Tercera Persona P.O.V.

La semana de la moda pasó y con ella la vinculación de Alice y Rebekah, mientras tanto Rosalie y Leah se unieron por su gusto de la mecánica y trabajaron juntas en las nuevas modificaciones de los vehículos de la familia Cullen y Denali mientras se conocían más a fondo y a la par que se conectaban físicamente, y fue en el garaje que encontraron a esas dos cuando la original y la bajita aparecieron por el camino de entrada de la mansión. Al estacionarse se dieron cuenta de que la loba y la vampira seguían concentradas en el deportivo de Alice y no se percataron de la reciente llegada de sus otras compañeras

Alice sonrió divertida al ver como ambas trabajaban juntas sin necesidad de dar indicaciones y simplemente siguiendo el instinto de las dos para guiarse a través del trabajo propio. Rebekah por su parte estaba en un estado quejica por no tener la atención de sus compañeras en ellas mismas, así que movió a las otras dos hacia las recién llegadas por el aire y las atrapó con ambos brazos

Ros: oye! -se queja por la repentina interrupción en su trabajo, porque si hay algo que todo el mundo sabe, es que no hay que tocar el taller de Rosalie o interrumpirla cuando esté trabajando

R: lo siento mi sol pero no me hacías ningún caso ni tampoco a mis estrellas -hace un puchero

L: será mejor que nunca vuelvas a levantarme de ese modo -regaña seriamente

R: de que modo? ah este? -pregunta divertida y soltando su brazo de ella la hace levitar de nuevo

L: bájame en este mismo instante Mikaelson! -gruñe enojada

R: será un placer, mi luna -sonríe mientras guiña un ojo a Alice- toda tuya mis estrellas -la hace caer en los brazos de Alice

A: te  tengo -le sonríe a la loba que suelta el aire que ni sabía que contenía- siempre os atraparé -mira a las demás compañeras con un brillo amoroso en sus ojos

L: te tomo la palabra, mi duendecillo -le besa la mejilla y se baja de sus brazos y procede a rodearla con estos- veo que tuvisteis una buena semana -sonríe al notar la mordedura y el olor casi imperceptible que se mezclan en Rebekah de Alice y Rosalie, y en Alice de Rebekah y ella misma, junto con sus esencias propias

A: no tienes ni idea, Bex me regaló mi propia línea de ropa,

Ros: oh enserio? -levanta una ceja a la original

R: sí, aunque no sabía como conseguirlo y por increíble que parezca fueron Emmett y Bree quienes me ayudaron y me guardaron el secreto, aunque al gigantón casi se le escapa unas veces y al leerlo en su mente le cambiaba el tema

L: eso tiene sentido, es una buena persona pero un gran bocazas -resopla pensando en el vampiro grande

R: hablando de grandes bocazas, estás lista? -pregunta a la loba

L: para qué?

R: te dije que que hoy iríamos a entrenar a la manada de la Push, es más te llamaron a ti de buenas maneras para pedirlo -le recuerda a su compañera lobuna

L: mierda! -maldice en voz baja- en cinco minutos estoy lista -corre dentro de la mansión a ducharse corriendo y prepararse

Ros: en que momento ocurrió eso? -levanta una ceja

R: el otro día mientras competíamos con los gemelos, Bree y Emmett en la frontera detecté sus olores por lo que fuimos y al llegar allí nos encontramos con Jacob y Sam, ambos me pidieron ayuda y pues acepté dársela

A: estás segura de esto?

R: sí, al fin y al cabo siguen siendo amigos de Leah o al menos conocidos en una manera extraña. Y es mejor ser entrenados correctamente de igual modo que hacemos con Bree que tener cualquier sobrenatural enfadado con el mundo a la primera de vuelta y atacando o saltando a la primera provocación

Ros: comprendo -gruñe la palabra porque por mucho que no le gusten los lobos, sabe que son un peligro tanto para los humanos, a la vista estaba la situación de Emily, como para cualquier sobrenatural inocente y ellos mismos. Y recuerda sus años neófitos y el control que demostró y el entrenamiento que le costó poder enfrentarse a ciertos humanos

Las tres cuartas partes del cuarteto original continuaron hablando mientras esperaban a la parte lobuna de la relación, y contándose entre las rubias la semana que pasaron en profundidad con la otra compañeras que las acompañaba en ese entonces. No pasa mucho tiempo hasta que oyen los pasos apresurados de Leah acercarse a ellas, y no se equivocan pues la ven aparecer por la puerta del garaje en muy poco tiempo

L: estoy lista -dice sacudiéndose el pelo de un lado para otro

R: estupendo, os veremos pronto queridas -acerca a Alice y Rosalie y las besa suavemente- divertíos -les guiña un ojo

A: oh no lo dudes -suelta una risita y sus ojos brillan con diversión y cierto brillo malvado lo que hace que Rosalie tiemble

Ro: ya veremos lo que piensa el duendecillo -resopla mientras piensa en las posibilidades de lo que Alice tiene planeado

Rebekah y Leah se ríen de la otra rubia mientras caminan a la línea de los árboles y se detienen en ella mientras la original se aleja unos pasos de la loba, entonces se transforma en su loba blanca y le indica a Leah que suba en ella, esta lo hace y se dirige sin pausa hacia la Push, donde incluso antes de cruzar la frontera ya siente el olor de los lobos que se encontraban de patrulla