Capítulo 12: El suicidio, tal vez, sí sea la solución.
Han pasado meses.
Me decisión final supuestamente había sido que me devolvieran el alma. Cosa que NO ocurrió.
Le he perdido el miedo a la muerte totalmente. No me importa cortarme las venas o que Satán o mi propio ángel me lo hagan, es lo de menos, puesto que si muero, iré con mi ángel y él ya me lo ha dicho muchas veces: me ama. Eso es lo que me basta.
No quiero vender mi alma, el amor de Lars, por más que lo desee, algo me dice que todo saldría mal. ¿Por qué? Porque ya me estafaron la primera vez, no confío en Satán en lo más mínimo. Si firmo por el amor de Lars... ¿me amará por siempre? ¿y si no somos compatibles? ¿discutiríamos mucho como pareja? ¿Si fuéramos pareja nuestros amigos y fans lo aceptarían?
Sé que esos factores se me irían en mi contra, por tanto, me niego en su totalidad a vender mi alma a cambio de amor de Lars.
¿Y en qué me he concentrado últimamente? A querer obtener mi alma de devuelta.
En los sueños, le resumiré muy bien, oh... en mis sueños sufro de todas las formas. Si no es mi ángel quien me tortura, es el mismo Satán... he llegado al punto de no desear volver a dormir, de beber mucho café, sí.
Ya salió el primer disco de Metallica, titulado "Kill em' All"... estoy contento con el resultado, a final de cuentas, aquella amenaza puesta por Dave era para puro meterme miedo. Porque, que yo sepa, él no ha hecho nada en mi contra, ni se atreve a acercarme siendo que sabe donde vivo.
Esperar a que mi alma regrese, no sé cómo recuperarla, de hecho, me atrevo a decir que estoy aburrido de esperar.
Bueno, desde que "regalé" mi alma, estoy siempre aburrido, adolorido y cansando. No me dan ganas de hacer nada, nada me entretiene.
Desearía amar o sentir algo de afecto por mi existir. Mi vida es demasiado aburrida. He soñado una y otra vez con que James compraba un arma de fuego, con ésta sueño suicidarme algunas veces.
Si no estoy aburrido, lateado... Estoy llorando con mucha angustia. Amo a Lars y él no a mí... no tengo alma, ni ganas de vivir. Por razones obvias, mis compañeros de banda saben de mi odio a la vida, sin embargo, no hacen nada... tuvimos que cancelar la gira del disco porque cuando acabaron las grabaciones me he mantenido encerrado en la habitación.
Algo que debo mencionar, volvimos a mudarnos a nuestra casa de San Francisco, de mi cuarto, no me movía nadie. No me consolaba nadie, me la pasaba en la completa soledad, llorando, porque mi vida se hace cada vez más y más aburrida.
Como se dan cuenta... me he estado obsesionando con la muerte, sobretodo últimamente, que James de VERDAD compró un arma, en este caso, en revólver en caso de emergencia.
Mis muñecas ya no soportan que yo mismo abra los cortes que me hicieron... para mí, perder mucha sangre es algo normal a estas alturas, si muero o no, me da igual.
Sonará estúpido, no obstante, la principal razón de que no me suicido es por mi ángel redentor, que siempre viene a mi para tocarme canciones, entretenerme, darme una buena charla... ¿entienden por qué nunca salgo de mi habitación? Porque es poco probable que nos vean... adoro su sonrisa, sus besos, es igual a Lars y me ama. ¿Cómo no tenerle infinito cariño?
Y... la principal razón por la que quiero suicidarme... es exactamente mi ángel. Sí, lo dije, es estúpido. Odio que él deba escapar día por día del infierno para visitarme y ver a diario como va empeorando su frágil anatomía... me refiero a que... ¿se recuerdan cuando me enseñó sus cortes y moretones? Cada día van aumentando, igual que yo. Llevamos una rutina casi igual, sólo que él no tiene vida, yo sí.
Si me muero, estaríamos juntos, ¿no es así? He conversado mucho con él al respecto. Me dice que lo último que debería hacer, sería suicidarme para estar con él. Admite que adora mi compañía, no obstante, odia verme sufrir, no quiere que sufra con él.
Aunque, pensémoslo bien, ¿quién no quisiera ser un ángel y poder viajar por el tiempo/espacio?
Siento que la presencia del verdadero Lars en mi vida, arruina a ésta última por completo.
No sería para nada capaz de asesinarle, no.
Si cometo un asesinato, será en contra de mí mismo. Tanta era mi costumbre por cortarme las venas y otros lugares del cuerpo... que ya no tengo un motivo exacto para hacerlo. Lo hago porque sí, a veces me excuso con el aburrimiento.
De todas formas, sé que mi estabilidad mental va empeorando cada vez más. Ya ni sé quién soy en realidad ahora. De hecho, regresando por fin al presente, estoy ahora mismo cortándome las venas, con una cuchilla de afeitar.
No siento dolor, sólo aburrimiento. Hasta que mi brazo entero se debilita y empiezo a llorar de arrepentimiento.
Ya no iba a soportar más ésto, ¿por qué denigrarme de esta forma? No llegaré a ningún lado si sigo viviendo así, no. Tengo que poner un fin/solución a ésto. Ahora.
Me laventé de la cama, bajé escaleras hasta el primer piso, vigilé que no hubieran moros en la costa —cosa que no había nadie—, eché carrera hasta llegar a la entrada de la casa, atrás de una planta y bajo la esquina del tapete... ¡Ahí está!
Suspiré en alivio puro cuando el revólver estuvo en mis manos.
Lo oculté adentro de mi pantalón.
Otra carrera más hasta mi habitación, suspiré, ahora deprimido.
Arranqué una hoja de un cuaderno para escribir algún testamento/nota de suicidio. No estaba seguro del todo si iba tener el coraje suficiente.
El papel que solía ser puramente blanco, estaba tiñéndose de un color rojo... la sangre de mis muñecas no para de brotar, me ardía mucho, tanto para escribir:
En aquel manuscrito expresé con sencillas palabras mi situación: mi trato con el diablo, mi amor no correspondido a Lars y lo horrible que es no tener alma.
Ahora sí, cogí el arma, con las manos temblando, bueno, todo mi cuerpo temblaba. Levanté el revólver de a poco, una vez que llegara al costado de mi cabeza, cerré los ojos; soltando una lágrima.
Me cuestioné si de verdad merecía morir o vivir.
El momento de la verdad es ahora, no puedo pensar con claridad. Mi cuerpo está demasiado tenso. No puedo razonar, ¿qué hago?
Comencé a desesperarme. No respiraba bien, lo hacía de forma discontinua, abrí los ojos y noté las muchas lágrimas que se me escaparon... ¿qué debía hacer? ¿por qué se me hacía tan difícil presionar el gatillo? Mi corazón late con tal fuerza que no sé si me matará la bala o un paro.
Pensé cómo fue que inició todo.
Y me odié todavía más.
Pensé cómo fue que... cómo estoy de mal ahora. Sigo odiándome.
Cerré los ojos, cegándome por completo del dolor y de la luz que me llevaría lejos de aquí.
Presioné el gatillo.
...
Me sorprendí y frustré demasiado.
¡La puta arma estaba descargada!
— ¿Buscabas ésto? —el verdadero Lars en sus manos cargaba una bala, se aproximó y arrebató el arma— No te preguntaré más el porqué, sé perfectamente tus intenciones... —observó la carta— ah, hasta te diste el tiempo de escribir una carta, déjame verla, eh...
Lo golpeé, se quedó muy impresionado porque mis muñecas se desangraban todavía y por lo manchado que estaba el papel.
Arrugué la carta y la dejé atrás mío, sin que pudiera quitármela.
— Vale, si no me quieres contar porqué estás tan mal, seguiré igual que siempre... dándote el puto discurso maricón que a los dos nos jode, a ti oírlo y a mí, decirlo —Rodé los ojos, ignorando su presencia—. Jódete, Kirk, he hecho lo posible para que seas feliz, ¿sabes lo difícil que fue convencer a James para que cancele la gira y tú puedas recuperarte? Te he ofrecido toda la ayuda y amor posible para que te sientas bien, tú sólo haces más que empeorar... —regresé al antiguo llanto idiota que tenía antes de intentar matarme, él me abrazó— Quiero que seas feliz, que te recuperes. Kirk, somos una familia, no quiero verte mal. ¿Por qué no haces el esfuerzo por mejorar? Agradezco mucho a Dios que quité las balas antes de una situación como ésta, sí, lo venía venir de ti... Estoy muy preocupado, me encantaría confesarte la verdad, pero si tú no quieres hablar de nada, mejor ni me arriesgo.
Cada vez que me habla, siento que me rompe más y más el corazón, no sé porqué.
Me zafé de sus brazos y salí de la habitación, sin antes haber roto frente a su cara la carta de suicidio que escribí.
Los pedazos me di el tiempo de quemarlos en el patio, las cenizas las boté a la basura.
¿Se recuerdan la guitarra que dejó tirada mi ángel? Bueno, yo me la quedé.
Ahora mismo me encontraba tratando de tocar algo, llevo un buen tiempo sin hacerlo. Prácticamente, el nombre de Metallica quedó en el olvido.
En mi memoria seguía plasmado aquel riff, de esa canción que me tocó mi ángel hace mucho.
Therefore, I have sold my soul for you...
— Todavía está la posibilidad de que firmes —Voltee a verlo, mi ángel redentor, el otro Lars que sí me ama, sonreí.
— No firmaré, lo tengo decidido, no lo haré.
— ¿Todavía estás esperanzado con que tu alma regresará? —Tomó posición de cuclillas a mi lado, en el suelo del patio, asentí.
— No sé cómo, pero la recuperaré... o simplemente moriré para irme contigo —Negó, frunciéndome el ceño—, ¿por qué no?
— Sabes lo que yo sufro, no quiero que tú pases lo mismo que yo. Amo Kirk, sabes que te quiero mucho, sería muy feo que yo me sacrifique tanto para que tú decidas arruinar mi esfuerzo.
— Lo siento... De verdad ansío estar por siempre junto a ti, el otro Lars no es más que una pérdida de tiempo, tú... eres demasiado perfecto.
— Es porque tú me imaginaste así, sólo soy un alma en pena, Kirk, muchos de mis rasgos y actitudes son cosa que inventaste con tu imaginación. No quiero que acabe por superarte, fuera de tu egoísmo, soy un ser vacío.
— Ok, prometo esforzarme mucho hoy... —Ignoré sus anteriores palabras.
Ambos sonreímos, él acarició mis brazos, limpiando aquel seco líquido carmesí que quedó manchando la piel de mis brazos.
Se quedó junto a mi, esperando a que sanaran mis heridas o al menos dejaran de dolerme tanto. Charlamos por varias horas allí en el patio, sin que nadie se enterara.
Nos despedimos con un apasionado beso.
Era hora de cenar ya, sólo bebí una lata de cerveza... sintiéndome mal otra vez. Cuando estoy con mi ángel, me siento vivo, como si tuviera alma —bueno, él en realidad es un alma en pena que me acompaña—.
Me fui a acostar temprano hoy, no aguardaba por querer ver a mi ángel de nuevo. Sólo tenía el inmenso miedo de ser maltratado, cosa que siempre ocurre.
Ya no importa nada, solo quiero que haya alguna solución final a ésto pronto.
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