Me alejé de George y vi a todo el mundo celebrar.

Por alguna razón no me sentía con ganas de reír y de gritar de alegría.

Me sentía como si fuera una especie de fantasma. Observando a todo el mundo alegre y siendo incapaz de unirme a ellos.

Salí del gran comedor y comencé a caminar por los pasillos del castillo.

Harry había tenido suerte, había podido vivir en el lugar donde vivieron nuestros padres, Remus, Tonks vivieron.

Supongo que él siempre estuvo más unido a mis padres que yo.

Salí al patio y me senté en el césped.

¿Qué iba a pasar ahora?

No sabía como iba a decirle a Queen que Santana había muerto, o a Andromeda que su hija había fallecido.

La verdad es que yo aún no me lo creía.

Tan sólo está mañana había desayunado con Remus, había besado la frente del pequeño Teddy y había charlado con Tonks. El resto de la mañana estuve entrenando junto a Santana.

Y al final del día, de un momento a otro ya no estaban. Y no volverían nunca.

Sentí una mano en mi hombro.

Me giré para descubrir con sorpresa que Bill Weasley se encontraba allí.

-Sé que es difícil, pero tienes que entrar ahí dentro. Hoy han pasado muchas cosas, todos estamos un poco en shock. Pero ahora es momento de celebrar, ya nos lamentremos luego.

Me acarició el hombro de manera fraternal.

Yo le sonreí y juntos volvimos al gran comedor.

En cuanto entré por la puerta Patrick me envolvió entre sus brazos y nos dimos un abrazo tranquilo, sin prisa.

Me tomó del brazo y juntos nos fuimos a una de las mesas del gran comedor que acababan de ser colocadas de nuevo.

-Volvemos a ser dos.

Me miró con una triste sonrisa y yo apoyé mi cabeza en su hombro entrelazando su mano con la mía.

-La voy a echar de menos.

Estuvimos allí un rato, el resto de muggles se colocaron a nuestro alrededor.

Me levanté de golpe cuando vi a Queen, Leo y a Andromeda con Teddy entrar por la puerta.

Patrick miró con una sonrisa comprensiva mi cara de angustia, se levantó y se acercó a ellas.

Vi como les decía algo y ambas comenzaban a llorar.

Patrick acompañó a Queen a ver a Santana y yo me dirigí hacia Andromeda.

-Lo siento mucho.

La mujer me abrazó mientras sollozaba mojando mi hombro. La correspondí abrazandola fuerte.

-¿Andromeda?

Molly Weasley había hablado, tras ella venía toda su familia junto a Hermione y a Harry.

Molly comenzó a hablar con Andromeda dándole el pésame, cuando un grito nos sobresaltó.

-¡Tía Rachel!

El pequeño Leo corrió hacia mi y saltó a mis brazos bajo la mirada sorprendida de los presentes.

-Estás bien.

Leo puso sus manos en mis mejillas.

-Pues claro que estoy bien, te lo prometí.

El pequeño se abrazó a mi cuello.

-Hola, enano.

Leo se lanzó a los brazos de George, quien lo recibió con risas.

Harry me miró sorprendido.

-Te dije que tenía una vida fuera de esto.

-Rachel.

Una Queen con lágrimas en los ojos me abrazó fuertemente.

-Se ha ido, no va a volver.

Acaricié su espalda.

-Yo... Yo la quería, estaba enamorada.

Me separé de ella y la miré a los ojos.

-Lo sé, y estoy segura de que ella también lo sabía.

La puerta del gran comedor se abrió dejando ver dos cabelleras platinas que me hicieron sonreír.

-Queen, date la vuelta.

Queen se giró y abrió mucho los ojos, que volvieron a soltar lágrimas.

-¡Draco!

La rubia corrió hacia él y lo envolvió en un fuerte abrazo que causó que este llorara también.

Patrick y yo cruzamos miradas y nos acercamos a la escena.

-¿Estás bien? ¿Tienes alguna herida?

-Queen.

La voz de Narcisa interrumpió la preocupación de mi amiga por Draco.

Ambas se quedaron mirando y los ojos de Queen volvieron a llenarse de lágrimas, pero no se acercó a su madre, la cual lloraba.

-Lo siento mucho hija, cometí un error y me di cuenta cuando ya era muy tarde. Eres mi hija y te quiero a ti y a mi nieto sin importar si sois magos o no.

-Mamá.

Ambas se estrecharon en un abrazo que Patrick, Draco y yo miramos con una sonrisa.

Me giré hacia Draco y le sonreí.

-Me alegro de que estés bien.

Nos abrazamos brevemente y el me miró con una pequeña sonrisa.

-Lo mismo digo.

Narcisa se separó de Queen y se acercó a nosotros.

-Rachel, estoy muy contenta de que hayas sobrevivido.

-Lo mismo digo.

Ambas compartimos una sonrisa. Cuando sus ojos se posaron en Patrick estos se volvieron nostálgicos.

-Y tu debes ser mi sobrino. Eres igual que tu padre. No tuve mucha relación con él desde que entró a Gryffindor, pero me alegra ver que algo de él sigue vivo.

Le acarició las mejillas a Patrick, el cual la sonrió.

-¿Narcisa?

Andromeda miraba sorprendida a su hermana.

Se acercó a mi y me tendió a Teddy, cuyo cabello se volvió pelirrojo nada más tocarme.

Andromeda cogió la mano de Narcisa y se la llevó a una esquina donde empezaron a hablar.

Nos giramos para darles intimidad.

Fred y George se nos acercaron, este último tenía a Leo en brazos.

-Mami ¿Ese es mi tío Draco?

Leo le tomó la mano a Queen mirando con curiosidad al palatinado.

-Si cariño, ese es.

Draco se agachó a su altura.

-Hola pequeño.

Me alejé de la escena con Teddy en brazos y me acerqué a donde estaban los cuerpos de sus padres.

-Os prometo que voy a cuidar de él y hacer que tenga una buena vida. Que no dejaré que la historia del huérfano de la guerra se repita y que conseguiré que sea feliz. Por vosotros, por él y por mi.

Como si hubiera entendido mis palabras Teddy llevó su mano a mi mejilla para después acomodarse en mi pecho y quedar dormido.

Suspiré y miré las destrozadas paredes.

Hemos ganado la guerra, ¿Y ahora qué?

                              ****

Hola!

Estoy aquí para comunicar que a esta historia le quedan el último capítulo y el epílogo para terminar.

Tenía pensado subir extras, cosas que pasan en el futuro, escenas en que no salen en el libro desde el punto de vista de otro personaje...

Bueno, y después de este anuncio me despido.

Chao