Capítulo 11
El pequeño Leo tenía ya 4 meses.
4 meses en los que ninguna de las personas que vivíamos en la vieja casa dormimos demasiado.
Santana se transladó aquí a la semana de nacer el enano, pues decía que con un bebé todo era más peligroso.
Yo por mi parte estaba algo preocupada por Remus, no le vemos desde hace 3 meses, cuando vino a conocer a Leo.
Patrick por el contrario está más que contento, pues Fred y George abandonaron el colegio, y decidieron pasarse a visitarnos para cenar todos los viernes, aunque hay veces en las que sólo viene Fred.
La primera vez que vinieron fue emocionante y raro para mi a partes iguales:
Había sido un día cansado, Queen y yo habíamos estado buscando pañales baratos para Leo, lo que nos costó todo el día y una pelea con la dependienta.
En ese momento me encontraba sentada en el sofá con Leo en el regazo mientras este jugaba con mis dedos.
-Voy a bañarle y después a la cama - Queen cogió a Leo mientras ponía una voz dulce para el pequeño, que soltó una carcajada y agarró su nariz.
De repente un gran estruendo sonó fuera de casa, y un segundo después risas, unas risas muy parecidas entre ellas que me sonaban mucho.
-¡Fred! - Patrick salió corriendo de casa. Yo corrí detrás de él para ver como se lanzaba a los brazos del gemelo que supuse que sería Fred. Este le correspondió enseguida y levantando a Patrick les hizo girar a ambos mientras se reían. En este punto Queen, con Leo aún en brazos, y Santana ya estaban a mi lado. Esta última apoyó su brazo en mi hombro mirando la escena con una pequeña sonrisa y en la que vi una pizca de envidia.
Por desgracia el bonito momento se vio interrumpido por el llanto de Leo. Fred y Patrick se separaron y los gemelos parecieron notar nuestra presencia, pasando sus ojos sincronizadamente de Queen y el bebé a mí.
-Lo lamento, tiene sueño, hay que acostarle. Pero no os quedéis allí, pasar dentro - Dicho esto Queen subió las escaleras a la planta de arriba.
Decidimos sentarnos en el salón, mientras Santana y yo ocupabamos un sillón Fred y Patrick se cogían las manos en el de enfrente y George en el de su lado lucía una sonrisa divertida.
-¡Madre mía! Freddie ¿No vas a saludar a Rachel? No te veía desde que tenías catorce - George apoyó una mano en mi hombro con aire amigable, pero Santana se la apartó de un manotazo.
-Sí, y si no recuerdo mal que le dieseis esos caramelos a la foca pequeña Dursley provocó que la grande le diera una paliza a Rachel - Los gemelos me miraron sorprendidos. Justo cuando iban a abrir la boca para disculparse les interrumpí.
-Eso fue hace mucho tiempo, además fue satisfactorio ver a Dudley con esas pintas - Le puse una mano en el hombro a George y me giré a mirar a Fred - Además tu haces feliz a mi mejor amigo.
Fred me sonrió aliviado, al igual que George, pero este habló de nuevo.
-De verdad que lo siento, no se nos ocurrió pensar que eso podría afectarte, solo pensamos en lo idiota que era ese niño con Harry - Me miró con una sonrisa solemne y yo me di una palmadita en el hombro.
-No te preocupes, estoy acostumbrada a que la gente piense en mi hermano antes que en mi - Lo que parecía un silencio incómodo se volvió un ambiente alegre gracias a las risas de los gemelos. Queen entró en la sala y nos miró divertida.
-Pues deberías hablar con nuestra madre, quiere conoceros a los cuatro, pero especialmente a ti - Al terminar la frase Fred le dio un pequeño beso en la punta de la nariz a Patrick indicándole que hablaba con él.
Pasamos la tarde en un ambiente de bromas y por la noche se quedaron a cenar y Fred a dormir. Yo no quiero decir nada, pero este último no se podía sentar a la mañana siguiente, lo que provocó unas cuantas burlas por parte de Santana y mía.
***
De nuevo aquí, esa tarde me encontraba junto con Santana, Patrick y Leo en mi habitación haciendo deberes mientras que Queen preparaba el baño del pequeño.
-Y.... ¿Cuándo vas a hablar con Queen para que este enano te llame mamá? - Patrick movió las cejas de arriba abajo mientras yo soltaba una carcajada.
-¿No te duele el culo de pasar tanto tiempo con Fred? - Respondió Santana a la defensiva.
-No, creo que la pregunta correcta es si le duele a él - No pude evitarlo y estallé en una gran carcajada que contagie a Leo justo cuando Queen abrió la puerta.
-¿De que habláis? - Preguntó mientras cogía a Leo en brazos.
-De qué el culo de Fred tiene que doler bastante - Patrick y yo intercambiamos una mirada divertida mientras Queen nos miraba con una sonrisa.
-Pues, por muy gracioso que sea el tema deberíais seguir estudiando, estáis a la mitad de la semana de exámenes - Bufé fuertemente dándome cabezazos con mi libro de historia.
-¿Sabes? Cuando algún día me haga rico pagaré a alguien para que sea mi calculadora humana - Patrick se lanzó a la cama mientras decía eso haciéndonos rebotar a Santana y a mi.
De repente un gran estruendo sonó y en mitad de la habitación apareció un Remus con lágrimas en los ojos, aspecto asustado y con más heridas de lo normal.
-Sirius ha muerto - Un silencio sepulcral llenó la sala. No sabía como reaccionar. Por un lado le había pegado una paliza a Patrick, pero por otro no era mala persona, además de ser el mejor amigo de Remus.
Este comenzó a llorar por lo que Santana lo envolvió entre sus brazos. Miré a Patrick y este tenía la mirada perdida, con una expresión seria, que indicaba que él tampoco sabía como reaccionar.
Cuando mi mano se posó en su hombro pareció reaccionar y me miró con la misma expresión de desconcierto.
-¿Estás bien? - Susurré, ya que no quería que el resto se centrara en él.
-Un poco desconcertado, pero no sé si estoy triste, al fin y al cabo no puedes echar de menos algo que nunca has tenido - Dicho esto apoyó su cabeza en mi hombro y ambos, con los brazos entrelazados nos dirigimos a consolar a Remus.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro