Capítulo 10: Mustaine hijo de puta... ¡Lars es mío, puto!
Durante toda mi vida, nunca me ha importado la competencia. Para mí, eso es lo de menos, sin embargo, ahora he sobrepasado mis límites. Ando increíblemente pendiente de ciertos hijos de puta. ¿Y qué pasó con Lars? Oh, eso es lo que más me duele, dios mío. Odio tener que decirlo, pero... creo que me he enamorado de él. ¿Lo malo? Después de esa noche, me he quedado en la completa friendzone. No. Ni eso, creo que estoy ahora en la "conocidozone". Porque ya ni me habla.
Me siento devastado, demasiado. He puesto mis sentimientos en la peor persona para hacerlo.
Todo comenzó cuando pocos días después lo pillé dándose un baño con James... vale, no hacían nada malo, sólo un baño, nada de besos ni eso. Pero... me sentía terrible, ¿por qué con él y no conmigo?
Es una jodida pena eso. Los días siguientes, Lars después de ir al estudio siempre salía. Yo no sabía con quién, eso no me gustaba para nada. Nunca más volvimos a dormir juntos, ni un solo abrazo. Ni menos un beso, que es lo que más quiero ahora mismo.
Todo se derrumbo cuando por fin me enteré con quién era la persona que salía todos los días, la peor persona que pudo ser, es decir, de millones de seres humanos, lo eligió a él. Sí, me refiero a Dave Mustaine. Y no, resulta que no salían así de compas a beber. ¡No!
Son novios.
Y así fue cómo mi vida se arruinó por completo. El dolor emocional era insoportable. Sí, ya no tengo que ocultarlo más. Amo a Lars, no es algo que deba cuestionarme cada cinco minutos, es algo que PIENSO y me dan ganas de GRITARLO cada cinco segundos.
Y ahora es cuando pienso, ¿por qué le daba tanta vergüenza hacer algo muy tierno conmigo como abrazarme frente a James, siendo que hace eso mismo y cosas peores con Dave frente a James sin problemas? Peor aún, James lo aceptó. Cliff también. Yo no.
Para empeorar las cosas, cuando Lars no está por X motivo —ir al baño, ir a comprar, ducharse, etc— y Dave está en la casa... siempre me molesta, se burla de mí, como si supiera de mis sentimientos rechazados.
No he parado de llorar desde entonces, ¿de qué me sirve que hayamos terminado de grabar un disco en Metallica, que yo haya hecho un pacto con el diablo para ser el mejor guitarrista del mundo si no tengo lo que más amo?
Ya no soporto ésto, para nada.
Recuerdo cuando James hace unos días había comprado un arma en caso de emergencia, la compró justo un día antes de comenzar a grabar.
Ahora es cuando se necesitaría usarla, es una emergencia.
Sea ésto un sueño o no, pondré fin a ésto. Odio que me roben a la persona que yo amo. Odio eso como nunca. Odio que Dave reciba todo el amor que yo debería recibir.
Cuando todos estén sentados en el living, oh, mi plan va a estar perfecto.
Agradecí que estaba cargada, suspiré y tomé valor para hacer el peor pecado que puede cometer un hombre. Todavía con arma en mano y temblando, la levanté apuntando justo en la cabeza de Dave y presioné el gatillo.
La bala salió disparada y la manera en que atravesó su frente se repitió una y otra vez en mi cabeza. Hasta que por fin pude divisar lo que pasó.
De inmediato los chicos reaccionaron mal y me insultaron de la peor manera, no tomaron tiempo de cuidar a Dave, por más muerto que estuviera, no. Los tres se me tiraron para odiarme.
Yo comencé a llorar, porque no entendía qué me había pasado. Las palabras de Lars fueron las más dolorosas, porque él lloraba y me maldecía de todas las formas horrorosas que pudieran existir.
Ignoré lo más que pude, sin dejar de llorar, y grité con todas mis fuerzas:
— ¡LARS, YO TE AMO! —Ellos no me tomaron en cuenta, Lars seguía dolido, y me miraba lleno de ira— ¿Por qué tú no me amas?
No me respondió, estaba harto, ¿por qué no me amaba? ¿Acaso no era suficiente matar a su novio?
¿Por qué...? Recibí una cachetada... ¡Era mi ángel! ¡Me cago en la puta, todo fue un sueño!
— ¡Hazme despertar, otro Lars! —Ordené.
— ¿No me vas a dar un...? —Lo golpeé- ¡Auch! Amo Kirk, no me golpees.
— Hazme despertar, idiota, ahora. ¡No quiero más sufrimiento!
— Ok.
Me desperté porque oí a James y a Lars discutiendo.
Los ignoré y fui a darme una ducha. Prueba superada, algo bueno, al menos. Mi ánimo está del reverendo culo en todo caso, fue una experiencia horrible.
Tengo miedo de lo que pueda suceder hoy, tengo miedo qué ocurrirá con mi "relación" con Lars.
Cuando terminé de arreglarme, fui a desayunar solo porque todos ya habían terminado de hacerlo. Al ir a lavar los trastos, pillé a James por ahí y le pregunté:
— ¿Por qué discutías con Lars?
— Va a traer a Mustaine a la tarde, yo me enojé porque sé que él planea vengarse en contra de nosotros y en contra tuya, sobre todo. Te estaba protegiendo.
— Ohhh... —Pasé de contento a una tristeza profunda.
De verdad, creo que me he enamorado de Lars y eso no me gusta. Porque sé que él no me ve más allá que un amigo, lo de anoche solo fue... ¿una aventura? Tal vez.
Tras eso, era la hora de ir al estudio llegó. Ni siquiera me saludó Lars, los otros chicos sí pero quién necesitaba que lo hiciera no lo hizo.
Ya partimos mal el día, por dos.
— Kirk —susurró James camino a casa—, te recomiendo que salgas a algún lugar hoy y no regreses hasta la noche, algo me dice que ocurrirán cosas malas.
- Ok —murmuré, deprimiéndome más de lo que ya estuve durante toda la mañana y mediodía.
— ... ¿ocurre algo malo? —Negué, suspiré muy apenado.
— Tuve un sueño, pesadilla en realidad, nada más.
— Ah, ok. Espero que lo superes, entonces.
Sabía que no iba a tomarle importancia a eso, bueno, tampoco quería contarle.
Tengo muchísimo miedo, puesto que aprobé todas las pruebas. ¿Qué será de mí ahora? ¿Significa que ya no tengo alma?
Estoy muy mal.
Al arribar a casa, ni siquiera me quedé a almorzar. Estaba más que destrozado.
Lo que pude haber hecho al salir de casa, hubiera sido visitar a mi antigua banda: Exodus. Ellos son muy buenos amigos míos, no viven lejos de aquí y me permitirían ir a puro llorarles.
De todas formas, no lo hice. No quiero dar pena.
Fui a un parque a tirarme bajo un árbol. A reflexionar sobre la vida, sobre MI vida.
Ya no tengo alma.
Y me arrepiento de haberla vendido. La quiero devuelta, aunque... ¿qué es no tener alma? Debe ser algo relacionado con lo espiritual, ¿no es así? Entonces, espiritualmente estoy muerto, y lo espiritual está muy ligado con los sentimientos y la psicología humana.
Vale, soy un imbécil.
Empecé tirado en el pasto bajo de un árbol, y acabé en posición fetal, soltando un mar de lágrimas desconsolado. ¿Por qué lloraba? Por amor, Lars no me quería y llevó a Dave a casa. ¿Por qué? Tengo mucho miedo de que ocurra lo de mi sueño.
Según tengo entendido, antes de que llegara yo, ambos compartían habitación... dormían juntos en una misma cama, mientras tanto, ¡YO SOLO DORMÍ POCAS VECES CON ÉL! ¿Por qué Dave y no yo?
Eso me emputecE como nunca, y de la rabia, en menos de un segundo descargo el puto diluvio universal en mis ojos.
Odio mi vida.
No me sirve de nada ahora ser el mejor guitarrista.Que fue lo que yo pedí, no me sirve.
Si Lars no me ama... no puedo hacer nada.
Sin haberme dado cuenta, ya había anochecido. Mi estómago rugía por comida, cosa que no quería proporcionarle.
Estuve llorando como un bebé toda la puta tarde en un parque. Vaya vida más hermosa y productiva la mía. Me levanté, sin poder sentir el culo por dos razones: porque estuve sentado mucho rato y porque me la metieron tan fuerte que me reventaron el hoyo prácticamente.
Y eso último, creo, que era lo peor de todo.
Recordar toda la pasión que hubo la noche anterior me daba un dolor de culo impresionante. Y lo peor, es que no podía parar de pensar en eso con melancolía.
Para que sea la cerecita sobre el pastel: tengo ganas de cagar tremendas y no puedo hacerlo porque siento que tengo un tapón allá adentro, y... camino como idiota. De hecho, ni camino, cojeo.
Los chicos en la mañana me anduvieron molestando por eso... ¿cómo es que el idiota de Lars pudo caminar de lo más bien hoy sin ser tan obvio? Ah, claro, yo no fui su primera vez. Él mismo me lo dijo que lo ha hecho muchísimas veces... ¡Me cago en la puta! Eso no me ayuda en nada para sentirme mejor.
Ya estando enfermo psicológica y físicamente —por allá atrás—, me jodí y regresé a casa. Al parecer, Mustaine ya se había ido.
Hice lo posible por aparentar ser fuerte e ir a la cocina para prepararme algo de comer.
No había nada.
Solo un pedazo de pizza.
Mejor no como nada.
Fui a lavarme los dientes y de ahí a acostarme. Lars se hallaba recostado en el suelo, mirando el techo. Fallé al intentar ignorar su presencia.
Me desnudé hasta quedar en ropa interior, al tumbarme en mi cama, no esperaba que él se acostara a mi lado también.
— ¿Qué haces aquí? —Bramé de una manera no muy amigable.
— Te hago compañía —Sonrió, dejó de hacerlo al ver lo hinchados que estaban mis ojos— ¡Mierda! ¿Qué te fumaste que tienes los ojos así?
— Nada que te interese —Le di la espalda y él me dio un abrazo.
— Sí, me interesa, yo quiero de esa.
— ¡Estaba llorando, imbécil!
— Ohh... lo siento mucho... ¿y... por qué? ¿qué pasó?
— Nada que te interese —repetí mirándolo, rodó los ojos, volví a darle la espalda.
— Pff... vale, entiendo... ¿por qué no quisiste quedarte a ver a Dave?
— ¿Me estás jodiendo? —me di vuelta otra vez, negó— ¡Eres un idiota!
— Me lo dicen todo el tiempo.
— No es que te lo digan, ¡es verdad!
— ¿Ocurre algo conmigo? Digo, ayer andabas tan...
— ¡No me lo recuerdes!
— Tranquilo, que sólo somos amigos, no te agobies.
Si dices eso, lo primero que haré será agobiarme.
— ¿Alguna vez te acostaste con Dave? —Interrogué de una, me negó— ¿Besarlo? —Otra vez no— ¿Un abrazo? —asintió, puse los ojos en blanco, lleno de celos.
— Como amigos solamente, ¿qué crees? No hay nada entre Dave y yo.
— Te creo —di la vuelta, no quiero oírlo más.
— Te quiero, mejor amigo —me apretó con fuerza, las ganas por llorar regresaron.
No respondí, mordí mi labio inferior, intentando retener el llanto.
— ¿Tú no? —negué— Oh. Qué mal. Porque yo si, amigo.
Ojalá me mataran por cada vez que me llama "amigo".
— Ok —me atreví a pronunciar en un hilo casi inaudible.
Se levantó para acercarse demasiado. Me dio un beso de pingüino (con la nariz en vez de la boca), así bien tierno.
No pude evitar sonreír.
Y fue la única vez que lo hice en todo el maldito día.
— Buenas noches, mejor amigo.
De nuevo no le respondí. Miré por el rabillo del ojo y noté que él desvió la mirada, de ahí se fue acostar al suelo.
Nunca me dolió tanto ser el mejor amigo de alguien.
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