29. Tiempo después.
Hannah
10 meses después.
Admiro la belleza que irradia a lo lejos. Su luz invade mi campo visual en todo su conjunto y sonrío inconscientemente. Jesús sostiene mi mano y me abraza por la espalda dejando un leve beso en mi mejilla.
-Bonita, ¿qué te parece si te llevo a un lugar que nunca hayas pisado? -susurra en mi oído.
-Inténtalo -respondo con una amplia sonrisa esbozada en mis labios consiguiendo así la complicidad de la suya.
Me extiende su mano y la acepto. Bajamos a la entrada y sonríe.
-He alquilado un carruaje, espero que sea de tu agrado.
Subo con su ayuda y me siento en uno de los acomodados sillones del coche. Me imagino que él estará muy acostumbrado a estas cosas, en cambio a mí se me hace extraño estar montada en un vehículo que no va por mar, sino por tierra.
Avanzamos rápido pero moderadamente. Nos adentramos en un frondoso bosque y minutos después nos aproximamos a una clarea bastante iluminada y florecida. Un río baña la zona y al alzar la vista veo un acantilado por el que desciende una cascada muy fluída.
-Es hermoso -digo sin esperar la pregunta- pero no he traído bikini.
-Tranquila, está todo preparado -responde y me quedo atónita. Es un sol de hombre.
Me lo pongo detrás de un árbol cuando me aseguro que no hay nadie y cuando vuelvo, él está esperándome con los brazos cruzados.
-¿Lista? -pregunta y asiento. Me extiende nuevamente la mano y nos acercamos a una roca.
-¿Vamos a saltar? -digo temerosa. Ríe ante mi miedo y me agarra la mano con dulzura.
-Juntos -aclara.
Entrelaza nuestras manos y me abrazo a él con fuerza. Sé que es una locura pero por él haría cualquier cosa. Si tengo que saltar, salto. A su vera todos mis miedos se desvanecen.
Saltamos al agua y nado hacia la superficie. Me indica que nade hacia la zona en la que desciende la cascada y nos colocamos debajo sintiendo la presión del agua limpia y natural caer en nuestras espaldas. La sensación es bastante relajante.
-Hannah, sé que han pasado escasos meses desde que forjamos esta hermosa historia de amor pero quiero que sepas que eres la pirata más bella que ha zurcado los mares -dice en un leve susurro de sinceridad plena. Sonrío inconscientemente, es inevitable.
-Jesús, han pasado 10 meses, te lo recuerdo -sonríe- y he de decirte que estoy muy feliz de haberte elegido. Mi corazón tendía por tu bondad y al final acabaste abriendo el candado que había colocado en mi supuesto corazón mercenario y frío.
-Te amo Hannah.
-¿No me engañas? -pregunto tontamente.
-¿Engañarte? Nunca. Hice una promesa y pienso cumplirla -responde seguro de sus palabras.
-Te amo Jesús -contesto acercándome a sus labios.
-Podría jurarlo ante cualquiera, incluso gritarlo. Lo que siento por ti es tan sumamente grande que compartir mi felicidad es inevitable.
-Entonces júrame que jamás dejaras de luchar por mí, que siempre vas a estar a mi lado aunque en ocasiones te susurre que no te merezco, que eres demasiado bueno para mí.
Me coge de la barbilla y la eleva para que nuestras miradas se encuentren. Roza mis labios con los suyos y sonríemos al unísono.
-Lo juro -dice acariciando mi mejilla con dulzura.
Mañana acaba la novela. Espero que no me matéis.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro