CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 16
Sarah:
—Sarah... cariño. Te amo, y tienes que ser fuerte ¿si?
—¿Mamá? ¿Qué estás haciendo aquí?—Observo alarmada a mi alrededor temiendo que alguien se acerque y la atrape.
—No hay tiempo hija, debo decírtelo. Es importante que lo sepas, es papá el...
—¿El que? ¿Qué ha pasado?
—Murió pequeña.
Todo mi mundo se sacude de pronto con las palabras que me desgarran el corazón al instante, mientras niego con la cabeza intentando sostenerme en pie.
—No... ¡mentira! ¡Mientes! ¿Por qué dices eso?
—¡Papá! ¡Papá!
—Lo mataste Sarah.
Volteo encontrando la mirada gélida de mi hermano, que me mira con furia y horror mientras abraza a mamá que no deja de llorar.
—No... yo...
Bajo la mirada a mis manos y retrocedo dejando caer el cuchillo al piso. Mis manos están cubiertas por la sangre, al igual que el piso y parte de mi ropa.
—No... ¡no!
—Eres peligrosa, mataste a papá y un día acabaras matándonos a todos.
—No... Damon lo juro, no quise hacerlo. Lo siento... lo siento mucho.
No logro contener las lágrimas mientras observo a mis hermanos que abrazan a mamá, apartándola de mi.
—Mami... por favor.
Ella no me mira, Caín la cubre con sus brazos y Damon aparta la mirada.
—¡Asesina! ¡Eres una maldita asesina! Asesina...asesina.— Repiten los tres a la vez obligándome a retroceder cubriendo mis oídos, cuando el sonido de sus voces se vuelve insoportable; hasta que de pronto una figura femenina aparece frente a mi.
El largo cabello rubio platinado, cubre parte de su rostro y la sangre empapa su ropa. Mi ceño se junta viendo como sus hombros suben y bajan cuando de la nada comienza a reír a carcajadas de forma espeluznante, y lento levanta la cabeza, fijando la mirada en mi.
Paso saliva y sacudo la cabeza al percatarme de que soy yo, la chica que sonríe con expresión desquiciada frente a mí, soy yo.
—¡Asesina! Eso es lo que eres Sarah... es lo que somos... —Susurra sonriendo-Asesina...
—No... no lo soy.—Cubro mis oídos—no soy una asesina. ¡No lo soy!
—¡No lo soy!
Salto de la cama llevándome una mano al pecho, mientras con la otra me aparto el cabello húmedo del rostro. El sonido de mi desbocado corazón debe escucharse desde el otro lado del continente asi que suspiro o tentando calmarme.
—Pesadilla... solo fue eso Sarah... estas bien. Papá esta bien... todos están bien.
Repito las palabras una y otra vez, intentando convencerme, mientras me paso las manos por el rostro. Sin si quiera molestarme por el reloj sobre la mesa, que marca casi las dos de la madrugada, tomó la tableta con mi medicación, quito dos píldoras del frasco y me las bebo junto con un gran sorbo de la botella de agua sobre mi mesa de noche.
Suspiro con alivio y desplazo la mirada por la oscura habitación; las paredes oscuras y el silencio arrasador, me hacen ponerme de pie, con la repentina necesidad de tomar aire, cuando siento que el dormitorio se vuelve cada vez más pequeño. Asi que me quito la manta que me cubre y me pongo de pie saliendo de la habitación, ni siquiera me molesto en tomar un abrigo solo camino sin rumbo recorriendo los pasillos sin dirección aparente.
***
Sasha:
Con el codo apoyado en la isla de la cocina, bebo del envase de jugo de naranja, observando por la ventana. Hoy ha sido un día largo y casi no he estado en la casa. He descuidado parte de mis obligaciones en la Bratva, en estas últimas tres semanas en las que traje a Sarah a la mansión y eso me está pasando factura, con la pila de trabajo acumulado que tengo, pero da igual. Como siempre, encontraré la manera de solucionarlo sin descuidar lo verdaderamente importante aquí, Sarah.
El tiempo se me esta acabando y no he tenido avances con ella, parece ser que cuanto mas intento acercarme, mas me aleja y se encierra en su pequeña burbuja mental, a la cual no me permite acceder. No he descifrado aún en que estoy fallando y el hecho de que ni siquiera voltee a verme desde que nos besamos me confunde aun más. La atracción que sentimos ambos, es obvia. Esta ahí lo se, lo siento en la forma en la que me mira, pero algo la limita y no se como derribar esa barrera. Nunca he tenido problemas para leer a las personas pero con ella, es diferente. ¿Por qué diferente? Probablemente porque pese a mi naturaleza sádica, ella es una de las pocas personas en el mundo a quien no deseo herir.
Sonrió sacudiendo la cabeza divertido y beber otro poco del liquido anaranjado en la botella, cuando veo la sombra de la mujer que pasa en medio de la oscuridad con dirección a la puerta trasera al otro lado de la habitación, me hace alzar la ceja observando como lucha con la puerta que intenta abrir.
—¡Maledetta merda! «Maldita mierda.»
Maldice bajo en italiano, cuando se lleva no se que cosa por delante y luego forcejea con la puerta que termina cediendo y por la cual sale en dirección al jardín trasero.
Sacudo la cabeza y sonrió mientras la sigo hacia el jardín. Al parecer la niña tiene temperamento después de todo.
—¿Intentando escapar otra vez?—Pregunto una vez me detengo pocos pasos atrás, observando a la chica que se mantiene frente a la piscina congelada, con la mirada perdida en el jardín.
—¿De que me ha servido hasta ahora? Siempre me atrapas, estoy empezando a creer que jamás me librare de ti—Hace una pausa donde tampoco respondo y suspira observando hacia el cielo- Solo no podía dormir.
—¿Otra pesadilla?
Medio me mira cuando me acerco y coloco mi chaqueta sobre sus hombros, y luego vuelve a mirar las nubes, sigo el recorrido de sus ojos observando el cielo y por extraño que suene, una inmensa sensación de paz me invade al estar asi a solas con Sarah, es la misma sensación que sentí la primera vez que la vi. Y a la cual me he vuelto adicto.
—Habla conmigo Freya... no me gusta ver ese brillo de tristeza en tus ojos. —Mis nudillos acarician su rostro, hasta que se voltea hacia mi y aparta mi mano de un manotazo.
Paso por alto el gesto, porque estoy demasiado perdido en el iris peculiar de sus ojos, que arden en llamas cuando me miran como lo hace ahora. No puedo describir el impacto que tienen eso ojos sobre mi, pero no soy tan imbécil como para mentirme a mi mismo diciéndome que no despiertan mi lado más humano, porque no sería más que una jodida patraña.
—Dudo que en realidad te importe algo más que el hecho de que tu voluntad se cumpla, así que no tiene caso que te lo diga, porque no te importa en realidad lo que yo sienta; solo anhelas el sentimiento de poder que sientes al ser quien domina y lleva el control absoluto de la situación.
Aparta la mirada y junto el ceño antes de bajar mi mano que acariciaba su rostro. Que ella me deshumanice de esa forma no me agrada, y es inexplicable la incomodidad que sus palabras causaron en mi, de otra persona me importa una mierda pero no ella.
—¡Es un asesino!—Escucho a la mujer que se queja en el interior del despacho de papá.
—¡Cierra la boca! No te permito que hables así de mi hijo, es tu maldito nieto por dios.
—Ese engendro no es mi nieto, es el culpable de la muerte de mi Aleska. Es una abominación maldita que no debió nacer. Mi hija aun estaría viva de no ser por el. Si no se hubiese negado a abortarlo, ella...
El sonido del disparo me hace parpadear, y enfoco la mirada en la mujer frente a mí saliendo del recuerdo.
