Fin.
Yoongi.
Me tumbé en el suelo mientras lloraba en agonía, todo lo que había conocido se había derrumbado y la única persona que había amado, se había convertido en mi peor pesadilla. Seguí llorando por un largo tiempo, tratando de encontrar una solución a todo esto, pero mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de mi celular, traté de ignorarlo, pero este seguía sonando una y otra vez, así que a la final decidí contestar.
—¿Diga? —contesté.
—¿Es usted el joven Yoongi? —preguntaron al otro lado de la línea.
—Sí. —respondí sin más.
—Los resultados de la prueba de ADN ya están listos, un chico llamado Jimin vino a recogerlos, el resultado fue positivo. —informaron.
Rápidamente colgué y salí de la casa, ya era de noche y el piloto del avión no contestaba, así que decidí manejarlo por mi propia cuenta, recuerdo que cuando era un niño, mi supuesto padre me enseñó a manejarlo, pues según él, debía aprender para hacer sus trabajos sucios, era un imbecil. Dejé mis pensamientos a un lado y me subí al avión, lo encendí y lo pilote rumbo a Corea del Sur, después de estabilizarlo, lo puse en modo automático y llamé a Hoseok, el cual me respondió asustado, pues no entendía lo que estaba pasando.
—J-hope, necesito que me ayudes a localizar a Jimin. —pedí.
—¿Ocurrió algo? —preguntó preocupado.
—Jimin sabe los resultados de los exámenes, temo que haga algo malo. —respondí sintiendo mi corazón latir con fuerza.
—Dame un segundo. —dijo, luego continuó— lo vieron por última vez rumbo al gran puente Gwangan
—¡Demonio! —grité—. Gracias a J-hope.
—Para eso estamos los amigos.
Colgué y puse el localizador en el avión, suspiré frustrado, rezando para poder llegar a tiempo, antes de que Jimin cometiera una locura. Desperté de un salto debido al sonido del localizaron, rápidamente quité el modo automático y aterricé con facilidad, empecé a correr hacia el puente y efectivamente Jimin estaba ahí, parado en el barandal del puente, con la Pintura Almendro en flor en sus manos. Inmediatamente empecé a gritar su nombre, tratando de impedir que hiciera una locura, al llegar, traté de acercarme, pero él me detuvo.
—Lo siento Yoongi, pero no puedo vivir con la culpa de todo lo que pasó. —confesó aferrándose a la pintura.
—Nosotros no sabíamos que éramos hermanos Jimin, no fue nuestra culpa. —dije tratando de detenerlo.
—Perdon —murmuró—. Te amo Yoongi.
Después de eso, Jimin se aferró aún más a la pintura y se lanzó al vacío, rápidamente grité y traté de detenerlo, pero ya era demasiado tarde, Jimin había caído al gran vacío que llevaba a un gran y profundo mar. Me quedé inmóvil por un segundo, hasta que reaccioné, me subí al barandal y cuando estaba a punto de lanzarme, alguien me tomó de la cintura y me lanzó al suelo.
—¡¿Estás loco?! —gritó.
—¡Eres un imbecil J-hope! Debo salvar a Jimin. —exclamé con enojo.
—Nadie sale vivo de allí, si te lanzas, lo único que lograrás será otra muerte. —dijo.
Suspiré con frustración mientras miraba al vacío, pero lo que vi me sorprendió, Jimin estaba en la orilla del río sosteniendo la pintura, mientras hacía gestos con sus manos para que fuera tras él, sonreí e inmediatamente traté de lanzarme, pero nuevamente Hoseok me detuvo, traté de explicarle que Jimin estaba vivo y me estaba esperando, pero cada que Hoseok miraba hacia al vacío, decía que no veía nada allí. Seguí tratando de lanzarme, pero Hoseok me detenía una y otra vez, hasta que llegó una camioneta con unos hombres vestidos de blanco, los cuales empezaron a jalar me hacía el interior de esta.
—¿Qué significa todo esto J-hope? Yo no estoy loco. —pregunté sin entender nada.
—¿No lo estás? —susurró con una sonrisa—. Yo creo que sí.
Después de eso, mis ojos se fueron cerrando lentamente, mientras a lo lejos escuchaba como Hoseok se reía, alardeando de que se quedaría con todo mi dinero ¿Acaso mi mejor amigo me habías traicionado? ¿Qué estaba pasando? Al final perdí el conocimiento por completo y al despertar, me encontré en una habitación completamente blanca, traté de escapar, pero la puerta estaba cerrada y la ventana igual, mis manos estabas selladas con saco para locos, suspiré y me senté en un rincón, mi mente me estaba fallado y mi cordura estaba a punto de acabar conmigo.
—Yoongi. —escuché un susurró proveniente de la venta, rápidamente me levanté y miré hacia abajo.
—Jimin ¿Eres tú?
Fin.
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