Capítulo narrado en omnipresente.

—No sé que voy a hacer, Claire —bufó Adelyne—, ¿por qué no me habías dicho que Edward se llamaba William?

—Da igual si te hubiera dicho o no, iba a resultar lo mismo, además eres demasiado despistada.

—¿Y tú sabías que ese William era Edward?

—No, pero yo no era la que hablaba con él casi a diario.

—¿Qué hago, Claire? Lo he estado ignorando por días.

—¿Has leído alguno de los mensajes que te ha mandado? —preguntó Claire y Adelyne negó en respuesta—. Deberías hacerlo, tal vez lo que tú piensas no sea lo qué pasó. Deberías hablar con él.

—Hum... Lo pensaré, pero hoy no —hizo una mueca y miró el reloj que tenía en su muñeca—. Tengo clase de inglés, me voy.

Adelyne se despidió de Claire y partió a su casillero para tomar sus libros y de ahí irse a su salón de inglés, pero, Adelyne no llegó ni siquiera a su casillero, ya que un castaño de ojos avellana la tomó del brazo y la metió a la bodega del conserje con él.

—¡¿Pero qué demonios te pasa Edward?! O William, cómo sea.

—Hola Adelyne... —William suspiró—, por cierto, llámame Will —La castaña bufó—. Necesitamos hablar.

—No, tú necesitas hablar, y yo ir a clase —Adelyne intentó abrir la puerta, pero no lo logró, William, al ver que Adelyne se había dado por vencida rió.

—¿De verdad crees que soy tan estúpido? —dijo Will sonriendo, sacó las llaves de su bolsillo y se las mostró a Adelyne. Ella trató de arrebatárselas pero como Will es considerablemente más alto no pudo—. Si no me escuchas y hablas como una persona civilizada conmigo no podrás salir.

—Entonces habla.

William bufó y comenzó a hablar:

—Adelyne, nunca hice nada con la intención de lastimarte o ilusionarte. Dylan es un idiota y era horrible ver cómo él te trataba y se burlaba de ti. Quería ayudarte y hacerte ver que Dylan no es un santo, además... —hizo una pausa junto a una mueca—, ver como Dylan se burlaba de tú playlist creo que fue la gota que derramó el vaso. Me enojaba demasiado ver eso.

—¿¡Qué?! —Adelyne lo interrumpió—, ¿Dylan sabe de la playlist?

—Adelyne, él se encargó de que toda la escuela se enterara de la playlist.

Las mejillas de Adelyne se encendieron y lograron alcanzar un color rojo carmesí en segundos.

—¡No puede ser, no puede ser, no puede ser! —repitió varias veces Adelyne—. ¡De seguro piensa que soy una tonta!

—¿¡En serio te estás preocupando por Dylan en un momento así!?

—¡Sí, William! ¡Me preocupa lo que piensa Dylan porque me gusta! ¿Algún problema con eso?

William tomó fuertemente de los hombros a Adelyne y la acercó hasta el punto en donde sus respiraciones se mezclaban. Adelyne, al tenerlo tan cerca no pudo imaginar otra cosa además de los labios de Will y ella juntos, así que poco a poco cerró los ojos y calmó su respiración.

—No tengo ningún problema —dijo Will, soltó a Adelyne, abrió la puerta y se fue, dejándola sola y muy confundida.

Adelyne, al darse cuenta de lo ocurrido se golpeó mentalmente.

—¡Soy una tonta! —se dijo mientras corría en busca de Will.

Buscó y buscó, en la cafetería, las canchas, hasta en el salón de ciencias, pero no lo encontró.

"¿Dónde estás Will?"—pensaba Adelyne.

—¡La biblioteca! Él es un nerd, seguramente está en la biblioteca —dicho esto a si misma corrió cómo nunca lo había hecho a la biblioteca. Y efectivamente ahí estaba, no leyendo, pero sí recostado en uno de los sillones para leer.

Adelyne se acercó sigilosamente a Will y cuándo estuvo enfrente de donde el estaba recostado le miró el rostro. Vio como su lindo cabello rizado escondía sus bellas facciones, también vio lo lindo que se veía durmiendo en completa paz. Adelyne debía admitirlo, William es lindo.

Poco a poco los ojos de William se abrieron, pero había algo diferente en su mirada.

—¡Tus ojos! —gritó Adelyne, la cual fue rápidamente callada por la bibliotecaria, a lo cual Adelyne susurró un pequeño "lo siento"—. ¡Tus ojos! —Exclamó, esta vez susurrando.

—¿Qué tienen? —preguntó Will en medio del bostezo.

—U-uno es cafe y el otro azul.

—¿No recuerdas que te lo había dicho? Tengo heterocromía.

—P-pero hace rato tenías ambos cafés.

—Existen los lentes de contacto.

—¿Por qué los usas? Tus ojos son hermosos.

Está vez William se sonrojó un poco.

—B-bueno, hay gente que lo ve raro, así que prefiero usar unos de contacto de color café.

—No deberías —respondió Adelyne. Y hubo un silencio un poco incómodo—, Yo... Lo siento. Creo que... Ahora estoy dispuesta a escucharte, di todo lo que quieras decir.

—No tienes por qué disculparte, yo fui quien actuó de una manera impulsiva... Adelyne —la nombrada miró con atención a Will—, yo... Sólo quería ayudarte, quería que alguien tan idiota cómo Dylan no te hiciera sufrir, como lo ha hecho con muchas chicas, incluyendo a Jessica. Sé que estuvo mal mi manera de hacerlo, pero no soy muy creativo que digamos. Yo... Lo siento, Adelyne, siento haberte herido si es que lo hice, siento haberte mentido al decir que no conocía a Dylan, lo siento mucho, de verdad.

—N-no te disculpes, "el fin justifica los medios", ¿no es así? —dijo Adelyne, y abrazó a Will, lo cuál tomó al nombrado por sorpresa, pero pocos segundos después él le correspondió—. Gracias, chocolatero.

Will separó abruptamente a Adelyne y dijo:

—No creas que eso es todo, Doctora Corazón —la sujetó de los hombros y volvió a hablar—. Verás... En el tiempo en el que hemos hablado de verdad confié en ti y creo que te convertiste en mi amiga... —Adelyne sonrió ante esas palabras—, creo que eres una estupenda chica y que no deberías sufrir por amor —dijo Will.

A Adelyne le remordió la conciencia.

"Tal vez he sido muy mala..." —pensó Adelyne—. Will, lo siento —dijo en un suspiro.

—¿Qué sientes?

—Siento haber sido tan mala contigo, siento no haber tomado en cuenta tus sentimientos, siento haber sido una idiota, lo siento, Will...

Adelyne empezó a llorar, y Will lo entendió. El ya mencionado tomó a Adelyne y la llevó a las canchas, él sabía que ahí nadie los iba a encontrar y que si se quedaban en la biblioteca con Adelyne llorando los iban a descubrir muy rápido. En el camino intentó calmarla, lo cual no consiguió.

—¿Por qué lloras? —preguntó William, aunque ya sabía la repuesta.

—Creo que... Me di cuenta d-de que tenías razón todo este tiempo —suspiró y se calmó un poco—, y-yo soy una tonta, Will.

—No eres una tonta, todos nos enamoramos y a veces lo hacemos de las personas incorrectas.

—N-no lo digo por Dylan, lo digo por ti... También me di cuenta de otra cosa.

Eso Will no lo entendía, miró a Adelyne extrañado.

—Y-yo creo que tú... Bueno, creo que yo...

—¿Qué cosa, Adelyne?

Adelyne empezó a tartamudear, no sabía como decir esto, lo pudo decir con Dylan, pero con William era diferente...

—¿Adelyne, estás bien? —preguntó Will, preocupado, se acercó a ella y tocó su frente—. Estás demasiado roja.

Adelyne aprovechó la cercanía del castaño, lo tomó de ambas mejillas y lo besó.

Sus labios se juntaron, el principio Adelyne era la única contribuyendo, pero poco a poco Will la siguió. Sus labios iban en sintonía, como si estuvieran bailando una bella pieza musical.

Ambos se separaron.

—Will, ¡tú me gustas!

FIN