*74*
Al pronunciar esas palabras mi pecho dolió. Perdón Alec, perdóname. Era lo que me repetía una y otra vez mientras me acercaba más.
-Magnus espera... -Will se separó de mi- ¿de que estas hablando?
-Me enamoré -dije con pesar- o eso siento
-¿De Alexander? -lo dijo como pregunta pero algo en su voz lo confirmaba.
-Si -cerré los ojos y suspiré- pero... Tu y yo... Nosotros -no sabía que decir exactamente- estábamos juntos y por alguna extraña razón quiero seguir a tu lado -admití- se que no lo merezco, se que haz de odiarme en estos momentos...
-Magnus puedes engañar al mundo -tocó mi mejilla- pero no es justo que te engañes tu mismo
-No lo hago -devié la mirada- trato de no hacerlo
-Magnus -suspiró- no me gusta verte así y menos por cosas que no son
-¿De que hablas? -pregunté confundido.
-Magnus -tomó mis manos entre las suyas- entre tu y yo no pasó nada
-Pero... -estaba realmente confundido.
-¿Por que lo pensaste? -con su pulgar quitó el resto de las lágrimas.
-Tú y yo... Nos besamos -dije en voz baja- yo... Yo te quería a ti
-Eso jamás pasó -sonrió- tu ese día me confesaste que te gustaba -mi ceño se frunció, entonces si lo había dicho- pero ambos concluimos de que no era así
-No entiendo
-Yo solo te atraía, nuestras conversaciones eran perfectas -acarició mi mejilla- pero solo éramos amigos, muy buenos amigos
-Entonces... -él y yo no?- me dijeron que...
-Nadie sabía esto, bueno solo una persona -sus mejillas se tiñeron de rojo.
Sentí un golpe en la cabeza, uno demasiado intenso, comencé a ver borroso.
-Yo...
-¡¿Magnus?! -escuchaba su voz a lo lejos, todo se volvió negro y nuevas imágenes aparecieron.
Flashback
La mesa ya no era impedimento, sabía muy bien lo que iba a pasar, pero en ese momento unos ojos azules aparecieron en mi mente, unos ojos azul tan intenso pero tan inocentes, recordé su mano en la mía, como sin decir nada sentía que nos comunicabamos con tan solo vernos.
Fuimos capaces de crear nuestro propio mundo solo con tomarnos la mano, su voz tan varonil, tan perfecta, tan él...
-Alexander... -susurre.
-¿Color Alexander? -preguntó Will divertido.
-No puedo hacerlo -hablé.
-¿De que hablas? -se veía confundido pero divertido.
-Will, tú, tú me gustabas -sus ojos se abrieron grande.
-Ah, Magnus, yo... -se alejó completamente hasta quedar de nuevo en su lugar.
-No digas nada -pedí- cuando chocamos esa vez me dejaste sorprendido, tus ojos, tu sonrisa -Sonreí ante el recuerdo- y juré por un año estar enamorado de ti, aún venía pensando en eso
-Enamorado son palabras mayores -una sonrisa sincera se dibujó en su rostro- solo sentiste atracción -concluyó- y bueno no te culpo -dijo y ambos comenzamos a reir.
-No, Will hablando en serio
-Hablo en serio -sonrió- debo admitir que me sorprende pero no creo que lo que sentías por mi era más que amistad un poco confundida
-Tal vez... -no había pensado en eso.
-Hablábamos tan bien, a gusto y sin máscaras -buscó mi mano y yo llegué a la suya- tal vez fue eso
-Esos mensajes me relajaban y alegraban mis días
-Pero no sentías ese cosquilleo en el estómago -tenía razón- te divertias pero no esperabas cada mensaje con anhelo -era cierto- solo me querías, solo me quieres -corrigió.
-Te quiero -confirmé.
-Pero de lo que puedo estar casí seguro es que ¿Alexander? -asentí- él, él si es más que importante para ti
-Tal vez...
-Vamos Magnus ambos lo sabemos -sonrió y apretó mi mano- no lo conozco pero cuando mencionaste su nombre tus ojos se iluminaron, tenías esa pequeña chispa que solo los enamorados tienen
-Pero eso no está bien -no pensaba hacerle esto a Alexander, lo nuestro no podía ser.
-¿Y por que no? -dijo casualmente- las cosas en esta vida no están bien o estan mal, solo están
-A él lo conocí por ti -suspire.
-¿De nada? -entrecerró los ojos.
-Lo confundí contigo -solté y solo ví su cara de confusión- por Dios hasta le decía copia
-Decías es tiempo pasado -se encogió de hombros.
-¿Y que le digo? Ah te conocí por parecerte a alguien que creía me gustaba -rode los ojos- eso conquista a cualquiera
-Dime Magnus -se recargó en la mesa- ¿realmente nos parecemos?
-No -dije al recordar sus ojos tan profundos, esa sonrisa ladina, sus manos, recordarlo me hacía suspirar- su belleza es... -suspire- única
-¿Por que no intentarlo? -ladeó su cabeza con una pequeña sonrisa.
-¿Crees que si le digo esto me acepte? -no había pensado tanto en intentar algo con él pero la idea me parecía fantástica.
-Si no lo intentas no lo sabrás -me guiñó el ojo.
-Es que esto no lo esperaba -dije sinceramente- no pensé que Alexander se pudiera meter tan adentro de mi
-A veces lo que esperas nunca llega -apoyó su rostro en sus manos- las cosas inesperadas son las que te cambian la vida
-Hablas con tanta sabiduría -Sonreí- debes conocer a Tessa se llevarían increíble
-¿Tessa? -me vió con interés.
-Te la presentaré lo prometo -Sonreí- harían bonita pareja
-Oh cállate Bane -se incorporó- mejor lucha por tu chico -se cruzó de brazos- y hay de ti si lo dejas ir
-¿Me estas amenazando William? -traté de sonar sorprendido.
-No es amenaza es una advertencia -levantó una ceja- debes luchar por ser feliz y Alexander es esa felicidad
-Mañana -hablé entusiasmado- mañana lo buscaré y lucharé por él -dije decidido- gracias
-No tienes que agradecer -se levantó y se sentó a mi lado- para eso estan los amigos -me abrazó- y cuando regrese de Europa quiero conocer a ese chico
-Tal vez recibas la invitación a la boda -bromee.
-Mientras ambos sean felices yo espero cualquier invitación -besó mi frente- te quiero Magnus
-Y yo te quiero a ti Will
Fin del flashback
Sentí cuando Will estaba a mi lado tocando mi rostro.
-¿Magnus estas bien? -se veía preocupado.
-Siempre fue Alexander -solté el aire y una sonrisa se instaló en mi rostro- siempre fue él -mi sonrisa se hizo más grande.
-Lo es -confirmó Will con una sonrisa.
-Debo presentarte a Tessa -seguía feliz.
-Oh bueno, respecto a eso -evitó mi mirada.
-¿Que pasa? -no podía ocultar i sonrisa.
-Bueno, Tessa y yo... ¿como decirlo?
-Estan juntos -completé por él y eso lo sorprendió.
-No oficialmente -jugó con sus manos- todos los días hablabamos por ti, quería saber como estabas
-Que aprovechado me saliste -comencé a reir y más por ver sus mejillas sonrojadas.
-Hablábamos de ti, pero después las cosas se fueron dando
-De nada -dije simplemente.
-Oh cállate -rodó los ojos- ¿que hay de Alec?
-Lo alejé -toda felicidad se fue.
-¿Como? -se veía confundido.
-Yo pensé que tú y yo... -recordarlo dolía, mi pecho dolía- no quería causarle daño y lo alejé de mi
-Magnus... -suspiró- ¿por que lo hiciste?
-Quería su bienestar
-¿Y él está bien? -negué- ¿por que tomaste una decisión por ambos?
-Creí que era lo mejor
-Son una pareja, deben estar de acuerdo los dos -se veía un poco molesto- no puedes elegir por él
-Yo...
-Nada Magnus -se levantó- debes ir a buscarlo y pedirle perdón
-Pero...
-Cuéntale todo y si el decide alejarse deberas vivir con eso
-Suena tan fácil
-¡Y lo es! -levantó las manos un tanto exasperado- TÚ te complicas las cosas, tan fácil que es hablar
-Tienes razón -dije convencido- debo pedirle perdón
-Tampoco quiero que vayas con la idea de que todo se soluciona rápido -dijo más tranquilo- lo lastimaste
-Lo se -me moví, giré- voy a luchar por él, porque lo amo
Me levanté y sentí el piso moverse debajo de mi, puse una mano en la mesa para conservar el equilibro.
-¿Estas bien? -negué- siéntate
-No -comencé a ver borroso- debo verlo
-Magnus no estas bien
-Debo ir -sacudi la cabeza, fue lo peor que pude hacer, las punzadas en mi nuca eran cada vez más fuertes, sentía mi cuerpo hormigueado, no lograba respirar bien y de pronto todo se volvió negro.
***
El dolor en la cabeza seguía pero debía ir con Alexander, debía hablar con él.
No se como pero ya me encontraba corriendo hacía su departamento, el aire me faltaba pero nada me impediría llegar hasta él.
Marqué su número varias veces pero no contestaba, todas me mandaban a buzón.
-Contesta mi amor -susurraba cada vez que el timbre sonaba.
Ya era tarde ¿donde podía estar? No me importaba, si no estaba me quedaría el tiempo necesario afuera de su departamento.
Ví el edificio a lo lejos y apresuré el paso, corrí como si mi vida dependiera de ello.
Al llegar el vecino del frente me reconoció.
-Pasa muchacho -dijo abriendome la puerta.
-Gracias -dije y subí corriendo las escaleras.
Cuando llegué a la puerta de su departamento me detuve, respiré, llené mis pulmones de aire, traté de regular mi respiración si iba a hablar con él debía pensar lo que diría.
Un poco más convencido toqué su puerta pero esta se abrió, me parecía extraño él nunca la dejaba así.
-¿Alexander? -lo llamé y comencé adentrarme al departamento.
Todo estaba oscuro, tal vez no estaba pero ¿por que la puerta estaba abierta?
-Alec soy Magnus -volví a hablar pero no se escuchaba nada.
Caminé hacía el apagador y encendí la luz, al momento que todo se iluminó quedé sin palabras, me paralice en mi lugar.
-Alexander... -susurre.
Toda la sala estaba desorganizada, basura, ropa, trastes y más cosas adornaban esta.
-¿Alec? -mi respiración se volvió irregular, parte de mi no quería que estuviera aquí.
Continúe caminado, el aire me faltaba, la desesperación se comenzaba a apoderar de mi ¿que había pasado?
Por instinto comencé a caminar por todo el departamento buscándolo, tener una pista de donde estaría, cada paso, cada habitación era lo mismo, nada de él, los nervios comenzaron a pasar, tal vez se habían metido a robar y el no estaba.
Fui a la última habitación, esa habitación que la sentía mía, era nuestra, momentos unicos habíamos vivido ahí.
Me extrañó verla emparejada, ese simple pensamiento volvió a alterarme.
-¿Alec? -mi corazón golpeaba salvajemente en mi pecho.
Con un movimiento lento comencé a abrir la puerta, estaba igual en penumbra, no ayudaba mucho que el sol se escondiera.
A tientas localicé el apagador y encendí las luces.
-¡ALEXANDER!
Lágrimas comenzaron a brotar, esto debía ser una broma, un estúpida broma.
Esa imágen me paralizó, Alec, mi Alexander estaba en el piso, su espalda recargada en la cama desecha, vidrios rotos esparcidos, en su pecho sujetaba un cuadro, parecía dormido; lágrimas secas adornaban su rostro.
Corrí, corrí a su lado, no podía estar pasando, ese no era mi Alec.
-Alexander -lo moví- Alec ¿me escuchas? -mi voz sonaba desesperada y no ver respuesta de él me preocupaba más.
-Alec por favor -lo atraje hacía mi y al hacer el movimiento algo de sus manos resbaló, un bote de antidepresivos vacío- No, no Alec no
Comencé a moverlo más brusco y no reaccionaba, el nudo en mi garganta era demasiado grande, las lágrimas parecían cascadas, caían con fuerza, la desesperación era grande.
-¡Alec! Noo por favor no -comencé a tocar su rostro, estaba demasiado frio, sus labios ya no tenían ese tono que me encantaban, ahora estaban apagados.
-No mi amor, no por favor -lo abracé contra mi con todas las fuerzas que tenía- ¡Alec perdón, perdóname! -grité frustrado- te amo, te amo -besé su cabeza repetidamente- solo a tí, tu eres el amor de mi vida -hablaba entre sollozos- Alec mi amor despierta
Tomé una de sus manos, mis lágrimas ya habían alcanzado su cabello, este ya se encontraba húmedo.
El cuadro que aún conservaba cayó mostrando el contenido, eramos él y yo felices, yo recargdo en su hombro y él besando mi cabeza.
-¡No! ¡Alexander! -grité- perdón, perdón -no podía controlarme, lo abracé con fuerza- te amo, siempre fuiste tu -hablé con los labios en su frente- por favor mi amor despierta -los sollozos eran más, las lágrimas caían sin piedad, me sentía vacio, vacio sin él.
Sentía frío, comencé a temblar, mis lágrimas comenzaron a tornarse heladas, el cuerpo de Alec era más frío.
-Noo Vamos Alec despierta -sollocé, me sentía débil, me sentía mal, quería estar a su lado pero no de esta forma ¿por que fui tan estúpido? Si hubiera llegado antes.
-Magnus -esa voz- Magnus -ya no podía con esto, la visión se hacía cada vez más borrosa.
-¡Alexander! -grité y me incorporé.
-Auch! -abrí los ojos y ahí estaba Will sobando su frente- ¿Estas bien?
-Yo... ¿donde estoy? -giré a mi alrededor, estabamos en la plaza, la gente nos veía, algunos meseros viéndome con preocupación- ¿que pasó?
-Te levantaste y te mareaste -me ayudó a incorporarme y fue ahí donde noté que estabamos en el suelo- te dije sientate pero estabas de terco
-¿Nada pasó? -pregunté con ilusión- ¿Alec está bien?
-¿De que hablas? -se veía confundido y preocupado.
-Yo fuí a su departamento y...
-Solo llegaste al suelo Magnus -rodó los ojos- déjame llevarte a casa
-No -reafirmé mi postura- debo ver a Alec, no puedo esperar más
-Entonces déjame llevarte -se incorporó.
-No, yo puedo ir solo -le Sonreí.
-Claro y que te pase esto allá fuera -se acercó a una mesera y le dió un paño húmedo- ni loco -no dijo más y comenzó a caminar.
Después de ¿soñar? eso sentía nervios y ansiedad por verlo, por saber que estaba bien, que estaba a salvo.
-¿Puedes darte prisa? -con mis dedos tocaba varias veces el vidrio.
-¿Puedes tranquilízarte? -la lluvia comenzó a caer, cada gota que resonaba en el vidrio me volvía más ansioso.
Avanzamos un poco más, faltaba poco para llegar, solo unas cuadras pero el maldito destino no quería que llegara.
-¿Por que diablos no avanzan? -pasé la mano por mi cabello.
-No se, tal vez cerraron la calle -dijo casualmente.
-No puedo esperar -no dije más, abrí la puerta del auto y comencé a correr
-¡Magnus espera! -escuché los gritos de Will, pero no me importaba, necesitaba ver a Alec.
Corrí, odiaba que esto saliera igual que en el sueño, la lluvia mojaba mi cuerpo pero no la sentía, no me importaba nada, nada excepto él.
Cuando estuve frente al edificio no me detuve, la puerta estaba abierta y corrí escaleras arriba.
Llegué frente a su puerta y sin pensarlo más toqué, una vez y no contestó.
POV Alec
Estaba arreglando el departamento, odiaba verlo mal, los últimos días solo limpiaba hasta la más mínima mancha.
Tenía los audifonos puestos, música que me relajara e inspirara a seguir con mi labor.
Cuando una canción acabó logré escuchar que tocaban la puerta ¿pero quién sería con esta lluvia? Su toque no era sutil y con cada uno que daba se escuchaban más acelerados.
Me sentí un poco mal ¿cuanto ha de haber permanecido ahí? Me apresuré y abrí la puerta, lo que ví me sorprendió mucho.
-¿Magnus? -no entendía nada y mucho menos cuando se lanzó a mis brazos llorando.
-Estas bien -sollozó- estas bien
-Magnus pero... -después de procesar todo sentí la humedad en él- ¡por el Ángel! Magnus ¿estas loco? -estaba totalmente empapado.
-Perdón -dijo al separarse de mi al instante- yo, no... Perdón -lo ví detenidamente y me destrozó lo que veía, estaba temblando, escurriendo, sus ojos hinchados, un semblante demasiado triste.
-Por favor pasa -abrí más la puerta pero no se movió- Magnus
-Perdóname -su respiración era agitada- tienes todo el derecho a odiarme, yo me odio
-Hey! No ¿de que hablas? -iba a tocarlo pero solo levantó una mano.
-Te hice daño -sus lágrimas comenzaron a salir nuevamente- me odio por eso
-Hey no, no lo hagas, yo no te odio -no aguanté más y me acerqué a él, con una mano acaricié su mejilla.
-Perdón -lo ví temblar, muy indefenso- no te quiero perder
-No lo harás -comencé a trazar caricias en su mejilla.
-Debo contarte todo -dijo en un sollozo- después de esto tal vez no me vas a querer volver a ver y lo entenderé
-¿De que hablas? -no entendía, me preocupaban sus palabras- por favor pasa -le pedí pero él negó.
-Yo estoy recordando todo -sollozó- a todos -veía el trabajo que le estaba costando hablar- puedo recordar cuando te ví la primera vez y que pensé -se derrumbó frente a mi, dió un paso atrás llevando las manos a su rostro- perdón... cuando Doth me dijo...
-Entonces si fue ella -apreté la quijada, mis manos se transformaron en puños.
-No quería creer nada pero tenía razón o eso creía -alejó sus manos pero su vista estaba en el piso- te confundí -un sollozo demasiado fuerte salió- creí que eras otra persona -negó- así te conocí -elevó su mirada a la mía, mucho arrepentimiento se veía en ella.
-Magnus...
