Extra
Extra:
4 años después, Moscú.
Sasha:
Giro sobre la cama y extiendo el brazo sobre la superficie fría y vacía a mi lado. Desplazo la mirada por la habitación en cuanto me siento en la cama, y observo el reloj en la mesa a mi lado. Son casi pasadas las once de la noche.
«Debí quedarme dormido.»
Últimamente Sarah duerme mucho y ha estado demasiado cansada con los últimos exámenes para terminar su carrera como Psicóloga y los malestares físicos no han ayudado a hacerle más fácil la tarea, por lo tanto cuando toma estás pequeñas siestas, trato de hacerme espacio en el trabajo para acompañarla y velar su sueño; no me gusta dejarla sola tanto tiempo, pese a que no se cansa de decir que no es un problema para ella. Aun así agradezco que Kat se haya ofrecido a pasar el fin de semana en casa con nosotros para hacerle compañía, al menos podre salir de la ciudad tranquilo para mí reunión con los búlgaros. Aún no me he ido y ya quiero regresar, al parecer las largas horas que he tenido que pasar trabajando están jugándome una mala pasada ya que últimamente no puedo ni dormir tranquilo con tanto trabajo.
Suspiro y salgo de la cama en busca de mi mujer; el baño está vacío así que salgo de la habitación, la casa parece desolada y que Goliath no este en su sitio junto a la chimenea me hace suspirar y desviar la mirada a la puerta principal. Volteo y vuelvo a la habitación para tomar una manta y una sudadera que me la coloco por encima y la cobija en mi hombro antes de volver hacia la salida.
Abandono la casa y emprendo mi camino hacia el jardín; tan pronto pongo un pie fuera la fría brisa golpea sobre mi rostro haciendo que lleve la mirada al cielo estrellado. No es temporada de nevada pero aún así la brisa es fresca y me preocupa que en su estado merodee sola en los alrededores. Aún cuando se que aquí nada puede lastimarla, no corre ningún tipo de peligro, pero mi sentido de protección hacia ellos sobrepasa mi lado racional, así que no me detengo, sigo mi camino mientras aprovecho para encender un cigarrillo. Se supone que lo deje por Sarah, pero en ocasiones no puedo resistirme a uno, en especial cuando salgo en busca de mi pequeña fugitiva nocturna.
Las hojas de los árboles se mueven levemente de un lado al otro y a medida que avanzo por el jardín sumiéndome en el sendero que da al bosque los arboles empiezan a rodearme. En lo lejos visualizo el lago y sonrío cuando veo a la chica sentada en el césped frente al lago, con Goliath como siempre a su lado. Doy una última calada al cigarrillo en mis labios y lo apago bajo mis zapatos antes de acercarme. El tigre es el primero en mirarme arrugando la nariz molesto, cuando me acerco a ella y coloco la cobija sobre sus hombros para cubrirla del frío.
Goliath ha desarrollado un sentido de protección aún peor que el mío y en ocasiones me toca regañarlo para que me permita acercarme, ya que desde que Sarah esta en cinta, se ha vuelto mas territorial.
Acariciando la cabeza de mi mujer que no se mueve, mientras se mantiene con las piernas cruzadas como los indios y la mirada fija en el lago. Suspiro y tomo asiento a su lado, sus ojos permanecen oscuros y vacíos mirando hacia la nada, y pese a que no dice nada, ladea el rostro con la mirada fija en algún punto en el agua.
—Freya... —La llamo y suavemente gira el rostro hacia mi y me mira.
Recorro su rostro con la mirada y luego bajo la mirada a su abultado abdomen de cinco meses de embarazo, dónde mantiene ambas manos apoyadas.
—Me asustaste amor, pudiste llamarme para hacerte compañía, no es seguro que merodees sola en las noches—Escondo un mechón de su cabello tras su oreja y sigue el recorrido de mi mano hasta que aparta la mirada nuevamente al lago.
—Estabas cansado.—Susurra juntando el ceño—Tu necesitabas dormir y yo necesitaba tomar aire. Además no estaba sola, Goliath estaba conmigo.
Suspiro y tomo su barbilla para que me mire, la giro suavemente intentando no alterarla, ya que el médico dijo que no es bueno que se exalte cuando está en medio de un episodio, así que busco sus ojos y con el pulgar recorro sus labios.
Suspira y cierra los ojos un instante dejando que la acaricie, dejo un beso corto sobre sus labios y deslizó mi mano a su nuca dejando mi frente sobre la suya.
