El primer rayo de sol me dio de lleno en la cara.Abri los ojos,un poco aturdida por la temprana luz.

Bostece y abri mis brazos desperezandome.Me desembaraze de la manta y me incorpore.Limpie un poco mi ropa con la mano.Me acorde de Atila,que seguía en la cueva,y entre en el lugar.

-¡¿Pero que...!?

¡Esto no podía ser!

¡Qué hacía allí!

El se incorporó y me miró un poco aturdido.Se apartó los cabellos rubios de la frente para ver mejor.

-¡¿Isabel!?-chilló con los ojos como platos.

-¡¿Jimmy!?

Ambos nos miramos sorprendidos.

-¿Qué haces aquí?-le pregunte cortando el incomodo silencio que había surgido mientras nos mirábamos.

-Bueno...Yo me marche de casa.

-¿Te marchaste?-me senté en el suelo de la cueva y el hizo lo mismo.Mi caballo nos miraba con curiosidad.

-Pues...si.Hace 4 días.Estuve caminando todos esos días sin parar.Por la noche llegue aquí y estaba tan cansado que entre y me quedé dormido.

-Oh...-fue lo único que pude decir.

-¿Sabes?Todo el mundo habla de ti en el pueblo.

-¿De veras?

-Sí,pero...-su rostro se nubló de repente y cruzó los brazos.

-Pero...¿Qué?-dije sin poder ocultar mi curiosidad.

Mi amigo suspiro.

-Isabel,voy a tener que decirte algo que no te va a gustar y...me da miedo como reaccionaras.

-Habla Jimmy.Sueltalo.¿Qué es eso que tienes que decirme?-pregunte un poco asustada.

-Bueno...-mi amigo suspiro profundamente de nuevo.-Tu madre...Se ha vuelto a casar.