermosa, debo decirte algo- me dijo mi abuela mientras me acercaba a ella y tomaba mis manos

-Si abuela dime- dije con una pequeña sonrisa aunque a la verdad no estaba muy contenta, las dos veces que he estado aquí han estado a punto de matarme y ahora no sé si fue al propósito o por querer entrenarme

-Quiero decirte el por qué debes estar aquí diariamente ¿recuerdas la historia que te contaba siempre?- me dijo seriamente

-¿Sobre la princesa de cabellera blanca el sol y la luna?- pregunté

-Sí, esa misma historia. La princesa desenvaina su espada al ver que el sol y la luna la atacan...- me dijo mi abuela para recordar la última parte

-Pero solo la luna queda afectada, ya que el sol logra hablar con la princesa de cabellera blanca, negociando así la vida del sol por la libertad del mundo. Lo que la princesa no contaba era con que el sol volviera a intensificarse para acabar con el mundo, aun así la diosa blanca condenó al sol por su gran intento de acabar con el mundo- dije recordando la historia que siempre me contaba para dormir

-Si pero la historia no está completa, al final el sol se arrepintió, puesto que tanto él como la luna defendían sus vidas, ya que la princesa de cabellera blanca quería exterminarlos, por eso la diosa blanca lo perdonó, recobrando la paz en la Tierra y devolviéndole la luna. Escucha, desde que tus poderes se hicieron presente nada va a ser igual para ti. Hay alguien que desea confundirte para que te vayas al equipo equivocado. La historia es completamente cierto solo que nunca pude decírtelo hasta ahora. Tú eres la princesa de cabellera blanca por esto no debes permitir que te confundan con ideas absurdas de detenernos o acabarnos- me dijo para concluir la parte que yo no había escuchado nunca.

Quedé sorprendida con lo que escuchaba, no estaba entendiendo muy bien a que se refería, nadie me había dicho o hecho nada más que ellos mismos y eso de que soy "La Princesa de Blanco" no me la creía. Regresé a casa, saludé rápidamente a mis padres, me adentré en mi habitación, arrojé la mochila en el suelo tomé mi laptop y la encendí. Era hora de saber lo que estaba sucediendo con todo y si nadie me quería decir lo que pasaba, entonces buscaría información por mi cuenta. Las escrituras en latín que se encontraban en aquellos libros, aquel misterioso pasillo me estaban comiendo el cerebro, no le diría nada a mi abuela o a Leander, aún no estaba segura si debía confiar más que todo en Leander, él parecía estar ocultando algo mucho más grande que mi propia abuela. Coloqué el buscador para el traductor, saqué mi celular y empecé a escribir lo que decía

- Sol et luna in assiduum illud certamen, sic ut essent in terra non placuit. Lupus magnum candidum oculi reflectitur dea vultus pro mores, qui ad tuendam terram misere vivere, si esset aeterna tenebras et luna soli regantur rexit minus futurum pilam expectavi ignem.

Cum auxilio deam lupi et albi sunt oculi, et alterius malum, avertit alba reginae et pacem redire. Si conveniunt ad prolem sol facit calorem auget et libera nos de mundo tortor. Unicus quis contradicet ei qui est ab initio "O Reginae""- iba escribiendo bastante intrigada por la traducción que saldría

-El sol y la luna vivían en constante lucha, ninguno se decidía en quien gobernaría como tal la Tierra. Los ojos del lobo reflejaban a la gran diosa blanca, quien con desesperación buscaba la manera de proteger la Tierra de su destrucción, si la luna gobernaba sería la oscuridad eterna y si el sol gobernaba en menos de lo esperado nuestro mundo se convertiría en una bola de fuego.

Con ayuda de los ojos del lobo y la diosa blanca, la princesa de Blanco evitó el desastre apresando a ambos y devolviendo la paz. Pero si un descendiente del sol lo convocase de vuelta lo liberaría provocando que intensifique su calor y lo que conocemos de este mundo desaparezca. La única que puede detenerlo es la misma quien lo hizo en un principio "La Princesa de Blanco"- Cuando leí la traducción me confundí

Todo el párrafo estaba escrito en forma de acertijo sin rima para mí, ya que parecía no concordar del todo con el final que mi abuela había dicho. Ella me contó el resto de la historia como si hubiese paz permanente pero el escrito hablaba de una especie de batalla, es como si de verdad hubiese una guerra y ni siquiera me había dado cuenta. Cada vez se me haría más complicado entender lo que sucedía. Me sentía frustrada, así que apagué la laptop y me recosté en la cama frotándome el rostro, me volví a sentar en la cama, miré mi mochila, la tomé y saqué el libro, de seguro descubriría el resto dentro de la historia. A penas levanté la portada escuché la voz de mi madre en la puerta

-Eliana. Milexy está aquí y quiere hablarte ¿estás despierta?- me sobresalté. Debía ocultar el libro y si era Milexy la que estaba en la puerta sospecharía de inmediato, así que rápidamente arrojé el libro debajo de mi cama pero no me percaté que lo dejé abierto

-Emm si, un momento. Ahora sí dile que pase- dije mientras cubría la evidencia y trataba de estar lo más normal posible.