-Poco a poco tu sonrisa venía a mi mente, podía pasar el día entero viendo hacía tu salón pero me negaba a admitir que sentía algo por ti -mojó sus labios, sus hombros se hundieron y un sollozo silencioso provino de él- escribía tu nombre en todos lados pero no podía descifrar lo que sentía por ti -sus palabras llegaron hasta lo más profundo de mi- me encantaba verte y luego llegaron esos encuentros -una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro- esos encuentros que deseaba se repitieran pero no lo aceptaría
-Pero...
-No quería esto -me vió con las lágrimas rodando por sus mejillas, seguía temblando pero ahora era más constante, llevó sus manos a sus brazos- no merecías esto, pasar por algo así por eso no quería acercarme a ti, no quería que sufrieras por mi culpa
-Magnus...
-Después pasó el accidente y por alguna extraña razón todo me acercaba a ti, deseaba tu compañía -frotaba sus brazos, todo su cuerpo temblaba- tu no mereces esto -se derrumbó, sus piernas flanquearon y se derrumbó en el piso, cayó de rodillas, sus manos sobre el piso al igual que su mirada- perdón, perdóname no quise hacerlo
-¡Magnus! -rápidamente llegué a su lado- levántate -lo tomé del brazo pero él se resistía- vamos Magnus levántate, no quiero verte así
-Se que no lo merezco pero te pido perdón -su espalda se elevaba- perdóname jamás quise hacerlo
-Vamos Magnus -me dolía verlo así- por favor -no se levantaba solo pude atraerlo a mi, ambos terminamos en el piso, su rostro escondido en mi pecho, sus sollozos eran constantes.
-Perdón -seguía repitiendo- perdóname -agarró en un puño mi camisa- lo lamento tu no te pareces en nada a él, tu eres único -sollozaba- tu no eres como
-¿Will? -acompleté por él, al momento lo sentí tensarse, su agarre se volvió más débil, sentí como respiraba rápidamente hasta separarse de mi
-¿Tú... -su rostro reflejaban horror.
-Lo se -traté de acercarme pero él se alejaba más
-Pero tu... -se veía confundido- ¿como?
-Hace tiempo, antes de empezar una relación contigo -suspiré- cuando pensaba que te hacía daño Cat habló conmigo
-¿Cat? -se veía mal.
-Si, cuando te dejé en tu salón Cat se acercó a mi
Flashback
-Así que arreglaron las cosas -en su voz se escuchaban varios estados de ánimo.
-Cat... -no sabía que decir.
-¿Ya te lo dijo? -habló acercándose.
-Yo...
-¿Podemos hablar? -dijo viéndome decidida.
¿Que es lo que quiere decirme?
-Claro -no dije más y comenzamos a caminar, por su expresión no me gustaría nada.
Llegamos a una parte del instituto que no había visitado antes.
-Entonces... -se veía incómoda.
-Esta recordando -hablé entusiasmado.
-No entiendo -se veía confundida.
-Esos dolores -hice una mueca- eran síntomas de que esta recordando
-Eso quiere decir... -no se veía contenta- ¿Tienes tiempo?
-Si -dije no muy convencido.
-Tengo que contarte algo y espero lo tomes de la mejor manera -no entendía pero asentí- es respecto a Magnus
-Dime -la animé, con una mano me indicó que me sentara y eso hice.
-Hace tiempo conoció a una persona -entrelazó sus manos nerviosamente- se llama William
-No estoy entendiendo -¿a que quería llegar?
-Se sentía atraído hacía él -eso no lo esperaba- solo escucha todo lo que tengo que decirte ¿está bien? -estaba confundido pero asentí- lo conoció el primer día de escuela y algo le gustó de él -volvió su atención a sus manos- ah hablado con él todo este tiempo, se llevan muy bien, él... Él tiene algunas características especiales
-¿Especiales? -frunci el ceño.
-Cabello negro, ojos azules -susurró sin verme, yo no cabía en el asombro- pero solo le llamó la atención -se apresuró a decir- él no quería admitirlo pero desde que te conoció le gustaste, hablaba de ti a cada rato
-¿De mi? -sentí tristeza, algo en mi pecho dolió.
-Si -sonrió- tu le gustas y mucho, puedes verlo ahora -mordió su labio- incluso ahora siente lo mismo por ti solo que en estos momentos si lo admite
-Cat...
-Te quiere a ti -insistió- y por eso no quería acercarse a ti
-¿Por que?
-Porque decía que no lo merecías -estaba confundido- no era bueno que estuviera contigo por otra persona
-Pero...
-Solo te lo digo porque ahora que recupere la memoria y si estan juntos -suspiró- lo conozco lo suficiente para saber que hará todo lo posible por alejarte de él
-¿Por que?
-Porque no quiere hacerte daño -suspiró- solo te pido que lo apoyes, si decides estar con él a pesar de esto lo apoyes para que descubra sus verdaderos sentimientos
No esperó respuesta alguna y comenzó a caminar hacía su salón. Tenía muchas cosas que pensar, dolía pero él me quería ¿no?
