Eh aquí, un nuevo capítulo, lo siento por la tardanza, pero es que estaba ocupada y no tenía mucha imaginación y pues eso jaja, espero que os guste.
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NARRO YO:

(Aún estamos en el mismo día que en el otro capítulo, solo que la protagonista se ha echado una siesta y ahora esto es lo siguiente que va a pasar, es por la tarde, casi por la noche).

Eran las 18:56 de la tarde, todas las niñas (Menos la protagonista) estaban charlando entre ellas hasta que una de ellas se da cuenta de que la "bicho" no estaba y pensó que debería estar arriba, en su cama durmiendo, y como a ella y todas las niñas les gustaba fastidiar a la "bicho", pensó un plan para hacerlo.

NARRA SARA:

Parece que la Bicho está durmiendo, y no se despierta porque ha dormido desde que eran las 16:45 y son ahora 18:56 osea que ha dormido unas 2 horas, como siempre.

Es tonta, no tiene otra cosa que dormir y eso que nos dio la señora Rosenbert tiempo libre y la muy estúpida no lo aprovecha, solo va a dormir, que tonta es. Te preguntarás porque yo y las otras niñas la insultamos y la odiamos, muy fácil, es que nos cae muy mal, solo eso, bueno y porque no la queremos en mi grupo, todas están en mi grupo menos ella, además la Bicho es estúpida me cae super mal y no hay más estúpidas razones.

Me estaba aburriendo y he pensado fastidiarla como siempre, me gusta hacerlo y a las otras niñas también, pero no se cómo, sé lo preguntaré a las demás niñas.

YO: Oye chicas, la Bicho esta durmiendo otra vez, ¿cómo la podemos fastidiar?

MARÍA : Si ha fastidiarla, que ahora me aburro, jajaja pues no se, nose me ocurre nada. ¿Que piensas tú Jessica? ¿Te se ocurre algo?

JESSICA: A mi no se me ocurre nada de nada.

Estábamos todas pensando y pensando hasta que la Lydia se le ocurrió un plan magnífico.

LYDIA: ¡Ya se! Creo que se me ha ocurrido un plan muy chulo.

YO: ¡Pues venga, a que esperas, cuéntalo ya!

La Lydia nos contaba el plan mientras que yo, todo lo que escuchaba era un plan magnífico y sonreía por eso.....

YO: Pues ya está, ya tenemos un plan, ahora todos prepararse y todos a sus sitios, ¡¡vamos!!

Fuimos subiendo casi todas a la segunda planta (yo y la Jessica) , hasta nuestra habitación, la vimos a la Bicho, ahí en su cama, durmiendo y abrazada a su estúpido y feo mono, que lo llamaba creo que Kiko o algo así.

El plan era que yo tenía que coger el feo mono de Bicho y esconderlo para que la Bicho no lo encuentre, pero lo tengo que hacer sin que se despierte por que sino, ya no funciona el plan, aunque podríamos hacer más planes. Esto solo será la primera cosa que haremos para fastidiarla, jajaja.

Las otras niñas, la María, la Carolina, la Megan, la Lydia y la Nerea estaban abajo, esperando a que nosotras bajaramos, y que después ellas esconderían al muñeco feo.

I así fue el plan, la Jessica estaba escondida detrás de la puerta de la habitación, mientras que yo me acerque sin hacer ningún ruido hacia la cama de la Bicho, me puse al lado de izquierdo de la cama donde estaba el muñeco y cogí el mono despacito y con cuidado de que no se despierte.

Cuando tuve el muñeco en mis brazos, me fui corriendo con la Jessica hacia abajo. Las chicas nos vieron que bajabamos, yo me acerqué a ellas para preguntarles donde esconderán el muñeco.

YO: ¿¿Donde lo escondereis, a este feo muñeco??

Las niñas se miraron entre sí, y yo esperaba alguna respuestas de ellas.

MARÍA: Pues aún no lo sabemos, estábamos pensando en un sitio que la Bicho nunca miré y que no se atreva a mirar.

Estábamos todas pensando en ese sitio ideal para esconder al muñeco, hasta que a mí, se me ocurrió un sitio perfecto.

YO: Mmm... Ya está, tengo el sitio perfecto para esconder este feo mono.

Todas las niñas me miraron, esperando que yo diga donde era ese sitio.

NEREA: ¿¿Yy....?? Vamos, di ya donde es ese sitio perfecto para que la Bicho no mire y ni se atreva a buscar el muñeco.

YO: Pues en la habitación de castigo, allí la Bicho nunca le gusta estar y ni quiere estar dentro, es el único sitio que no mirará.

LYDIA: ¡Si eso es! Ese sitio si que es perfecto para esconderlo.

CAROLINA: ¿Pues a que estamos esperando? Vamos rápido a la habitación de castigo porque si se despierta y nos pilla, ya no será divertido.

Fuimos al tercer piso de arriba, es donde estaba la habitación de castigo, llegamos a la puerta, yo lo escondí bien dentro de la oscura habitación, y cerré la puerta.

YO: ¡BIEN! Ya está, solo falta que se despierte y se dé cuenta de que no tiene abrazaito al estúpido muñeco. No puedo esperar la cara de la Bicho cuando se entere de esto, jaja.

Y corriendo, corriendo, bajamos rápido a la primera planta y encendimos la tele para fingir que estuviéramos viéndola.

Esto, no es lo único que íbamos hacer, jaja, como nos gusta verla sufrir pues haremos más cosas, jaja.

NARRA NIÑA:

Estoy en mi cama, me desperté por un ruido de no se donde y ni quien lo hizo, aún estaba tumbada, alargue mi brazo para coger a Kiko, pero no lo noté, no estaba. Me puse de pie, mirando en el suelo si se hubiera caído de la cama, pero tampoco estaba, miré debajo de la cama y tampoco, me estaba poniendo nerviosa, miraba por toda la habitación, pero no estaba... no estaba por ningún sitio.

Mis ojos empezaron a salir lágrimas, me senté en el suelo con las rodillas apoyada en mi cabeza, estaba llorando. No me puedo creer que lo haya perdido... ¡Si estaba en mi cama!

NIÑA: Ppor ffavoor....que no lo hayaa perdiiido.... es lo úniiccco que ttengo, mi único amigoo, ah ah ah muahh ah.

(Tartamudeaba y lloraba, no aguantaba eso, lo quería mucho a su muñeco, es lo único que le importaba a ella)

Ya no se que hacer, estoy desesperada, yo sé que lo deje en mi cama para dormir con el, alguien me lo habrá cogido, y creo que ya se quien o mejor, quienes son.

Me limpié las lágrimas que aún tenía en los ojos y me fui de la habitación, bajaba las escaleras, estaba buscando a las otras niñas que seguramente lo habrán hecho, y me las encontré en la sala viendo la tele, algunas estaban sentadas al sofá y otras al suelo.

Cuando notaron mi presencia, me miraron. Yo hablé, o bueno, lo intentaba.

NIÑA: Dddone esttá...

LYDIA: ¿De que estas hablando, Bicho?

NIÑA: Qqque... ¿donddde está... mi... mi mmuññeco?...

Cuando acabe de preguntar, todas las niñas reían, la Jessica, la Sara y la Carolina se pusieron de pie, se acercaron a mí, pero sólo me miraron, mientras que las otras niñas estaban sentadas, mirando esta escena y seguramente esperando a que alguien diga o haga algo, como yo estaba haciendo.

Hasta que por fin la Sara habló.

SARA: Porque lo preguntas a nosotras, si no lo sabemos, además ¿para qué?, si no queremos a ese estúpido muñeco.

CAROLINA: ¡Eso!, no tenemos nada que ver en esto, haber cuidado mejor al estúpido muñeco y no perderlo jajaja.

NIÑA: Sé que me lo habéis quitado, y que lo habéis escondido, por favor, devuelvamelo.

JESSICA: Primero, no tienes pruebas de que eso haya ocurrido, (Cada vez se acercaba más a mí) segundo, haber sido más lista, haberlo guardado y cuidado mejor y tercero, (Ya estaba frente a mi) no nos importas tú ni al estúpido mono ese.

Y en ese momento, la Jessica me empujó y me caí al suelo, con un dolor fuerte en la espalda. Empecé de nuevo a llorar, no podía creer que tenga que soportar esto cada día, no lo puedo aguantar.

SARA: ¡Ay mira, la pobre Bicho, le ha dolido y está llorando, que pena, jajaja! .

Empezaron a reír muy fuerte, se estaban riendo de mí, no lo podía soportar más, así que me levante, y con una gran voluntad, me revele... les grité.

NIÑA: ¡¡¿Porque me hacéis esto, acaso os he hecho algo malo para que me odies?!!
¡¡No he hecho nada malo, para que me trateis así, yo no soy la estúpida, fea, tonta, y menos un BICHO, Sois vosotras las que sois todo esos, no yo!! ¡¡Vale que mis padres no me quisieron y que me abandonaron a un hospital, que estarán viviendo su feliz vida sin mi, pero al menos no soy como vosotras, no soy una malcriada, y estúpida, yo, al menos no soy como vosotras, y espero no serlo nunca!!
¡¿Y vuestros padres que eh?!, ¡¡porque sería algo parecido, por eso estáis también aquí, en un orfanato!! , solo os pido una cosa, ¡que me dejéis en paz!

Grité todo lo que tenía dentro, todo el dolor que sufría por ellas, todas las cosas que me molestan de ellas. Sentí alivio, por decirlo.

Pero en un momento me acabo de dar cuenta de lo que hice, y ahora tengo más miedo que las otras veces, no se que harán pero seguramente me dolerá y sufriré.

Todas estaban de pie, cerca de mi, sorprendidas de lo que dije, solo espero que este momento acabe pronto.

En la mejilla sentí dolor, mucho dolor, me bofeteo la Sara, y con esa bofetada, me caí de nuevo, aparte con el dolor en la espalda, ya tengo en la mejilla. Mis ojos no paraban de salir lágrimas, no podía parar de llorar, y más con lo que va ha pasar ahora.

SARA: ¡NO, vuelvas a decir lo que has dicho, porque si lo vuelves a decir, te juro por Dios, que te haremos sufrir más y con más dolor que te ni imaginas. ¡¿Entendido?!

NIÑA: Sisi.. Sara, lo he entendido.

SARA: Vale, pero por si acaso, chicas... darle una buena lección, jajaja.

Todas se miraron entre si, y sonrieron, unas sonrisas que daba miedo.

Se acercaron hacia mí, pero yo retrocedía hasta que me tope con la pared y ya no podía retroceder más. Ellas se acercaron más, hasta que ellas tampoco podían avanzar más.

Y en ese momento, empezaron a pegarme, todas las niñas menos la Sara, que ella estaba mirando la escena y riéndose.

Cada golpe que me daban, dolía cada vez más, mi labio empezó a sangrar igual que mi nariz. No paraban de pegarme, dolía cada vez más, me empujaban, me daban patadas, así todo el rato, no podía respirar, porque los golpes que me daban en el abdomen, me quitaban la respiración y por eso no podía respirar bien.

NIÑA: ¡Parad... por favor... ahhh... os lo suplico, ya lo entendido... aaah, no... puedo... respirar!

SARA: ¡Ya está, parad, ya ha tenido suficiente!

Cuando habló la Sara, las otras niñas pararon de pegarme y se alejaron de mi, aún riéndose todas de mi, se fueron con la Sara de la habitación a no se dónde.

No sé cuántos golpes he recibido, creo que más de 20. No puedo soportar más todo esto, me dolía mucho los labios y la nariz.

Intento levantarme, pero me caigo, lo intento de nuevo y lo consigo.

Subiendo las escaleras, entro al baño y cierro la puerta, me miro al espejo y veo mi cara llena de moratones que duelen bastante, y el labio me salía un poco de sangre y lo tenía un poco hinchado, igual que en la nariz.

Me limpio toda la cara, ya no estaba tan llena de sangre y no se notaba tanto los moratones como antes.

Ahora me miro mi cuerpo, tengo también moratones pero eso no puedo hacer nada, estoy demasiado delgada, hasta creo que se me notan los huesos, ay que asco, con ese pensamiento me bajo rápidamente la camisa, para no verlo más, otra cosa que odio de mí, es mi cuerpo, por culpa de la Señora Rosenbert y de las niñas estoy delgada y con moratones por todas partes.

Apenas puedo caminar, pero el dolor de mi cuerpo duele bastante y lo tengo que aguantar, porque la señora Rosenbert no hace nada, no nos cura ni nada, si su trabajo es cuidarnos, pues es hace todo lo contrario...

Mis pensamientos fueron interrupidos por el grito de la señora Rosenbert.

SEÑORA ROSENBERT: ¡Niñas, bajad y venid a mi oficina, os tengo que decir una cosa importante, venga rápido!

Todas las niñas bajaron corriendo, yo aun estaba en el baño, salí y baje a la primera planta. Cuando la señora Rosenbert dice que es algo importante es que lo es realmente.

Entré a la oficina y por suerte la señora Rosenbert aún no había llegado.

Me encontré a todas la niñas sentadas en el sofá de la oficina y como yo siempre, me siento al suelo.

Ellas estaban hablando entre ellas como si no hubiera pasado nada y yo estaba callada, sin mi muñeco, lo tengo que recuperar, cuando me acuerdo de lo que pasó antes y lo de mi muñeco me sale una lágrima, pero rápidamente me la limpio, no quiero volver a llorar, y mas si la señora Rosenbert estuviera delante con las niñas. Pero no lo haría, o eso intentaré.

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Aquí un nuevo capítulo, espero que os guste, ha costado y más, ni si quiera he tenido mucha imaginación pero bueeno jajaja. Comentad, votad y nada más hasta el próximo capítulo, adiós besitos.
PREGUNTA:

¿Que dirá la señora Rosenbert a las niñas? ¿Que creéis?