28. Sensaciones indescriptibles.
Jesús
Los días pasan y Hannah comienza a superar la marcha de su padre. Sé que en el fondo no lo comprende del todo y me atormenta escucharla sollozar por las noches. En cambio, su madre sonríe cada mañana cuando prepara el desayuno, sé que está feliz y que, aunque su marido tarde en regresar, nunca perderá el cariño que siente por él.
-¿En qué piensas, Jesús? -pregunta ella.
-Estoy aclarando mis pensamientos -me limito a responder.
-Sé que le duele que se haya marchado -dice suspirando.
-Me duele no poder consolarla como me gustaría -musito.
-Dale tiempo, siempre ha estado con él y por una vez en la vida, se encuentra sola -explica tranquilamente.
Me extiende una bandeja cuando termino de tomarme el café mañanero y me indica que se la lleve. Asiento amablemente y toco la puerta de su habitación. Escucho un 'pasa' y entro sonriendo.
-Te he traído el desayuno, tu favorito -me mira fijamente y se acerca a mí.
-Gracias -responde.
Observo su alocado cabello oscuro y sonrío. Me encanta observarla. Parpadeo varias veces y abro la boca atónito. Ella es la que se me apareció en aquella pesadilla.
-Hannah, hace tiempo, mucho antes de conocerte, soñé contigo -digo tragando saliva.
-¿Cómo? -dice dando un bocado a su croissant.
-No era un sueño, más bien una pesadilla.
Deja de comer y acaricia mis pómulos despacio. El fuego se apodera de mi ser y tiñe mis mejillas de color rojizo. De un impulso, nuestros labios están unidos y la pasión arde entre nosotros.
-Antes eras tan fría que cortabas y ahora tan ardiente que fundes el casquete polar -susurro en su oído mordiendo el lóbulo de su oreja.
-Je...Jesús-balbucea excitada.
-Hannah -digo antes de penetrar mi traviesa lengua en su boca. Juego con la suya y inspecciono cada poro de su boca. Seguidamente se coloca sobre mis piernas y pierdo el control. Es una diosa.
Quita mi camiseta dejando mi torso al desnudo y lo acaricia con la yema de sus dedos con repetidos movimientos arriba y abajo. Realizo el mismo gesto con su camiseta y su brasier y muerdo su cuello despacio mientras suelta un leve gemido.
-Me encanta todo de ti -susurro en su cuello.
Nos deshacemos de la ropa que nos queda puesta de cintura para abajo rápidamente y observo su íntima belleza mordiéndome el labio. La agarro de la cintura y la acuesto en la cama con suavidad. Doy pequeños besos desde su boca hasta su intimidad y eleva su espalda de las sábanas.
-Hazlo, por favor -suplica con la voz entrecortada.
Abro sus piernas considerablemente y entro en ella muy despacio. Realizo movimientos suaves y cálidos para no hacerle ni el más mínimo daño y cuando noto que cede y gime mi nombre exigiendo más, acelero el ritmo. La llevo al climax y caigo junto a ella suspirando.
-Te quiero, Jesús -dice ella con un hilo de voz. Se acomoda en mi pecho.
-Te amo, Hannah -respondo besando su cabello e inhalo el suave olor del perfume que desprende.
Acaricio sus brazos lentamente, con una dulzura realmente inexplicable y sonrío cuando se queda profundamente dormida. Es demasiado bella. Poco a poco mis párpados comienzan a pesar y caigo rendido junto a ella.
Esta historia está llegando a su fin. ¿Qué ocurrirá?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro