POV Alec

Sinceramente me desperté sin ganas, no quería ir al instituto, la llamada de mis padres no me había dejado bien ¿será que es el momento de decirles? O ¿hago lo que ellos quieren?

-Vamos Alec se nos hará tarde -era Jace al otro lado de la puerta.

-¿Que importa si se hace tarde? -lo dije y él entró sin pedir permiso.

-Te hablaron ¿cierto? -me conocía tan bien.

-Si

-Vamos Alec ¿les darás el gusto de estar mal? -tocó mi hombro- ¿donde quedó la felicidad eterna? -No pude evitar reír- así me gusta

-Salte entonces debo cambiarme

-¿Que no puedo ver? -su comentario me sorprendió- era broma -dicho esto salió riendo.

Un poco más tranquilo pero aún sin ganas me cambié, bajé y nos dirigimos al instituto.

Otro día igual, otro día sin nada nuevo.

-Debo entrar ya -dijo Izzy corriendo.

-Yo debo ir a entrenar -dijo Jace- ¿vamos?

-No, tengo clase -lo cierto es que no tenía ninguna pero no tenía ánimos ni prisa por entrar.

-Está bien -se despidió y entró corriendo con la gracia que lo caracteriza.

Tomé aire, cerré los ojos y traté de tranquilizarme.

Al abrirlos hubo algo o más bien alguien que llamó mi atención.

POV Magnus

Lamentablemente tube que quitar mi atención del apuesto chico por ese llamado.

Pero oh no, no podía ser cierto, tenia que ser una broma ¿no es así?

-¿Alec? -esto me estaba confundiendo demasiado.

El chico se separó rápidamente de mi.

-¿Alec? -pregunté viendo a Simon.

-Él -señaló al chico- dejame informate se llama Alec

Volteé a ver al chico... Bueno a Alec, él estaba completamente sonrojado, se veía tan adorable.

-Que bueno que interrumpiste tu Simon -habló Rapha, ¡diablos! Olvidé que estaba ahí- ya iba a interceder yo -comenzó a reír haciendo que... ¿Alec? Se sonrojara más

-Yo... Yo, lo lamento -susurró.

-Vamos brillitos debemos entrar -pasó Simon por mi lado riendo- puedes traer a tu amiguito, vamos en el mismo instituto -volteó a vernos y nos guiñó el ojo.

Volteé a ver a Alec y él solo veía el piso y jugaba con sus manos, si adorable.

-Hey ¿entramos? -pregunté y el subió su mirada a la mía, en verdad que sus ojos eran hermosos, tiernos, inocentes y su rostro, era muy guapo; sin poder contenerlo un suspiro salió.

-Emm... Si, vamos -realizó la mejor sonrisa ladina del universo, la cual me hizo sonreír también.

-Yo los sigo -se burló Rapha, lo necesitaba lejos en este instante.

-Yo... Puedo... ¿Quieres que... Yo lleve su mochila? -preguntó un muy sonrojado Alec, me encantaba este chico, ahora solo esperaba que Rapha no dijera algo estúpido.

-Está bien -dijo después de un largo rato, tanto Alec como yo nos sorprendimos y Rapha tendió mi mochila a él.

Cuando comenzamos a caminar dentro del instituto volteé a ver a Rapha, él solo sonreía y hacia señas de que me estaba viendo, no pude evitar reír.

Ya que estábamos dentro nos encontrábamos en completo silencio.

-Así que Alec -giré a verlo y él asintió- Diminutivo de Alexander ¿no?

-Si, pero todos me llaman Alec -su mirada seguía al frente.

-Me gusta Alexander -indiqué y él se sonrojó.

-Y a mi me gusta como suena en tus labios -esa contestación me sorprendió y pareciera que a él también ya que se detuvo derrepente- no yo... Yo no quise...

-Hey no hay problema -lo tranquilice- me gusta -otro sonrojo ¿cuantas veces es capaz de sonrojarse? Yo puedo decir que estaba muy nervioso, no se como haya sido antes pero esta chico me hace sentir tantas cosas.

Caminamos otro rato en silencio, a decir verdad este silencio era comodo y reconfortante.

-¿Y tu... Estas mejor? -preguntó.

-Me siento mejor aunque no lo esté del todo -admití, esperen un momento, esto jamás lo había dicho ¿por que se lo estoy contando a él?

-No ha de ser fácil

-No lo es

-¿Por que estas aquí? -soltó derrepente.

-Woow -solo eso pude decir, me tenía confundido, hace un rato me abrazaba y me decía cosas bellas y ahora sale con esto.

-No... No, no es así, yo -suspiró frustrado- bueno es que fue tan reciente y tu deberias descansar ¿no?

-Me habias asustado Alexander -reí- tenía que continuar ¿que ganaba quedándome haciendo nada?

-En eso tienes razón, mantener la mente ocupada -dijo lo último y frunció el ceño- yo no, perdón

-Bueno por lo que veo sabes lo que me pasó

-Si -admitió cabizbajo- me preocupé -susurró.

-Eso quiere decir que sabes que no recuerdo nada -él asintió- entonces ¿te puedo preguntar algo?

-Ya lo hiciste -se burló, nuevo pero me gusta.

-Muy listo Alexander -ví como tragó grueso cuando dije su nombre- aparte de esa

-Claro tu pregunta -iba a hablar pero sentí dolor en la pierna- ¡Magnus! ¿estas bien? -se veía asustado.

-Tranquilo estoy bien -Sonreí pero él no- en serio estoy bien

-Ven -pasó mi mano derecha por su hombro- debes sentarte

Llegamos a una pequeña banca cerca del jardín principal.

-Hiciste mucho esfuerzo -¿me estaba regañando?- ¿tienes algún medicamento?

-Si doctor Alexander -comencé a reír.

-No es gracioso Magnus -se cruzó de brazos.

-Te ves tan adorable cuando te enojas -dije y él se sonrojó- estan en mi mochila

Él la bajó y me la dió.

-¿Quieres agua? Creo que traigo -iba a agregar que yo también pero no desaprovecharia esa oportunidad.

-Claro muchas gracias -me tendió su botella y tomé la pastilla- ¿mejor?

-Eso te pregunto yo a ti

-Si no mal recuerdo yo era él que preguntaría -él negó riendo- siéntate -tomó asiento a mi lado.

-Bueno pues pregunta

-Mmm... -¿como lo preguntaba?- ¿tu y yo... ¿que relación teníamos?

POV Alec

No puedo creer que me atreví a ir y abrazarlo, decirle lo que sentía, literalmente me lancé a sus brazos.

Ahora me encontraba sentado en una banca con él, viéndome, sonriendome.

Él diciendo mi nombre, cada que lo decía me hacía estremecer, mi nombre se escuchaba perfecto en sus labios, a mi no me gustaba el Alexander o más bien nadie me llamaba así, todos me decian Alec pero olvidaba que Magnus no es Todos.

Pero ahora con esta pregunta ¿que le podía responder?

-Yo... ¿nosotros? -aparté mi vista.

-Si Alexander -empezaba a amar mi nombre, más bien su voz y el tono en que lo decía.

-Realmente no teníamos ningún tipo de relación -su ceño se frunció.

-No entiendo

-Bueno... -¿como se lo explico?- nunca habiamos hablado

-¿Como es que no cruzábamos palabra? -dijo sorprendido.

-Pues así fue

-No puedo creer que no me atreví a hablarte -dijo más para él que para mi- pero no importa ahora estamos juntos

¿Qué? ¿como dijo? ¿juntos? Sentí una revolución en mi estómago.

-¿Y si no hablabamos... -oh no aquí viene la pregunta- ¿como es que te preocupas por mi?

-Yo... Pues... -¿que le decía ahora?- quería hablarte -lo dije, no era mentira pero tampoco era toda la verdad.

-Entonces sabías que existía -¿como no saberlo Magnus Bane si tu eras por el que quería venir al instituto?

-¿Como no saberlo? -solté ¿que diablos dije?

-Sincero, me gusta -sonrió- ¿y quién era tu cómplice?

-¿No entiendo? -él comenzó a reír.

-Si, alguien te tuvo que avisar de lo que me pasó

-Oh pues...

-Por que no te vi por el hospital y mucho menos en mi casa -sonreía algo ¿triste?- así que alguien te tuvo que avisar de todo ¿no?

Solo logré asentir.

-¿Quién fue?

-Cat -dije en un susurro que no se si alcanzó a oir.

-Oh vaya esa pequeña -negó y sonrió- ahora entiendo.

-¿Que entiendes? -estaba confundido.

-A quién tenía que avisar -¿de que estaba hablando?

-Yo no entiendo

-Dejémoslo así -sonrió e hice lo mismo.

-¿Volvemos a caminar para ir al salón? -pregunte con cuidado.

-¿Somos del mismo salón? -preguntó sorprendido.

-No -negué- mi salón está detras del tuyo

-Mmm... Así que era acoso -comenzó a reír.

-¡No! Yo... No -se levantó.

-No digas más pequeño Alexander, terminarás delatandote -comenzó a reír y caminar.

No podía estar más sonrojado.

Caminamos por un rato hasta que llegamos a su edificio, fuera de su salón;  yo entré rápido y coloqué sus cosas en su lugar, después salí con él de nuevo.

-Listo -le Sonreí.

-Muchas gracias ¿caballero...? -el tono que utilizó me causó gracia.

-Alexander Lightwood señorito Bane -bromé.

-Muchas gracias caballero Lightwood -negó y comenzamos a reír.

-Bueno debo irme -no quería pero ¿que podía hacer?

-¿A seguir con tu acoso? -se burló.

-Yo no te acoso Magnus -me defendí.

-¿A no? -me retaba con la mirada.

-Magnus

-¿Sabes que podría denunciarte? -seguía sonriendo.

-¿Ah si? ¿solo por ir en el salón de atrás? -me burle- lamento decirte que tu denuncia no procedería

Comencé a reír pero él se fue acercado poco a poco a mi, mi respiración era acelerada, mi estómago tenía vida propia, mi corazón quería salirse.

Estabamos a escasos centímetros de distancia, él se acercó a mi oído.

-Tal vez no proceda por eso -habló.

-E... Entnces? -no podía articular nada coherente.

-Pero si procede una denuncia -comenzó a bajar la voz- cuando entran a una habitación de hospital y besan al paciente -susurró lo último.

Mi respiración se cortó en un instante ¿que había dicho? Pero...

¿Como supo que fui yo?

+++++++
¡Gracias! Aquí pueden dejarme todos los mensajes de amor y agradecimiento. 😂

Bueno espero les esté gustando esto, me emocioné al escribirlo y es que la idea surgió derrepente.

Yo les dije que hoy se resolvían algunas dudas.

Muchas gracias por leer.
Nos leemos mañana 😘