• Juliana •
—Diana, no te enojes, creo que en reiteradas ocasiones te he demostrado que no tengo inconvenientes con interactuar con personas con menos recursos económicos que yo — detalla con una cierta preocupación ante la actitud de ella.
—Descuida, está bien, entiendo que tengas ciertos gustos, somos diferentes, además ni siquiera entiendo porque me debería molestar eso, es tu vida. Aunque es raro como argentino que no compartas un mate—responde un poco mejor, menos malhumorada que antes.
—Y eso que aún no te he dicho que no me gusta el dulce de leche— contesta entre risas esperando oír la respuesta de ella.
—¿Qué? No es posible —dice con un rostro anonadado.
—Prefiero la crema de cacao o la mantequilla de maní. Aunque la mermelada también es una opción minoritaria.
—Después de escuchar eso, debería correrte de esta panadería— responde entre risas, como si hubiese olvidado su molestia anterior.
—Ya son las 18:43 p.m. debería irme, tengo que culminar unos detalles estéticos del voto de nuestra lista, el que diseñó Mariana es muy...poco... ¡usual!, todo negro, sin ninguna pizca de ser llamativo.
—Uf, una lástima —bromea Diana.
—Pero antes de irme ¿me podrías dar 6 berlinesas por favor?—pregunta mientras extrae del bolsillo derecho su billetera.
—¿Seis qué?—indaga atónita por su expresión un poco risueña.
—De esas—señala.
—Ah, son bolas de fraile. Debes argentinizarte más— pide sin poder disimular el sonido de una carcajada.
Pero él solo se ríe, mientras espera que termine de depositar las donas en la bolsa.
—Oye, gracias, gracias por venir, aunque no lo creas la pasé bien con tu visita —asegura ella con una sonrisa que no puede ocultar.
—Lo mismo digo— dice Angelo haciendo un gesto de despedida con su mano derecha junto a su sonrisa característica que inevitablemente tampoco puede camuflarla.
Sale de allí y camina unas cuadras en busca de un taxi para poder regresar lo más rápido posible a su sola y fría residencia.
°°°
El trayecto por esa zona de Buenos Aires prometía ser poco interesante, sin mencionar que el joven taxista es extremadamente reservado y con muy pocas intenciones de entablar una conversación con sus pasajeros.
Frente a esta realidad, Angelo toma su celular para sumergirse digitalmente en sus redes sociales, ignorando por completo la visual arquitectónica fuera de las ventanillas del automóvil.
Finalmente, después de un largo recorrido, llegan a su destino, pero con una sorpresa sumamente inesperada.
Angelo paga al taxista, baja del vehículo agradecido por el viaje, ocultando un poco su decepción por la falta de interacción.
Pero ese sentimiento pasa a segundo plano al ver a Juliana fuera de su casa esperándola para dialogar.
—¡Por fin! Hace días estoy tratando de hablar con vos—grita con un elevado y chillón timbre de voz.
—¿Qué quieres? Si quedaron objetos tuyos en mi casa, no puedo devolvértelos, están en la basura.
—Necesito hablar contigo bebé, déjame explicarte todo, no es justo que destruyas lo mágico de nuestra relación por un chisme—responde con una mirada que manifiesta un poco de ternura.
—La relación fue destruida por vos, te recuerdo que me engañaste con el boludo de Agustín —comenta Angelo, con un poco de furia de solo recordarlo.
—Sí, pero entiéndeme, últimamente vos estabas muy enfocado en tus proyectos, en la política, y me sentía sola...comenzamos a interactuar con Agus...y sin quererlo, pasó. Pero te aseguro amor, que tu eres el único chico que adoro con toda mi alma, lo que tuve con él fue solo una aventura pasajera, sin importancia—detalla tratando de excusarse.
Angelo poco a poco pierde la paciencia, respira profundo, y al estar más calmado, decide responderle:
—¿Ahora yo soy el culpable de tener cuernos?—pregunta indignado.