Estaba segura de que ella me haría un interrogatorio bastante largo por todo lo que ha pasado y sé que Leander estará involucrado, debía pensar en todas las historias que inventaría para excusarme delante de ella y que no sospechara nada

-Eliana ¿qué te está pasando? ¿Por qué estás tan extraña estos últimos días? Parece como si ocultaras algo muy grande, lo que sea puedes decírmelo- dijo Milexy apenas entró

-Hola, bien ¿y tú? También me alegro de verte- le dije mientras ella cerraba la puerta

-Lo siento, es que estoy bastante preocupada por ti ¿Cómo estás?-

-Estoy bien, tranquila ¿por qué estás preocupada por mí? Digo no he hecho nada para preocuparte-

-De hecho sí. Has salido después de clases con el profesor de ciencias y según lo que dijo Max, es porque él te obliga. Dime algo ¿sales con él? porque si lo haces estás en terribles problemas e incluso podrían colocarlo preso y tú te verías afectada-

-¡¿Qué?! No, solo recibo clases extras con él- le dije rápidamente

-¿Clases Extras? ¿Por qué no me dijiste? Te hubiese acompañado, Max no hubiese montado una escena y yo no estaría tan preocupada- dijo dudosa. Conociéndola, trataba de fingir creerme lo que le había dicho

-Bueno, ya estás tranquila no hay nada que ocultar- le dije con una sonrisa y tratando de convencerla

-Si claro, excepto que me dijiste en el comedor que pronto me contarías lo que sucedía y hasta ahora nada-

-Okey ya lo hice, era eso lo de las clases extras, yo iba a llegar tarde a mi clase y por eso todo el alboroto-

-Creí que tus clases eran después de la escuela- me dijo incrédula. Rayos, ella si que es buena

-Si pero tengo tutoría a la hora de almuerzo, ya sabes la teoría y después de clases la práctica, así funciona todo- respondí rápidamente, para que ella me mirara muy dudosa y luego cambiara la conversación.

Después que ella se fue me relajé y me recordé del libro por lo que me introduje debajo de la cama observando que estaba cerrado

-Valla, pensé que nunca se iría- escuché detrás de mí provocando que me sobresaltara y empezara a buscar el origen de la voz por toda la habitación pero no veía nada extraño

-¿Quién está allí?- pregunté un poco asustada

-Tranquila copito de nieve, no voy a morderte, ni tampoco puedo hacerlo. Soy Cleindes a tus ordenes- dijo una pequeña luz azul que salía de mi armario

-Eres un hada azul, pero ¿Cómo es que estás aquí? ¿Cómo es que hablas mi idioma?- dije en un acto de asombro y shock

-Bien, primero si soy un hada azul, segundo el portal para  seres mágicos tan pequeños como yo se abrió y tres hablo tu idioma porque fui enviada por la diosa blanca y ella se encargó de lo demás. En fin, tú eres la que has ocupado mi lugar desde hace un largo tiempo pero ese no es el problema. La reina y el Gran Hada del Bosque están a punto de traer nuestro mundo al tuyo. Sol ya ha venido para acá en busca de su "dreimun" o para que entiendas mejor, en busca de ella misma pero de este mundo- dijo ella primero con actitud fresca y divertida para luego hablar de manera desesperada

-Espera, espera. Ve más despacio por favor que no estoy entendiendo bien-

-La reina y Sol están en una fuerte disputa por tu mundo y el de ellas, solo que la princesa Elena ha evitado que ocurra algo, si ella muere todo será un completo caos, si tu mueres igual. Debes defender mi mundo para proteger el tuyo. Si alguna de las dos trae mi mundo al tuyo todo será un completo desastre, los seres mágicos no poseemos tanta fuerza para estar aquí por mucho tiempo-

-Entonces ¿el dibujo de la pizarra es un portal para Sol?- dije pensativa

-¿Dibujo de la pizarra?... oh no. Ya no queda tiempo- dijo el hada primero pensativa y luego asustada

-¿A qué te refieres?- dije mientras el hada tomaba el libro con gran facilidad, lo hojeaba a gran velocidad, asombrándome de la fuerzas que tenía y el como hacía cada cosa

El hada se detuvo de hojear para luego señalar con el dedo mientras lo deslizaba en una página que estaba en blanco, al parecer ella veía algo que yo no. luego dejó salir de sus manos un rayo de luz azul provocando que las letras se hicieran visibles.

-Ajá, listo. Ahora lee- dijo mientras se dirigía a mi puerta, la trancaba y luego apagaba la luz para que las letras resaltaran junto con ella

-Dime ¿a que te refieres con que no queda tiempo?- le dije preocupada

-Solo lee en voz alta- me dijo desesperada, por lo que no tuve opción

-A la tierra del sol y la luna he de viajar. La diosa blanca en los ojos del lobo me ayudará, porque mi tierra y su tierra protegerán- leí rápidamente mientras una brisa muy fuerte que salía del libro me golpeaba la cara y el hada azul se sostenía de mi hombro con fuerza para no salir disparada