Capítulo 24
-¡¿Qué estáis haciendo?! - Ron se ha quedado pálido. Su grito ha llamado la atención de Harry y Hermione que se asoman confusos por la puerta.
-¿Qué ha pasado Ron? - Pregunta Harry algo alterado.
-¡Ellas! ¡Se estaban besando! - Alcé una ceja ante lo escandalizado que parecía. Lo que me faltaba, otro idiota homófogo.
-¿Y? - Quise ponerle una estatua a Hermione en ese momento.
-Que son chicas, está mal - En este punto ya estaba enfadada, y a juzgar por la cara de Hermione no era la única.
-Aquí lo único que está mal Weasley, es que tu te creas con el derecho de decidir a quien beso o dejo de besar - Luna me dedicó una sonrisa y Harry me miraba sorprendido.
-Pero a ti no te puede gustar una chica - Me crucé de brazos y me levanté de la cama encarandole.
-¿Por qué no? A ti te gustan - La cara de Ronald se tiñó de rojo, hasta sus orejas.
-Pero es diferente, yo soy un chi... - Se vio interrumpido por el golpe de Hermione.
-Si terminas esa frase te juro que te hechizo, Ronald Weasley - Hermione se llevó a Ron de la oreja y Luna, después de dedicarme una sonrisa se fue de la habitación dejándome a solas con Harry.
-Así que... Te gustan las chicas - Podía notar su incomodidad y sus ganas de irse, lo que me enfadó bastante, era él quien quería arreglar las cosas.
-Y también los chicos - Endurecí mi tono - Mira, ambos sabemos por qué nos han dejado solos. Yo no tengo nada que decir, lo dije todo aquel día. Eres tú quien quería hablar así que habla.
-Rachel - Harry suspiró mirando al suelo y luego subió la mirada - Lo siento, he sido un mal hermano. Te abandoné y me enfadé contigo por ser squib, algo que es obvio que tu no elegiste.
-Espera un momento - Lo interrumpí - Ibas muy bien, pero te equivocas. Ser squib me ha traído muchos problemas, pero si pudiera elegir volvería a nacer sin magia. La mayoría de los magos os cegais al saber que tenéis magia y no sabéis hacer nada sin la varita, no quiero acabar así, no te ofendas.
Harry me miró con una pequeña sonrisa.
-Está bien, el problema lo tengo yo, tienes razón, pero me gustaría ser un buen hermano ahora, ¿Crees que podíamos volver a ser como antes de la carta?
Suspiré y le miré triste.
-Harry, hace mucho que te perdoné. Pero no creo que nunca volvamos a ser lo mismo. Creo que después de Bellatrix y Vernon eres la persona que más daño me ha hecho.
Ambos estábamos tristes. Harry miró al suelo, tal vez reflexionando. Pero después de un sobresalto, subió la cabeza y me miró.
-¿Vernon? - Suspiré. Supongo que por fin conseguiría contarle a Harry lo que intenté años atrás.
-¿Recuerdas que el día que nos peleamos estaba ansiosa por contarte algo y desesperada por que no me dejaras allí sola? - Harry asintió con la cabeza atento a mis palabras.
-Bueno, esto es difícil de contar. Cuando tu te fuiste con Hargid en nuestro cumpleaños número 11 Vernon estaba más que furioso. Y como asumió que el mundo mágico te protegía decidió descargar su furia conmigo.
Me quité la camiseta y le di la espalda mostrándole mis cicatrices.
-Merlín - Posó su mano en una de ellas - ¿Desde los once años?
-Hasta que me fui de casa. La verdad es que la discusión contigo fue lo que más recuerdo de ese día, pero pasaron muchas cosas - Dije con una sonrisa nostálgica.
-¿Cómo qué? - Mientras Harry preguntaba me di la vuelta y me puse la camiseta.
-Te destrocé la habitación, no voy a pedir perdón por eso ; me fui de casa, y me pegué con un hombre para ayudar a la actual madre de mi ahijado. Y también conseguí casa - Reí nostálgica al recordarlo.
-¿Tienes un ahijado? - Parecía asombrado.
-Si, y ayudé en el parto - Me reí ante su asombro - Tu has vivido tus experiencias y yo las mías. Se llama Leo Malfoy, tiene dos años ya. Creo que Ron le conoce, Queen, su madre y yo fuimos con él a la boda de Remus.
-Ron me contó que os vio allí, pero no me dijo nada de un niño. También me dijo que estuviste con Patrick en el funeral de Sirius y discutiste con él.
-Si, no te lo tomes personal, pero tu amigo es imbecil - Harry se río, pero se puso serio cuando pareció recordar algo.
-Me dijo que Patrick salió muy mal de allí - Suspiré al acordarme de Patrick, como lo echaba de menos. Mis ojos se cristalizaron ante su recuerdo, y el de Queen y de Leo.
-Si, eso son asuntos personales tuyos, pero digamos que no solo acaparaste a nuestros padres - Harry pareció sorprendido, pero se fijó en mis ojos y me puso una mano en el hombro.
-¿Los echas de menos? - Asentí con la cabeza.
-Los mortifagos me capturaron porque me sacrifiqué para que ellos pudieran escapar, son mi familia. Pasé meses pensando que iba a morir sin la posibilidad de volverlos a ver. Y ahora salgo viva de la mansión Malfoy y tampoco puedo verlos, no se que ha sido de ellos, si están bien o si siguen vivos - En este punto lagrimas caían por mis mejillas.
-Y luego está Finn, al que tengo claro que no le volveré a ver - Harry me miró confuso - Lo asesinaron, mortifagos, para mandarme una amenaza. Era mi compañero de trabajo, una buena persona, tenía familia y murió por mi culpa.
Harry tomó mi mano, pero esto no consiguió consolarme.
-En estos momentos solo quiero recibir un abrazo de Patrick, uno de esos que te hace saber que todo va a ir bien.
-Lo siento - Me giré a mirar a Harry y vi que este miraba fijamente el suelo - Siento haberte dejado sola.
-No pasa nada Harry, puede que no volvamos a ser los hermanos que un día fuimos, pero podemos ser amigos y llevarnos bien.
Harry me sonrió y me extendió la mano.
-¿Amigos?
Sonreí y se la estreché.
-Amigos.
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