—Todos fuimos culpables, vos estabas distante, y él se acercó a mí en un momento de debilidad.
—¿Y casualmente Agustín no? Que toda la vida quiso ser como yo, incluso ingresó al Centro de Estudiantes solo porque estaba al mando, y él quería ejercer un puesto de poder para sentirse superior como siempre.
sempiternamente ha querido ser mi fiel imitación, porque toda su vida, su familia lo ha comparado conmigo, porque a diferencia de él, a pesar de que ambos hayamos nacido en cunas de oro, yo sí me esfuerzo por conseguir mérito en mis logros.
—Bebecito, olvidemos a Agustín, hablemos de nuestro amor, no podemos tirar por la borda esos dos años de romance—suplica manifestando un rostro consumido por la tristeza.
—Sí puedo, ya estoy saliendo con alguien más.
—¿Whats? ¿Who? ¡Eso solo dices para molestarme!—responde furiosa cambiando rotundamente su expresión facial.
—Es Diana...y por cierto, ayer le regalé el collar de oro de Baviera que tanto anhelabas.
—¿Esa negra panadera? ¿Perdiste la cordura y el sentido común? ¿Es una cámara oculta para tik tok verdad?
—Si quieres la podemos llamar por teléfono ahora mismo para que te lo confirme — afirma confiado señalando su teléfono.
Ella, consumida por la furia, que incluso se puede reflejar en sus ojos, levantando el dedo índice acompaña sus palabras diciendo:
—No soportaré esa humillación. Me voy, pero con la seguridad de que vas a rogarme de rodillas que vuelva contigo.
Tras esa inesperada sorpresa, ingresa a su vivienda un poco exaltado; conociéndola, está convencido de que no estará tranquila hasta que se aburra y se olvide de él.
Aunque no quiere pensar sobre eso, en el fondo sabe que Juliana es vengativa, que tras esa revelación, solo debía esperar el incendio que podría avecinarse, por la pequeña llamarada que él desató.
Minutos después en el interior de su cuarto, previo a realizar una serie de pendientes escolares y el diseño del voto estudiantil, toma su celular un poco preocupado.
[19:28 p.m]Angelo: Juliana vino a verme.
[19:33 p.m] Diana: ¿Se enteró del romance? Sí es así magino su furia.
Angelo al leer su mensaje, piensa durante un instante antes de responder, no quiere mentirle, pero piensa que si le comenta que reveló el secreto a Juliana, la falsedad romántica terminaría, y aún desea por un tiempo más, ver las reacciones de las personas, incluida su familia.
[19:34 p.m]: Angelo: No. Pero conociéndola, no tardará en averiguarlo.
[19:34 p.m] Diana: Si me quiere atacar por celosa, estoy preparada, en mi barrio no somos muy delicados jaja.
[19:34 p.m]Angelo: Jajajaja Juliana no pelea, se quebrará una uña, y llorará más por eso, que por el golpe ejecutado por alguien.
[19:34 p.m] Diana: ¿Entonces no es una amenaza?
[19:35 p.m.] Angelo: Física no, pero sé que no se quedará de brazos cruzados. Imagínate que su ejemplo a seguir es Blair Waldorf🤣
[19:35 p.m] Diana: Jaja debí suponerlo. De todas formas, solo debemos estar alertas.
[19:36 p.m.] Angelo: ¿No te molesta si subo una foto nuestra a mi cuenta de Instagram? La que nos tomamos en la heladería esa vez.
Anticipando ciertos movimientos de su ex, acude a la táctica de la publicación en su red social, pudiendo así camuflar que confirmó su romance en caso de que Juliana suba un tuit o utilice una de sus redes para manifestar su disconformidad ante la revelación.
[19: 37 p.m] Diana: Mmm, bueno, está bien.
Y de esa manera, sin dudarlo demasiado, presiona el botón de publicación, mostrando así a una cierta cantidad de gente, "La foto".
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro