La mujer estaba cansada, cansada de su vida, de sus hijos, de su indigencia, cansada y enojada.

El día era frio, temblorosa miraba a sus niños tan andrajosos como ella tiritando de frio. Los cinco estaban hambrientos, ellos y ella. Maldijo, maldijo al mundo, maldijo a dios, maldijo su suerte y también a su adicción, que la estaba haciendo sufrir más que el hambre, el frio o el dolor de sus hijos. Maldijo más que a nada al desaparecido padre de sus hijos, el cual era un alcohólico como ella, un tipo que se largó poco después de engendrarle al cuarto.

─Mamá, tengo hambre...

─Yo también mamá.

─Mamá tengo frio.

Se quejaban los menores irritándolas, todos menos uno de ellos, quien solo miraba hacía un aparador con insistencia.

─Y yo quiero beber, ya cállense.

Replico levantándose del piso y resignaba a comenzar de nuevo a mendigar.

Un hombre se acercó a ella y le dio un billete de alta denominación. La mujer lo miro con avaricia, cuanto licor podría comprar, no licor no, no debía, tenía que alimentar a sus hijos, comprar una manta, primero estaban los mocosos, pero deseaba su alcohol.

─Mi señor tiene una propuesta que hacerle, si me acompaña podría ganar más de estos.

Ambición o necesidad, no sabía del todo cual fue el motivo, pero termino siguiendo al hombre, imaginaba que tendría que vender su cuerpo o algo por el estilo. No le importaba si podía conseguir unos cigarrillos y mucho alcohol, oh, sí claro y comida para ella y los chicos.

La mujer y sus vástagos subieron al auto y fueron conducidos a una gran mansión que la dejo deslumbrada.

─Adelante, mi jefe la espera.

Al adentrarse a la oficina la mujer sintió temor, no sabía el porqué, pero era como entrar en la guarida de un lobo. El entorno era elegante y majestuoso, pero ella pudo percibir el poder que emanaba ese hombre. Un tipo sumamente atractivo y se encontró deseando estar en su cama.

─Mi empleado me hablo de usted y sus hijos, creo que es una buena candidata para mi propuesta.

El tono del hombre era sensual y malicioso. La miro de arriba abajo y después miro a los harapientos niños tras ella.

─No tienes con que alimentarlos, no pasaran del invierno, no tienes para vestirlos, ni a ellos ni a ti, pero eso podría cambiar, podrías estar bien tú y tus niños, o al menos tres de ellos.

─ ¿Tres?

─Sí tres, porque uno me vas a vender y así es como saldrás de pobre.

La sonrisa del hombre era fría, cruel, calculadora. Tanto la mujer como sus crías se quedaron atónitos.

─ ¿Qué acaso no quieres? Entonces puedes irte, pero piénsalo. En breve tú y tus vástagos estarán muertos o podrías salvarte tú y salvar a tres de ellos, sacrificando a uno

Ella quedo impactada ante tal frialdad y el cómo ese ser era capaz de comerciar con una vida humana, los niños estaban horrorizados y se aferraron a sus faldas.

El hombre internamente deseaba que ella lo insultara y saliera con indignación de su despacho llevando consigo a sus crías, si lo hacía le daría dinero para ayudarles, habrían pasado la prueba, pero se intuía que no sería así.

─ ¿Para qué lo quieres?

─ ¿Cómo?

─ ¿El niño para que lo quieres? ¿qué harás con él?

─Una vez que haya sido vendido, ya no es de tu incumbencia, pero te adelanto soy un mafioso, te imaginaras lo que hace la mafia con los mocosos en su poder.

Tony estaba enojado. La mujer aún no se iba, quizá esa respuesta dada al fin la hiciera marcharse, pero no fue así. Ella pregunto con todo descaro.

─ ¿A cuál quieres?

Su gesto se endureció por un instante, pero luego sonrió con cinismo y respondió.

─Al que tú quieras, más bien al que no quieras. Muchas veces los padres tienen un consentido.

─Sí, pero no significa que no amen a los demás.

─No, como sea tú decides, hay padres que aman más al mayor, otros al menor, algunos, aunque pocos al de en medio, el primogénito es el que eligen muchos, otros les guardan resentimiento porque aún no estaban listos para ser padres cuando este nace y quieren más al segundo, o aman al más pequeño por serlo o en otros casos, lo tienen casi olvidado y resulta que ha nacido de accidente. A veces los padres quieren al más bonito, o al más talentoso, al más inteligente o mejor deportista.

Elige tú a cuál sacrificar, al que menos te importe, al que no quieras, a cualquiera, su destino, bueno no tienes que saberlo, pero puedes imaginarlo. En el mejor de los casos sería vendido a una familia que no pueda tener hijos, pero no, eso aplica en bebés y ni uno de tus niños lo es, quizá sirva para deleite de un colega o pueda servir para, tú sabes usar sus órganos. Quién sabe hay muchas cosas que pueden hacerse con un chiquillo. ¿Y bien es tu elección?

Los menores lloraban y suplicaban, porque no les dejase atrás.

─ ¿Cuánto estas dispuesto a pagar?

Tony la odio en ese momento. ¿Realmente con todo lo que le dijo estaba dispuesta a sacrificar a uno de sus niños?

─Rhodes, enséñale.

El hombre abrió un maletín lleno de billetes.

─Todo suyo.

Los ojos de la mujer brillaron con ambición, alcohol, cigarrillos, drogas, comida, vestidos, hasta joyas, a cambio de...Miro a sus cuatro niños y despectivamente empujo a su tercer hijo hacia el mafioso. Era el tercero, pero se veía más chico que el menor, un pequeño adorable, pero enfermizo, frágil, desvalido. Estaba segura de que en la calle sería el primero en morir, nunca lo quiso, era un niño que necesitaba muchos cuidados, ella prefería comprarse un buen vino y no el Inhalador que el chico requería.

─Bien trato hecho, toma el dinero y vete.

Ella sin miramientos tomo el maletín y se alejó sin prestar atención a los sollozos y suplicas del niño que dejaba detrás.

─ ¿Señor?

─Sabes que hacer.

El hombre asintió y salió de la estancia dejándolo a solas con el pequeño, quien había dejado ya de llorar resignándose a su suerte. El chico se veía pequeño y frágil, muy pálido con el rubio cabello desordenado y hermosos ojos azules aun húmedos por las lágrimas.

─ ¿Cómo te llamas?

─Steven, señor.

─ ¿Cuántos años tienes?

─7, casi 8.

─Pareces de 5.

El pequeño asintió. Se levanto lentamente, pues se había quedado hecho un ovillo llorando cuando su madre le dejo.

─Es porque estoy enfermo, tengo asma y otras cosas, por eso me dejo detrás a mí. Al menos mis hermanos estarán bien.

─No con esa madre, no lo hizo por ellos, si no por su vicio.

─ ¿Qué hará conmigo señor?

Tony observo, el niño había dejado de llorar por completo y le miraba inquisitivamente. Parecía un pequeño soldado esperando por la sentencia en un juicio marcial. Era valiente aun a pesar de todo. Le gusto de inmediato.

─Aún no lo sé, dadas las circunstancias no sirves para ser revendido, muy grande y a la vez muy frágil para que una familia sin hijos pague por ti, muy débil para trabajos, muy enfermo para cuestión de tráfico de órganos, ah, pero eres muy bonito, pornografía infantil podría ser.

─ ¿Qué es eso?

─Y tan inocente, pequeño, bonito e inocente, serías perfecto para ese rubro, no sólo recuperaría el dinero, lo triplicaría fácilmente, darían mucho por ti. Es una suerte para ti que no le entre a eso, aunque poca, me queda algo de moral, aunque defectuoso, tengo corazón.

─Defectuoso ¿Está enfermo señor?

Pregunto el pequeño amablemente y Tony se echó a reír. Era tan correcto, tan adorable. Muy lindo.

─Todos lo estamos de una u otra forma Steve, te llamaré así ahora, Steve Grant Rogers y realizaré una apuesta contigo.

Tomo el teléfono e hizo una llamada a su mano derecha. La apuesta estaba por iniciar.

─Contáctame con Nicholas Fury y Margaret Carter. Tengo un trabajo para Shields.

Hola...Nuevo fic, si ya sé, ya sé dirán y¿ cuándo actualiza soulmate?¿obsequio? ¿Famiglia?

Dragón carmesi ....

Lo sé soy un desastre creativo, pero pronto tendrán sus actúas están en el horno cocinándose. Este fic sera corto en fin

ah si promociono mi página de face denle like porfis.

Dark Huntres Escritora y Fanficker, el link está en mi descripción. Y en el primer comentario.