No sentía el cansancio.Llevaba cabalgando varias horas parando solo para comer.Habia recorrido cientos de millas,pero mi querido Atila estaba muy bien.

A lo lejos,vi un puñado de casas desperdigadas en la llanura en la que me encontraba.El sol estaba en lo alto del cielo y brillaba intensamente.

Me acerque al galope y entre en el pueblo.Era bonito.Las mujeres paseaban tranquilamente haciendo la compra,charlando o haciendo las tareas de la casa y los hombres charlaban en las tabernas.

Desmonte y mi mano toco la pistola que llevaba el cinturón.Por si me atacaban.Queria estar preparada.

No me di cuenta de que un hombre se me acercaba por detrás y me tocaba el hombro.

-Eh tu.-le dije,pero el no se fue y me miró de arriba a abajo.

-Qué guapa joven...-susurró él,con una rara expresión en su cara.

-Aparta,idiota.-intente zafarme de su agarre,pero no pude.Se acercó a mi cara mirándome fijamente.

-Oh,si ha salido rebelde.¿Por qué no vamos a la taberna y nos divertimos?

Se rio e intento besarme,pero le pegue una fuerte bofetada.

-¡¿Qué haces estúpida!?¡Te...!

No lo deje acabar,saque la pistola y le dispare.El hombre me miró fijamente y sus ojos se apagaron.Le había disparado en el corazón.

La gente grito horrorizada.Torrentes de sangre manaron del pecho del hombre que había matado.Unas mujeres aparecieron acompañadas de unos hombres.

-¡Es ella!-grito una de las mujeres.

Los hombres corrieron detrás de mí,pero mate a uno con la pistola y hui a lomos de Atila.

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Estuve varias horas cabalgando.Me sentía bien y más libre que nunca.Sabia que me buscaban y era perseguida,pero nunca me encontrarían,y si lo hacían, no volverían para contarlo.

Sin querer,me acorde de mi madre,de sus vestidos vaporosos y sus coloridos sombreros.Me mordi el labio y me pregunté que estaría haciendo.Suspire y agite mi cabello negro para sacar esos pensamientos de mi cabeza.Tenia que olvidarlo.

También tenía que esconderme.Sabia que me perseguían por haber asesinado a ese hombre,pero no me preocupaba,pues ya estaba tan lejos que no serían capaces de encontrarme.