Perdí la calma.

-¡¿Cómo!?-grité histérica.

-Isabel,por lo que más quieras,tranquilizate.-mi madre se acercó a mí tratando de apaciguarme,pero yo no estaba dispuesta a hacerlo.

-¿De cuánto estás?

-De seis semanas.-respondió mamá jadeando.

Asentí y me levanté algo más calmada.Mi madre me miró disgustada.

-Isabel,no trato de sustituirte.Sólo quiero empezar de nuevo,hija.

-Mamá,¿tratas de echarme de tu vida?-pregunte impaciente.En el fondo estaba muy triste.Aquel niño o niña que estaba por venir pretendia dar a mi madre la alegría de su vida.Y sabia que cuando mi hermano naciera, yo ya no estaría en sus planes.Me sentía un poco celosa y abandonada.No quería que la criatura naciese,pero tampoco quería que mi madre sufriera.

Mi madre me acarició el pelo.

-Claro que no,cariño,ya lo sabes.Sólo quiero olvidar el pasado y empezar de nuevo.Olvidar a tu padre y todas las experiencias desagradables que tuvimos que pasar tú y yo.

Sonreí y asentí algo más animada.

-Entiendo mamá.Volveré antes de que el niño nazca.-le di un beso en la mejilla y ella me abrazo con calidez.

-Te estaré esperando,Isabel.

Me despedí de ella y de Alexander y junto con mi caballo,abandone el pueblo.Jimmy nos estaba esperando.

-¿Y bien?

Subí a lomos de Atila y le sonreí.

-La verdad,no demasiado mal.

Mi amigo me miró con sorna.

-Lis,sabes que no me lo estas diciendo todo.

Negué sonriente al percibir que me seguía llamando Lis,como cuando éramos unos críos.

-Siempre has sido un plasta,Jeremiah Olssen.

Él frunció el ceño.

-¿Me lo vas a decir o vas a seguir evadiendome?

-Te lo voy a decir.Mi madre está embarazada.-espoleé a Atila y empezamos a trotar.-De seis semanas.Volveré antes de que nazca y me quedaré un tiempo para ayudarla con el bebé.

Jimmy sonrió.

-En ese caso,yo volveré contigo.