Vuelvo a mirar a Sarah que no me dirige ni siquiera una mirada y me acerco tomando su brazo con suavidad para que me mire.
—Anda dímelo. —Pido acariciando su mejilla, buscando sus ojos.
—Extraño a mi familia. ¿Bien?-Se molesta tomando distancia y cruzándose de brazos—Para alguien sin corazón como tu probablemente sea una novedad, pero existimos personas con sentimientos.
Trato de no verme demasiado afectado por las duras palabras que me suelta, y que se sienten como sal en una herida que creí cerrada, pero aun asi suspiro sin quitarle la mirada de encima, y percatándome de que probablemente no está de humor para un paseo, volteo para largarme por donde vine y darle privacidad, y mientras me acerco a la puerta por la que llegue, el nudo que se me forma en el estomago solo aumenta.
Algo esta mal conmigo y no se que demonios es, pero sea lo que sea, es lo que me lleva a soltar las palabras que no quería decir, porque ceder es mostrar debilidad y eso nunca es bueno.
—Te permitiré volver a ponerte en contacto con ellos. —Explico al fin, tras dejar salir un suspiro—Lo que sea para que no me odies. —Susurro para mi mismo, y doy un paso retomando el camino, pero sus palabras antes de atravesar la puerta me detienen otra vez.
—No esta en mi naturaleza odiar a las personas.
No volteo, solo la observo por encima de mi hombro, aun esta de espaldas y tampoco me mira pero aun asi se abraza asi misma envolviéndose con la tela de mi saco.
***
El sonido de dos golpes en la puerta de mi dormitorio me hacen juntar el ceño y vuelvo la mirada al reloj en mi muñeca.
—Soy yo, Sarah. —Se pronuncia la suave voz al otro lado de la puerta haciendo que me ponga de pie de golpe observando el reloj, mientras me apresuró para abrir la puerta.
Tan pronto lo hago me encuentro con la chica de pie frente a mi, que me observa con nerviosismo haciendo que enarque una ceja al percatarme de que sus mejillas se sonrojan, tiñendo su rostro de un rosa adorable. Humedece sus labios y bajo la mirada siguiendo el recorrido de sus ojos que no se despegan de mi torso desnudo. Vuelvo a mirarla aun con mi mano sosteniendo la madera de la puerta y sonrió divertido cuando carraspea, intentando apartar la mirada, la cual no logra mantener en mis ojos.
—¿Necesitas algo pequeña Sarah? Solo han pasado unos minutos desde que nos vimos.—Señalo recorriéndola con la mirada—ha menos que quieras compañía para dormir. No voy a oponerme a eso.
Blanquea los ojos y bufa antes de empujar la chaqueta que le di, sobre mi pecho extendiéndola para que la tome.
—Me voy a dormir y quise pasar a regresártela.
Bajo la mirada a la tela negra que me extiende y ladeo la cabeza antes de sonreír y tomar lo que me ofrece y asentir.
—Gracias. —Susurra y voltea pero se detiene de golpe y toma una inhalación cargada antes de que sus hombros caigan y voltee nuevamente hacia mi.
Sus ojos se fijan en los míos mientras sigo de pie a la espera de lo que se supone que vino a hacer realmente aquí y tras observarme fijamente, da un paso hacia mi, luego otro y otro hasta que su nariz caso roza la piel de mi pecho, bajo la mirada sin moverme y tomo su mentón para que me mire, sus ojos brillan y sonrió de lado al percatarme de lo que desea sin necesidad de que lo diga.
—Esta bien Freya... —Susurro acariciando sus labios y cierra los ojos.
—Lo lamento. No debí decir lo que dije, es solo que...
—Lo entiendo. Estas molesta es natural.
—No me justifiques. Lo que dije fue... cruel.
Casi sonrió por su percepción de crueldad, pero por la seriedad en su rostro presiento que está hablando en serio, y temo que piense que me burlo de ella, así que simplemente asiento.