—Se que he tenido mucho trabajo últimamente, pero nunca estoy cansado para ti Freya...—Susurro y sonríe aún con los ojos cerrados—¿Qué tal si regresamos a la casa y te enseño mi punto?—Propongo y ella inclina la cabeza a un lado sin apartarse, incluso cuando Goliath se mete entre los dos apoyando la cabeza en las piernas de Sarah, ronroneando como un gatito.
—Eso suena bien.—Musita y abre los ojos dejándome ver el brillo en ellos, cuando parpadea y me observa ahora con la mirada menos oscura.
Suspiro aliviado y me pongo de pie tomando su mano para ayudarla a pararse. Se lleva la mano a la cabeza y le rodeo la cintura con mi brazo acercándola hacia mi, temiendo que se desmaye, pero en cambio me sonríe y recuesta la cabeza en mi pecho.
—Cárgame ¿si?—Levanta la mirada fijando sus ojos en los míos y sacudo la cabeza sonriendo cuando sus labios se tuercen en un mohín que la hace ver jodidamente adorable.
—Lo que mi Freya desee.—La tomo desde las piernas y la cintura alzándola como si nada y se ríe antes de besar mi mejilla y recostar su cabeza en mi pecho.
Bajo la mirada a su abdomen y beso un lado de su cabeza, lleno de orgullo de que sea mi mujer y la madre de mi hijo. Suspira y se acomoda en mi pecho dejando que la cargue mientras comienzo a andar de regreso a la mansión.
—¿Crees que seré una buena madre? Es decir... se que he mejorado mucho, pero ya vez que aún mi estado mental no es del todo estable.
La pregunta me hace parpadear y bajar la mirada hacia ella, pero ahora permanece con los ojos cerrados y el rostro recostado en mi pecho.
«Así que eso era lo que le preocupaba...» Sarah ha estado tomando un nuevo medicamento experimental y de origen totalmente natural que logra ayudar para prevenir sus crisis, y el que sea orgánico lo hace cero por ciento nocivo para el bebé, pero aún así al parecer no deja de preocuparse.
—No me cabe duda que serás la mejor madre de todas amor. —Le aseguro besando su cabeza—De hecho me preocupa ser yo quien la cague.—Confieso.
Se ríe sin abrir los ojos y luego deja salir un suspiro seguido de un gran bostezo.
—Tranquilo, se que serás...—Bosteza nuevamente y la miro cuando recuesta más el rostro —un excelente papá, amor.—Las últimas palabras son casi un susurro, cuando acaba por quedarse dormida en mis brazos justo cuando me detengo visualizando a lo lejos la entrada principal.
La observo dormir entre mis brazos y suspiro observando un instante su abdomen abultado en dónde carga a nuestro hijo. Sonrió como el idiota enamorado en el que me he convertido desde la primera vez que la vi sentada en aquel jardín rodeada de flores amarillas y cuando me dispongo a retomar el camino a la casa, vuelvo a detenerme fijando la mirada en la persona que emerge desde la parte trasera del jardín lateral.
«¿Qué demonios hacia ahí?»
Junto el ceño cuando veo a Kat caminar apresurada hacia el interior de la casa, limpiándose las lágrimas del rostro, doy un paso en su dirección, pero me detengo cuando Lev aparece justo detrás de ella. Pero a diferencia de mi hermana, el camina en dirección contraria.
Se ve molesto y lo confirmo cuando estrella el casco que sostenía en el brazo contra el tronco del árbol y luego patea con rabia su motocicleta haciendo que caiga al piso. Se aparta con molestia el cabello del rostro y alza de un tirón la motocicleta antes de lanzarse sobre el vehículo que levanta una nube de polvo y tierra cuando acelera y se larga hecho una fiera sin si quiera percatarse de mi presencia.
Vuelvo la mirada a la puerta por dónde se ha marchado mi hermana y luego a la nube de polvo aun levantada en el aire.
Kat y Lev han estado actuando extraño desde el cumpleaños de Kat, Pero nunca antes había visto a Lev perder la compostura así, así que supongo que sea lo que sea que paso, debió ser grabe para desatar su enojo. Suspiro y vuelvo a mirar a la mujer en mis brazos, la brisa mueve su cabello haciendo que se estremezca así que suspiro y sigo mi camino hacia la casa.
«Ya en la mañana me ocupare de averiguar que diablos está pasando entre ellos.»
Ayyy mía bebés están embarazados 🥹👀 un ruso-italiano. En camino chicas 😍😍😍
Sarah un sufre de sus crisis pero cada vez son menos y como ven, más leves, aún así mis niños están asustados por el futuro en su nueva etapa como papás.
Ayyy Lev y Kat... ¿Que paso ahí?👀
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