Después de dicho accidente y de que Gen despertara, Senku contacto a la persona más cercana en ese momento a Gen, Ukyo.

El cual llegó a la velocidad de la luz al recibir esa trágica noticia.

Cuando entro no esperaba encontrarse con Gen besando a la persona que amo durante muchos años, se aclaro la garganta para que mínimo se dieran cuenta que tenían visitas.

Todo iba bien ¿No creen?

El doctor después de unos segundos llamo a Senku y a Ukyo, para darles una noticia, dejando a Gen descansar.

El doctor simplemente suspiro, para después hablar -Hay un problema con Gen-.

Ambos pusieron total atención a las próximas palabras del señor de la bata blanca.

-Gen padeció la enfermedad de Hanahaki por mucho tiempo, nunca recibió un tratamiento adecuado, y por lo visto llegó al punto de vomitar flores completas-.

-Por favor, sin tantas vueltas- hablo el de puntas verdes.

-No creemos que Gen sobreviva para final de año, su estado no es para nada bueno, vómito mucha sangre y sus órganos apenas funcionan, sumando que sus extremidades ya están petrificadas-.

-¿No hay manera de sanar una parte petrificada?- pregunto el albino.

El doctor negó con la cabeza -No se ha encontrado una manera de curar una parte petrificada, y una vez que empieza, no se puede detener-.

Ambos quedaron boquiabiertos ante la noticia, pero, Senku, dime por favor que tienes algo en mente.

Senku cerró los puños con fuerza, todo eso había sido culpa suya, por no haberse dado cuenta de lo que Gen sentía por el, si hubiera sido así tal vez... Eso nunca hubiera pasado.

-Yo... ¡Yo voy a encontrar una cura para la petrificacion! Sea como sea-.

Definitivamente estaba decidido, lo iba a ser, era su error y era su deber corregirlo. Además, no iba a dejar a Gen morir de una manera tan dolorosa.

🥀

Trabajo día y noche.

Dias de sol y de lluvia.

El frío invadiendo, sus dedos todos rojos debido a la fuerza que ejercía en el lápiz.

Intento que durante, los días de descanso que tenía, pasar todo el tiempo con el bicolor, no importaba si eran las tres de la mañana, que últimamente era la única hora que tenía libre.

Levantándose de su asiento e ir a ver a Gen dormido, su cara era única, sus mejillas rojas por el frío, sus pestañas que cubrían cierta parte de aquella mejilla cuando sus ojos estaban cerrados, su cabello bicolor desparramado en las suaves telas de la cama.

Se arrepentía de muchas cosas, tal vez, si no lograba encontrar la cura para su amado mentalista, él terminaría sufriendo el mismo destino.

Estaba decidido, no importaba nada de él ahora, solo tenía una cosa en mente, y eso era la medicina para Gen.

No le importaba si se saltaba comidas o no dormía sus horas diarias por no querer despegarse del escritorio, y más cuando por fin tenía algo, una sola pista de lo que podría ser, pero al final, resultaban ser ideas vacías.

Lamentablemente Senku no logro encontrar la cura para final de año...

Por más que intento, una semana no era suficiente, pidió incluso ayuda de Chrome y Kohaku.

Pero, aún así... no lo logro.

Le dolía, por supuesto que dolería, cuando por fin lo había recuperado, cuando por fin volvía a estar a su lado, cuando por fin podía volver a sacarle una sonrisa a ese bicolor.

Todo lo que hizo...

🥀

-Senku ¿ya te vas?-.

-Sip, se me hace tarde-.

-Con cuidado-.

-Gracias viejo, nos vemos-.

Senku salió de su casa, bueno, la de Byakuya, se subió al auto y empezó a conducir.

La verdad no había tiempo para empezar, nunca se le haría tarde para ir a visitarlo de vez en cuando, las calles estaban despejadas, el clima era hermoso, las flores estaban empezando a florecer.

Llegó a su destino, con un par de flores en la mano, llegó a ese bello campo de flores, ese campo que tanto le gustaba, desde que Gen se lo mostró, ha sido uno de sus lugares favoritos.

