Unico
—Es enorme—. Comentó el chico alto de cabellos desordenados mientras seguía acostado.
—Relájate Chanyeol, no es enorme.
—¿Va a dolerme mucho?
—Solo respira profundo y cuenta hasta tres—. Sonrió el chico rubio sobre él.
—No puedo ¡Es enorme! No puedo hacerlo.
—¿Seguirás posponiéndolo? —suspiró.
—Es que no puedo hacerlo... ¿puedes meter sólo la puntita?
—Yeol, tengo que meterla toda.
—Inténtalo
—Las cosas no son así, si no quieres hacerlo no lo haremos—. Dijo el rubio alejándose de él.
—Espera, Baek—lo tomó de la mano. —Quiero hacerlo....
—¿Estás seguro? No tengo ningún problema con esperarte.
—Ya has esperado demasiado, no puedo seguir posponiendo las cosas solo por miedo al dolor... Estoy listo, hazlo.
—Muy bien.
Chanyeol cerró los ojos con fuerza y apretó los puños.
—Está entrando—dijo BaekHyun. —Aún puedes arrepentirte.
El menor negó. Respiro profundamente por la nariz mientras mantenía la boca abierta.
Fue horrible.
Doloroso.
Solo tuvo el valor de hacerlo por BaekHyun.
—No fue tan malo ¿verdad?
—No—. Susurro.
—No dolió como tenías pensado, y fue más rápido de lo que creías. Te dije que confiaras en mi.
Chanyeol asintió aguantándose las lágrimas por el dolor punzante.
Jamás lo volverá a hacer.
La cirugía de muela era la cosa más dolorosa que pueda existir y jamás volvería a uno, aunque eso significa no comer dulces por el resto de su vida.
Se preguntaba cómo es que llegó a eso, ChanYeol siempre le había tenido terror al dentista, por lo que cuando comenzó a sentir dolor se aguantó lo más que pudo. Eso le duró unos meses hasta que su madre se dio cuenta y lo obligó a asistir.
Y Chanyeol como todo un hombre, huyó. Se refugio en casa de su abuela, alejada de la moderna Seúl, ahí soportó un mes más hasta que su abuela lo amenazo.
—Sí no vas ahora mismo al dentista subiré a internet las fotos en donde te vestías de chica.
—Creo que puedo soportarlo.
—¿Así? ¿Incluso soportarías que todo el mundo sepa que usabas tanga?
No tuvo alternativa. Fue a un consultorio que tenia buenas reseñas, entró con confianza misma que se fue al demonio en cuanto vio unas caderas que lo hacían delirar, se puso más rojo que un tomate al saber que aquel cuerpo del demonio le pertenecían a un hombre de facciones delicadas, su maldito doctor.
Fue unas tres veces hasta que por fin se animó a entrar.
—Muy bien, Chanyeol—dijo el doctor terminando de apuntar todo. —Con lo que me dices creo que se que tienes pero necesitaría revisarte.
—¿Ahora?
—Sí, ahora—. Río por lo tierno que era un hombre de veintiocho años con miedo al dentista.
Chanyeol se recostó y abrió la boca mientras su doctor lo revisaba, estaba muerto de la pena ¿por que su doctor tenía que ser tan guapo?
—Es horrible—regreso a su asiento. —¿dices que apenas comenzó a dolerte? Es imposible que algo tan avanzado no te haya dado malestares antes.
El pequeño doctor seguía hablando mientras anotaba en el expediente.
—tendré que hacerte cirugía.
—¿Cirugía?
Otra cosa que a Chanyeol le causaba pánico además del dentista, era la sangre.
—No no no, ¿por qué no me da medicamento?
El rubio alzó una ceja, dejó de lado el expediente y se acercó a él con un leve suspiro.
—Sí no retiró la muela, la infección se expandera por toda la boca ocasionando más problemas, eres demasiado atractivo como para quedar sin un solo diente tan joven ¿no crees?
Si su bonito doctor no lo hubiese llamado "atractivo" quizás jamás hubiera accedido a la cirugía.
—Aquí tienes—le entrego un pequeño ratón de plástico en donde estaba guardada su muela. —Una cirugía tiene sus cuidados, nada de colorantes, picantes o ácidos, tampoco esfuerzos físicos y no puedes estar en el sol, por una semana.
Chanyeol veía cómo anotaba en una pequeña hoja, no podía hablar bien por él dolor y el algodón en su boca.
—Tomarás este medicamento que te ayudará para el dolor, y cualquier cosa estamos disponibles para ti.
Podría apostar que jamás había visto una sonrisa así de bonita.
||...||
Dos semanas después, Chanyeol se sentía mejor, aunque aún quería volver al dentista, cosa que desconcertó a todos. Pero ahí estaba.
BaekHyun salió sonriendo, toma la lista que estaba en el escritorio de su asistente y leyó:
—Park Chanyeol, es tu turno.
Se levantó y siguió a su doctor al consultorio, él con una sonrisa todo el expediente, tomó asiento frente a él y lo miro.
—¿Como va tu muela?
—Mejor...
—Me alegro, ¿que puedo hacer por ti? ¿Hay algo que te molesta?
<<Me molesta que no sea mi novio>>
—Quiero una cita.
BaekHyun lo miro confundido.
—Ya estás aquí ¿para que una cita? De cualquier forma, solo necesitabas llamar para obtener una.
—No, quiero que el doctor Byun BaekHyun acepte salir conmigo.
BaekHyun parpadeo y sonrió. Tenía esa regla de no salir con sus clientes pero no podía negar que Chanyeol le movía el tapete.
—Por favor.
—De acuerdo, pero con una condición.
—¿Cual?
BaekHyun sonrió, buscó entre sus cajones y regresó entregándole una cartilla.
—Debes acudir con regularidad al dentista.
—Es un trato.
Una parte moría de miedo, pero de solo recordar la hermosa sonrisa de BaekHyun, todo lo negativo desaparecía.
Quizás no sería tan malo acudir con regularidad.
Las consultas de Chanyeol duraban casi una hora, pues BaekHyun tenía un método especial para él alto, el cual consistía en revisarlo con la boca.
Chanyeol también era doctor, revisaba con su pene si todo estaba bien en el interior del bajito.
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