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Primera vez.

Siempre terminamos idealizando como será hacer por primera vez ciertas cosas que cuando ves que no está saliendo como se espera, entras en un especie de desesperación.
Te basas tanto en experiencias ajenas y una que otra verdad a medias llegando al punto que buscas imitarlo, hacer todo al pie de la letra sin conocer que diferente es cada persona con ello.

Spreen y Roier por fin habían decidido dar el siguiente paso en su relación.
Lo cual los tenía al borde del colapso.
Una cosa eran besos, sexting o incluso "darse una mano", totalmente diferente al... Ajaaaam.
Joder, que hasta les daba vergüenza decir la palabra.

Y es que aún cuando sus padres y tíos hacían mención de que ellos seguramente ya se habían practicado el kamasutra al derecho y al revés.
La realidad es que cada que alguno intentaba siquiera avanzar más, el pánico los invadía y terminabamos con;
Un osito intentando escapar o
A Roier soltando datos interesantes pero asquerosos que arruinaban completamente el momento.

Como la vez que le explicó a Spreen de donde solían sacar el sabor de la vainilla.

(No lo busques que luego van a terminar con ascos.)

- Cálmate, Rosher. Te juro que- que sho sé como es.- quería escucharse seguro pero el temblor tanto de su cuerpo como de su voz no le ayudaban en nada.
Incluso se negaba a bajar la mirada por vergüenza.
Una cosa es ver desnudo a tu pareja cuando eran pequeños e inocentes y otra es justo ahora...
Cuando estaban a poco de consumar su amor y-
Okay, tiene que calmarse porque Roier confía en él.
Está seguro que no es el único que siente que puede desmayarse de seguir así.

Ambos estuvieron de acuerdo en hacerlo.
Ojalá supieran como.
Debió ver más videos con historia, así tendría una mejor idea, aquí no es solo "meter y sacar".

Después de tanto estarlo planeando habían encontrado el momento perfecto cuando sus padres tuvieron que ir a un evento en la alcaldía, lo cual les dejaba toda la noche a solas.
Y aún cuando sus casas estarían libres, no querían arriesgarse a ser encontrados en cierta... Posición incómoda.
Así que tuvieron la maravillosa idea de ir a su casa del árbol.
Era el lugar más privado que podrían tener, además que si algo salía mal podían llamar a Carre y Rob.
O ya en el peor de los casos a sus padres.

Los besos habían logrado que la temperatura aumentase y la ropa estorbara, pero ahora que quería tocarle era como si quemara.
Claro que quería tener a Roier suplicando, gimiendo.
El problema es que se sentía torpe, no sabía donde poner sus manos, como tocar.
¡Que ni siquiera sabía si podía chupársela!
Tenía miedo de morderle sin querer o que fuera una mala experiencia para ambos.

- No te vayas a convertir en oso, POR FAVOR. Me imagino el dolor en tu estado natural y con eso es suficiente . Seré furro pero no tanto.- dijo Roier al notar como el pelaje comenzaba a aparecer en el cuerpo del moreno.
Claro que entendía que le era difícil manejar eso cuando tenía las emociones a flor de piel, pero no quería que su primera vez le hiciera terminar con el culo roto de una forma literal.

- Esto no es como en los vídeos.- admitió con vergüenza Spreen quitándose de encima. Se sentía tan inútil por no saber siquiera como empezar esto.
Creyó que al ya estar uno encima del otro lo demás iba a fluir como el agua.
Estaba muy equivocado.

Roier se puso a un lado suyo, aclarandose la garganta y esperando poder tener las palabras adecuadas.

- No tengo miedo.- susurró mirando el suelo que efectivamente estaba hecho de suelo- Sé que no me harás daño y ambos somos inexpertos en el tema, por lo que podríamos aprender juntos.
¿No?
Es como cuando recién empezábamos con los besos.- tenía las mejillas completamente rojas.-
Los normales ya salían bien pero cuando quisimos usar la lengua fue un desastre.- soltó una pequeña risa avergonzada.

- Vos me metiste la lengua tan al fondo que casi me vomito encima.- se burló mientras le tomaba de la mano.

- ¿Y tú qué, cabron? Si me mordiste tan fuerte que casi me arrancas el labio.- le dió un leve golpe en el hombro.
Se miraron unos segundos y parecieron entender que necesitaban hacer.

Claro, tenían que dejar de sobre pensar esto.
Habían escalado más en su relación y por ello decidieron entregarse completamente.

Solo que... Era extraño.
No de una mala manera, pero había tantos nervios.
¿Y si lo hacían mal?
Lo harían mal juntos entonces...
De todas formas tenían mucho tiempo para "practicar".

No es como si esto fuera solo alguna de una vez y ya.

El moreno volvió a tomar sus labios en un desesperado beso, el roce de sus dientes le hacía calentarse bastante.

Las manos de Spreen recorrían sin vergüenza alguna el cuerpo de Roier.
Le notaba temblar y gemir haciéndole entender que estaba por el buen camino.

Siendo tomado por los hombros entre aquel beso, negandose a dejar que se apartara incluso para respirar.

Ojos entrecerrados disfrutando de estas sensaciones y un gemido al juntar ambas erecciones y comenzar a estimular.

Entonces así tenía que ser...

(...)

Se colocó entre sus piernas después de bastante preparación (casi se habían acabado el lubricante en ello). Quería asegurarse de hacer esto lo más placentero posible.

Cuando logró que su dedo se abriera paso, rápidamente miro sus expresiones,  solo había una pequeña incomodidad pero pudo seguir adelante hasta que ya tenía 4 dedos en él.
¿Qué?
Aunque crean que exagera estaba bien dotado y mejor prevenir que lamentar.