Fin del flashback
-Pero ...
-De haber sabido que era por eso que te alejaste de mi podíamos haberlo hablado
-¿No estas enojado? -preguntó temeroso.
-Solo dime algo -él asintió- ¿me amas?
-Te amo como nunca imaginé hacerlo -su mirada conectada con la mia- por eso te digo, si me das una oportunidad voy a dar lo que tengo de mi para reconquistarte
-No es necesario
-¿Por qué? -preguntó asustado.
-Porque el corazón tiene motivos que la razón no entiende -tomé su mano- vamos debes cambiarte
-Yo... Estoy bien
-No, no lo estas -lo ayudé a incorporarse- vamos
Caminamos hacía la habitación a paso lento, su rostro aún reflejaba tristeza, su cuerpo convulsionaba de vez en vez.
-Gracias -habló derrepente.
-No lo digas -puse una mano en sus labios y comencé a trazar caricias en ellos- vamos quítate la ropa, te preparo la ducha -giré y me dirigí hacía allá, abrí la llave para preparar todo para que Magnus pudiera relajarse.
Cuando regresé a la habitación él seguía de espaldas a mi sin su camisa, su torso desnudo y mojado, sus zapatos estaban en un lado y su pantalón junto con la ropa superior, solo tenía sus bóxers.
-Alexander... -me llamó aún en esa posición.
-Ya está listo todo -me acerqué a él.
-Tu me diste la más grande lección, Tu...-suspiró- Me enseñaste a amar, Me enseñaste a creer... -sus palabras eran tranquilas, sentí mi pecho construirse- Que el amor lo puede todo... -fue en ese momento que volteó a verme, sus ojos reflejaban todo el amor que siempre ví en sus ojos- Alexander yo te amo, no te quiero perder
-Y no lo harás mi amor -tomé su rostro entre mis manos- te amo tanto, porque se que nuestro amor es más fuerte que todo en el mundo
-No me dejes -sus ojos me suplicaban.
-¿A caso estas loco? -subí si rostro a mi altura- no te volveré a soltar nunca más
Sin previo aviso tenía a Magnus entre mis brazos, su rostro cerca del mio, pasó sus brazos por mi cuello y me atrajo hacia él.
-¿Puedes besarme? -preguntó en un susurro.
-Eso no se pregunta -hablé sobre sus labios y los junté, extrañaba tanto su sabor, su textura, los sentimientos que transmitía.
Sus manos se enredaban en mi cabello con delicadeza, nuestros labios se extrañaban, nuestros cuerpos se reconocían.
Sentí como succionaba mi labio inferior y poco a poco mordía haciéndome abrir los labios, cosa que él aprovechó perfectamente para introducir su lengua en mi boca, su sabor era único e inigualable.
Nuestras lenguas comenzaron una pequeña batalla de poder, ese beso estaba robando todo mi aliento pero no me importaba porque la razón era él Magnus, el amor de mi vida.
-Te necesito -susurró sobre mis labios- necesito ser tuyo -habló con la respiración entrecortada.
-¿Estas seguro? -pregunté en la misma situación.
-Más que nunca -dijo y volvió a mis labios, nuestras lenguas al compás.
Sentí sus manos descender y colarse entre nosotros, sus caricias me enviaban corrientes electricas por todo el cuerpo, mi respiración se aceleró más.
Comenzamos a caminar con dirección a la cama, con cuidado lo recosté en esta lentamente, poco a poco mi ropa comenzó a desaparecer quedando en las mismas condiciones que él.
Con mi mano comencé a trazar caricias por su torso, abandoné sus labios para empezar un recorrido por su cuello.
-Alexander... -dijo en un jadeo enterrando sus dedos en mi espalda.
-Oh Magnus -jadie en su oído, sentí sus manos en mi espalda baja tirando de mis bóxers.
Comencé a succionar su cuello en esa parte sencible donde sabía lo volvía loco.
-Mmh... Así -bajé mis besos por su pecho, lo sentía retorcerse bajo mi cuerpo.
El camino de besos seguía descendiendo hasta llegar a su vientre bajo, sus manos agarraban las sábanas.
Tomé entre mis manos sus bóxers y los fuí bajando lentamente, disfrutando de como mis dedos tocaban cada parte de su piel.
Cuando retiré completamente su ropa interior bajé a besar esa pequeña linea de vello, besaba y succionaba, escuchaba gemidos en aprobación haciéndome necesitar escuchar más.
Comencé a depositar besos más cerca de sus testículos provocando que enredara sus dedos en mi cabello, me volvía loco cada que hacía eso, con mis manos comencé a abrirme camino acariciando cerca de esa zona.
