De mala gana contestó la llamada. Quien la llamaba no era otra que su mejor amiga Amelia Runner. Siempre tenía una sonrisa en su rostro, es muy dulce y amable, tiene las plumas de la cabeza de color rojo y las del cuerpo de color lila claro y ojos de color verde agua.

Amelia:¡Holaaa, chicaaa! -Habló con gran entusiasmo aquella chica-

Tina: -Se calmó un poco- Hola, Amelia. ¿Cómo estás?

Amelia¿Qué hay contigo, señorita policía? 

Tina:Cosas de siempre, alguien fue asesinado y necesito resolver el caso. 

Amelia:Me siento más tranquila sabiendo que tú estás detrás de los malos. Eres mi heroína. ¿Vamos a almorzar juntas hoy? 

Tina: -Sonriendo feliz y halagada por sus palabras, es un encanto de chica- Pues claro que si. Tenemos un acuerdo, ¿no?

Amelia:Entonces, ¿está vez no me vas a dejar tirada?

Tina:No, claro que no. Te lo prometo, amiga.

Amelia:¿Nuestro restaurante favorito, en dos horas? 

Tina:Sí, nos vemos. Estaré allí. 

Por poco se le olvidaba que tenía que reunirse con Amelia. El trabajo ocupaba la mayor parte de su tiempo. Pero esta vez no le fallaría. La quería mucho, casi como su hermana. Se fue al laboratorio antes de que se le haga más tarde.

La reunión con los forenses no duró mucho. Tina todavía tenía quince minutos de paz antes de encontrarse con Amelia. Bueno, eso es lo que ella pensaba. Un hombre bien vestido se cruzó en su camino. Es un demonio de tasmania como ella, solo que su pelaje es de un tono marrón un poco más oscuro que el de ella y sus ojos eran de color ámbar.

????:Oh, hola. Fue difícil pasar por su lado y no verle. -Dijo sonriendo mirando a Tina de pies a cabeza- 

Tina:Bueno, el pasillo es muy estrecho, las personas se topan unas con otras, cada pocos minutos. 

????:No estoy seguro si me entendió.

Tina:Disculpe, pero ¿con quién estoy hablando? 

????: -Sonriendo- Permíteme presentarme, señorita. Soy Sergio Tasmania. 

Tina:Mucho gusto en conocerle, señor Tasmania. 

Sergio:Por favor, llámeme Sergio, ¿señorita...?

Tina:Tina Tasmania, inspectora de policía.

Sergio:Hermoso nombre. ¿Y su número?

Tina:¿Disculpe? -Lo mira desconcertada-

Sergio:¿Su número de teléfono? 

Tina: -Sacude un poco su cabeza mirándolo, es muy atrevido de su parte pedirle su número de teléfono cuando apenas la conocía como ella a él- Un momento, una vez más, ¿quién es usted?

Sergio:Inspector Sergio Tasmania, Policía Federal, Grupo de Operaciones Especiales. El primero de la promoción, uno de los mejores en la historia de la Academia. Más operaciones exitosas que cualquier otro colega el año pasado. Probablemente ha visto mi nombre en las listas de los oficiales más efectivos.

Tina:Realmente no me importa mucho esas listas. Esto es trabajo, no una competencia de deportes. 

Sergio:Su foja de servicio es casi tan impecable como la mía.

Tina:Estoy dedicaba a mi trabajo, si.

Sergio: -Sonriendo feliz- Dos profesionales, los mejores de los mejores. 

Tina:Puedo afirmar que soy una profesional, sí. Pero de usted no estoy segura. 

Sergio: -Se ríe leve divertido- Justo como me han dicho, un corazón de hielo. Afortunadamente, yo sé cómo derretir ese hielo. 

Tina: -Se molesta- ¿Quién le dijo eso?

Sergio:Su colega, Martínez. 

Tina:Tenía que ser él. -Suspirando- De todos modos, ¿qué está haciendo usted aquí? 

Sergio:Estoy tratando de invitarle a salir.

Tina:No, quería decir, en la comisaría. ¿Vino aquí para hablar de sus éxitos?

Sergio:Me alegra que haya preguntado eso. Me trasladaron aquí.

Tina: -Se sorprende- ¿Qué? Nadie me dijo nada.  

Sergio:Ahora lo sabes. A propósito, ¿te puedo tutear? No me gusta la formalidad. 

Tina:Si, supongo.

Tina recibió otra llamada telefónica. Era el comisario. Le decía que habría un nuevo integrante al equipo, también que lo busque y le dé la bienvenida.

Tina:Ok. ¿Cómo lo voy a reconocer, señor?

Comisario:Parece un pez gordo. Confía en mí, cuando lo veas, lo sabrás.

Tina: -Ya sabiendo de quién se trataba- Creo que ya lo conocí.

Comisario:Estupendo. Eres la mejor, Tina.

Tina:¿Voy a recibir un aumento por esto, señor?

Comisario: -Se ríe a carcajadas- Jajajajaja no, adiós. -Con esto finaliza la llamada-

Sergio:Entonces, ¿me darás tu número de teléfono? -Dijo sonriendo-

Tina:Lo voy a pensar, pero ahora tengo que irme. Mi mejor amiga me está esperando.

Luego de un rato Tina llegó al restaurante. Amelia ya se encontraba allí esperándola. Tina se acercó a ella felizmente y la saludó, Amelia también le devolvió el saludo feliz de que haya venido. Ambas amigas se abrazaron.

Amelia:Yo ya he pedido. Tenía demasiada hambre como para esperarte, lo siento. Tenía tanto trabajo en el salón esta mañana. Los rizos están a la moda de nuevo, así que todo lo que hice fue rizar, rizar y rizar. Y ahora estoy tan agotada. -Explicó la joven correcaminos a su mejor amiga, quien escuchaba atentamente-

Tina: -Sonriendo mirándola- Claro, ningún problema. ¿Qué has pedido?

Amelia: -Sonriendo feliz- La ensalada de cacahuetes.

Tina:¿Quieres morir de hambre de nuevo? 

Amelia:No todos tenemos tus habilidades, no podemos simplemente quemar calorías persiguiendo a los malos todo el día. 

Tina: -Se ríe divertida- Jaja que graciosa.

Amelia: -Sonriendo- Ahí llega el camarero, deberías pedir. 

Tina: -Asiente sonriendo- Muy bien. Pues pediré pasta a la boloñesa. -Dijo mirando al camarero y este anota el pedido y se fue-

Amelia:Ese camarero es muy lindo, ¿no te parece? -Sonrió divertida-

Tina:Amelia, por favor no empieces de nuevo con eso. 

Amelia:¿Con qué? -Se hace la inocente-

Tina: -Un poco seria- No te hagas la ingenua. No es mi tipo.

Amelia:Oh, no, lo malentendiste. Él es mi tipo. Si, ya sé lo que me vas a decir y he dejado a Ryan. Es un controlador y muy celoso, un idiota total. Me merezco algo mejor que él.  Así que ahora estamos las dos solteras, amiguita. Deberíamos encontrar unos hombres buenos y que nos traten bien, que sean dulces, atentos, tiernos...¿Qué te parece si salimos este sábado por la noche? Será divertido.

Tina: -Se ríe- Jajaja que buena broma, amiga. Es difícil encontrar hombres así, además, no me interesa tener novio. Prefiero concentrarme en mi trabajo. Y, sobre lo de salir el sábado por la noche, intentaré estar libre. 

Amelia se puso feliz que se hizo un selfi con su mejor amiga, disfrutando de su momento juntas siendo de lo mejor. Le encantaba pasar tiempo con Amelia, la ayudaba a despejar su mente de sus problemas. Y ahora que tenía un nuevo compañero la necesitará aún más...