—Esta bien.—La crueldad es algo con lo que puedo lidiar, pero no con esto—Quito la lágrima que se desliza de su mejilla—Te dije que te dejare hablar con tu familia, asi que no hay necesidad de que llores.
—¿Por qué te molesta?—Susurra y mi mano rodea su garganta levantando su rostro en busca de los ojos que me hechizan. Acorto la distancia hasta que retrocede y su espada acaba recostada en la pared junto a la puerta.
—Porque mi aparentemente inexistente corazón, se rompe cuando sufres Sarah. Puedo soportar tu rabia, tu frustración, incluso que intentes matarme de vez en cuando, pero no tu sufrimiento, porque tu dolor es el mio. —Confieso sosteniendo su mirada.
Sus ojos se llenan de confusión, su respiración se agita y siento como el pulso se le acelera entre mis dedos. Suspira cerrando los ojos un instante y estoy a punto de soltarla y apartarme vuelve a mirarme.
—Bésame.
Parpadeo y junto el ceño creyendo haber escuchado mal, pero su mano se desplaza a mi rostro y acaricia mis labios con suavidad, mientras los observa y traga saliva antes de desviar la mirada tímida otra vez hacia mis ojos.
—Hazlo. —Asiente lento cuando me cierro sobre ella acercándo mi boca a la suya.
Levanto su barbilla y busco sus ojos, en busca de cual es el truco, pero sus pupilas no están dilatadas, ni su expresión es la que tiene cuando entra en crisis, de hecho se ve demasiado calmada.
—No es un episodio, soy consiente de lo que estoy pidiendo, así que hazlo o déjame ir.
Acaricio su labio y sin pensármelo más, arremeto sobre sus labios. Mi mano se aferra a su garganta y ella coloca sus palmas sobre mi pecho desnudo, mientras la aprisiona con mi cuerpo contra la pared, saboreando con una lentitud excitante los labios que se separan, dándome acceso al interior cálido de su boca; mi lengua se desliza dentro de ella y juega suavemente con la suya. Y mientras la beso no puedo evitar pensar en el cielo estrellado de una noche de primavera. La inmensa sensación de calidez que emerge cuando Sarah esta cerca, me llena de tal forma que calienta cada helado rincón de mi ser.
Siento como su cuerpo tiembla de pronto y quito mi mano de su garganta, apartando las lágrimas que se deslizan por sus mejillas mientras nos besamos.
No se que es lo que la tiene así, pero sea lo que sea la ha llevado a intentar buscar cobijo y calidez en su captor. Y admito que eso me favorece, pero no lo suficiente, ya que el hecho de que sufra opaca cualquier sentimiento de satisfacción que pudiera sentir y no solo eso despierta ese lado asesino que me incita a que destroza al responsable de esas lágrimas aún temiendo ser yo mismo el responsable. Aunque a juzgar por como se aferra a mi, casi podría jurar que sea lo que sea que le pase, esta vez no soy el responsable.
💫Bueno... antes de que saquen conjeturas apresuradas... Sarah sufre por sus demonios, no solo porque extañe a su familia o porque Sasha la tenga "cautiva".
💫Las pesadillas de Sarah y los recuerdos de Sasha... 💔
Recuerden que cuando Kiara y Mikhael empezaron su "relación" Sasha ya era bastante retraído y desconfiado con las personas. ¿Y como no serlo con una abuela materna que lo culpaba por la muerte de su mamá?
💫Sarah aferrada a Sasha... ahhh 🤤
💫Amo que Sasha no se aproveche de ella y siempre corrobore que esta "en su estado natural", antes de hacer algún movimiento con ella.😍
PIDO PERDON POR LAS FALTAS ORTOGRÁFICAS QUE PUEDAN ENCONTRAR. ANDO ACTUALIZANDO APURADA, PERO NO QUERIA DEJAR DE SUBIRLES EL CAPÍTULO HOY.
DENLE AMOR Y TAL VEZ MAÑANA SUBA EL 17 👀 (amo sobornarlas)
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