Sustos, que dan gusto
No dije nada, pero mis expresiones lo dijeron todo, cuando Jungkook hizo que tocará su pene lo sentí tan duro y caliente contra mi mano que tuve que alejarme.
— Ju-ungkook — dije sintiendo cómo ese líquido volvía a bajar por mi ano
— ¿Te estás mojando amor? — preguntó acercándose mucho más — ¿Te estás excitando verdad? — preguntó para pasar su mano por mi cintura y bajarla hasta agarrar mi trasero — hoy te veías muy hermoso, pero me dió celos de que no fuera para mí — dijo estrujando una de mis nalgas — pero sabes, eso puedo pasarlo, pero solo si te quitas esta fastidiosa pijama que no deja que sienta tu piel — dijo tenso
— Yo-o — dije intentando retroceder pero en vez de eso caí a mi cama
— Que hermosa vista — dijo mirándome de forma hambrienta — eres muy malo Taehyung, me alejaste de tí por creerle a otros — dijo agarrando mis piernas — también eres malo al haber aceptado ese compromiso — se puso entre mis piernas mientras no dejaba de amasarlas — ese Yoongi no es mejor que yo mi amor — dijo para meter sus manos adentro de mi pijama
Podía sentir como me seguía mojando más y más, podía sentir mi propio pene duro entre mi ropa interior.
— ¿Tú también estás ansioso? — preguntó toqueteando mi pene — pero fuiste un niño malo con Jungkook — dijo para de un porrazo sacarme la ropa interior dejando a la vista mi pene — pero que hermosura — dijo acercando su cara
Yo solo estaba temblado por la excitación, tuve que cerrar los ojos por todas esas sensaciones que sentía y también porque no dejaba de mirarme, me daba vergüenza.
— Esa vez de mi accidente no pude observarte mucho, pero hoy sí — dijo riéndose — tu pene es rosadito y bonito — dijo jugueteando con la punta — ¿Amor te has masturbado antes? —
Yo sólo negué enérgicamente pues mi mente no me hacía razonar para responder algo y de mi boca solo salían suspiros un poco ruidosos.
— Pues sabes, yo me masturbo cada noche y mañana pensando en tí — dijo envolviendo mi pene con su mano fría y alzando su cara hasta quedar al frente mío — voy a comenzar, pero solo si tú quieres — yo solo asentí perdido en el placer que deseaba con todas mis fuerzas sentir
Él comenzó a mastubarme de forma lenta mientras no dejaba de verme, ¿Y yo?, yo pues estaba que me mordía la lengua para no gritar de placer.
— No te muerdas la lengua amor — dijo sonriendo — déjame escuchar tus lindos gemidos, quiero saber si se escuchan igual a cuando cantas — dijo aumentando el ritmo
— Ah, ah, ah, ah — era lo único que salía mi boca
— Musica para mis oídos — dijo él bajando su cara hasta mi pecho — ya no odio esta pijama — dijo acariciando con su mano mano libre mi pecho — es tan delgada que puedo ver gracias al sudor todo — dijo para empezar a toquetear mi pezón — ¿Te acuerdas cómo esa vez hice algo que de seguro te encantó? —
— Sí-í, ah, ah —
— Bien, ahora se sentirá mucho mejor — dijo para empezar a darle vueltas a mi pezón izquierdo — estoy celoso de mis manos, vamos a divertirnos con mi boca — dijo para meter mi pezón a su boca
— ¡Ju-ungkook! — exclamé sobre estimulado por todo lo que estaba haciendo — Ju-ungkook, me voy a orinar — dije intentando alejarlo
— No amor, no te vas a orinar — dijo él riéndose — te vas a venir y te va encantar — dijo acelerando mucho más su agarré
○●○●⊙●○●○
Vi cómo estaba a punto de venirse así que paré todos mis movimientos.
— ¿Po-orqué-é? — preguntó él arrugando la cara — Ju-ungkook — suplicó — du-uele —
— Aún no puedes venirte amor, falto yo — dije llevando su mano hasta mi pene — yo también quiero atención, a mí también me duele — dije haciendo fricción con su mano
Tuve que cerrar mis ojos al sentir su temblorosa mano moviéndose sola.
— ¿A-asi? — preguntó nervioso
— Así amor, no dejes de mover tu mano — dije sintiéndome en el paraíso — espera — dije apartando su mano para bajarme el fastidioso pantalón junto a mi ropa interior — sigue — dije volviendo a poner su mano ahí
Al principio fue algo torpe, pero luego le encontró el ritmo.
— Sí, sí ,sí — dije sintiendo como los fluidos empezaban a salir de la punta de mi pene, dejándolo todo viscoso y húmedo
— Ju-ungkook —
— ¿También quieres atención amor? — pregunté acercando mi cara a la de él para besarnos — no pares — dije entre el beso
Todo estaba siendo super caliente, sentía cómo su pecho subía y bajaba. Podía sentir en mi pierna que estaba contra su muslo lo caliente que se encontraba y como temblaba por el placer, yo estaba igual. Nunca antes había sentido tal excitación como la de ahora mismo.
— Taehyung, volteate — dije separándome del beso
— ¿Que-e? — preguntó él con los ojos llorosos por la estimulación
— Date la vuelta Taehyung — dije separándome un poco de él para ayudarlo a darse vuelta y poner su trasero en alto
Cuando le dí la vuelta vi la pijama pegada a su cuerpo, todo estaba mojado y más por la parte de su trasero, era excitante.
— Lindo trasero que te cargas amor — dije amasando ambas nalgas — vamos a ver que tan bien se siente — dije alzando la pijama con dificultad, de tanto apuro que tenía terminé por romper la parte baja de ésta, haciendo sobresaltar a Taehyung
— Ju-ungkook —
— No te preocupes amor, solo es una pijama y tú tienes miles — dije para por fin volver a tocar sus nalgas sin ninguna prenda de por medio
Mientras amasaba su trasero lo iba abriendo hasta ver su lindo agujero por donde salían chorros de lubricante.
— Taehyung, hoy te voy hacer venir como nadie más va poder hacerlo — dije para meter poco a poco mi dedo en su cavidad — tranquilo que dentro de un rato esto lo disfrutarás y me pedirás que siga — estuve así por un rato, sacando y metiendo mi dedo hasta que escuché sus gemidos gustosos
— Ah, ah, ah — dijo él moviendo su cadera, auto penetrandose con mi dedo
— Que buena vista — dije observando como mi dedo era comido por su agujero — yo también quiero sentirme satisfecho amor — dije masturbándome con mi mano libre — Taehyung, quiero meterlo, ¿Puedo? —
— No-o — dijo negando
— Está bien amor, respeto tu decisión — dije estirándome para darle un beso en el hombro — pero eso no va evitar que te haga venir — dije para poner mi pene en el medio de sus piernas y frotarme
Hubo un momento en donde ya no era solo un dedo dentro de él, eran tres y él lo estaba disfrutando. Yo no me quejaba pues la fricción de sus piernas contra mi pene y oír sus gemidos eran lo que me excitaba.
— Me-e vengo-o — dijo él entre gemidos y pude ver que a nuestro alrededor las cosas estaban que flotaba
— Yo-o tambi-ién — dije sintiendo como su ano se apretaba entre mis dedos
Él se vino con un fuerte gemido y todas las cosas se cayeron, él había quedado satisfecho, solo faltaba yo y no me iba a detener hasta conseguirlo, cuando ya estaba cerca cerré los ojos a mi mente vino la imagen de un gran arbol.
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