Continua flashback Hermione.

-¿A que te refieres? - Le cuestionó Ron al duende.

-Yo fui el último en llegar, pero no tuve tanta diferencia con la llegada de tu hermana. Para entonces no podía dormir sola sin empezar a chillar y a llorar como una loca. La chica rubia la calmaba y dormía con ella. Bellatrix la sacaba todos los días para torturarla, y no sólo a la manera mágica. Creo que sólo sobrevivió gracias a Malfoy hijo.

-¿Mi hermana y Malfoy eran amigos? - Preguntó Harry curioso.

-No me interesa la vida personal de tu hermana, Potter, por lo que no tengo ni idea. Solo sé que él era el que la curaba y se encargaba de que no se volviera loca.

-¿¡Loca!? - Harry miró al duende preocupado mientras que se ponía de pie.

-Si, loca. Después de tantos cruciatus me sorprende que respire - Se hizo un silencio sepulcral. Todos sabíamos lo que podía causar esa maldición, especialmente en una muggle.

-Ella no está loca - Luna salió de la habitación. Aunque tenía su voz risueña de siempre había algo en su mirada que mostraba preocupación - Fleur dice que está estable. Rachel es una luchadora, ella me ayudó a sobrevivir, sin ella no lo hubiera logrado. Y ella sin Draco tampoco.

-Un momento. ¿Desde cuando le llamáis Draco y no Malfoy? - Ron parecía alterado por ello y su pregunta no agradó a Luna.

-Desde que, aún sabiendo los riesgos, se metía en nuestra celda a curarnos las heridas - Ron parecía dispuesto a contestar cuando Harry le interrumpió.

-Ya basta Ron. Aquí lo importante es que todos estáis vivos y a salvo - Una vez dicho eso pareció agotado y se fue a acostar.

-Le afecta mucho hablar de ti, se siente muy mal - Hermione me miró y yo suspiré confusa.

-Hermione, no se si estás aquí para darme las gracias o para disculparte de parte de mi hermano - Hermione se sobresaltó ante mi tono duro. La última vez que hablé con Harry solo me dijo cosas horribles. No quiero que se sienta mal, quiero que me respete y me vea como una igual. Además de atreverse a pedirme disculpas.

Al ver la reacción de Hermione decidí
relajar mi tono. Ella no se merecía mi furia.

-Solo digo que yo no voy a tener nada que ver con él hasta que se siente a hablar conmigo y me explique por qué - Hermione pareció relajarse. Sentí la mano de Luna en mi hombro. Creo que ella ya sabía de que se trataba.

-¿Por qué.... - Hermione quería saberlo todo. Francamente, después de leer las cartas de Harry no me sorprendió.

-Si se supone que no me dejó de lado por lo que me dijo esa noche, que está arrepentido, quiero saber el motivo por el cual me dejó sola y no le importó.

                               ***

El día había pasado lento. No podía moverme de esta cama.

Harry no había venido a verme. Sólo Fleur había vuelto para cambiarme las vendas.

Luna no se fue en ningún momento. Nos pasamos la tarde jugando a las cartas.

Ella quería distraerme, y la verdad es que lo agradecía. No podía parar de pensar en sí Draco estará bien ; o que habrá pasado con Patrick, Queen, Santana, Artie y Leo.

Al no poder levantarme de la cama, Fleur me trajo la cena a la habitación y se quedó a hacerme compañía mientras Luna se iba a cenar. Fleur era buena persona. Era una de las únicas personas de esta casa que no me miraba con pena.

Cuando Fleur se fue y supe que llegaba el momento de dormir me asusté. No quería volver a soñar algo así. No sabía lo que había significado ese sueño y no quería averiguarlo.

Me tranquilicé al ver a Luna en pijama entrando a la habitación.

-A Ron casi le da algo cuando he dicho que iba a dormir contigo - Luna me sonríe con su gesto soñador.

-Ron no tiene inteligencia emocional ninguna - Luna soltó una pequeña risa y se tumbó a mi lado en la cama.

-Bueno, llega el momento más difícil. Dormir - Nos tumbamos de lado quedando cara a cara y tras mirarnos un momento a los ojos ambas los cerramos.

No podía dormir. Había pasado lo que calculaba como una hora y seguía sin tener sueño. Luna se había dormido por completo. Rendida abrí los ojos y me encontré con la cara de Luna.

Era una chica preciosa. Su largo cabello platino caía un poco por encima de sus ojos dándola un aspecto tierno.

Luna era amigable, inteligente y sabía hayar la belleza en los lugares más inesperados. El tiempo que pasé con ella en la mansión Malfoy fue tan intenso que había formado una unión increíble entre ella y yo. Por supuesto mi mejor amigo seguía siendo Patrick. Por Luna sentía algo diferente de lo que sentía por ninguna de mis amigas. Y eso, lejos de confundirme me asustaba. No podía gustarme nadie en mitad de una guerra.

Mirando su rostro me quedé dormida, y esa noche no tuve ninguna pesadilla.

Me desperté poco a poco al sentir caricias en mis mejillas.

Abrí los ojos para encontrarme con la cara de Luna mirándome concentrada. Estaba tan cerca de mi que me puse nerviosa.

-Tienes narguels. Es importante quitarselos de encima - Sonreí ante su inocencia. Es obvio que nunca se fijaría en alguien como yo. Sé que dije que no debería gustarme nadie, pero una pequeña parte de mi ansiaba poder ser correspondida.

-Me gusta tu cara Rachel, eres una mujer muy guapa - Nos sentamos en la cama, pero ella seguía acariciandome la cara. Haciendo que me pusiera muy nerviosa.

Mis mejillas se sonrojaron y ella debió notarlo, pues soltó una pequeña risa.

-Rachel, estos días me ha estado pasando algo raro. Creo que hay narguels viviendo dentro de mi - Me reí brevemente de su comentario - Mi otra teoría necesita un experimento. Pero necesito tu ayuda.

-Está bien - Estaba tan nerviosa que me costaba procesar lo que ella me decía.

-Vale, tienes que cerrar los ojos - La miré con interrogación y ella me sonrió - Por favor, no es nada malo.

Suspiré y cerré los ojos. Sus caricias en mis mejillas se detuvieron y dejó sus manos en estas.

Me sobresalté al sentir su aliento cerca de mi cara. Pero mi sorpresa fue aún mayor cuando sus labios hicieron contacto con los míos.

Al instante correspondí al beso y llevé mis manos a su pelo, creando un extraño abrazo.

El beso era inocente. Pero sentí que por dentro estaba explotando.

Luna se río en mitad del beso, lo que me hizo sentir todavía mejor.

-Luna.... - No oímos la puerta abrirse, pero nos separamos rápidamente al oír la voz de Ron.