- Ya hazlo... Tus dedos ya no son suficientes ~- gimió el castaño cubriendo su rostro con el dorso de su mano.
Quería correrse y solo lo haría con Spreen dentro suyo.

Este asintió con movimientos torpes, sacando sus dedos y vertiendo lo que quedaba de lubricante en su erección.

Admiró a su pareja deleitándose por lo precioso que se veía.
Aún cuando esté se negaba a dejar ver su rostro por vergüenza.

Al meter la punta soltó un gemido que logro llamar toda la atención de Roier.
Había sido bastante ¿Lindo?
¿Podía definir los gemidos así?

En el caso del híbrido solo sabía que era tan caliente y apretado que sintió que podría correrse.
Tuvo que cantar las mañanitas mentalmente para soportarlo.

Roier aguantaba esos gemidos lastimeros, había dolido, incluso cuando lo hizo lento era como si pudiera desgarrarse.
Pero no lo suficiente como para pedir que parará.

Estuvo unos minutos quieto hasta que sus caderas comenzaron a moverse en círculos.

- Joder... Spreen...- le escuchó gemir y ya puede decir que es su sonido favorito.
Habían olvidando de una vez por todas que esto no era como el porno lo retrataba.
Esto era real.

Debía ir tocando los puntos sensibles que Roier le dejaba conocer, preguntando después de cada movimiento si le gustaba aún con las quejas del castaño por no saber ni que ocurría con su cuerpo.

Era obvio que solía "explorarse" pero el toque de Spreen era diferente.

Abrió sus ojos con sorpresa cuando sintió sus piernas abrirse aún más.
Notando lo que sería la imágen más perfecta en el universo.

Spreen se había quitado sus lentes dejando ver sus preciosos ojos, el cabello caía por su rostro pegandose a su frente por el sudor, sus músculos tensos seguramente por aguantar las ganas de solo embestirle hasta perderse completamente.

- Puta madre...- ¿podía tatuarse esto en la retina?
El dolor quedando en segundo plano, se sentía tan bien, tan bueno...

El sonido de sus pieles chocando se sincronizaba con el de sus jadeos.
Envolvio sus piernas al rededor de la cintura ajena, moviéndose a su ritmo, tan profundo.

- M-más...- gimió con los labios entreabiertos, abrazándole por el cuello y dejando que mordiera a su antojo.

Spreen ya no se detuvo apartir de ahí.
Embestía con fuerza, entrando tan profundo que juraría que veía como el vientre bajo de Roier parecía hincharse entre cada penetración.

Clavando sus garras en la cintura tan exquisita que tenía.
El cuello lleno de marcas rojizas.

Se preocupó al notar aquellas lágrimas por las mejillas del castaño, deteniendo sus movimientos aún cuando esté le suplicó que siguiera.

- Se siente muy bien... No pares, por favor no~

Y se enfoco tanto en mostrarle el paraíso que no se detuvo aún cuando le noto correrse entre leves temblores.
Embestía sobre estimulando hasta que respirar fue complicado.

Le tenía vuelto un desastre.
Gemidos, lloriqueos.
El sudor y su propia semilla mezcladas.
Se aferraba a él como si la vida dependiera de ello.

Le tomó del mentón volviendo a besarle, siendo apenas correspondido por todo el mar de sensaciones.

El movimiento de su cadera se detuvo para solo centrarse en esos labios, mordía, chupaba.
Parecía que no era suficiente para él.

- Vamos... Continua. No me ahh~ no me voy a romper.- y quizas fue la forma en que lo dijo pero olvidó toda la delicadeza que quería tener.

Lo hizo tan rápido, rudo, tomando ambas manos del castaño y colocándolas sobre su cabeza para evitar que volviera a cubrirse.

- Ro, mierda... Rosher...- jadeaba sin vergüenza alguna.
Ese leve cosquilleo en su vientre bajo aumento y tuvo que morderse la lengua para no gritar, ya que para ello tenía a su arañita, quien lo hizo con tanta fuerza que de milagro no se había lastimado la garganta.

- Te amo...- dijeron al mismo tiempo sintiendo que el corazón les saldría del pecho.
Una mirada ilusionada y otra con una leve sorpresa.
Era la primera vez que lo decía a viva voz.

- Más te vale amarme, pendejo.
No me quedare cojeando de a gratis.- soltó entre risas sin querer dejarle salir.

Después de tener las hormonas alborotadas ahora solo querían acurrucarse y disfrutar el tiempo juntos.

Besitos tiernos en todo su rostro y miradas emocionadas por lo que acababa de pasar.
Valió la pena.

- Ozito... ¿Qué es eso?- señaló el paquete plateado sin abrir.
Estaba en la posición de cucharita, siendo él la pequeña, mientras que Spreen le daba varios besos en el cuello.

Puede que debieron darse cuenta de un detalle muy importante.
El cual estaba a un lado suyo en la mesita de noche.
Bueno, quizas no pase nada.
O puede que apenas lo sepan tengan que ir de emergencia a una farmacia ~

- Uis...- dijo para después darse un golpe en la frente, parace que los genes idiotas de su madre aparecían en el peor momento.

Ay Spreen y Roier.
Por sus nervios olvidaron algo muy importante, ojalá esto si sea algo de una vez o puede que tengan cierta sorpresa en unos meses ~


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Quería hacer esto lo más realista posible (?)
Que no es como si lo hubiera basado en algo propio *cof cof*
Y desde hace mucho lo tenía pensado pero no sabía como plasmarlo en escrito decente.
Depende de lo que ustedes digan podemos hacer esto un mini libro horny (?)
Espero os guste ~

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