21. El conocido.
Jesús
Me acomodo en el asiento de este antro junto a su robusto padre. Él mantiene la mano sosteniendo su copa de ron bastante cargada y contundente mientras me tomo un mísero chupito que raspa mi garganta.
Hannah me mira anonadada y seguidamente dirige sus ojos oscuros a la figura de su padre al que le ruega un chupito. Intuyo que le tiene terminantemente prohibido beber después de lo sucedido.
«Querrá que esté en su sano juicio», pienso mientras observo cómo niega con la cabeza y ella suspira agotada.
-No Hannah, no vas a tomar -responde Cutlass muy seriamente.
-Pero papá -replica tercamente.
-No -se limita a responder.
Me mira buscando consuelo o quizás una ayuda para que le deje beber pero me encojo de hombros. Prefiero mantenerme al margen, y aún más sabiendo que este hombre es el pirata más temido de todo el océano.
Escucho un estruendo que procede del exterior y el sonido de un navío atracando en el muelle irrumpe en la taberna y hace incluso temblar esporádicamente las paredes escasamente reforzadas.
Hannah se escolta entre el cuerpo de su padre y el mío. La puerta se abre rápidamente y un hombre con escasa barba, un sombrero y unas rastas de color castaño irrumpen en la taberna. Escucho numerosos murmuros pero consigo apreciar lo más mínimo: Jack Sparrow.
-Capitán Jack Sparrow -recalca el término 'capitán' y se sienta en la barra- ponme un ron -eleva la vista- que sean dos.
Se levanta con su copa entre sus anillados dedos y se acerca a Cutlass. Hannah se aferra a mí y su padre coloca la mano en el aire indicando que se calme. ¿Qué demonios pasa?
-Vaya, el mismísimo Jack Sparrow se ha dignado a acercarse después de cuatro años de plena crisis.
-¿Cómo está Turner? -pregunta sentándose junto a nosotros sin pedir permiso. Pero qué digo, ¡los piratas no piden permiso!
-Esperando a que amaine la tormenta que se aproxima -dice él sin preocupación alguna. No le intimida lo más mínimo su presencia.
-Qué hermosa dama -observa a Hannah y le lanza una mirada asesina como sinónimo de advertencia- es tu hija, ¿verdad?
-Pobre de ti si le tocas un solo pelo -dice cogiendo su espada y mirándola mientras acaricia con la yema del dedo índice la zona cortante y afilada.
-No estoy tan loco -dice Jack riendo- nunca he arriesgado mi vida por una mujer y créeme que no lo voy a hacer ahora -admite mirando a Hannah de reojo. Mi cuerpo entero se pega fuego.
Mis ojos color café se encuentran con los de Hannah, oscuros como la noche, esa que no está iluminada por la Luna. Acaricio su espalda para tranquilizarla y sé que probablemente me esté metiendo en un pozo sin fondo pero por ella, al menos yo, sí arriesgaría mi vida. Aunque tenga que morir en manos de su propio padre o en mitad del camino de su conquista, me arriesgaré.
-Duele no poder tenerte como quisiera -musito en su oído procurando no llegar al de su padre.
Me abraza inconscientemente y su padre tose al percatarse de semejante prueba de aprecio. Me aparto considerablemente tomando las respectivas distancias y ella esboza una pequeña sonrisa. La necesaria para hacerme enloquecer.
Aquí os dejo una nueva pregunta lectoras/es mías/os.
8. ¿Qué os está pareciendo la novela? Clasifícala según estas características: buena, mala, intrigante, demasiado buena, pésima, la recomendaría. (Podéis elegir más de dos)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro