-¡Harry Gano!- hecho el grito al cielo James tan pronto termino de leer la carta.

Reiteraba, agradecía que su esposo fuera un ciego, sino, acabaría su diversión demasiado rápido.

Resulta que Narcissa es buena amiga y confidente, un punto extra es que es la esposa del hombre a quien más odia James, ante su risa interna.

Narcissa a primeras luce como dama refinada asfixiante, pero créanla, es toda una aventurera. Apenas piso pie en esa mansión, mando al diablo los tacones que la mataban, quedándose descalza, al igual que corset que usaba como es costumbre de las muñequitas de plástico, invitándola a pasar al jardín a tomar el té, pero estaba segura que tenía algo de trago, sospechaba que la quería emborrachar, y no se resistiría, la vida de ama de casa es aburrida.

Ellas solas también han caminado por el mundo muggle, comprando ropa o ver alguna que otra maravilla que no fuera siempre una escoba voladora, Narcissa se sintió toda una criminal cuando se subió a un autobús y comió lo que llaman un burrito.

Al diablo con Lucius.

Para el final del dia, reían juntas de las cartas de sus hijos, expresando su aparente odio cuando la realidad es distinta.

Pero llego si hubo un chisme que la dejo con la boca abierta, y confirmo sus sospechas ese día de confrontación entre Draco y Harry.

Al parecer, el joven Malfoy ya admitió que su debilidad es el omega Harry Potter.

En todo el transcurso del tercer año, el menor de los Malfoys no volvió a mencionar a su hijo más, según informaciones de otros, trataba de guardar distancia entre Harry y el, a todo el mundo se le hizo raro eso, parecía ser que sus ganas de buscar algo de pelea ya no eran las iguales, siento un poco más hostil con él, al parecer, Harry le afectaba mucho, y odiaba descontrolarse.

Narcissa había confesado que ese día que toparon en Madame Malkins, con sus hijos hablando en los vestidores, Draco de repente corrió hacia ella mostrándose algo adolorido y abochornado, piendole con ojos cristalizados que se fueran de manera inmediata, no quedándole de otra que dejar todo, e irse a la mansión, para más tarde confirmar por parte del patriarca, que su pequeño alfa estaba pasando su primer celo, aunque el paciente no lo sabía.

Lucius pensó que llego porque ya era hora, era normal que entre esa edad los alfas purasangre lo experimentaran, pero Narcissa no estuvo muy segura de ello, dándole curiosidad la interacción desde primer año entre Harry y el.

Lily ese día le pregunto, que si Draco ya sabía lo que le pasaba con respecto a su hijo omega, ¿Por qué no aceptar que puede llegar a ser algo para Harry?

La matriarca negó cansada, comentándole que todo se debía a la educación rigurosa que Lucius le inculco desde muy pequeño, y a su muy pesar, también con su consentimiento. Su esposo tenía la vara muy alta con él, no aceptara que se empareje con un mestizo, que no aporta nada de beneficio económico o conexiones, y que sea un Potter. Y Draco, siempre con el deseo de enorgullecerlo, sería muy difícil que pudiera hacer de lado eso, dejar a rienda suelta sus sentimientos.

Ya empezó a escribir su novela, y sinceramente piensa que será un éxito entre las perras que quieren quitarle la gloria con ridículas novelas llenas de cliches.

-¿ah sí?- le contesto vagamente a su esposo.

-¿dudabas de Harry?-pregunto ofendido.

-no, para nada. Pero estas muy emocionado con esto, ¿hay algo que no sepa?-

-entre Malfoy y el hicieron una apuesta el año pasado- comento feliz, reclinándose contra la silla.

-¿de verdad?- pregunto interesada.

-sí, el perdedor hace todo lo quiera el ganador hasta el término de las vacaciones de fin de curso-

-ya veo...- le enviaría una carta a Narcissa por lo interesante que se estaba volviendo esto.