Levanté mi vista y pude ver la mejor escena, Magnus con los ojos cerrados y sus labios levemente abiertos soltando pequeños gemidos.
Con una mano tomé su miembro, mientras lo masturbaba lento y sin prisa, sus caderas comenzaron a moverse al compás, hasta que no aguanté más, necesitaba de él, probarlo nuevamente.
Sin avisar introduje su miembro en mi boca, sabía tan bien y me sentí mejor al ver como llevaba sus manos a su rostro tratando de ahogar los gemidos.
-Ahh! Mmmhh... -solté su miembro y volví a subir con un camino de besos.
Llegué a sus labios, los besos eran más desesperados, necesitados; pasó sus manos por mi nuca dando pequeños jalones en mi cabello.
El beso nos obligó a bajar de nuevo haciendo que mis brazos fallaran y mi miembro tocara el suyo.
-Ag! Mmh -fue lo único que salió de mi garganta en tono grave.
En ese instante Magnus enredó sus piernas alrededor de mi cintura haciendo que la fricción y el contacto aumentaran; mis manos pasaron a estar a los lados de su cabeza.
Una mano suya descendió hasta posarse en mi muslo atrayéndome más provocando una simulación de una embestida.
El beso continuaba hasta que me separé de él para concentrarme en su cuello, en su clavícula y subir hasta su garganta, él levantó la cara dandome más acceso pero con un brazo aferrándome a él, una pierna volvió a enrollarse en mi cintura.
Mi miembro punzaba, necesitaba ser atendido por lo que rompí el estimulo y me separé de él para retirar mi ropa interior, Magnus seguía con los ojos cerrados, su cuerpo vibrando esperando por mi.
Volví a sus labios, nuestros cuerpos ahora podían estar en contacto, sin nada que lo impidiera, ahora enredó sus piernas en forma de candado alrededor de las mias, su mano descendió y como si pudiera leer mi mente comenzó a masturbarme.
-Oh... Mm... Si... -besé con más intensidad sus labios.
En un acto desesperado pasó sus manos por su cabello, sus piernas empujaban más mis caderas a las suyas.
El beso era más intenso, comencé un camino de caricias por su abdomen y él comenzó una estimulación en mis pezones haciéndome retorcer, bajé una mano a su miembro y comencé a masturbarlo, sus gemidos se perdían en mi boca.
Con un poco más de calma enrede una mano en su cabello haciendo su cabeza hacía atrás para depositarlo en la cama nuevamente.
No supe cómo reunió las fuerzas necesarias pars levantarme y ahora quedar encima de él, mis piernas a los lados de su cadera, sus manos acunando mi rostro, estas comenzaron a bajas hasta posarse en mi cadera para atraerme más dejando mi miembro a centímetros de su rostro, con una medía sonrisa pasó la lengua por sus labios enviándole una holeada de placer, dirigió una mano a mi miembro, se encorvó lo suficiente hasta tener mi miembro en su boca.
Me sentía tan bien, tan liberado; sin poder evitarlo comencé a embestir su boca jalando de su cabello, los ruidos que hacía me volvían loco.
Su lengua envolvió la punta de mi miembro, su mano masajeando dulce pero conciso, las embestidas eran más rápidas, las horcajadas que emitía hacían vibrar cada parte de mi.
Necesitaba sus labios por lo que me alejé y prove mi sabor en sus labios.
Sin poder esperar más me incorporé, lo tomé de la mano invitándolo a seguirme quedando ahora yo debajo de él.
Sus piernas terminaron alrededor de mi cadera, nuestros miembros en contacto, los besos profundos.
Enredaba mis dedos en su cuello, sus manos a los lados de mi rostro; se acomodó de una forma en la que mi miembro rosaba su entrada provocando un estremecimiento por parte de los dos.
Sin pensarlo más comenzó unos va y ven a un ritmo único, se separó solo para subir su vista al techo y gemir
-Alexander... -con una mano apretó mi muslo para tomar impulso volviendo los roces más certeros, dejó mi muslo y llevó la mano a la cabecera de la cama tomando más impulso.
Solo los jadeos y gemidos eran audibles así como el rechinido de la cama.
Lo atraje a otro beso lleno de necesidad, su mano descendió nuevamente a mi muslo y fue incrementando la fricción.
Mis manos recorrían cada parte de su rostro y hombros, las suyas cada centímetro de mi cuerpo.
-Te amo -gimió cesando los movimientos- Mmh te amo
-Y yo te amo a ti -mis manos bajaron por su espalda hasta llegar a su entrada, poco a poco fuí introduciendo un dedo en él.
-Aahh! ¡Alexander! -hechó su cabeza hacia atrás aproveché para incorporarme y besar su pecho.
