Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

17. Diferencias dudodas.

Hannah

Abro los ojos con la radiante luz que penetra por los escasos orificios del barco. Siento un peso sobre mis piernas y cuando intento girarme veo a Jesús dormido. Podría decirse que está en el quinto sueño.

De un impulso, acaricio su cabello oscuro y sonrío. Lo peino con mis dedos muy despacio y muerdo mi labio. Quizás lo esté haciendo mal pero este chico tiene algo que nunca había visto en nadie más. No sé si lo que me atrae de él es que sea un príncipe, obviamente muy apuesto y atractivo, o simplemente que de lo bien que me ha tratado he comenzado a sentir algo que tenía adormilado.

La imagen del capitán John Hawkins regresa a mi mente y comienza a comparar a Jesús con él. Extraño pero cierto. Tienen algo que les distingue el uno del otro, obviamente que ambos saben manejar armas de fuego y espadas, y saben dar órdenes pero de lo contrario, son dos hombres pasionales completamente diferentes, cada uno a su manera.

John es dulce pero el tono frío de su voz ronca me estremece, quizás por miedo, de por sí es un hombre robusto y frío pero bastante atractivo; mientras que la de Jesús es completamente dulce, es inevitable no sentir atracción por él, tiene una labia y una capacidad para convencer bastante admirable.

«Estoy hecha un lío, con los dos he sentido algo pero dudo mucho que sienta amor por uno de ellos», pienso para mis adentros.

-Buenos días, preciosa -dice el capitán entrando. Me levanto a toda prisa de la hamaca y Jesús se despierta de mala gana.

-Buenos días -digo colocando mi camisa, puesto que durmiendo se ha movido considerablemente y casi queda uno de mis pechos al descubierto.

-Vengo a comunicarles de que en cuestión de horas llegaremos al destino que ha impuesto nuestro rumbo. Nos aproximamos a Isla Tortuga. Procurad estar alerta. ¿Sabéis usar armas? -ambos asentimos.

-Podría decirse que he nacido con una espada entre mis manos -respondo seria. Él frunce el ceño, dudo que me reconozca.

-¿Y tú? ¿Sabes pelear con la espada? -le pregunta a Jesús. Él se limita a asentir- bien, comed algo y subid -ordena.

Suspiro profundamente y Jesús vuelve a recostarse en la hamaca. Debe de estar muy cansado.

-¿Por qué me miras de ese modo? -pregunta confuso.

-Nada -contesto acercándome a la alacena para coger un trozo de pan, mantequilla y un vaso de agua- ¿quieres? -le ofrezco y niega.

Asiento encogiéndome de hombros y se acomoda de lado apoyándose en su codo derecho para observarme con detenimiento. Es un tanto incómodo pero me limito a seguir comiendo.

Aquí os dejo una nueva pregunta.

4. ¿Creéis que su confusión llevará al caos?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro