*56*
Sus va y ven fueron lentos y torturosos.
Por un instante los besos dejaron de existir y solo se encontraban los jadeos y gemidos de cada uno, Alec seguía con ese movimiento llevando su mirada al techo, yo solo podía jadear y ver las hermosas facciones de Alec; agarrando en puño su camisa lo atraje a otro beso, ansiaba sus labios.
Mis dos manos soltaron su agarre y se dirigieron a esa zona que recientemente descubrí sería mi favorita; mis manos llegaron a su trasero y lo empujaron más a mi, un gemido por parte de ambos y una mordida en mi labio hizo que esto fuera perfecto.
-aahh... Te... amo
-mmh... También... También te amo
Alec se incorporó quedando sentado en mi regazo y empezó a quitar uno a uno cada botón de mi camisa, con forme más piel descubría la iba besando, dejando besos humedos por donde quier.
Sus labios llegaron a mis pezones, un jadeo se me escapó, él lo notó y con su lengua empezó a endurecerlos más, cuando sintió que estaban lo suficientemente duros los mordisqueo, solté un grito de dolor y placer, en serio que me estaba volviendo loco, como pude empezé a levantar su playera, sientiendo con la yema de mis dedos su torso desnudo y caliente por el momento.
Él para "facilitarme las cosas" rompió su estimulo en mis pezones y se incorporó para quitarse la playera, aproveché que había quitado sus brazos y que su torso estaba a mi merced y no pude, instintivamente me incorporé y besé su pecho, su abdomen y su ombligo, coloqué mis manos en sus caderas y comenzé a trazar besos por esa pequeña línea de vello que se perdía por sus pantalones.
Sentí a Alec tensarse y soltar un jadeo provocando que yo mordiera esa pequeña división.
Alec se quitó la playera lo más rápido que pudo y me sujetó del cabello atrayendome más a él.
Con mis manos empezé a apretar su trasero mientras mis labios seguían atendiendo tu abdomen bajo, los jadeos de Alec eran cada vez más excitantes y quería escuchar más.
Sin pensarlo mi mano se coló por su cadera y fue descendiendo hasta que mi mano se posó completamente en su miembro y empezé a masajearlo y apretarlo; sentí a mi Alec tensarse y arquear su espalda.
Torpemente comencé a desabotonar su pantalón y deslizarlo por sus piernas hasta que llegaron a su muslo, en ese momento pude notar su muy creciente erección y debía suponer que yo estaba igual o peor que él.
Empezé a bajar mis besos y besé por encima de la tela de su bóxer a su miembro, Alec me apegó más y mordí un poco, ya no resistía, mi entrepierna dolía, lo necesitaba ¡ya! ¡ahora!
Junté toda la fuerza que tenía y le di la vuelta, ahora yo me encontraba sobre Alec restregando nuestros miembros mientras lo besaba desesperadamente.
De nuestra boca solo salían jadeos, nuestros torsos desnudos tocándose y haciéndose cada vez más calientes, una fina capa de sudor empezaba a invadir nuestros cuerpos.
Alec coló sus manos por debajo de mi pantalón y apretó mi trasero, una excitación profunda me atravesó, inmediatamente me incorporé y traté de quitar mi pantalón, estaba deslizandolo cuando Alec me atrajo a él jalando de mis bóxer, nos juntamos más, solo la tela de estos estorbaba y cada rose se volvía una tortura, en un instante Alec me hizo levantarme y al mismo tiempo me derribó en el colchón quedando nuevamente arriba mio.
Empezó nuevamente su recorrido pero ahora más rápido, se detuvo en el elástico de mi bóxer, me envío una mirada como pidiendo permiso, yo tragué grueso y asentí.
Bajó mi bóxer y con la yema de sus dedos tocó mi tronco y comenzó a masturbarme, me sentí liberado, en la gloria, ¿como aguante tanto sin él?
-Mmh... Si... Alec, más... -solo salían gemidos de mi parte, pero él paró, un gruñido hacía él se hizo presente- ¿pero que...?
-¿Alec?
Hice una pequeña mueca y una risita se me escapó- Alexander...
-Amo mi nombre en tus labios, pero me gustaría escucharlo de otra manera.
Él sonrió picaramente, no entendía.
-No entie.... ¡¡AAALEXANDER!! -no pude continuar Alec había introducido mi miembro en su boca, una mezcla de sensaciones me sacudió, con la poca voluntad que me quedaba alcance a tomar su cabello y acercarlo más, penetrar su boca se sentía maravilloso, involuntariamente mis caderas empezaron a moverse al ritmo de Alec, cerré mis ojos y gemidos salían.
Mi respiración estaba agitada, no podía articular nada coherente solo el nombre de Alexander en gemidos, eso parecía excitar a Alec puesto que aceleraba el ritmo.
En un instante sacó mi miembro de su boca y empezó a besar la punta, a base de besos llegó hasta mis testículos, los besó y lamió, yo veía expectante lo que sucedía, él me miró penetrantemente y succionó, cerré los ojos con fuerza y arqueo la espalda, el placer era inmenso. Alec seguía en esa labor, uno a uno era atendido hasta que metió de golpe mi miembro en su boca, un temblor me recorrió y no fui capaz de pensar, solo disfrutar.
Pero no era justo que solo yo disfrutara, era nuestra primera vez juntos y tenía que ser inolvidable. Levanté su barbilla para indicarle que parara y así lo hizo.
Sus labios llegaron nuevamente a los mios.
-Te... Te Amo... Ale... alexander -seguía besandolo- te toca disfrutar amor.
Lo giré y quedé encima de él, empecé a simular embestidas.
-¡Ahh!... Mmhh, oohh Magnus...
Bajé su bóxer y empecé, al contrario que él, comencé a besar su miembro, bajé hasta sus testículos y los lamí, seguido de pequeñas succiones.
-ahh ¡Magnus!
Probé algo, los mordí delicadamente pero tratando de mandar sensaciones a mi Alec que inmediatamente supe había logrado, solo se retorcía bajo a mi, mi mano tocaba su abdomen mientras las suyas se enredaban en las sábanas, era el momento, quería probarlo, disfrutar de su sabor, sin avisar introduje todo su miembro a mi boca.
-¡MAGNUS! -apretó su agarre y comenzó a embestir lentamente, conforme pasaba el tiempo el ritmo incrementó y creo era hora para lo mejor.
Subí nuevamente a donde estaba él y me quedé besando, succionando y mordiendo su cuello, él besaba mi nuca y a mi oido susurró- ¿Estas listo Amor?
Me tense un momento pero solo asentí, seguía en su cuello mientras el descendía sus manos por mi espalda y llegaba a mi trasero, subí mis labios a su boca pero el interpuso un dedo, lo fue introduciendo en mi boca, lo lami, jugué con el, succioné mientras veía a mi Ángel, el azul de sus ojos se hizo más oscuro, la lujuria se estaba apoderado de él.
-M... Magnus -su voz era ronca cargada de deseo, metió un segundo dedo y los mordí, bajaba y subía, los sacaba y los metía, pasaba mi lengua por ellos, los introducía hasta el fondo de mi garganta hasta que Alec los sacó, me atrajo en un beso mientras que él se hacía paso e introducía un dedo en mi interior; una punzada de dolor me atravesó y mordí su labio, Alec no hizo ningún movimiento esperando a que me acostumbrara a la intromisión.
-Sigue -dije después de unos minutos, nos besamos y él empezó a prepararme, se sentía tan bien, tan correcto.
Una vez listo introdujo otro dedo- ¡AAHHH! ¡MMHH! -otra vez esa punzada que transmitía tantas cosas, besé con más intensidad sus labios hasta que encontro mi punto.
-¡¡ALEXANDER!! -y mis cadera empezaron a moverse, necesitaba más ese tacto, no sabía que más hacer gemidos salían y Alec los retenía en su boca, sus dedos salian y entraban, invadían todo mi ser, empezó a introducirlos más profundo a girarlos y abrirlos, los besos eran más desesperados le mordía el labio, él succionaba mi lengua y mis manos estaban a ambos lados de su cabeza.
-Más... Mmh... Aahh
Sacó sus dedos y los llevó a su boca, comenzó a lamerlos sin partar su vista de mi, y poco a poco fue introduciendolos a su boca, los sacaba y metía, me estaba excitando y empecé a hacer fricción entre nuestros miembros, derrepente Alec me dió la vuelta y ahora era él el que se encontraba encima de mi.
Su respiración era agitada- Ma... Magnus, date vuelta
Mi excitación era tan grande que solo hice lo que me pidió, comenzó a trazar besos en mi cuello, en mi nuca, bajó por mi espalda, cada beso era una explosión de placer, yo tenía mi cara enterrada en la almohada y mis puños cerrados en las sábanas. Llegó hasta mis glúteos y empezó a besarlos, lamerlos y morderlos, gemidos salían, mis puños se cerraban cada vez más hasta que lo sentí.
Alec estaba en mi entrada, con un dedo se abrió paso y comenzó a sacarlo y meterlo, lo sacó e hizo un poco más de espacio, no entendía que más quería de mi.
-Que... Que pas... ¡aahh! ¡¡ALEXANDER!! ¡Dios! Aaahh -su lengua, su maldita lengua de introdujo en mi, sacaba y metía, sacaba y lamia, mordí la almohada, mis nudillos estaban blancos por la presión que ejercían, unos movimientos más y paró.
-No... Magnus no te retengas, quiero oir mi nombre saliendo de tus labios, quiero escuchar tus gemidos, quiero escucharte pedir más.
Me tomó del costado y me giró, nuestras miradas chocaron y nos besamos con tanta desesperación y deseo, con mis piernas rodie a mi Alec y con mis brazos alrededor de su cuello lo atraje más mientras el seguía moviendo su pelvis.
-Hazlo... Te necesito en mi Alexander -aún en esa posición Alec colocó su miembro en mi entrada y empezó una fricción en lo que me relajaba, poco a poco fue entrando en mi, una gran punzada me recorrió de pies a cabeza, me solté de su cuello y enterré mis dedos en sus hombros, cerré los ojos tan duro, mi espalda se arqueó y una lágrima salió, sentí a mi Alec tensarse.
-Estas... ¿Estas bien amor? -su voz sonaba con miedo.
-Mmh... -aún con los ojos cerrados, no podía articular nada y solo me limité a asentir.
-Magnus veme, por favor, abre los ojos.
Poco a poco los fui abriendo y vi su bello rostro con una expresión de puro miedo- Perdón, perdón, yo... Yo solo... -y apartó su mirada.
-Alexander -tomé su rostro y lo hice verme- no tengo que perdonarte
-Pero te hice daño
-Alexander, lo único que estas haciendome es que me sienta perfectamente, sentirme en casa, sentirme completo -él iba a hablar pero lo interrumpi- sigue, porfavor, sigue
Antes de hacerlo tomó mis manos y nuestros dedos se entrelazaron mientras él empezaba con unas lentas embestidas y nos besabamos.
Mis caderas seguian ese perfecto ritmo, con mis piernas atraía más.
-Más... Más rápido -y su ritmo subió, gemidos por parte de ambos se hicieron presentes, los ruidos que producían las embestidas me excitaban más, arquie mi espalda y eché mi cabeza hacia atrás, Alec aprovechó besando mi cuello, esto era perfecto; él paró de embestirme pero seguía dentro de mi, poco a poco fue saliendo y sin previó aviso se introdujo fuertemente en mi, hasta lo más profundo tocando mi punto débil.
-¡Aahh! ¡¡ALEXANDER!! -solté sus manos y las dirijí a sus muslos, apreté de ellos mientras más gemidos salían.
Él se recostó en mi y seguimos besándonos, pero ahora sus embestidas eran duras, profundas y certeras, sabía donde estaba mi punto débil, sabía que lo disfrutaba, sabía que me estaba volviendo loco, pero el seguía, seguía y no paraba, con una mano pellizcaba mis pezones, más placer, más deseo, más excitación.
-aahh... Mmhh... Dios... Aaahh
Gemidos, gritos, jadeos, sonidos, rechinido de la cama, nuestros nombres, respiraciones agitadas, solo eso se podía oir y la verdad eran los mejores sonidos que había escuchado.
Empecé a sentir contracciones en mi abdomen, sabía que esto estaba a punto de acabar, reuní todas las fuerzas que me quedaban.
-Mmh... Para... Para -Alec incrementó el ritmo, si seguía así yo no podría parar- hablo en serio... Aahh -un gemido salió ¿que tan enserio hablaba? - ¡ALEXANDER PARA!
Alec salió de su transe y paró- Perdón Magnus -y en un segundo su cara pasó a terror- ¡¿TE HE HECHO DAÑO?!
-No amor -su semblante se relajó- solo, yo... Estaba a punto de acabar
-Yo encantado de que llegarás a tu clímax en mi -me besó.
-Y yo lo deseaba
-¿entonces? -frunció el ceño- si quieres -sonrió un poco y empezó a embestirme nuevamente.
-Mmh... No... Mmh... ¡ALEXANDER! -tiré de sus hombros- Debes parar
-¿que pasa Magnus? -sin decir más fue saliendo lentamente de mi, inmediatamente lo extrañé, me sentía vacío y por poco me arrepentía de mis palabras.
Alec se recostó a mi lado y besó mi frente.
-Sabes... No es justo
-¿De que hablas Magnus?
-De que -poco a poco me fui incorporando- solo yo -y me coloque encima suyo- disfrute esto
Alec me veía con cierto asombro mientras su cara cambiaba a placer mientras yo simulaba embestidas.
-Ahh Magnus... Mmh... Así...
-Date vuelta -y así lo hizo, tuve que contenerme para no hacerlo mio en ese instante, verlo ahí completamente mio me excitaba de sobremanera, él giró el rostro y me recosté sobre él buscando sus labios, mi cadera empezó un ritmo que Alec disfrutó, nos besamos y en medio del beso introduje un dedo en nuestras bocas, ambos empezamos a lamerlo, succionarlo, besarlo y porque no, morderlo.
Con un poco de protesta de su parte fui descendiendo con besos y caricias por su espalda.
-Magnus... Te.... necesito -no pude más, bajé rápidamente a su entrada y de golpe introduje mi lengua- ¡Aahh! ¡¡MAGNUS!!
Él sabía tan bien, estaba un poco estrecho pero yo ayudaría a que no le doliera tanto y disfrutara.
Incremente el ritmo, Alec se contraía, soltaba gemidos y agradecí haber parado, esta era nuestra primera vez y los dos merecíamos disfrutar, no solo yo.
Sin pensarlo más introduje lentamente un dedo en él.
-Siii... Mmh Magnus -y comenzó a menear sus caderas, después de un momento introduje otro, Alec volteó a verme y pude ver su cara llena de deseo, de excitación, de placer y soltó el mejor gemido- aah... Te Amo... Te amo Magnus Bane
Eso me conmovió y me excitó, paré lo volteé y lo besé, lo besé como si no hubiera un mañana, lo besé correspondiendo a su amor, lo besé deseandolo, simplemente lo besé.
Era el momento, el momento de sentir a mi Alec, el momento de volver a ser uno solo, poco a poco fuí introduciendo mi miembro en su entrada, los gemidos de Alexander quedaban en mi boca, su respiración entrecortada.
Me mantuve ahí esperando a que se acostumbrara.
-Magnus... Muevete... Porfavor -dicho esto empezé a embestirlo suavemente, es que sentirlo me volvía loco, estar dentro de él era increíble, encajabamos a la perfección.