Cuando se acostumbró volvió a mis labios, los besos siguieron hasta que introduje un segundo dedo y comencé a expandirlo, a prepararlo para mi.
Su cadera comenzó a moverse a mi ritmo, encajabamos perfectamente, sus gemidos los atrabapa en cada beso.
-Estoy listo -dijo en un hilo de voz, separándose y recostandose a mi lado mientras me jalaba hacia él.
Me posicione en medio de él, mi miembro rosaba su entrada, poco a poco me fui introduciendo en él.
-Aah Magnus -gemí su nombre y prácticamente devoré sus labios, Magnus enredó su pierna en mi cadera provocando que entrara de un solo movimiento.
-¡Alexander! -enterró sus uñas en mis hombros.
-¿Estas bien? -dije sin moverme él solo asintió- contestame Magnus
-Estoy completo -susurró y me atrajo a un beso.
Los besos continuaron hasta que sentí la necesidad de moverme y así lo hice, sus gemidos eran placenteros lo que me hacía incrementar el ritmo.
-Mmhh... -el choque de nuestros cuerpos era un sonido que me desquiciaba.
Su mano se aferró a mi muslo y yo dejé sus labios por un momento para dirigirme a su cuello, Magnus ladeó un poco para tener más acceso, ahora sus gemidos eran más audibles e intensos.
Las embestidas comenzaron a ser más rápidas y profundas, seguía atendiendo su cuello y por el rabillo del ojo logré visualizar como llevaba las manos a la orilla de la cama, como cerraba los ojos con fuerza y apretaba en puño las sábanas.
Cada vez más rápidas, más profundas, sus gemidos me incitaban a más, seguí mi labor en su cuello, enredó un brazo en el mio, su otra mano me abrazó a él mientras mordía mi hombro.
Ese simple gesto activó algo en mi, algo difícil de apagar.
Me alejé de él, me incorporé y tomé sus piernas para impulsarme, verlo debajo de mi retorciéndose, disfrutando y gimiendo me llenaba de placer.
Paré de embestir rápido, ahora lo hacía lento, salía de él y entraba con fuerza y certeza tocando ese punto.
-¡ALEXANDER! -gimió fuertemente, apretó las sabanas en un puño y seguí, seguí porque eso quería y yo se lo daría.
-Mmmh Magnus... -salía y entraba, mis testículos golpenado su entrada, fuerte, certero, directos.
Magnus cerraba sus ojos con fuerza, su cabeza se movía a diferentes lados de la almohada.
-Si... Oh hazme tuyo -gemía en cada estocada- solo tuyo... Ahhh!
Seguí embistiendolo unas cuantas veces más hasta sentir ese cosquilleo en el vientre.
-Ya voy ahh.. A terminar -bajé a sus labios nuevamente.
-Espera... -susurró y me detuve, se removió un poco y entendí que debía salir.
Salí completamente de él pero al instante nos dió vuelta quedando ahora él sobre mi.
Con sus manos posicionó mi miembro en su entrada y poco a poco fue bajando.
-Ahh
-Sii -sus manos a los lados de mi rostro- así... -comenzó a mover sus caderas, al poco rato yo lo seguí acoplandonos haciendo que tocará ese punto en repetidas ocasiones.
El cosquilleo regresó pero con más fuerza, lo atraje en un beso, solo unas estocadas más bastaron para que los dos llegaramos a la cima.
-¡MAGNUS!
-¡ALEXANDER!
Sin fuerza en sus brazos se dejó caer en mi pecho, lentamente salí de él.
Sin importarnos nada se abrazó a mi y yo correspondí el abrazo.
-No me vuelvas a alejar -susurre contra su frente.
-Jamás -elevó su mirada- porque siempre fuiste, eres y serás tu -acarició mi mejilla- tu eres la persona correcta
Esas palabras las sellamos con un beso que afirmaba todo y es que él también es mi persona correcta.
***
¡Hola! Buenas madrugadas 😅
No pensaba dormir hasta terminar la historia.
Ahora si podemos decir..
¡FIN!
¡gracias por acompañarme en esta aventura!
Espero les haya gustado este Epílogo 😅 noten que es el más largo de la historia, espero no haberl@s aburrido.
La idea de la muerte de Alec fue de Itzel 😅 lo ibamos a dejar como final alternativo pero no soy tan cruel.
En este espacio les pido por favor dejen su comentario ¿que les pareció la historia?
Y aquí cualquier pregunta que quieran hacer respecto a lo que gusten, preguntas o dudas respecto al fic, preguntas hacía mi. Todas las responderé en un apartado.
Les tenía pensado publicar unos datos curiosos y una confesión pero solo si ustedes quieren.
¡Muchas gracias! Nos leemos en las preguntas y respuestas 😘
¡L@S AMOOO! 😘
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