Los meses pasaron con sorprendente rapidez.Jimmy y yo íbamos de pueblo en pueblo,sin alejarnos mucho de las montañosas tierras en las que se encontraba mi madre,ya que no quería que naciera el bebé sin estar yo delante.

Sí,lo sé.Puedo ser un poquito engreída.Pero al menos no pasó nada grave durante nuestro viaje errante.Suerte que Jimmy estaba allí.

No tuve que usar la pistola durante mucho tiempo.Eso era un alivio tremendo,porque matar no se sentía tan bien como pensaba cuando me escapé de casa.Jimmy no sabía que yo había matado a dos hombres.Sólo le conté que uno intentó sobornarme para abusar de mí.

No quise reconocerlo durante mucho tiempo,pero estaba impaciente por que mi hermano o hermana naciera.¿Sería niño o niña?¿Se parecería a mí?¿Qué aspecto tendría?A veces me culpaba por estas preguntas,pero estaba muy emocionada al pensar en ellas.Contaba los meses para que el niño naciera.

Un día,al salir de la posada con Jimmy y los caballos,un hombre me salió al paso.Era moreno,de ojos grises y de complexión robusta.Estaba sudoroso y parecía agotado.

-¿Eres Isabel Flynn?-preguntó resollando.

-Sí.¿Qué es lo que quiere?

-Vengo desde Blidwood,de parte de su madre.Quiere que vaya al pueblo ya.

-¡Jimmy,ensilla a los caballos,a llegado la hora!-le grité a mi amigo.Este obedeció sin rechistar.

Unos minutos después,salíamos disparados hacia Blidwood.

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Llegamos exhaustos,pero no por ello pensaba pararme.Jimmy llevó a los caballos a los establos de su casa y yo fui corriendo hacia la vieja casa en la que me crié.
Entré.La puerta estaba abierta y cruzé el vestíbulo sin vacilar.En el salón me encontré a Alexander,fumando su pipa.

-¡Isabel!-saludó sorprendido.

-¿Donde esta mi madre?-pregunté nerviosa.

-Arriba en su habitación.

Subí las escaleras pisando fuerte y entré en el cuarto de mi madre.Ella estaba sentada en su diván.Llevaba un vestido lila,botas con tacón del mismo color y su pelo castaño oscuro peinado en ondas.

-¡Hija mía!-se levantó para darme un abrazo que le correspondí.-Mira.-dijo señalando su barriga hinchada.-Aquí está el bebé.

Me incliné y roce la barriga de mi madre.Puse el oído sobre ella y oí una pequeña patadita.

-¡Increíble!-exclamé sorprendida.

-Es igual de nervioso que tú.Cuando me embarazé de ti tú también dabas muchas patadas.-añadió mi madre acariciandose la barriga.-Pero vayamos al grano.Si te ha mandado llamar es para revelarte tu pasado,hija mía.Eres mayor y estoy convencida de que lo entenderás.

Asentí algo confundida.

-Tu padre no es quien dice ser.-dijo mi madre con los ojos húmedos.

-¿A qué te refieres?-pregunté echando hacia atrás mi espesa melena negra.-Quiero saberlo.-insistí al ver que ella bajaba la mirada.

-Me enamoré de tu padre cuando tenía poco más de veinte años y te tuve a ti con veintitrés.Éramos muy felices.Vivió con nosotras hasta que tú cumpliste siete años y luego se marchó.

-Sí,lo sé.Pero,¿por qué se fue?

-Tu padre no es James Flynn.Su verdadero nombre es Jack Nilsson y no era marino,como nos hizo creer.

La miré sin comprender.

-¿Entonces si no es marino,qué es?-pregunté.

Mi madre suspiró muy pálida llevándose la mano al corazón.Normalmente,odiaba que hiciera eso,pero muchas cosas más importantes ocupaban mi mente.

-Tu padre es...Un sicario.Un asesino a sueldo.¡Oh,Isabel!-gritó agarrándose al sofá.-¡Por eso rehice mi vida,por eso quise que tú no fueras como él!

La respiración se me obstruyó y mi mundo empezó a desmoronarse.Era la hija de un asesino.El padre a quien quería y admiraba en los años felices de mi infancia era un asesino.Todo lo que me había dicho era falso.Puras mentiras y engaños a una niña inocente e insulsa.

Di un puñetazo rabioso en el suelo y estuve a punto de echarme a llorar.Mi madre alzó mi barbilla para que la mirara.

-Hay otra cosa que debes saber.-susurró con su dulce voz.-Cuando eras una niña,unos hombres vinieron a esta casa y me pegaron una paliza y quisieron raptarte.Lo recuerdas,¿cierto?

-Claro.-aquel día jamás se borraría de mi mente.

-Aquellos hombres eran cómplices de tu padre.Fue un año después de que nos abandonara.

-¿Cómo pudo hacer eso?-pregunté,atónita.

Mi madre respondió:

-Quería vengarse de mí por no haberte dejado a su cuidado.Porque si había alguien a quien tu padre quería,era a ti.

Me removí inquieta.Si mi madre pretendía tranquilizarme respecto a mi padre,no lo había logrado en absoluto.No podía ser posible.Todavía una parte de mí se negaba a a creerlo.

Moví la cabeza de un lado a otro para alejar esos pensamientos.

-Ahora lo que importa es el bebé y que tú estés bien.-dije mientras la abrazaba.

Mi madre sonrió y me retiró un mechón de cabello negro de la frente.

-Si no te lo dije antes es porque no quería que crecieras llena de rencor y maldad.Pero hay cosas que no se pueden evitar,hija mía.
Tu padre tiene el corazón oscuro,pero la única que puede ablandarlo eres tu.Su hija.Porque,por muy asesino que sea,siempre será tu padre y no se puede escapar de esto.

Apoyé la cabeza sobre el regazo de mi madre y una lágrima plateada surcó mi mejilla antes de que cayera dormida en un sueño profundo.