Mira cómo lo hago
— Que te hagas el interesado en él— dije viéndolo quedar con un gesto medio raro
— No lo haré — dijo después de salir de algún tipo de trance — no pienso hacerlo, además tú dijiste que no estabas seguro de quién era la bruja — dijo tenso
— Es una persona ingenua, si nos acercamos a él podremos descubrir mucho más cosas y encontrar de una buena vez la maldita piedra — dije renegando por su actitud
— ¿Qué tienes planeado? — preguntó dándose por vencido, sabía que no podría escapar de mí
— Primero debes de hablar con él y cosas así, debes hacerle ver lo caballeroso y romántico que eres, debes mostrar tú interés —
— Ya, ¿Pero cómo voy a conversar con él si nunca lo veo cerca?, cuando lo veo esta con alguien de su familia... —
— De eso me encargo yo, tú solo tienes que estar presente cuando lo requiera — dije para darme la vuelta — por cierto ¿Porqué perdiste?, tú eres muy bueno en eso — dije viéndolo de reojo
— Me dio pena, dejarlo ganar fue como un regalo de mi parte — dijo alzando sus hombros
— No lo vuelvas hacer, no estamos para sentir pena por otros, ni para darle regalos a otros, además que no me gusta perder y lo sabes — dije para dar por acabada la conversación
— Tú no perdiste, yo lo hice, que no afecte eso — dijo lo escuché decir
— Tú y yo somos uno, que eso jamás se te olvide — dije para dejarlo solo
Cuando estaba por los pasillos pude ver a Jisoo hablando con Yonnah, ella cuando me vio pasar no me quito los ojos de encima. Sentí unos escalofríos por toda mi columna, decidí caminar rápido por ese motivo, estaba por llegar a mi habitación pero alguien lo impidió.
— ¿Qué quieres? — pregunté sin voltear pues ya sabía quien era
— ¿Porqué ese tono?, ¿Acaso está mal querer saber cómo se encuentra el futuro esposo de mi primo? — preguntó acercándose
— Estoy cansado, aparte de que no me caes bien por eso te hablo así, y sí, es raro que lo hagas futuro cuñadito, y primo de mí esposito — dije sonriéndole falsamente
— Ésto es en serio, quería saber como estabas, me preocupé cuando vi que salías rápidamente del jardín — dijo para tocar una de mis mejillas y darme un beso en la otra — ¿Siempre fuiste tan hermoso? — preguntó susurrándome al oído
— ¿Siempre has sido tan galante? — pregunté dejando que empezará a tocar mis caderas para rodearla con mis brazos — sabes, si esa vez de la fiesta no me hubieras llamado perra tal vez hubiera aceptado tu propuesta, todo hubiera sido diferente — dije susurrando cerca de sus labios
— ¿Y que impide que ahora no nos acostemos?, ¿O acaso te estás reservando para mi primo?— preguntó igual de cerca
— Nada — dije para darle inicio a un fogoso beso — vamos a dentro alguien nos puede ver — dije tratando de abrir la puerta
Ya dentro continuamos con nuestra sesión de besos que luego llegó a ser lamidas en el cuello por parte de ella.
— Sácate la ropa — dijo demandante mientras se sacaba la suya
Yo estaba por quitarme el vestido cuando escuché que alguien toco la puerta, rápidamente vi como Jennie miró a la puerta alarmada.
— Jimin, mi tía Yongsun dice que bajes para almorzar — se escuchó la voz de Nayeon
— Mierda — dijo en voz baja Jennie arreglando su vestimenta con mucha rapidez
— Ya voy Nayeon, gracias por avisar — dije también arreglando mi ropa
— Te esperamos — dijo para luego marcharse
— ¿Cómo salgo? — preguntó Jennie angustiada
— No sé — dije echándome un poco de perfume para que no se sienta el olor de Jennie sobre mí
— Sabes, creo que saldré por el balcón y veré si puedo llegar a otra habitación — para irse al balcón y ver a ambos lados — es imposible — dijo tirándose en mi cama
— ¿Porqué te haces tanto lío? — pregunté riéndome por su desesperación
— Pues por que si me ven me cortaran la cabeza, bueno no, estoy exagerando, pero a mí me verán mal y no quiero tener que sufrir otro castigo — dijo con miedo
— ¿Tan terrible es? — pregunté con curiosidad, pensando en lo que podría traer tal castigo
— Mucho — dijo cerrando los ojos — fue creado por una mente siniestra — dijo pataleando
— ¿Y qué te hacen? — pregunté esperando lo peor
— Cosas inhumanas — dijo sentándose para mirarme fijamente a los ojos — ¿Quieres saber? — preguntó con seria — es algo horrible, tal vez esta noche no puedas dormir bien — dijo de forma lenta — muy pocos han logrado mantener la cordura luego de tal atrocidad —
— ¿Puedes decirlo de una buena vez? — pregunté aburrido por tanto lío, quería que lo diga de frente, sin rodeos
— Nos hacen limpiar el estiércol de los caballos — dijo con cara de asco
— ¿En serio? — pregunté viéndola mal
— Es horrible, tienes que estar en los establos por una semana, ¡UNA SEMANA! — exclamó fuerte, pero sin ser muy alto cómo para escucharse abajo en la primera planta dónde todos estaban — sólo dos en la familia lo han sufrido — dijo como si se tratase de alguna enfermedad demasiado seria
— ¿Tú y quién más? —
— Hyojong, cuando se enteraron que salía con Hyuna se enojaron pues ella no era la indicada según mi mamá, además de que ella ya tenía un prometido y a eso sumándole que dijera que se iba a ir de la casa sin importar su familia, fue una dura pelea, una pelea para el resto porque a mí no me importaba mucho lo que hiciera — dijo alzando sus hombros como restando importancia
— ¿Y lo hizo? —
— ¿Acaso no escuchas lo que te digo? — preguntó fastidiada — se ve que eres una persona con poco razonamiento verbal — dijo para volver a echarse en la cama
— Cuando no tú siendo tan irritante — dije igual de fastidiado por su actitud
— Igual que tú mi amor — dijo guiñándome el ojo con coquetería — ¿O debería llamarte mi perra? — preguntó burlona
— Bueno, me voy, espero que te vaya bien en la vida y no volver a chocarme contigo nunca más ser despreciable — dije avanzando
— ¿Como?, ¿¡Te vas!? — preguntó alterada — no puedes dejarme aquí, al menos fíjate si no hay alguien afuera que pueda verme, estoy acabada — dijo agarrándose de los pelos
— No me importa lo que sientas, tú te lo buscaste — dije para dirigirme e abrir la puerta
— No te atrevas — dijo amenazante — no sabes de lo que soy capaz — dijo tensa
— No me amenaces, no te servirá — dije sonriéndole — a-di-ós — dije de forma lenta
— No lo hagas — dijo suplicando
— Mira cómo lo hago — dije cerrando la puerta en su cara
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