Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 17

George y yo aparecimos en mi casa.
Yo no era capaz de decir nada. Me sentía tan humillada e impotente que no podía pensar con claridad.

George me rodeó el hombro con su brazo y ambos fuimos al salón sentandonos en el sofá.

-No es tu culpa. Estoy seguro de que Remus lo entenderá - George acarició mi espalda intentando reconfortarme, con una sonrisa amable.

-No es solo eso. Remus está conmigo solo porque siente que les debe algo a mis padres. Solo por esa estúpida promesa que hizo - Le miré a los ojos. No había llorado. Por muchas ganas que tuviera no iba a ser débil.

George me miró y me dedicó otra de sus interminables sonrisas.

-No creo que sea solo por eso. Eres una persona increíble Rachel. Eres valiente, proteges a los tuyos, divertida y muy guapa si se me acepta el cumplido - Alzó las cejas haciéndome reír.

-Gracias George, de verdad lo necesitaba. Y tu no estás nada mal - Ambos nos reímos y seguimos hablando de tonterías. Llegó a un punto de la conversación en el que comenzamos a hablar de la guerra.

-No creo que pudiera soportar perder a alguien - Me decía él - Me da miedo  quedarme solo, toda la vida he tenido a un compañero. Y no solo temo por él, no quiero que nadie muera. Lo pasaría muy mal si tu lo hicieras - Dijo conectando nuestras miradas.

Me tomé un tiempo para observarlo. La verdad es que George era muy atractivo. Sus ojos desprendían bondad, además sus pecas, que le adornaban toda la cara, le hacían ver adorable.
Sin darme cuenta me había quedado embobada mirándolo. Y al parecer a él le había ocurrido lo mismo.

-Rachel - Susurró, pues estábamos bastante cerca - Tengo una duda - Miró mis labios, y por instinto yo hice lo mismo. Pero no me dio tiempo a reaccionar cuando sus labios estaban pegados a los míos.

Era un beso bastante cálido, me hacía sentir bien. Hacía mucho tiempo que nadie me besaba. Nunca tuve pareja, pero si estuve unas semanas informalmente con Amanda, una chica de mi instituto, aunque al final lo dejamos pues a ella le gustaba otra persona.

El beso con George era diferente a los de Amanda, si bien George era muy guapo, amable y gracioso no gustaba, por lo que no sentí ninguna sensación más que sus labios en los míos.

Cuando nos separamos ambos nos miramos a los ojos para luego soltar una carcajada.

-Eso ha sido raro - Decía George secándose las lágrimas de la risa.

-Sip, pero gracias por confirmar mi bisexualidad amigo - Me puso una mano en el hombro. Ya habíamos parado de reír aunque seguíamos de broma.

-Me alegra que te sigan gustando  también los chicos después de esto - Me miró divertido - Deben haber sido las dos copas de wisky de fuego que me he tomado o que tu eres muy guapa.

Yo lo miré divertida.

-Te gusta Angelina - George se sorprendió ante mi afirmación.

-¿Cómo?

-¡Por favor! - Exclamé interrumpiendolo - Cada vez que te quedas a comer es Angelina esto, Angelina lo otro - Imité su voz de enamorado al decir esto último causando que el me diera un pequeño codazo.

-Deberías decírselo, se acerca una guerra, y uno nunca sabe lo que va a perder - Me miró sonriente y asintió poniéndose de pie.

-¿A dónde vas? - Cuestioné al ver que iba a desaparecerse.

-A seguir tu consejo y, en caso de que no funcione a aprovechar la excusa de el wisky - Dicho esto me dio un pequeño abrazo y desapareció.

Subí a mi habitación arrastrando los pies y me tiré a la cama preguntándome si yo no debería hacer lo mismo que George y arreglar las cosas con Remus. Pero el cansancio me ganó antes de poder tomar ninguna decisión.

                                ***

Han pasado dos meses desde aquella noche, y no volví a hablar con Remus ni con nadie de la orden desde entonces.

Hace una semana cumplí los diecisiete, aunque con todo esto de la guerra no pudimos celebrarlo.

Me encontraba en la cafetería. Habíamos cerrado y yo hacía inventario en el cuarto de atrás mientras que Finn, mi compañero terminaba de limpiar las mesas.

Estaba terminando ya cuando escuche un susurro fuera, para después oír un golpe seco.

Cogí una pistola que llevaba siempre conmigo desde que Santana me la regaló por mi cumpleaños y salí por la puerta apuntando con ella.

No vi nada ni a nadie, no se escucha un ruido.

-¿Finn? - Llamé preocupada pues no lo veía por ninguna parte. Sabía que era peligroso y que debía irme. Pero Finn era mi compañero y amigo, y además nadie se queda atrás.

Avancé con cuidado por la cafetería hasta que pisé algo. Era viscoso. Me agaché ya que gracias a la oscuridad de la tienda no veía bien.

Al alumbrar con la pantalla de mi móvil pude distinguir el color rojo del líquido y el pánico comenzó a apoderarse de mí.

Avancé siguiendo el camino de la sangre con la pistola en alto hasta que entré a los baños de la cafetería.

Allí me encontré el cuerpo de Finn sin vida. Solté un grito de terror mientras me arrodillaba junto a él.

-Dios Finn. No te puedes ir. ¿Cómo va a continuar tu hermanita si lo haces? Sé que nunca fuimos muy cercanos, ni los mejores amigos, pero por favor no te mueras - Lágrimas de pánico caían por mis mejillas.

Observé su cara ensangrentada y los grandes cortes que había por su cuerpo y supe que esto no era obra de un asesino cualquiera. Era obra de mortifagos.

Alcé la mirada, que hasta ese momento había estado sólo centrada en el cadáver de Finn y vi que en la pared estaba escrito con lo que parecía ser sangre : “Tú eres la siguiente Potter”.

El pánico me invadió. Sabían dónde estaba y Finn había muerto por mi culpa, lo único malo que hizo él fue estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.

Ya no vería más a su hermanita, a la cuál tanto quería, ya no seguiría estudiando ingenieria ni perseguiria su sueño de construir un rascacielos, sueño del cual me hablaba todos los días.

Con las manos temblando y aún sollozando llamé a la policía.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro