Después de despedir a Will en la puerta y después de tantas promesas de que lo llamaríamos cualquier cosa ahora nos encontrabamos subiendo a la habitación de Magnus.
Gracias a la señorita logramos subir los tres.
Al abrir la puerta simplemente no pude, mis piernas dejaron de funcionar, sentí como el suelo llamaba por mi de no haber sido por Ragnor y Simon hubiera terminado ahí.
-Cariño -mi cuerpo temblaba, mi visión se volvió borrosa, sentí mucho frio, el aire me faltaba.
-Vamos amor -Ragnor trató de incorporarme- él está bien
-Él... Está... -no podía articular nada coherente.
-Está bien, debe estarlo -fue la voz entrecortada de Simon que me hizo verlo y notar como las lágrimas resbalaban de su rostro y como mantenía la vista fija en Magnus, él también la estaba pasando mal, así que me levanté y lo abrace, lo abrace lo más fuerte que podía.
-Estamos juntos -susurré en su oido- el club sin nombre
-Juntos -me abrazó y siguió llorando.
Después de un momento ya nos encontrabamos cada uno a lado de Magnus.
-Cariño -toqué su mejilla- te pondras bien
-Vamos brillitos -Simon tomó su mano- aún debes seguir brillando
-Y seguir con tus amenazas -agregó Ragnor.
-Aún hay muchos planes pendientes, muchas salidas
-Muchas chicas que conocer -rió Simon.
-Yo no puedo apoyarte o me matan -sonrió Ragnor.
-Vamos cariño, debes despertar y cuidarme de estos dos
-Si lo amenazas así no despertará -jugó Simon.
-Sabes... -me agache a su oído- me duele verte así -y una lágrima amenazó con derramarse.
-Debes ponerte bien -escuche a Simon que tenía su rostro enterrado en la mano de Magnus.
-Vamos chicos -nos ánimo Ragnor- él no merece que estén tristes, hablenle como siempre
Permanecimos un momento en silencio.
-Sabes... Conocimos a tu guapa amiga -bromeó Simon- ¿por que no me la presentaste antes?
-Lo lamento cariño la trataste de cuidar pero Simon ya la vió -traté de bromear.
-¿Y que hay de la chica "salvaje"? -bromeó Ragnor y Simon se sonrojó al instante.
-Oh vamos Magnus amarias ver a Simon así -comenzamos a reír.
-Oh cállense -bufo.
-Hay alguien enamorado por aquí -canturreo Ragnor.
-Si lo dices por ti -atacó
-Sacaste las garras Lewis
-Como sea -rodó los ojos- oye brillitos a que no sabes a quién conocimos hoy
-Es verdad -recordé- ¿no te contamos verdad amor?
-No
-Bueno pues alguien fue a buscarte en la mañana -codeó Simon a Magnus- un apuesto chico de ojos azules y cabello negro
-Si, pero al enterarse de lo que te pasó se puso mal -recordarlo aún dolía- lloró, pero aún así nos ayudó a avisar, después hablamos de muchas cosas
-Y confesó que le gustas -aplaudió Simon- de nada Bane, ahora que despiertes debes ir, buscarlo y darle unos besotes -rió- y no es pregunta, se lo prometí
-Así que ya tienes galán Magnus -Ragnor se burlaba- debes despertar ahora, es más si despiertas yo mismo te llevo a su casa
-¿Sabes donde vive? -preguntó Simon.
-No, pero podemos investigar -guiñó un ojo.
Comenzamos a reír, Ragnor tenía razón, Magnus está bien y sanará, debemos animarlo y no llorar, ser los de siempre, estar juntos.
POV Raphael
Llegamos a casa y logré que mamá durmiera un rato, en lo que ella dormía fui a mi departamento por ropa, pensaba quedarme a lado de mi ojitos, nadie me separaría de él.
Una vez tomadas mis cosas me dirigí de nuevo a casa de mi madre, al entrar noté que seguía durmiendo por lo que decidí subir al cuarto de Magnus.
Sus paredes ahora estaban pintadas de azul turquesa y blanco, una sonrisa se dibujó en los labios, en verdad que tiene una pequeña gran obsesión por ese color.
También habían varías fotos tomadas por él con sus amigos, fotos en fiestas, carteles, discos, pero en la gran repisa estaban sus tesoros, sus libros; realmente no entendía mucho su amor por ellos pero lo hacían feliz y eso era o único que me importaba, por lo que cada que podía le regalaba uno, claro uno que él deseara.
Colgada se encontraba la foto más reciente de él, con cuidado la tomé y fuí directo a su cama, me recosté pero no paraba de ver esa foto, él estaba tan feliz, tan inocente, sin culpa ¿Por que le pasó esto?
Dicen que las cosas pasan por algo y para algo, espero que sea muy bueno para que merezca el dolor de mi ojitos.
No se en que momento quedé dormido pero desperté cuando sentí una leve caricia en mi cabello, poco a poco abrí los ojos y sentada en la orilla de la cama se encontraba mi madre, viéndome con ternura, con amor y acariciando mi cabello.
-Mi niño -susurraba- la estas pasando tan mal -al parecer no notaba que ya había despertado- nadie merece esto -una mueca se dibujó en su rostro- ustedes son tan buenos -una lágrima se deslizó por su mejilla.
-Ma -decidí hablar- tranquila, él va a estar bien -Sonreí- ojitos debe estar bien -ante el apodo mi madre sonrió.
-Ojitos -parecía feliz- aún recuerdo cuando le pusiste ese apodo
-Es que sus ojos me encantan -admití.
-A mi también -sonrió.
-¿Estas lista para irnos? -pregunté sutilmente.
-Si mi amor, pero como estabas dormido no hice ruido
-Entonces vamonos -me levanté y deposite un beso en su frente.
Conduci un tanto más tranquilo, sabía que Magnus no estaba solo y ayudaba el que mamá y yo hablaramos.
Al llegar al hospital vi a algunos de sus amigos ahí y justo 5 minutos después bajaron Cat, el que supongo es su novio y Simon.
-¿Como sigue? -pregunté.
-Aún está dormido -dijo algo cabizbaja Cat.
-Y eso que le hicimos buena oferta si despertaba -dijo Simon y provocó una risa entre todos.
-Bueno creo que debemos irnos -habló Tessa- pero por favor, cualquier cosa háblanos -pidió y yo solo asentí.
-Bueno... Hasta mañana -dijo Simon.
Comenzamos a despedirnos y subimos; tal cual y nos había dicho Cat, él seguía dormido, pero su cara reflejaba paz, mucha paz.
Dejamos nuestras cosas en el pequeño armario del lugar y tomamos asiento a su lado, llevé un libro que creía yo era su favorito, siempre se perdía en el, siempre una sonrisa o una mueca de disgusto y comencé a leer...
-Mis lágrimas empezaron a caer en el vidrio que cubría la foto.
Una mano acarició mi cabeza. Contuve el llanto y, avergonzado, me sequé los ojos.
~Cuando tenga ganas de llorar, hágalo -era la voz de mi tío Tacho-. Y hágalo fuerte, sin pena. Es la única forma de que la tristeza se licue y se nos salga del cuerpo. Porque la tristeza es dura Panchito, muy dura...
No pude continuar porque el celular comenzó a sonar y al ver la pantalla volteé a ver a mi madre.
-Es tu papá -no preguntó- salgamos
Comenzamos a caminar hacía la salida del cuarto y conteste.
-¿Bueno?
-¿Como sigue? -su voz se escuchaba rota, nunca pensé llegar a escucharlo así.
-Aún no despierta -y escuche un suspiro cansado, volteé a ver a mi mamá.
-Pasamelo, tu ve adentro con tu hermano -no dije más y asentí, comencé a caminar y cuando entré no podía creer lo que estaba viendo.
(A verdad 😅)
POV Magnus
Sentía mi cuerpo pesado, dolor por todos lados pero más en mi brazo, pierna y pecho, el dolor de cabeza era insoportable y no podía mover el cuello, seguía con los ojos cerrados, mis parpados se sentían tan pesados que no era capáz de abrirlos, mover alguna parte de mi cuerpo era un tanto imposible.
Comencé a sentir desesperación, escuchaba voces a mi lado, una voz en especial que me hacía sentirme protegido, pero esa voz se escuchaba lejana, de un momento a otro ya no la escuché, debía abrir los ojos, debía buscarlo.
Reuní todas las fuerzas que tenía y poco a poco mis parpados fueron abriéndose, la luz me cegaba, pero seguí luchando para mantenerlos abiertos.
Lo logré y me sentí satisfecho, cuando empecé a recorrer con la mirada en lugar me di cuenta que estaba en un hospital ¿como había llegado aquí?
Unos pasos llamaron mi atención y fijé mi mirada al frente, conecte con unos ojos café un poco claros, reflejaban sorpresa, alivio, satisfacción, un poco de tristeza pero era más de alegría.
De un momento a otro llegó a mi lado y me abrazó.
-Ojitos -sollozaba- despertaste - su cara estaba escondida en mi hombro, me reprendia por no poder tranquilizarlo, pero es que en verdad me sentía cansado, adolorido, mi cuerpo pesaba y toda mi fuerza estaba en mis párpados.
Poco a poco fue incorporándose y me veía con tanto amor.
-¿Como estas? ¿te sientes bien? -preguntaba feliz- me asustaste mucho -sonreía y por su semblante parecía que era cierto.
-L-lo l-lamento -logré decir.
-Ojitos -sonrió y me sentía orgulloso por lograrlo hacer sonreír- Te quiero tanto -y esas palabras hicieron que mi pecho doliera.
-Y-yo, p-perdón -no sabía como decirlo- en serio perdón -se veía confundido- no quiero arruinar esto -y su ceño se fruncia más- pero... ¿Quién eres?
+++++++
¡Hola! ¿Como les pareció este capítulo?
Algunas de ustedes o leen mi mente o soy muy predecible.
Bueno espero les esté gustando esto, esta era la idea principal por la que me decidí hacer el fic 😅
Bueno... Nos leemos el Lunes *se va antes de que la apedreen*
¡Bonito fin de semana! 😘
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