Camino la pequeña colina. Que aunque era pequeña, era muy inclinada, pero, ya estaba acostumbrado.

Se sentó, recostando su espalda en el tronco del árbol que también estaba llenando sus ramas con hojas nuevas.

Luego miro a su lado, encontrándose con una pequeña roca.

Poniendo las flores encima de la tierra que ya tenía pasto encima.

-¿Como estás?- dijo, pero como lo esperaba no hubo respuesta.

-Espero que bien... Iba en camino al centro de adopción, encontré una pequeña niña muy curiosa, también le gustan las flores, igual que a ti, aunque creo que ya la conoces, su nombre es Suika, es esa niña que nos encontramos paseando por el centro-.

El aire soplo, era cálido, no tan frío, pero tampoco algo tan caluroso.

-Tambien... Encontré la formula para la desperificacion, ahora está siendo muy utilizada, muchas gente padecen lo mismo que tú padecias... Gen- miro al cielo despejado, sabía que hablar con una roca no ayudaría mucho, pero, realmente sentía que hablaba con él.

-Bueno, me tengo que ir, no quiero llegar tarde a la adopción de esa niña, Ukyo va a acompañarme, tú mejor amigo es muy bueno... Quisiera que realmente...

Estuvieras aquí, perdón por no encontrar la formula antes-.

Intento que no salieran lágrimas de sus ojos, seguramente el espectro se estaría burlando de él.

Desde que falleció Gen a causa de esa tonta enfermedad y después de que Stanley intentará matar al pelo verde, Senku comenzó a tener síntomas similares, pero un día, un raro pero pacífico día, se encontró con esa niña rubia.

Ya se la había topado con Gen días atrás y el bicolor y la niña se llevaron muy bien.

Pero ese día la niña lo consoló, diciéndole que ella también había perdido a su madre y padre, lo que le dio entender a Senku que, la niña era huérfana.

Al poco tiempo paso más tiempo con ella, investigando de todo, se había encariñado con ella, al igual que Gen.

No eran tan diferentes después de todo.

-Nos vemos en otra vida... Gen Asagiri- se despidió dejando atrás aquella tumba, se subió al coche conduciendo un par de horas más hasta llegar ahora sí, a su destino.

La adopción fue todo un éxito, la niña era oficialmente una Ishigami.

Suika Ishigami, sonaba bien.

-¿Entonces ahoda vas a sed mi papá?-.

-Asi es pequeña, pero puedes decirme cómo tú quieras-.

-Entonces te llamade, ¡papá Senku!-.

-¿Por qué así?-.

-Pod que, el otlo es papá Gen-.

Eso definitivamente sorprendió a Senku, pero después sonrió con ternura, cargando a la niña en brazos.

-Vamos a casa Suika-.

-¡Si!-.

Quién diría que el amor de Gen podría compensarse con el amor de aquella niña inocente, tal vez esa niña también podría ayudar a Stanley, quién estaba igual de dolido tras la perdida de su hijo.

Pero regresando con Senku.

Tal vez habría perdido a alguien, pero... Había encontrado a alguien que lo volvió a hacer feliz.

Claro, no era lo mismo.

Pero era un avance.

🥀

Chille pendejos, chille.

Lo admito, pensé que también podría acabar bien, pero... Quería sufrir kajakaj 💔

Al principio si pensé en darle un final positivo, pero el destino de la vida me dijo, nonono.

Y pues allí quedó.

Pero a lo mejor, escribo un final alternativo, aunque ya no sería lo mismo.

Igual, les agradezco por leer mi esquizofrenia, en verdad ya tenía ganas de escribir algo así.

Y ya lo del final lo dejo a decisión de ustedes.

Si

O

No

Aquí me despido, espero hayan disfrutado su San Valentín con las personas que quieren, padres, novios, amigos, yo que sé.
Gracias por leer, espero también que hayan diiisfrutado de su comida.

Chachao ✨