Él empezó a mover sus caderas al compás, necesitaba más, más de él e incremente el ritmo, agarré sus hombros para impulsarme, mis embestidas eran rápidas y consistentes hasta que encontré su punto débil.
-¡AAHH! SII.... Mmh... Magnus
Más fuerza y rapidez, entraba y salía, mis testículos chocaban en su entrada tan fuerte que provocaban un sonido desquiciante, estaba ciego de deseo y los gemidos de Alec me cegaban cada vez más.
-Magnus.... Ahhh... Mmmhh... Magnus...
Apretó mi cadera con demasiada fuerza y me hizo volver, ver esa imágen de Alec estremeciendose, con los ojos cerrados y una lágrima de su ojo me hicieron detenerme al instante.
-¡Alexander! ¡Por dios! ¡¿Estas bien?! -quité esa lágrima y besé su mejilla hasta la frente.
Él no contestó, solo asintió, ¡pero que idiota soy!, ¿por que perdí el control de esa manera? ¡Le hice daño! Esto no me lo podía perdonar de ninguna manera.
-Alec, cariño, porfavor abre los ojos -tenía temor, un horrible temor de haberle hecho daño, poco a poco fue abriendo los ojos y pude verlos húmedos, inmediatamente un sentimiento de culpa me cruzó el pecho.
-Perdón, perdón, perdón, me deje llevar, ¡Soy un idiota! -trate de incorporarme, no podía verlo así, mi corazón dolía.
-Hey, amor... No... No tienes que pedir perdón, fue... Maravilloso.
-Lo se, te lastimé y.... Espera ¿que?
Alec comenzó a reir un poco- Si Amor, esto, esto es maravilloso
-Pero...
-Magnus, ¿podríamos continuar? Te quiero de nuevo, no quiero que esto termine.
Me atrajo a un beso, en verdad estaba desconcertado, no me moví, solo lo besé con todo el cariño que tenía, pero Alec quería más, profundizó el beso y comenzó a menear su cadera provocando que mi miembro entrara más profundo tocando esa zona.
-¡Magnus! -gimio mi nombre y mordió mi labio, volvimos con las embestidas, al mismo tiempo que atendía su miembro.
Unas cuantas estocadas más y mi abdomen comenzó a convulsionar.
-Alec... Ya... Ya voy a acabar...
-Igual yo amor, sigue, hazlo...
Me recosté en él, nos besamos con todo el amor que teníamos, bajé el ritmo pero las embestidas eran contundentes, certeras y profundas tocando ese punto perfectamente, sin más unos cuantos movimientos terminé en Alec y él en nuestros pechos.
-¡ALEXANDER!
-¡MAGNUS!
Lentamente salí de él y me recosté a su lado, me cubrió en sus brazos y yo recargue mi cabeza en su pecho, nuestras respiraciones comenzaban a tomar el ritmo habitual.
-Te amo Magnus Bane
-Yo te amo a ti Alexander Lightwood
Levanté mi rostro para encontrar sus labios, un beso tierno que demostraba que esas palabras eran ciertas, que nuestro amor era verdadero.
El cansancio se estaba apoderando de ambos, volví a meter mi cara a su pecho, oía su corazón, su respiración tan cerca de mi, cerré los ojos y me dejé ir por esa hermosa melodía.
-Descansa mi amor -besó mi cabeza y me apego más a él.
-Te amo Alexander
Sin duda la mejor noche de mi vida, tal vez no recuerde mi pasado, pero ahora se que mi presente es mi Alexander y también deseaba fuera mi futuro.
**********
Woha! Sin duda el capítulo más largo que hice y que haré (eso creo)
¿que tal les pareció? ¿fue muy fuerte? ¿demasiado intenso? O simplemente no logré hacerlo 😅 es la primera vez que escribo algo así, puesto que no se como haya quedado.
Acepto comentarios.
¡Gracias por leer!
Nos leemos pronto.
Nota curiosa: Estos últimos 3 capítulos estaba escritos desde el 9 de Mayo 😅
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro